Filosofía en español 
Filosofía en español

Fernando de CeballosLa Falsa Filosofía, o el Ateísmo, Deísmo, Materialismo… crimen de Estado 1  2  3  4  5  6 7

Tomo 1Segunda parte del AparatoSección primera

Los malos filósofos tienen, en cuanto a la Religión, un carácter opuesto al de la Filosofía.


§. I.
VII. La Filosofía es por la Religión, y ésta no es por la Filosofía.

Por lo que hace al primer oficio de la verdadera Filosofía, es constante que sus primeros oficios debe rendirlos a la Religión, y al pie de los altares. Esta obligación la reconoció no solo Cicerón, sino también Séneca, y otros Filósofos nada prevenidos a favor del Cristianismo. La Filosofía, y la Religión son, o dos hermanas, o una señora, y una dama de honor, que siempre la sigue, y la sirve. La Religión no la separa jamás de sí; y la Filosofía demuestra con el dedo, que deben reverenciarse las cosas divinas{1}. Doy justamente traducido el dicho de Séneca.

Por lo cual no se debe decir, ni puede entenderse así, que la Filosofía haya producido, o establecido a la Religión. Esta advertencia la hace San Agustín{2}. La Religión, dice, no se ha de buscar en los libros de los Filósofos: estos recibían con los Pueblos unos mismos ritos, y ejercitaban diversas opiniones en sus escuelas acerca de la naturaleza de sus Dioses, y del sumo bien.

En este espíritu exclamaba Tertuliano{3}: “¿Qué tiene Jerusalén que hacer con Atenas? ¿Qué dependencia trae la Iglesia de la Academia Nuestra institución no es nacida del pórtico de Zenón, sino del pórtico de Salomón. Allí clamaba, y enseñaba Jesucristo: Buscad al Señor en la simplicidad del corazón. Vean esta diferencia los que confunden al Estoico, al Platónico, y al Dialéctico con el Católico.”

Ni es tampoco, porque nuestra celeste Filosofía nacida en un portal, y enseñada en el pórtico de Salomón, haya tomado sus razones, y fundamentos de algún otro pórtico. Orígenes, notado en su tiempo de un amor excesivo a los libros de los Filósofos, usaba de una comparación poco justa, aunque él decía haberla aprendido de su Maestro San Clemente de Alejandría{4}. Decía, que Dios había querido enseñar a triunfar la fe por la Filosofía, cuando mandó al Pueblo de Israel servirse de las riquezas, y despojos del Egipto, para contribuir al adorno del Tabernáculo.

No es verdad que la Fe haya triunfado por la Filosofía; aunque lo es el que ha triunfado de la Filosofía. A la palabra del Señor, que salió de Jerusalén, y se anunció por unos hombres sencillos, y aun rudos, se rindió la soberbia de Atenas, de Roma, de Corinto, y de todos los Filósofos, no más tarde que las naciones bárbaras. Puede ser cierto, que la Filosofía ya rendida haya servido a la gloria de la Religión, como las riquezas del Egipto sirvieron al ornamento del Tabernáculo. Así es justa la comparación que hizo Orígenes. No en otro sentido pudo San Clemente de Alejandría hacer necesaria la Filosofía para los Cristianos{5}.

§. II.
VIII. Se previene un perverso designio de los Pseudo-filósofos.

Aunque no quisiéramos tan desde luego comenzar el conflicto con los falsos Filósofos, se me vienen aquí a la mano; y estamos tocando un artículo por donde pretenden echar a tierra nuestra Religión. Unas veces, dejando correr a la lengua el veneno, y la amargura de que están opilados, dicen que el Evangelio, y toda la Religión es un jergón de ideas descosidas, y sin principios: y otras veces, que quieren hablar con menos rabia, piensan rendirle mucho honor, haciéndole un sistema filosófico; esto les convenía para diferentes designios. Uno para tener la libertad de abrazarlo, o dejarlo; de cumplir sus preceptos morales, o descargarse de ellos, según les estuviese mas a punto. Quieren hacer de Cristo un Filósofo sublime, y modesto, poco mas, o menos que Confucio, o Apolonio, o Pitágoras; y con esto les sería indiferente el ser Cristianos, o Académicos, o Pitagóricos, o Literatos, a usanza de los Chinos.

El otro designio era aliviarse del peso de los misterios que hacen tan divina, y majestuosa la Religión, dejándola al nivel de una Filosofía, donde se anda a pie llano, y se quita del medio todo lo que no se convence por demostración. Esta es una de las principales pretensiones de los Deístas. El que parece hoy mas sobresaliente entre ellos, saca de este principio unas consecuencias, que deseaba para corromper la educación, a cuyo importante objeto ha dedicado tres tomos.

Piensa, que conteniendo este sistema de la Filosofía cristiana cuestiones tan abstrusas, y sublimes, que piden toda la Metafísica de Locke, no debe enseñarse a los jóvenes hasta los veinte años. Si esto probara algo, probara también que no se debía enseñar, ni a los cuarenta, ni a los cincuenta años; ni a otras personas, que las que hubieran dado pruebas de un talento, como ponderan al de Locke. Por otra parte, si no se les debe enseñar ninguna cosa, mientras que su juicio no llegue a estado{6} de sentir la verdad, o la demostración de la cosa; como esta demostración se quede siempre inferior a la alteza de la Religión, nunca llegará el caso de enseñarla; pero sobre esto habrá lugar de hablar mas de propósito, cuando consideremos las máximas con que destruyen la sociedad en una disertación, donde se tratan sus reglas de perder la educación. Aquí solo toca prevenir, que la Religión no se ha de enseñar, ni profesar como un sistema arbitrario, y vano de Filosofía. Si alguna vez le diere yo este nombre a nuestra Religión Cristiana, será en el mismo sentido que lo han hecho los Padres de la Iglesia, de quienes me libre Dios de apartarme jamás. Éstos no tomaron por Filosofía lo que entiende el vulgo, sino a la sabiduría, y a la virtud todo junto; o a una ciencia de salud, que levanta al hombre sobre todas las cosas humanas, y sobre sus mismas miserias. En algunas ocasiones me será mas preciso dar el nombre de Filosofía a la Religión Católica, y no dar mas Filósofos verdaderos que los buenos Cristianos: especialmente cuando los veo a punto de ser hollados por los vanos, e impíos Filósofos, que han presumido contarnos por una plebe baja, ordinaria, y ajena de todo buen sentido, crítica, y gusto.

En medio de esto, siempre estoy muy lejos de abatir a la Religión al estado de una Filosofía humana, que bien analizada, queda en una locura, no solamente en los ojos de Dios; pero aún de muchos hombres sabios, que tocan su vanidad con evidencia, y dolor. ¡Infeliz de mí! si la Religión, esta única roca a que se ase mi espíritu, cuando no halla pie en el flujo inconstante de las pruebas, y conocimientos humanos; ¡infeliz de mí! repito, si esta roca, donde voy a descansar, y a tener paz en creer, se me desvaneciera en una nube dorada, y azul como es la Filosofía mas bella.

§. III.
IX. La Religión no teme tampoco a la Filosofía: pero ésta se condena a sí misma, queriendo atacar a la Religión.

La Religión, pues, no entró en crédito por la Filosofía, según pensó Orígenes; por consiguiente no perderá sus posesiones, ni sera abatida jamás por alguna falsa Filosofía; en esto se engaña mucho Rousseau. Que la Pseudo-Filosofía de este siglo, que es la suya, haya hecho todos sus esfuerzos por arrastrar los misterios, y la Religión santa, bien lo creo, y este es el pesar de que aquí me duelo; “pero que la Religión haya sido desacreditada en todas partes por la Filosofía, y haya perdido su ascendiente hasta sobre el Pueblo;” no es más que una jactancia muy indecente de quien lleva el título de Filósofo, y pretende también el de circunspecto{7}.

Esto es desacreditar a la Filosofía, y convencerse a sí mismo, no solo de irreligioso, sino de anti-filósofo; y todo es verdad. No se sufriría en la escuela de Platón, de Aristóteles, de Pitágoras, de Parménides, de los dos Zenones el lenguaje impío, y sacrílego, que hoy se vende por Filosofía en la boca de este que se nos vino al camino, y de otros aun mas descomedidos, y sin pudor. No se puede referir la contumelia con que vuelven a escarnecer a Jesucristo, y las comparaciones en que lo ponen, ya con Fó, ya con Apolonio, ya con Barrabás.

Si así claman, por quitar del medio a Jesucristo, Fundador, y Maestro de la Religión única y santa, ¿qué respeto les merecerá la Religión misma? El principal fundamento de esta Filosofía no mira sino a derribarla; sin reparar que a un mismo tiempo se arruina ella misma. Nosotros, dicen, no podemos, ni debemos creer sino esto, que nos es demostrado. Prescindo ahora de si este duro principio lleva en la Filosofía al Pirronismo mas tenebroso; porque no hay cosa demostrada al gusto de todos, ni para uno mismo en todas las edades, y en cualquiera mutación de humores. ¿Pero cómo podrán indemnizarse los que asientan universalmente este principio, de que tiran a desvanecer toda la Religión? Porque ésta no se sujeta a la demostración de nuestra débil razón: aun estos artículos que son mas claros como la existencia de la Divinidad, la providencia, y otros, dirán los Ateístas, Epicurianos, y Deístas, que no son verdades suficientemente demostradas. Los Materialistas, y Libertinos dirán, que no les ha sido demostrado el Infierno, ni el Paraíso; ni que ha venido de aquellas regiones suficiente número de muertos para probarles que hay otra vida, y que será eterna. Los otros que yerran por varias sectas, dirán lo mismo, respecto de sus particulares errores: éstos, que no les está demostrado si el Verbo es Dios; aquellos, si el Espíritu Santo procede del Padre, y del Hijo; los otros, si hay una autoridad en la Iglesia, que es regla infalible de la verdad; y todos dirán bien, que la razón no alcanza a demostrar estos misterios soberanos que creemos, fiados en la palabra de Dios, que no puede engañar, ni ser engañado.

X. Emplean la Geometría para su intento.

Ve aquí una Filosofía falsa, y sacrílega que estudia en poner unos principios temerarios, para combatir el muro de la Religión, y no dejar con esta máquina piedra sobre piedra. ¿Y es así como sirve la Filosofía al adorno del santuario? ¿No es esto mas bien tender la cuerda mensoria, o los principios de una geometría, que se pierde en sus cálculos, para disipar el muro de Jerusalén, según la expresión de que se sirvió un Profeta?{8} “Pensó el Señor (dice) en derribar el muro de la Ciudad de Sión: y para ello tendió su cuerda, y no levantó su mano del designio de perderla: por lo que lloró el antemural, y el muro fue disipado igualmente: sus puertas fueron echadas en tierra; su Rey, y Príncipes fueron dados cautivos a las naciones; no duró mas la ley; y sus Profetas no hallaron revelación en el Señor.”

De Newton se nos cuenta, aunque por un testigo que se aplaude de saber mentir,{9} que decía: Que los Unitarios, o Deístas razonaban mas geométricamente que los Católicos acerca de la Trinidad. Esto es querer decidir de los misterios celestiales por las cuentas de los agrimensores: y ordinariamente sucede que los que quieren medir el Cielo con el palmo, caen de ojos en algún hoyo, y dan que reír al Pueblo. ¿Qué diría de estos Filósofos locos, y fanáticos, un Cicerón, un Dion, que clamaba porque siempre, y en todo lugar adorase el Filosofo al Numen eterno, según las leyes patrias, e hiciese a los demás que le diesen culto?{10} ¿Qué diría un Séneca, cuyas máximas bastan para condenar a estos malos Cristianos, y perversos Filósofos?

XI. Seis partes que en la Religión no debe desconocer un Filósofo, y división de esta Sección en seis Artículos.

Debemos mirar como a unos monstruos, y como a prodigios de ingratitud a los Filósofos irreligionarios. Porque ¿quién debe conocer mejor al Autor, y Rector del mundo? ¿Quién debe advertir también su providencia, sabiduría, omnipotencia? ¿Quién debe notar así los milagros, y obras maravillosas que suceden sobre las leyes de la naturaleza? ¿Quién tiene tantas pruebas de la debilidad del espíritu humano? ¿Quién tocará tan de cerca la necesidad de una revelación, que venga en socorro de nuestra debilidad? ¿Quién finalmente, conocerá mas doctamente los errores de las falsas sectas, los enredos de palabras, las supersticiones, las impiedades? Esta es la carrera, por donde anda el verdadero Filosofo, y así me parece un Astro del Cielo, que sigue un camino contrario al del mundo con el infinito número de sus necios.

Pero un falso Filosofo me parece que no toma este título, y resplandor, sino para ser un cometa (según se imagina) sin regularidad, ni dependencia de las leyes que siguen los otros Orbes celestes. Este corre al través de ellos, amenazando caer sobre alguno, y aumentar las desgracias de los hombres.

Esta fatalidad de los malos Filósofos, especialmente para la Religión, os la haré ver en siete artículos, respectivos a las obligaciones que dejamos aquí notadas para los verdaderos: porque primeramente el falso, y vano Filosofo es quien mas afecta desconocer a Dios, y se hace Ateísta, o Materialista, o Espinosista.

Lo segundo: Él es quien a fuerza de la corrupción de su corazón, y disipación de su espíritu, desmiente la providencia, justicia, y demás atributos de Dios, llamándose Fatalista, Epicuriano…

Lo tercero: Él desmiente los milagros, los misterios, y todo cuanto no entiende, y queda hecho Incrédulo.

Lo cuarto: El menguado Filósofo se abisma en el conocimiento de la flaqueza del espíritu humano, y sale por un extremo a ser Pirroniano, o Académico.

Lo quinto: Despechado en su Pirronismo, niega más desesperadamente los oídos a la voz de un Oráculo soberano, y a la revelación del Espíritu Santo, que nos enseña toda verdad.

Lo sexto: El mal Filósofo es quien da armas a todas las sectas, y bellos coloridos a todos los errores y supersticiones, para desacreditar a la Religión.

——

{1} Senec. Epist. 72. Ab hac (Philosophia) nunquam recedit Religio… Haec Philosophia docuit colere divina.

{2} August. lib. de Vera Relig. Non est Religio a Philosophis quaerenda, qui eadem sacra recipiebant cum populis, & de suorum Deorum natura, ac summo bono diversas contrariasque sententias personabant.

{3} Tertul. advers. Haeretic. lib. de Praescription. cap. 7. Quid ergo Athenis & Hierosolymis? Quid Academiae & Ecclesiae? Quid Haereticis & Christianis? Nostra institutio de porticu Salomonis est, quia & ipse tradiderat: Dominum in simplicitate cordis esse quaerendum. Viderint qui Stoicum, & Platonicum, & Dialecticum Christianum protulerunt.

{4} Origen. Philocal. 15.

{5} Clement. Alexand. Stromat. lib. I.

{6} Rousseau. Emile. tom. I. pág. 34. C'est que je veux que la jeunesse ait une Religion, & que je ne lui veux rien apprendre dont son jugement ne soit en état de sentir la verité.

{7} Rousseau. Letr. 5. Ecrit. de la Montag. pág. 201. La Religion décréditée en tout lieu par la Philosophie, avoit perdu son ascendant jusques sur le peuple.

{8} Jerem. Tren. cap. 2. Cogitavit Dominus dissipare murum filiæ Sion; tetendit funiculum suum… luxitque antemurale, & murus pariter dissipatus est. Defixæ sunt in terra portæ ejus; perdidit & contrivit vectes ejus, Regem ejus & Principes ejus in gentibus; non est lex, & Prophetæ ejus non invenerunt visionem a Domino. Nótese bien cómo en estas palabras se suman todos los horrorosos atentados de nuestros Deístas, y Naturalistas Geómetras.

{9} Les unitaires raisonnent plus géométriquement que les Catholiques, Dictionnaire philosophique. & Melang. chap. des Socinian.

{10} Dion. lib. 52. Divinum Numen omni modo, omni tempore ipse cole juxta leges patrias, & alii ut colant, effice.

{Transcripción íntegra, renumerando las notas, del texto de este artículo, tomo 1, Madrid 1774, páginas 138 a 147.}