Blas Zambrano 1874-1938 Artículos, relatos y otros escritos

¿Consejo?
Avante, nº 9, 1º de Mayo de 1901

 

No pretendáis hombres del porvenir que el 1º de Mayo signifique la fusión de todas las colectividades obreras. Aproximación, mutua defensa y ofensa al mismo enemigo, eso sí. Pero no os desalentéis porque no piensen lo mismo todos los obreros.

Solo cabe la igualdad en la nada: pensar todos lo mismo equivale a no pensar nada ninguno.

Tenéis enemigo común e iguales propósitos finales ¡Que varían los medios de ataque y defensa y que es distinto el objetivo inmediato de parciales escaramuzas! Pues buen ejército sería aquel que sólo tuviera infantería, o artillería! Buena fábrica estaría aquella en que no hubiera más que una sola clase de operarios! Pero, ¿qué digo? En un mismo hombre ¿qué sería de él?, ¿qué sería su cerebro si sólo tuviera una idea –no digo una fe, ni un sistema– una idea sola, un solo sentimiento, una sola volición? ¿Creeréis que lo podría todo con relación a su una trinidad? Pues no podría nada. Mejor dicho, tal supuesto es un absurdo. En la variedad se asienta la vida y el cambio es su ley.

Todo se mueve y ninguna cosa vuelve al punto de donde partió.

No pasa la tierra dos veces por el mismo punto, ni el agua que corre vuelve a correr por el mismo cauce, ni la sangre de nuestras venas permanecerá la misma, ni una idea se recuerda sin que en sus elementos, en su intensidad o en sus relaciones se haya modificado; ni un propósito se nos ofrece dos veces seguidas con la misma fuerza, ni un hecho lo vemos con la misma claridad y complexión. El punto fijo, la línea recta, la esfera, la unidad simple, la ecuación absoluta son puras abstracciones.

Como el movimiento es ley de la vida universal y el todo vive y todo vive, siendo el carácter fundamental de las vidas más excelsas el mayor movimiento de sus componentes, sería locura insigne pretender que el 1º de Mayo de este año, sea la reproducción exacta del 1º de Mayo del año anterior, y que todos los obreros de todo el mundo, digan a coro un credo determinado.

Sólo a condición de no tener fe, pueden los hombres ostentar una sola creencia. La fe es cosa de uno, personal, suya, fe en si misma y en lo que uno mismo cree. Y como nadie es idéntico a nadie, la fe puede tener una sola raíz; pero ella, que es flor de la conciencia, tiene que ser eso: una flor. Muchas flores hay en cada árbol; parecidas, casi iguales, si queréis, pero muchas, no una sola. Cuantas más flores tenga un árbol, es señal de que tiene más savia y más ramas tiernas –vivas– y promesa de que tendrá más fruto.

Obreros conscientes: cultivad la inteligencia de vuestros compañeros; haced que arraiguen las series de sus ideas en el suelo fecundísimo de los grandes principios, libertad, igualdad, fraternidad y no os preocupéis de cómo ha de ser la eflorescencia de sus almas. Las flores serán hermosas y el fruto –el porvenir– será bueno.

B.J.Z.

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La phi simboliza la filosofía de tradición helénica, la ñ la lengua española Proyecto filosofía en español
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  Edición de José Luis Mora
Badajoz 1998, páginas 91-92