Filosofía en español 
Filosofía en español

Pax Romana

Constituida en Friburgo en julio de 1921


Organización de universitarios católicos constituida en Friburgo en julio de 1921, promovida desde España, Holanda y Suiza (países que se habían mantenido neutrales durante la primera guerra mundial), continuadora de la organización Auxilium Studiorum (cuyo fin había sido ayudar a los estudiantes católicos víctimas de la guerra europea), y destinada a fomentar los vínculos entre los estudiantes católicos de todos los países del mundo y sus organizaciones. Fernando Martín-Sánchez Juliá fue el único español presente en el Congreso fundacional de Pax Romana que, veinticinco años después, en 1946, participó también en el XIX Congreso, celebrado en España.

El nombre que se adoptó para esta organización permite sospechar que sus ideólogos, entendiendo a la Iglesia de Roma como continuadora del Imperio romano, buscaban encontrar el modo de mantener la paz (tras los enfrentamientos entre bárbaros de la entonces «Gran Guerra») recurriendo a una nueva dominación romana, pero convenientemente cristianizada y además en su versión católica. Como mínimo esta organización habría logrado, a lo largo del siglo XX, y en determinados ambientes católicos, la cristianización de la propia idea de pax romana, si damos beligerancia al siguiente ejemplo: en 1920 la Enciclopedia Espasa (tomo 42, pág. 1040) –es decir, en el contexto cronológico inmediatamente previo a la consolidación de la organización católica a la que nos referimos– ofrecía la siguiente entrada: «Pax Romana. La paz romana. Expresión por la cual Plinio el Joven, en el Panegírico de Trajano, caracterizó la dominación romana y la profunda tranquilidad que gozaron, como consecuencia de ella, los pueblos sometidos.» Sesenta años después, en 1980, en una versión resumida y actualizada de la misma enciclopedia (Diccionario Básico Espasa, tomo 4, pág. 3751) podía leerse: «Pax Romana. Secretariado que coordina las Federaciones de Estudiantes Católicos Universitarios de todo el mundo, para fortalecer el ideal de Paz de Cristo en el Reino de Cristo. Tiene su sede en Friburgo.»

La organización Pax Romana organizó dieciséis congresos en distintos países de Europa en los años veinte y treinta. Pareció aconsejable la extensión del movimiento al Nuevo Mundo, y así se decidió convocar el XVII Congreso en Washington, en septiembre de 1939, para tratar sobre Las relaciones entre la Pax Romana y la Acción Católica. La Acción Católica se había convertido en un instrumento imprescindible para controlar las veleidades laicas del fascismo italiano y estaba jugado un papel no poco importante en la lucha real contra el comunismo significada por la Guerra Civil española (que culminaría cinco meses antes de la celebración del Congreso), y convenía sin duda sacar conclusiones y articular ambas organizaciones. Lo que no podían saber quienes organizaron el XVII Congreso en Washington, que se inauguró el 2 de septiembre de 1939, es que el día anterior iba a pasar a la historia como el del inicio de la que sería conocida como Segunda Guerra Mundial.

«La Pax Romana es una Asociación de fraterna solidaridad entre estudiantes católicos de todos los países. Su origen tiene íntima unión con la acción de Auxilium Studiorum, cuyo fin era ayudar a los estudiantes católicos de Europa que quedaron desamparados después de la guerra europea. Luego ha manifestado sus actividades prestando auxilio intelectual una Federación a otra, comunicándose sus experiencias en el trabajo universitario católico y en sus métodos de acción. Casi todos los años celebra Congresos internacionales o Jornadas de estudios, y, en general, favorece todo lo que directa o indirectamente tienda a procurar el bienestar y ayuda de los estudiantes universitarios.
El primer Congreso Internacional de la Pax Romana en América. Ha formado el XVII de la serie desde 1921. Se ha celebrado en Wáshington y la ocasión ha sido la conmemoración del L aniversario de la Universidad católica de aquella ciudad. Acudieron 38 países, más de 150 delegados de Europa, 75 del Canadá, 25 de Suramérica y 28 de los Estados Unidos, con otras múltiples y valiosas adhesiones. Presidió el delegado norteamericano Eduardo Kirchner. Se inauguró el Congreso el 2 de septiembre de 1939 con un solemnísimo pontifical. El tema de las discusiones y deliberaciones fue: Las relaciones entre la Pax Romana y la Acción Católica. Mereció el parabién del Papa el Congreso de Jóvenes de Wáshington, y el cardenal Maglione, secretario de Estado, envió un telegrama efusivo de felicitación y la bendición apostólica.» Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, Suplemento 1936-1939, Espasa-Calpe, Madrid 1944, pág. 2626.

En este XVII Congreso de Pax Romana (Washington, septiembre de 1939) se acordó por unanimidad que fuera precisamente España la sede del XIX Congreso, y se nombró Presidente Internacional de Pax Romana al español Joaquín Ruiz-Giménez Cortés, para que fuera él quien presidiera la organización del Congreso planeado en España. A nadie se le puede escapar la intencionalidad política que tenía, a principios de septiembre de 1939 (cuando ya podía calcularse que la invasión alemana de Polonia desencadenaría otra gran guerra, pero no su magnitud ni duración), y desde frentes católicos, organizar una reunión internacional católica en la España que acababa de salir de su guerra, y donde la restauración de una monarquía católica no parecía llegar y el peso del elemento «laico» de procedencia jonsista en las filas de Falange era muy elevado. Pero tampoco podían calcular en 1939 que aquel Congreso que quería celebrarse en España no podría tener lugar hasta 1946, una vez que el capitalismo y el comunismo aliados hubieran acabado con los totalitarismos nazi nipón fascistas, ante un escenario mundial bastante diferente al de 1939.

El XIX Congreso de Pax Romana se celebró en España del 21 de junio al 4 de julio de 1946. Aunque formalmente en su organización no intervino el Estado, corriendo todo el protagonismo a cuenta de la Iglesia católica (Ruiz-Giménez visitó al Papa en 1939, tras ser elegido Presidente Internacional de Pax Romana, y volvió a visitarle en 1943; las Actas están presididas por el retrato de Pío XII, no por el retrato del Caudillo), sin embargo contó con todo el apoyo económico y la colaboración del régimen, que facilitó así una importante asistencia internacional al Congreso, destacando el número de participantes procedentes de países hispanoamericanos. Tras la derrota del eje y cuando el aislamiento internacional de España atravesaba su etapa más cruda (el 9 de febrero de 1946 la Asamblea General de la ONU condena el régimen español; el 28 de febrero de 1946 se cierran las fronteras con Francia), el Congreso de Pax Romana ofrecía al nacional catolicismo una oportunidad inmejorable de presencia internacional, que además de servir para fomentar los lazos políticos con las repúblicas hispánicas, con el respaldo de la Iglesia de Roma, permitía continuar, desde posiciones propias, la lucha contra el comunismo. (Todavía se mantenía la armonía entre los aliados, Estados Unidos, Inglaterra y la Unión Soviética, y no sería hasta principios de 1947 cuando los anglosajones comenzaran a enfrentarse decididamente al expansionismo soviético y a cambiar su actitud hacia España.)

Pero como es natural esta coyuntura imprevista y favorable a los intereses ideológicos y políticos de España no había pasado desapercibida a los dirigentes no hispanos de Pax Romana: terminada la guerra mundial el Comité ejecutivo de la organización, que se reunió en Londres en agosto de 1945 aprovechando la celebración del primer centenario de la conversión del Cardenal Newman, acordó ratificar la convocatoria del congreso de España para 1946, pero aprovechó para convocar otro, el XX Congreso, que había de celebrarse en Friburgo inmediatamente después del congreso español, con la disculpa de celebrar las bodas de plata de la organización. No conocemos los entresijos internos de tales movimientos, pero de la lectura del acta publicada de la sesión del 3 de julio de 1946 y de las alusiones que se realizaron durante la sesión de clausura, cualquiera podrá deducir la profundidad de la marejada que afectaba a la organización. (Obsérvese la premura con la que se publicaron las Actas del XIX Congreso: en su colofón figura la fecha 15 de agosto de 1946; poco más de un mes después de terminar el congreso; pero lo suficiente como para que pudiesen ya difundirse en el XX Congreso de Friburgo, que comenzaba una semana después.)

El nuevo escenario geopolítico internacional estaba convenientemente representado en aquel Congreso de Pax Romana celebrado en España en 1946: los vencedores de la guerra, Estados Unidos y la maltrecha Europa por un lado; los marginados, España y las repúblicas hispanoamericanas, por otro. Como era previsible, dada la notable presencia hispánica en el Congreso, éste se convirtió en un alegato de la Hispanidad, y fue precisamente un clérigo peronista argentino, Juan Ramón Sepich, quien expuso claramente la situación (Argentina era también entonces la marginada entre las repúblicas hispanas). Nunca pudo parecer menos hiperbólica la voluntad de revivir el pasado imperial español aliado de la Iglesia católica (el Congreso, además, se hizo coincidir con la celebración del IV centenario de la muerte de Francisco de Vitoria). Estados Unidos estaba representado principalmente por el clan de Eduardo Kirchner, el presidente del Congreso de Wáshington de 1939 y director del Secretariado Norteamericano de Pax Romana: la Secretaria del Secretariado era su esposa, Luisa Kirchner (Byles de soltera), y Joseph W. Kirchner el otro delegado de los Estados Unidos (representando la Fraternidad Theta Kappa Phi). Las cabezas visibles de la representación europea, del Secretariado Mundial de Pax Romana (con sede en Friburgo, Suiza) eran Rudolf (Rudi) Salat, Secretario administrativo, y Bernard Ducret, Secretario Adjunto del aparato de la organización.

«XX Congreso de Pax Romana. Desde el 24 de agosto al 5 de septiembre [de 1946] se reunieron en Friburgo más de 800 estudiantes para celebrar el XX Congreso de Pax Romana, llegados de todas las partes del mundo. El fin principal del Congreso fue estudiar el discutido tema «Deber cristiano del universitario». Los congresistas afrontaron la solución de la situación actual del mundo para sacar conclusiones acerca de la actitud que debe tomar el universitario en la vida en general y, en particular, en el mundo universitario. En el Congreso se acordaron las siguientes medidas: 1ª Los Congresos se celebrarán cada tres años; en el intermedio se tendrán Asambleas regionales con las que coincidirá la Asamblea internacional, que se celebrará todos los años. 2ª Constituir secretariados regionales en Europa, América del Sur y Extremo Oriente. 3ª Constituir en cada país un organismo coordinador de todas las federaciones u organizaciones nacionales. 4ª Suplicar a la Santa Sede se nombre a Pax Romana un cardenal protector, el cual constituirá en Roma el organismo de relación y orientación que crea conveniente.» Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, Suplemento 1945-1948, Espasa-Calpe, Madrid 1953, págs. 1401-1402.

Pax Romana ya no podía volver a ser la misma tras el XIX Congreso, el de la pax hispánica de 1946. La potencia ideológica, organizativa y política que puede percibirse sólo con hojear las Actas del XIX Congreso permitirían augurar una venturosa continuidad de la institución en los años siguientes. Quizá sin que llegara a convertirse en la «internacional católica de carácter táctico y ofensivo» (contra el comunismo) que proponía el congresista Juan Candela, profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad de Murcia. ¿Pero podría permitir el yanqui triunfador que volviera España a interponerse en sus irrefrenables ansias panamericanas, nunca tan bien encauzadas como parecían estarlo tras la Conferencia de Chapultepec (21 de febrero al 6 de marzo de 1945), a la que precisamente se había marginado a la República Argentina, que se aliaba ahora en defensa de la hispanidad con la católica España? [El 3 de noviembre de 1946 se firmaba en Buenos Aires el famoso tratado comercial hispano argentino.]

En efecto, Pax Romana, a la vista de la bibliografía, de las referencias y de las noticias públicas, desapareció del entorno hispánico tras el canto del cisne que habría venido a ser entonces aquel XIX Congreso. (En 1952 celebró la organización su XXII Congreso Mundial en Francia, sobre La mission de l'université.) ¿Qué pudo haber sucedido? ¿Se transformó o disolvió Pax Romana en alguna otra organización? Recurramos a un buscador de internet, el oráculo que responde sobre lo realmente existente en el mundo de nuestros días.

En 2001 existe en efecto una organización que se llama Pax Romana y que mantiene las direcciones de internet pax-romana.org y paxromana.org, ofrece sus páginas en inglés y en francés, pero no en español, ¡y se dice fundada en 1947!, al año siguiente del Congreso de 1946. Tiene su sede en Estados Unidos y ¡sorpresa!, su presidente emérito es Eduardo J. Kirchner, el mismo personaje longevo que presidió el Congreso de Pax Romana de Wáshington de 1939 y representaba, con su familia, a los Estados Unidos en el Congreso de Pax Romana de España de 1946, ¡un año antes de que se (re)fundara la organización! Ignoramos los detalles pero conocemos los resultados: la Pax Romana que en 1946 parecía consolidarse por la línea de un hispanismo católico habría sido convenientemente neutralizada; y aunque se mantuviese un tiempo una Pax Romana europea que languidecía desde Friburgo, los vencedores en la guerra mundial, elementos católicos del nuevo imperio norteamericano que también se considera la nueva Roma, habrían decidido refundar en 1947 otra Pax Romana cuyo primer cometido, y hay que remitirse a los hechos, habría consistido en marginar aquellos peligrosos renacimientos de la comunidad hispánica que habían comenzado a cuajar el año anterior en la maldita y apestada España.

«Pax Romana-ICMICA [International Catholic Movement for Intellectual and Cultural Affairs] was founded in April 1947 at its first Plenary Assembly held in Rome, Italy. However its historical roots can be traced back to 1921 when Pax Romana was created as an international body of Catholic students with a secretariat in Fribourg, Switzerland. Since 1947 when the two movements, ICMICA and the International Movement of Catholic Students (IMCS) were established, they have been operating independently through their respective international secretariats and regional structures while sharing the common name Pax Romana and sharing a common international representation at the United Nations and UNESCO.» (Tomado de la página principal de http://www.paxromana.org, en abril de 2001.)

¿Pero no procuraría la pax guasintoniana de 1947 ir incorporando a los países hispánicos, cuyo potencial ideológico y político había quedado de manifiesto en el Congreso de 1946? En las misma información que en 2001 ofrece la Pax Romana reorganizada tras la postguerra encontramos la respuesta, que además arroja no poca luz respecto a estrategias fragmentadoras destinadas a frenar la unidad de unos aliados que no dejan de ser potenciales enemigos. En los años cincuenta sólo se incorpora a la nueva Pax Romana, en 1951 y como miembro correspondiente, la Asociación Católica de Propagandistas de España (Isaac Peral 58, 28040 Madrid); y en 1959 los Profesionales de Acción Católica Argentina (Avda. de Mayo 621, 1084 Buenos Aires). En los años sesenta no se incorporan nuevas instituciones hispanas, pero en los años setenta y ochenta del pasado siglo sí que aumentan el número de organizaciones de países hispanos que pasan a ser miembros constituyentes de la Pax Romana norteamericana. Y en el caso de España, lo que es bien significativo, lo hacen precisamente desde Cataluña y el País Vasco. Estas son tales incorporaciones: 1972 Centre d'Estudis Francesc Eiximenis (Barcelona, Cataluña); 1975 Profesionales Católicos de Mexico (México); 1978 Movimiento de Profesionales Católicos (Lima, Perú); 1979 Movimiento de Profesionales Católicos (Montevideo, Uruguay); 1979 MIIC (El Salvador, San Salvador); 1979 Movimiento Cristiano San Antonio de Padua (Caracas, Venezuela); 1983 Jose Miguel Barandiaran Kristau Alkartea (JMBKA) (Bilbao, País Vasco); 1983 Equipos Profesionales de Colombia (Medellín, Colombia); 1983 MIIC (Guayaquil, Ecuador); 1987 Servicio de Intelectuales Cristianos / SEDIC (Buenos Aires, Argentina) y 1987 Movimiento de Profesionales Católicos (Santiago, Rep. Dominicana).

Sobre Pax Romana

Urs Altermatt & Ramón Sugranyes de Franch, Pax Romana 1921-1981: Gründung und Entwicklung, Universitätsverlag, Friburgo, Suiza 1981, 60 págs.

Nova consciència ètica (textos del Congrés europeu del Moviment Internacional d'Intellectuals Catòlics Pax Romana celebrat a Roma del 1 al 14 de setembre de 1982), Pax Romana, Publicacions de L'Abadia de Montserrat, 1984, 238 págs.

Sobre Pax Romana en el Proyecto Filosofía en español

XIX Congreso Mundial de Pax Romana (España, 21 de junio al 4 de julio de 1946)

Actas del XIX Congreso Mundial de Pax Romana

José María Vilaseca Marcet, Asamblea de «Pax Romana» en Friburgo, Cristiandad, 63:379-380

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