Filosofía en español 
Filosofía en español

“Tres culturas”, “las tres culturas”

En un sentido genérico, el mero hecho de enunciar el rótulo tres culturas permite suponer cierta pluralidad, que parece negar de entrada la unicidad de la cultura al predicarse, al menos, su trinidad. Tal como sostiene la filosofía materialista de la cultura, expuesta en El mito de la cultura (1996), la primera modulación de la idea de Cultura fue la cultura subjetual (intrasomática), aquella que el sujeto adquiere tras un cultivo o aprendizaje (educación, crianza). Como era de esperar, los usos más antiguos que encontramos en español del rótulo tres culturas, desde finales del siglo XIX, están aplicando este sentido subjetual: el hombre dejará de ser inculto, se dirá, cuando adquiera tres hábitos de naturaleza física, intelectual y moral (tras su cultivo o cultura).

«Tres culturas» en su modulación subjetual

1888 «Las tres culturas. Mediante el cumplimiento de las tres especies de deberes relativos al alma, tenemos tres especies de cultura: la física y la estética, por el cumplimiento de los deberes afectivos; la intelectual, por el cumplimiento de los deberes intelectuales; y la moral, por el cumplimiento de los deberes morales.» (Pbro. Pedro Garriga y Marill, El Logos. Ética, Barcelona 1888, pág. 167.)

1901 «Que una sociedad puede degenerar no sólo por falta de desarrollo intelectual de sus miembros, sino también por falta de salud y vigor físico, y por falta de moralidad; que estas tres culturas se ayudan mutuamente y que no se ha conseguido todavía, ni hay probabilidades de que se consiga alcanzar uno de estos desarrollos con independencia de los otros.» (La Revista de Chile, Santiago 1901, 7:344.)

1909 «Las formas de la cultura son varias, según que se refieran al hombre principalmente, o a la relación entre el hombre y la naturaleza. Las que se refieren principalmente al hombre son: la cultura física (gimnástica), la intelectual (sabiduría) y la moral (filantropía), y dentro de estas tres culturas puede incluirse la paidología, como cultura integral de la humanidad en la infancia, y la antropogogía o viricultura, ciencia y arte a la vez, que trata de encauzar la juventud y sacar de ella racionalmente el hombre.» (Eloy Luis André, «Cultura y democracia», La España Moderna, Madrid, mayo 1909, 245:98.)

1924 «Comparte con Buda el concepto de la unidad universal de la vida; sostiene con Zaratustra que el dolor y el hambre son favorables para la evolución y proclama con Pitágoras que la educación ha de ser repartida por igual a las tres manifestaciones humanas: física, moral e intelectual. De manera que considera absurdo dedicar toda la atención a una sola de esas tres culturas, con detrimento de las otras dos. De ahí que se mofase siempre de los atletas, a los que calificaba de seres incompletos, ya que no se ejercitaban sino en la cultura física sin importarles la cultura moral ni la intelectual.» (Carlos Brandt, «Diógenes, el atleta de la voluntad», Cuba Contemporánea, La Habana, octubre 1924, 142:134.)

Modulación ulterior de la idea de cultura es la de cultura objetiva, tanto en su sentido social o intersomática, como en su sentido material o extrasomática, que se refiere a las diferentes esferas o círculos de cultura en sentido etnográfico. El siguiente fragmento, una descripción del Jerusalén de principios del siglo XX, presenta una convivencia, nada armónica bajo supremacía turca, de «tres culturas completamente distintas e individuales», las de judíos, cristianos y mahometanos:

1901 «Jerusalén no ha podido naturalmente sustraerse a la influencia de la civilización y de la técnica europeas, y de ello son prueba el ferrocarril que desde Jaffa se dirige a la ciudad santa y los hoteles modernos y los nueves barrios que en la misma se levantan. Pero todo esto no es más que el barniz que apenas encubre la esencia, el modo de ser propio de aquella población. Y este modo de ser propio no estriba en un carácter unitario, sino que resulta del contacto inmediato de tres culturas completamente distintas e individuales, que en el mundo de los recuerdos aparecen como tres cuadros perfectamente separados, unidos tan sólo por el mismo cielo, por la misma impresión de tristeza. Jerusalén, la ciudad sagrada de los cristianos, y también la más venerada por los mahometanos después de la Meca y Medina, apenas tiene un pequeño espacio para aquellos de quienes es patria, orgullo y objeto de sus más ardientes ansias, los judíos. Los turcos les han señalado un barrio que comparten con los armenios: una pobre sinagoga en donde se congregan para rendir culto a Jehovah, unas cuantas casuchas miserables y algunos sucios callejones son todo lo que les resta de su antigua grandeza. Una concesión les ha hecho, sin embargo, el islamismo, la de permitirles que una vez por semana, el jueves, puedan visitar el “muro de las lamentaciones,” que se alza al pie del monte Sión y junto a la cual lloran la destrucción del templo que “jamás volverá a ser reedificado.” En tal día, aquellas extrañas figuras, envueltas en sus largas túnicas, salen silenciosamente de sus tétricas viviendas y se dirigen al lugar indicado para lamentarse con las palabras de Jeremías. Las lloronas mezclan la monotonía de sus plañidos rituales con el murmullo y el zumbido de las voces que rezan. Ancianos de cabeza cana apoyan la frente sobre las piedras del muro, rezan junto a ellas, posan sobre ellas sus labios y con amenazadores gestos maldicen a los vencedores.» (J., «Jerusalén», La Ilustración Artística, Barcelona, 1 abril 1901, pág. 230.)

«Tres culturas» en sentido denotativo: diversas triadas de culturas

Las tres culturas de la anterior descripción de Jerusalén se mencionan en un sentido denotativo, el mismo sentido que puede apreciarse en estos otros ejemplos, donde se van sucediendo enumeraciones de distintas triadas de culturas (francesa, germana e inglesa; oriental, clásica y cristiana; hitítica, persa y peruana; castellana, catalana y portuguesa; latina, anglosajona y germánica; central, occidental y del sudeste…):

1925 «Los actores del Odeón interpretarán algunas de las mejores páginas de Anatole France, de Nauptmann y de Bernard Shaw. Tres escritores de entre los más insignes de nuestra época, que encarnan, respectivamente, la razón serena y la fina y jocunda espiritualidad de Francia, la tendencia filosófica y la profundidad sentimental de los germanos, y la fuerte originalidad humana y el humorismo penetrante del mundo de lengua inglesa. Tres almas, tres culturas, que, al unirse fraternalmente en esa fiesta, representan la concordia internacional.» (Luis de Zulueta, «Bienestar y libertad» [fiesta de los 30 años de la CGT de Francia], El Noroeste, Gijón, 30 agosto 1925.)

1927 «Como por un designio providencial dos veces malogrado, España pudo ser el recipiente de fusión de dos culturas heterogéneas. Primeramente malogró su misión de enlace del mundo oriental con el occidental, ya que su territorio fue el solar de ese contacto. Las ciudades musulmanas de España debieron ser otras Alejandrías, para la cultura cristiana, y ofrecerse como trébol simbólico de las tres culturas matrices, oriental, clásica y cristiana. Los últimos siglos de la Edad Media parecieron bien encaminados a ese fin. Pero el Renacimiento español, enturbiado por recelos fanáticos, hizo fracasar esa gran representación histórica.» (Gabriel Alomar, «El rastro de Felipe II», El luchador, Alicante, 23 junio 1927.)

«Sabido es que para Spengler no existe sobre la tierra la Humanidad, sino grupos de hombres unidos por el espíritu de la cultura en que viven. No hay historia universal, esto es, no hay historia de la humanidad. Las culturas son individuos biológicos, con su vida semejante a la del individuo humano: nacen, llegan a la juventud, a la madurez, a la vejez, a la muerte, si no se malogran antes. Tres culturas se han malogrado, que sepamos: la hitítica, la persa y la peruana, y nueve conocemos que han vivido su vida plena: la egipcia, la babilónica, la india, la china, la grecorromana, la arábiga, la mejicana y la occidental en que vivimos. Los cadáveres de las culturas pueden permanecer largo tiempo, a veces, insepultos, como el de la arábiga, en nuestros días.» (Tomás de Lara, «Tendencias históricas contemporáneas», Madrid científico, agosto 1927, 1192:243.)

«Al señor presidente del Cabildo Insular de Tenerife. […] Nuestra situación geográfica es inmejorable. Estamos colocados en la ruta de las tres culturas: Europa, la vieja; América, la nueva; Africa, la futura. Sobran argumentos para trabajar en ellos. Nuestro sol puede incorporarse, en la pintura, al arte español, por decir arte cercano; podemos hacer una literatura propia, ya que somos distintos; la música regional tiene motivos para ser trabajada.» (La Prensa, Santa Cruz de Tenerife, 20 diciembre 1927.)

1928 «Gaceta Literaria combate por un contorno indígena, a base de castellanos, catalanes y portugueses –con su prolongación americana. No teme la trinidad de lenguas peninsulares, y en sus columnas se insertan reflejos constantes de estas tres culturas interiores. Sus Exposiciones de Libro Catalán y Portugués tienden a tal ideal ibérico de cooperación fundada en la geografía y la cultura.» (Ernesto Giménez Caballero, «Cartel de la nueva literatura», La Gaceta Literaria, Madrid 15 abril 1928, 32:7.)

«Henos aquí ya ante las declaraciones, tan discutidas, del doctor Ortiz en el banquete de Lhardy: “No la raza, sino la cultura, nos puede unir.” Importa fijar esto. La cultura –toda cultura– tiende a ser universal. Pero existen tipos históricos de culturas fenecidas –las civilizaciones china, indostánica, persa, egipcia, griega, romana– que radicaban en tipos sociales de base antropológica. Hoy se oponen tres culturas: una latina, otra anglosajona, todavía una germánica. Todas occidentales. El Oriente, alerta, las imita. Hay, asimismo, una cultura eslava renaciente. ¿Une la cultura? Sí; tal es el más firme aglutinante de espíritus. Pero si un tipo diferenciado de cultura nos une es porque bajo la polifonía de sus formas –literatura, arte, ciencia– traba los conjuntos el esqueleto étnico, invisible, de la raza. Una confusión de razas se anuncia. Entonces será la cultura universal.» (Quintiliano Saldaña, «El doctor Fernando Ortiz», ABC, Madrid, 23 noviembre 1928, pág. 7.)

1929 «Porque más allá de todo sentimiento político menudo, por encima de ese localismo rural que ha sido casi siempre norma del político español, hay en nuestro país indiscutibles, vivas, con presencia innegable, tres culturas: sentirlas dentro de nuestro corazón con universal latido, con acordada pulsación, es un difícil ejercicio de comprensión juvenil; pero en vez de hablar de fascismo para repudiarlo con gesto radicalmente incomprensivo o imitarlo, con papanatería de concejalillo de aldea, nuestro público debiera –con imperativo moral– atender noblemente, escorzando su atención, la labor de este alto fascismo de culturas que ha organizado La Gaceta.» (Juan Chabás, «La Gaceta Literaria», La Libertad, Madrid, 13 enero 1929, pág. 15.)

1930 «Al finalizar el Neolítico hallamos en la Península los elementos raciales y culturales que integran nuestra etnología: cultura central o de las cuevas, cultura occidental o portuguesa y cultura del Sudeste o de Almería. Más tarde se forma una tercera cultura, que es la llamada cultura pirenaica. […] En oposición a las tres culturas de que ya hemos hablado, y ocupando una gran parte de la Península, hallamos a la cultura central o de las cuevas.» (Julio Martínez Santa-Olalla, «Cerámica incisa y cerámica de la cultura del vaso campaniforme en Castilla la Vieja y Asturias», Anuario de prehistoria madrileña, Madrid 1930, volumen 1, pág. 100.)

1932 «[Fernando de los Ríos, Ministro de Instrucción Pública] Estudia la conjunción de las tres culturas –romana, germánica y árabe– en la edad media española, y dice después que durante el Renacimiento España representa una estructuración singular de los Estados modernos.» («Semana de Historia del Derecho», La Libertad, Madrid, 26 abril 1932.)

«El Sr. Valera, radical-socialista, consume otro turno de totalidad. […] Afirma que tan españoles son el catalán y el gallego como el castellano, y entiende que una de las mayores glorias de España es poseer estas tres culturas. (Muy bien, en los catalanistas.)» («Termina la discusión de totalidad sobre el título II del Estatuto catalán», ABC, Madrid, 2 julio 1932, pág. 23.)

1933 «El carácter saliente de las tres culturas [griega, romana, medieval] ya pasadas que acabamos de mencionar parece haber sido el naturalismo: el estudio de la Naturaleza tal y como se encuentra en sí, sin ambages ni cortapisas artificiales.» (Angel R. Bachiller [O.P.], «Naturaleza y consecuencias de la civilización moderna», Contemporánea, Valencia, abril 1933, nº 4, págs. 468-469.)

1934 «De las tres culturas neoeneolíticas que se suceden en el centro de la Península, donde radica la demarcación administrativa toledana, a saber: la neolítica o de la cerámica de cordones, la eneolítica o del vaso campaniforme y la posterior o de Almería, las hachas pulimentadas parecen corresponder a la segunda, a la cual, por tanto, podrán ser atribuidas las piezas de mi colección, que someto, con estas notas, a la consideración de los competentes en la materia prehistórica.» (Conde de Cedillo, «Neolitos procedentes de Toledo», Anuario del cuerpo facultativo de archiveros, bibliotecarios y arqueólogos, Madrid 1934, vol. 1, pág. 84.)

«Trató luego de las doctrinas referentes al problema catalán, que deben renovarse. La lengua catalana, que como idioma merece todos los respetos, y como expresión de una cultura, todos los estímulos, no deduce una nacionalidad. Citó el caso de Suiza, con tres idiomas y tres culturas distintas, pero una nacionalidad única y perfectamente definida.» («Conferencia de don José Bertrán y Güell. Dos caminos: o la ruina de Cataluña con el Estatuto o la salvación de Cataluña junto con el resto de España. Derecha de Cataluña ante el problema catalán», La Época, Madrid, 30 enero 1934, pág. 6.)

«Desde un plano más elevado la ondulación europea [según Ligeti] sería una cadena de tres culturas mediterráneas: el Egipto, arquitectónica y rígida; Grecia y Roma, artes plásticas, orden y libertad; Occidente, fulguraciones individuales.» (Dr. Viñuales, «La ondulación progresiva de la cultura humana», Contemporánea, Valencia, noviembre 1934, pág. 378.)

1935 «Shanghai. […] El resultado de las victorias obtenidas por los equipos Tung Hwa, Tres Culturas, equipo universitario chino y otros ha tenido un efecto enorme sobre la moral china. Los triunfos de los equipos chinos sobre una fuerte oposición extranjera han convencido a los chinos que como raza no son inferiores atléticamente a ningún pueblo de la Tierra.» (United Press, «Con sus coletas al viento. Los chinos son entusiastas del fútbol», Heraldo de Madrid, 5 septiembre 1935, pág. 13.)

1944 «El señor Lequerica hizo un breve y agudo análisis de la psicología del pueblo suizo, y de su poder de síntesis de tres culturas […] Entrambos disertantes hicieron descollar la suprema calidad del país suizo, mediador y coordinador entre tres culturas e idiomas, y que, dotado de una genialidad sintética es como la elaboración final de lo “europeo”.» («El ministro de asuntos exteriores inauguró con un importante discurso la exposición del libro y artes gráficas de Suiza. El ministro de Suiza, Sr. Broye, pronunció un discurso», ABC, Madrid, 14 noviembre 1944, pág. 7.)

1952 «La India, la China y el Occidente. Entre todas las culturas de la historia hay tres sobresalientes por su intrínseca superioridad, por su perdurabilidad y por el espacio que cada una de ellas ha ocupado: la hindú, la China y la occidental. Las tres culturas han brindado al hombre una adecuada fórmula para satisfacer su ansia de totalidad, de Absoluto y la habilidad para hallar esta fórmula es el secreto de la superioridad que exhiben estas tres culturas.» «Pese a esta radical diferencia, las tres culturas tienen algo supremo en común: ellas han hallado una fundamental justificación de la vida humana que explica plenamente su respectiva perdurabilidad, su flexibilidad, su intrínseca superioridad. Han encontrado una clave, un lema que simboliza su destino: la India dice: “Todo”; la China dice: “Nosotros”; el occidente dice: “Yo”.» «La idea de Romero acerca de las tres culturas representa un considerable desarrollo de sus primeras especulaciones sobre el hombre, la historia y la naturaleza, todas referidas a su noción de trascendencia. Con firme y serena consistencia él aplica a la caracterización de las tres culturas en general y de la occidental en particular los principios de su filosofía de la persona, de la historia y de la metafísica cósmica.» (Hugo Rodríguez Alcalá, «Francisco Romero y las culturas de Oriente y Occidente», Revista Cubana de Filosofía, nº 10, enero-junio 1952, págs. 54, 55 y 61.)

1955 «Sobre las pétreas colinas, al borde de los abruptos barrancos, sobre los pueblos cobijados en la ladera, las ruinas de los castillos son vestigios de tres épocas, tres razas y tres culturas: lo gótico, lo románico y lo mudéjar. De su largo sueño de muerte y abandono ha venido a sacarlos la Asociación Española de Amigos de los Castillos, que ayer conmemoró el primer aniversario del oportuno decreto que regula para lo sucesivo la conservación y protección de los castillos españoles.» («Ayer se celebró por primera vez en España el “Día de los Castillos”», ABC, Madrid, 23 abril 1955, pág. 35.)

1958 «El pasado sábado tuvo lugar en la tertulia cultural “Charlas de Café” la anunciada conferencia sobre el tema “California, tierra de tres culturas”, que fue pronunciada por el doctor Woodrow Borah, catedrático en la Universidad de California.» (ABC, Sevilla, 29 octubre 1958, pág. 30.)

1962 «Comienza esta interesante obra con un previo planteamiento de la filosofía del arte, para estudiar a continuación muy documentadamente las tres culturas políticas superiores de la antigüedad: Babilonia, Egipto, Grecia y Roma. Pasa después al análisis de las llamadas culturas de las religiones eclesiales: Israel, Bizancio, Occidente.» («Alois Dempf, La expresión artística de las culturas, Rialp, Madrid 1962», Boletín de la Dirección General de Archivos y Bibliotecas, sept.-octubre 1962, 67:41.)

1963 «Ayer, pronunció una conferencia en el Ateneo el padre Aguirre, S. I., sobre “El río más sabio: el Nilo, archivo excepcional de cultura”… El conferenciante mostró algunas fotografías de las excavaciones y del poblado de Abkanarti (dirigidas por el doctor Presedo), y del ajuar y las momias de la necrópolis de Argin, con más de 1.200 tumbas que cubren un período de diez siglos y tres culturas, excavada por el doctor Pellicer.» («La excavaciones españolas en Nubia», ABC, Madrid, 11 mayo 1963, págs. 67-68.)

1964 «Carlos-Antonio Areán, director de las salas de Exposiciones del Ateneo de Madrid, pronunció una conferencia titulada “En torno al camino de Santiago”. El camino de Santiago es la ruta más importante de la europeidad de España: nuestro país –inmerso después de seis siglos en la cultura árabe– conquistó su derecho a ser europeo. Pero ¿qué es ser europeo? En el Continente se realiza una síntesis de tres culturas diferentes: la normatividad clásica, el saber de salvación judaico-cristiano y la dualidad germano-celta. También en Bizancio se produjo esta síntesis: Santa Sofía puede ser un símbolo de ella en el ámbito del Imperio de Oriente.» (ABC, Madrid, 15 diciembre 1964, pág. 87.)

1967 «Demostró que la perfecta convivencia y la armonía que reina en Suiza, a pesar de ser una nación integrada por tres culturas y tres razas distintas, con tres idiomas diferentes, se debe, principalmente, a la educación que reciben los suizos: educación en el amor a la patria por encima de todo, y en el respeto mutuo.» («Charla de Carmen Payá», ABC, Madrid, 30 mayo 1967, pág. 95.)

«Su figura literaria ofrece un singular atractivo porque vivió siempre inmerso en la corriente de tres culturas: francesa, catalana y castellana. […] Este homenaje a un escritor en la encrucijada de tres culturas y en un marco mediterráneo, abierto, romanizado, es un símbolo de hermandad cultural y sencillamente humana que trasciende las fronteras.» (A. Manent, «Joseph S. Pons, un poeta entre tres culturas», ABC, Madrid 28 septiembre 1967, pág. 63.)

Hipóstasis de «las tres culturas» a partir de «las tres religiones»

En los años treinta del siglo XX comienza a advertirse timidamente, en español, una hipóstasis de «las tres culturas» derivada, sin duda, de la que previamente se había producido con «las tres religiones» –las de judíos, cristianos y mahometanos– que, derivadas unas de otras, fueron las realmente existentes y en pugna teológica, filosófica y política durante la Edad Media. Las tres religiones que Lessing, en Nathan el Sabio (1779), pretendió reducir a religión natural tras despojarlas de sus contenidos positivos, como si eso fuera posible fuera de una mera alegoría literaria; las tres religiones que algunos prefieren caracterizar como abrahámicas (pero existen otras religiones antiguas y modernas que lo son), monoteístas (aunque los mahometanos digan politeístas a los cristianos por trinitarios) o «religiones del Libro» (olvidando que Max Müller, acuñador de esa fórmula, se dedicó a publicar en inglés los libros sagrados hindúes).

Córdoba y «las tres culturas»

Parece que fue precisamente en Córdoba, la ciudad donde nacieron tanto Séneca como Lucano, Osio el redactor del Credo de Nicea, Abenhasán y Averroes, y el gran Maimónides, donde se produjeron los primeros pasos de esa transición de las tres religiones a las tres culturas (en una suerte de unión hipostática, como se ha dicho). En enero de 1929 la Real Academia de Córdoba había celebrado una Semana califal, conmemorativa del milenario del Califato, que animó a nuevos proyectos, como la creación de dos cátedras de estudios semíticos, una árabe y otra rabínica, que la Diputación provincial cordobesa asumió al crear un Centro de Estudios Andaluces, dedicado a «investigaciones de cultura islámica y hebráica», que de hecho no arrancó hasta el mes de noviembre de 1931, cuando los vientos republicanos ya habían determinado que esa Academia prescindiera de su regia advocación.

Pero en diciembre de 1931, quien venía siendo primer ministro de Justicia de la República Española, el rondeño Fernando de los Ríos, pasó a desempeñar la cartera de Instrucción Pública, y pronto decidió crear dos Centros de Estudios Árabes, en Madrid y Granada. Además, el gobierno de la República creó en Sevilla un Centro de Estudios Americanos, y en 1932 se puso en marcha, también en Sevilla, otro Centro de Estudios Andaluces que recibió más atenciones. De manera que decayó el que había de resultar efímero Centro de Estudios Andaluces iniciado antes en Córdoba, dirigido por el catedrático de Lengua y Literatura Castellana del Instituto, don José Manuel Camacho Padilla (1888-1953), centro «que había de estudiar las tres culturas, latina, árabe y hebrea que florecen bajo el Califato» (como lamenta Rafael Omeya en 1933).

1931 «El Centro de Estudios Andaluces. Esta mañana ha citado el señor Guerra Lozano, Presidente de la Diputación provincial, a don Rafael Castejón, vocal del patronato que designara dicha entidad provincial, para la organización y funcionamiento de un Centro de Estudios Andaluces en Córdoba, que tuviera como esencial finalidad la de crear un organismo que se dedicara a estudios e investigaciones de cultura islámica y hebráica. El señor Guerra Lozano ha recogido los antecedentes del asunto, y ha manifestado su firme propósito de hacer suyos cuantos proyectos se hubieran albergado en Córdoba en este orden, para dotar a la antigua capital del Califato de un centro cultural en consonancia con su esplendor histórico. Para sentar las líneas generales de la organización ha delegado en dicho señor Castejón, con encargo de que someta a consideración de la corporación provincial los fundamentos de dicho Centro. Avance del mismo, en consonancia con los propósitos manifestados por el Gobierno de la República de contribuir a la organización de institución de éste orden, ha sido el siguiente telegrama, cursado al Presidente del Gobierno y al ministro de Instrucción: “Ante propósitos Gobierno de proceder creación Centro Estudios Islámicos, me permito recordar V. E. petición Córdoba año 1922 creación Universidad altos estudios hispano semíticos, recogida por esta Diputación provincial con motivo celebración milenario del Califato pasado año 1929 creando Centro Estudios Andaluces, cuyo funcionamiento empezará curso inmediato. Antigua aspiración vieja capital Califato, centro universalidad islámica, esperamos sea atendida justamente. Guerra-Lozano, presidente Diputación provincial Córdoba”.» (La Voz, Córdoba, 1 septiembre 1931.)

Se inaugura el Centro de Estudios Andaluces en Córdoba, 16 noviembre 1931
El lunes 16 de noviembre de 1931 se presenta el Centro de Estudios Andaluces, creado por la Diputación de Córdoba y dirigido por Manuel Camacho, «donde se darán clases de Árabe, Hebreo y Latín Medioeval».

1933 «Una interviú que publica un diario madrileño con el director del Centro de Estudios Árabes de Granada, don Emilio García Gómez, nos recuerda aquel viejo sueño –viejo de dos o tres años no más–, que albergamos en Córdoba, y que algún día se resucitará con brío. Hagamos pequeña historia. Desde hacía algunos años y merced sobre todo a la labor que nuestros eruditos locales producían desde la Academia de Córdoba, la tradición cultural de la ciudad se concretó, entre otros actos, en la celebración del Milenario del Califato, que conmovió la ciudad, y cuyo movimiento onduló hasta lejanos países orientales que comunicaron a Córdoba, desde ciudades de Siria y de la India, cuanta era su emoción porque el Islam se recordara en Córdoba, la ciudad donde tanto había florecido. Aquel movimiento no podía quedar detenido. Y, efectivamente, aquel mismo año de 1929, por iniciativas de la misma Academia de Córdoba, la Diputación provincial acordaba la creación de un Centro de estudios árabes u orientalistas, que reflejara en la vieja califal su esplendor medieval y hazañero. Hubo dificultades oficinescas para que el Centro, al que se dio el nombre de Centro de Estudios Andaluces, puesto que había de estudiar las tres culturas, latina, árabe y hebrea que florecen bajo el Califato, empezara a funcionar en 1930, pero al siguiente año, y bajo la dirección de un sabio profesor de nuestro Instituto, catedrático de hebreo, el Centro empieza su labor con más de 25 alumnos. Terminaba el 1931, y apenas nacido el Centro, una disposición del Gobierno de la República, interpretada oficinescamente, mata el Centro en germen. Por si faltaba algo, los sevillanos, poco después, nos arrebatan hasta el nombre. Y don Fernando de los Ríos, al crear casi enseguida dos centros de Estudios Árabes, uno en Madrid y otro en Granada, acaba con la ilusión cordobesa. Desde lejos, asistimos melancólicamente a la ascendente evolución de estos Centros oficiales. Hasta en Sevilla, el Centro de Estudios Andaluces ha creado una cátedra de Árabe. Y ahora, estos días, dice el director del Centro oficial de Granada, al hablar de la creación del mismo: “Córdoba, por su historia, por su Mezquita, y también por la benemérita legión de eruditos que en ella trabajan, podía sin embargo, habernos disputado este honor… De todos modos, aspiramos a trabajar unidos con nuestros amigos de Córdoba y a estrechar nuestras relaciones con ellos. Entre nuestros becarios figura un cordobés.” No podemos, desde luego, perder este sueño. Lo acariciamos como una bella esperanza y estamos seguros de que en la vieja cultura de Córdoba, algún día brillará otra vez algún foco que la evoque con toda la fuerza de su prestigio y de su historia.» (Rafael Omeya [pseudónimo de Rafael Castejón Martínez, 1893-1986], «Clepsidrario. Un viejo sueño», La Voz, Córdoba, 26 julio 1933, pág. 14.)

1933 «La vida en España (siglos XI al XIII) de las tres grandes religiones, las tres grandes culturas, la cristiana, la judaica y la musulmana, produjeron los más bellos frutos de la inspiración mística universal. Crecieron paralelamente influenciándose, sin estorbarse. Y así como el arte y la cultura árabe florecen en España mejor que en sus medios originales y dejan en nuestro país las más bellas manifestaciones que han producido, así también los hebreos encuentran en aquella época de España, el medio más favorable para el desarrollo de su cultura y de su mística. Estos magníficos resultados se deben, en opinión del Doctor Ariel Bension, al maridaje de un pueblo oriental con un país occidental abundante en seducciones orientales, maridaje que crea ese tipo selecto de judío español y ese árabe español de Fez y de Tetuán que sobresalen de los de su raza. España dá al oriental la sensación de su propio país y el árabe y el judío se encontraron en cuerpo y en espíritu en su propia casa en un Este fundido y transformado en el crisol de Occidente. […] El libro, de un positivo interés, y que refleja el espíritu de un gran hispanista, desaparecido por desgracia, lleva un prólogo de don Miguel de Unamuno. Todo él es una aportación valiosa al estudio del ambiente místico de una España en la que, para su grandeza, musulmanes, hebreos y cristianos, tres religiones y tres culturas, vivían en la plenitud de su espiritualidad y daban al arte, a la religión y a la ciencia, sus mejores frutos.» (Tomás García Figueras, «Dr. Ariel Bension, El Zohar en la España musulmana y cristiana, prólogo de Miguel de Unamuno, CIAP, Madrid 1933», África, mayo 1933, pág. 104.)

1939 «Eugenio D'Ors, Peniel de José Antonio. José Antonio lucha con su Ángel. […] Este, así, mozo frágil y este dolmen, / Por tres vegadas milenario sílice, / Ara en que tres culturas desangráronse, / Trabados veo, como nupciales púgiles.» (Corona de sonetos en honor de José Antonio Primo de Rivera, Ediciones Jerarquía, Barcelona 1939, pág. 15.)

1954 «El hecho histórico de que la legislación catalana se impusiera desde el Báltico hasta las riberas de Constantinopla, certifica el prestigio y el poderío de los Estados catalanes del siglo XIII. Fue aquella una plétora de juventud nacional, que hizo posible el auge siempre creciente de las viejas industrias y la creación de otras nuevas, el insospechado florecimiento de las manufacturas, el tráfico mundial y el intercambio intelectual de las tres culturas predominantes: la cristiana, la musulmana y la hebrea, tan distintas y aun contradictorias. Y con todo ello la explosión ubérrima de todas las artes y de todas las ciencias, cuya sistematización genial y cuya democratización, bajo una mirada de águila audaz que abarcaría todo el universo de los seres y de las cosas, debía realizar muy pronto el maestro Ramón Lull.» (Francisco Ferrari Billoch, Raimundo Lulio, Temas Españoles nº 90, Madrid 1954, pág. 6.)

1960 «Américo Castro, en un libro valioso que mencionaré más adelante, estudia algunos aspectos de la influencia árabe y judía en la cultura castellana, especialmente en la literaria; pero la historia de las relaciones filosóficas entre las tres culturas, judía, árabe y cristiana, está por escribir, y cuando se escriba, tal vez se expliquen muchas anomalías en la historia de la España contemporánea que hoy nos parecen inexplicables.» (Luis Araquistain, «El krausismo en España», Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura, París, septiembre-octubre 1960, nº 44, pág. 6.)

1968 «Santa María de los Reales Alcázares encierra las huellas de las tres culturas que convivieron en la ciudad. La árabe. La judía. La que ya era cristiana.» (Mercedes Fórmica, «ABC de la mujer. Ubeda», ABC, Madrid, 2 junio 1968, pág. 67.)

Popularidad de las tres culturas después del 2 de octubre de 1968

La hipóstasis de las tres culturas derivada de las tres religiones, que se venía abriendo camino en español lentamente desde hacía treinta años, conoció de repente la competencia de otras tres culturas, que pronto se sustantivaron convirtiendo las tres culturas en un homónimo equívoco. Esas tres culturas se habían institucionalizado en 1964, al bautizarse una nueva plaza de la Ciudad de México como Plaza de las Tres Culturas. Y como la Plaza de las Tres Culturas alcanzó renombre universal el 2 de octubre de 1968, a partir de ese día el rótulo las tres culturas alcanzó una gran popularidad (aunque sólo una pequeña parte de quienes lo utilizasen pudiesen precisar de qué tres culturas decían). Popularidad y prestigio de marca que, como era de esperar, inspirará por contagio a la hora de bautizar otras cosas: incluso las agencias de viajes pronto se dotarán de circuitos tres culturas (tanto el Atenas-Tel Aviv/Jerusalén-Estambul, como el Méjico lindo de las pirámides mayas, las casonas coloniales y los edificios ultramodernos).

México y «las tres culturas»

1964 Ciudad de México. Queda inaugurada la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco

La Plaza de las Tres Culturas y Tlatelolco el 25 de marzo de 1965

Bajo el impulso del regente Ernesto P. Uruchurtu, Jefe del Departamento del Distrito Federal de México desde 1952 a 1966 –durante los mandatos de los presidentes Ruiz Cortines, López Mateos y Díaz Ordaz, todos del PRI, por supuesto–, se realizaron importantes actuaciones urbanísticas en la Ciudad de México, un proyectazo que supuso la apertura de nuevas avenidas y que rascacielos y modernos edificios sustituyeran a muchas construcciones antiguas, que desaparecieron víctimas de la progresista piqueta. Así, en la ampliación del Paseo de la Reforma, iniciada en 1957, se rediseñaron las colonias Guerrero y Tlatelolco: sólo en la Unidad de Santiago Tlatelolco, con auspicios del Banco Nacional Hipotecario de México, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, compañías de seguros y empresas particulares, se levantaron 15.000 habitaciones para dar albergue a 90.000 trabajadores oficiales.

El replanteamiento del conjunto urbano Nonoalco Tlatelolco produjo como espacio más significativo una gran plaza que, Octavio Paz, propuso bautizar como Plaza de las Tres Culturas: Tlatelolco había sido, antes de Hernán Cortés, un centro secundario de Tenochtitlán, con templo y mercado propio; allí edificaron luego los españoles un convento franciscano y el Colegio de la Santa Cruz, donde eran hispanizados los indígenas; y ahora los mexicanos levantaban allí una nueva ciudad moderna y funcional, diseñada por los arquitectos Mario Pani Darqui y Luis Ramos Cunningham. El 21 de noviembre de 1964, a las diez y media de la mañana, el presidente Adolfo López Mateos (sólo diez días antes de terminar su mandato) inauguraba el nuevo complejo urbano vanguardista, precisamente en la Plaza de las Tres Culturas, ante reliquias mexicas prehispánicas, la iglesia colonial de Santiago de Tlatelolco y la Torre de Tlatelolco (de 24 plantas, entonces aún en construcción). Tres culturas sucesivas: la precortesiana, la española imperial y la propiamente nacional mexicana, como integrantes inseparables de la identidad ya encontrada de México.

1963 «Nuestras tres culturas. En el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid pronunció su anunciada conferencia sobre el tema “Nuestras tres culturas”, el arquitecto mejicano don Nicolás Mariscal Barroso, profesor de Historia de Arte Español en la Universidad de Méjico. […] El señor Mariscal Barroso se refirió a lo largo de su interesante disertación a las tres culturas que han formado el arte de la nación mejicana: la aborigen o antigua indígena; la hispanomejicana, que nace con la conquista, y la contemporánea, de grandes consecuciones, en las que lo social y lo artístico están en feliz maridaje.» (ABC, Madrid, 9 junio 1963, págs. 99-100.)

1964 «En Méjico, por ejemplo, se funden tres culturas: la maya, de un lado; por otra parte, la española y colonial. Y también la contemporánea, muy característica y con formas artísticas y culturales nuevas.» («José Luis Curiel, presidente de la Sociedad Mejicana de Filosofía», ABC, Sevilla, 8 octubre 1964.)

1965 «También se estudiará la posibilidad de que tanto en San Juan Teotihuacán como en la Plaza de las Tres Culturas, se introduzca el espectáculo “Luz y Sonido”, elementos educativos para las nuevas generaciones.» (México informa, 1965, vol. 5-7, pág. 4.)

1966 «En la amplia y céntrica Plaza de las Tres Culturas, que simboliza la fusión de las tres etapas históricas –indígena, colonial y moderna– que sustentan el México de hoy, un recien formado grupo teatral, que dirige Jebert Darién, presenta con éxito de público y de crítica dos obras de autores clásicos: “Loa para el auto sacramental de El Divino Narciso,” de Sor Juana Inés de la Cruz, y el auto sacramental “La cena del rey Baltasar,” de Pedro Calderón de la Barca.» (Visión, revista internacional, México 1966, vol. 32, pág. 62.)

1967 «Este conjunto urbano se levanta en la vecindad con la Plaza de las Tres Culturas, en la que se sintetizan las dimensiones de nuestra historia con el subrayado de las edades prehispánica, colonial y contemporánea. Ciudad Tlatelolco no es sólo una obra gigantesca que pone de relieve el genio de los constructores mexicanos; más todavía, se constituye en un modelo de la justicia social, como realización de progamas en el orden nacional de la casa-habitación.» (Compañía Mexicana de Aviación, Caminos del aire, 1967, vol. 30.)

La Ciudad de México, que así se estaba renovando, buscó proyectarse internacionalmente, junto con la Nación, acogiendo los Juegos Olímpicos, y se presentó como candidata, con ningún éxito, para albergar los de 1956 y 1960. Pero en 1963 fue seleccionada como sede de los XIX Juegos Olímpicos, previstos para octubre de 1968. Un año antes, el 4 de febrero de 1967, la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en la Plaza de las Tres Culturas, había albergado la firma del Tratado de Tlatelolco, Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares en América Latina (suscrito entonces por Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela). Pero cuando la Plaza de las Tres Culturas alcanzó fama en el mundo entero fue el 2 de octubre de 1968, sólo diez días antes de la prevista ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos (en el Estadio Olímpico Universitario, a 20 kms.). Si en 1964 el rótulo «las tres culturas» había ya quedado institucionalizado en la Plaza de las Tres Culturas, a partir del 2 de octubre de 1968 la Plaza de las Tres Culturas se convirtió en nombre universalmente conocido, con resonancias trágicas, y «las tres culturas» en rótulo cada vez más popular y presente…

1968 «Oriana Fallaci. Los estudiantes me hablaron el viernes a mi hotel, en la Ciudad de México, diciéndome que habría un gran mitin en la Plaza de las Tres Culturas, a las cinco de la tarde. Antes, yo había hablado con líderes del Comité de Huelga. […] En ese momento, un helicóptero apareció sobre la plaza, bajando, bajando. Unos segundos después, lanzó dos luces verdes en medio de la multitud. Yo grité: “Muchachos, algo malo va a pasar. Ellos han lanzado luces.” Me contestaron: “¡Vamos, usted no está en Vietnam!” Pero yo repliqué: “En Vietnam, cuando un helicóptero arroja luces, es porque desean ubicar el sitio a bombardear.” No más de tres segundos después…» (Ramón Ramírez, El movimiento estudiantil de México, julio-diciembre de 1968, Era, México 1969, 2:451-452.)

«Veinte muertos y unos cien heridos –entre ellos un general– ha registrado la más reciente batalla de Méjico, librada en la plaza de las Tres Culturas. Fuerzas del Ejército con las bayonetas caladas y apoyadas por tanques ligeros pretendieron dispersar una nutrida manifestación. Parte de los manifestantes se refugió en uno de los edificios y desde allí respondieron a tiros. Las metralletas militares dispararon contra ellos y en el edificio –de doscientos cincuenta apartamentos– se declaró un incendio.» (ABC, Madrid, 4 de octubre de 1968, pág. 5.)

«El Senado de Méjico ha aprobado el jueves una moción por la que se aprueba plenamente la intervención de las fuerzas armadas contra los estudiantes que promovieron los desórdenes en la Gran Plaza de las Tres Culturas. La cifra oficial de muertos en los incidentes de la noche del miércoles es de 30. También hay 53 heridos, y se practicaron 1.500 detenciones.» (Voluntad, Gijón, 5 octubre 1968.)

«El gobierno de México, gobierno “revolucionario”, que dicen sus componentes, es el responsable directo de esa trágica carnicería de la Plaza de las Tres Culturas, fríamente preparada, ejecutada mediante la utilización de todo género de recursos bélicos: tanques, bazookas, metralletas, helicópteros, provocadores policíacos distribuidos entre la multitud.» (Mundo Obrero. Organo del CC del Partido Comunista de España, año 38, nº 18, Madrid, 2ª quincena octubre 1968, pág. 8.)

1969 «2 de octubre de 1968. México ha de registrar esta fecha como uno de los días más trágicamente memorables de su historia. En la Plaza de las Tres Culturas se produce una masacre en la que fueron sacrificadas vidas de jóvenes, estudiantes, adultos, mujeres, ancianos y niños, heridos varios centenares de honrados ciudadanos y alrededor de dos millares de detenidos que a las pocas horas del horrendo tiroteo fueron distribuidos por las diversas prisiones de la ciudad, ya militares o civiles.» (Ramón Ramírez, El movimiento estudiantil de México, Era, México 1969, tomo 1, pág. 386.)

1970 «La época prehispánica, la virreinal y el presente mexicano están representados en la plaza de las Tres Culturas, viva imagen de la compleja y atrayente personalidad de aquel pueblo hermano.» («Echeverría representa una política hostil a la oligarquía conservadora», ABC, 17 junio 1970, pág. 13.)

1973 «La ancha tierra de Méjico tuvo, siempre, una especial sugestión para los españoles. Cualquiera, como yo mismo, al encontrarse situado, por primera vez, en un lugar singularmente expresivo, como la Plaza de las Tres Culturas, dificilmente puede sentirse indiferente al choque germinal que representan las ruinas aztecas, el templo de Santiago y los modernos edificios característicos del actual talante emprendedor de aquella nación.» (Gabriel Elorriaga, «El fruto del injerto», ABC, Sevilla, 27 diciembre 1973, pág. 105.)

1974 «Arriba le pone también las peras a cuarto a Cela, que rechazó la presidencia del Ateneo con el pretexto de las ejecuciones y aceptó la invitación de México, olvidándose de la muerte de trescientos estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, con Oriana Fallaci por testigo.» (Jesús Vasallo, «Las teclas de la banca», Voluntad, Gijón, 19 abril 1974.)

«En cuanto a los periodistas según la UNESCO tienen el oficio más peligroso del mundo. No le pregunten nada a los muertos en Vietnam, sino a Oriana Fallaci, superviviente de la matanza de estudiantes que querían la libertad, en la mexicana plaza de las Tres Culturas, a cargo del democrático y liberal Gobierno del partido único, que nos reconoce, por dictadores.» (Jesús Vasallo, «¿Quién está seguro aquí?», Voluntad, Gijón, 14 mayo 1974.)

1977 «La fuerza pública ha tenido que disparar. Y lo raro es que no se haya producido una matanza de proporciones semejantes a la que se registró hace pocos años en la Plaza de las Tres Culturas de la capital mejicana.» («País Vasco: la semana más trágica», Blanco y Negro, Madrid, 18 mayo 1977.)

1970 «Tenemos que destacar “La cigüeña”, que se nos presenta como aportación hebrea y arábiga al cante jondo andaluz, donde nos quieren decir que, además de las aportaciones que nos trajeron las inmigraciones de los gitanos o egipcianos o faraones, como ellos se llaman, la convivencia de varios siglos de las tres culturas tenían que dejar su huella.» (López Riestra, «Brillante concierto de la mezzo-soprano israelita Sofía Noel», Voluntad, Gijón, 7 febrero 1970.)

«A las siete y cuarto. Ateneo. Don Esteve Albert: “José Sebastiá Pons, poeta de las tres culturas.”» (ABC, Madrid, 8 abril 1970, pág. 54.)

1972 «“La canción –concluyó don Federico Sopeña–, con su libertad de interpretación, mezcla las tres culturas, marcando la influencia musulmana y judía en las Cantigas alfonsianas, que serán fuente de la música popular andaluza e inspiración de la música española posterior.”» («Las formas de amar a través de la música europea. Conferencia de don Federico Sopeña», ABC, Madrid, 2 marzo 1972.)

1972 «En Euskal Herria hay tres culturas: la Euskelduna (la oprimida) y la francesa y la española (las opresoras).» (Panpo, «Euskera, Euskera eta Euskera», Eusko Lura, Buenos Aires, 195, sept. 1972.)

1975 «Los viajes fabulosos de Meliá […] Y también: América del Sur, Tres Culturas, Asia ayer y hoy, Okinawa-Exposición Mundial, Tierra Santa.» (Anuncio Viajes Meliá, ABC, Madrid, 4 abril 1975.)

«Todavía está a tiempo para disfrutar de un viaje fabuloso […] Tres Culturas: Salidas: 17 agosto, 12 octubre. 14 días visitando: Atenas, Jerusalem, Estambul. Precio: 46.120 ptas.» (Anuncio Viajes Meliá, ABC, Madrid, 16 julio 1975.)

«Estas escenas pueden dividirse, grosso modo, en tres grandes grupos, representativo cada uno de ellos de las tres culturas que –mezcladas– han dado origen al espíritu colombiano: la negra, la india y la española. La primera, de gran fuerza rítmica; la segunda, llena de ingenuo lirismo; la tercera, colmada de melodías con sabor andaluz y canario, fundamentalmente.» (Juan Luis Manfredi, «XX Festival Internacional de Sevilla. Presentación del Ballet Nacional de Colombia», ABC, Sevilla, 26 agosto 1975, pág. 49.)

1976 «Viajes fabulosos […] Tres Culturas: Salida: 10 abril. 15 días visitando: Atenas, Tel-Aviv, Jerusalén, Estambúl. Precio: 50.500 ptas.» (Anuncio de Viajes Meliá, ABC, Madrid, 19 marzo 1976, pág. 12.)

«Informe sobre España. La importancia que el fenómeno regional está alcanzando en España queda patente en el informe oficial sobre la política cultural en nuestro país, distribuido hoy por el Consejo de Europa a los delegados y participantes que asisten a la Conferencia, en el que después de estudiar las diversas instituciones estatales de difusión cultural, a sus diversos niveles, se estudia en el párrafo quinto la cuestión de la descentralización y del desarrollo cultural. España –se dice en dicho informe– es un país de cultura múltiple. Conjuntamente con la cultura nacional existen tres culturas regionales: la catalana, la gallega y la vasca. Ha llegado el momento para el desarrollo de las mismas –dice el documento–, constatando seguidamente que el Instituto de Estudios Catalanes, la Real Academia Gallega y la Real Academia Vasca están realizando una gran labor de preparación para normalizar las culturas regionales en los campos de la educación, de los medios de comunicación, &c., que conducirán a un más profundo enriquecimiento de las actividades culturales en España, termina diciendo el documento.» (José Coll Barot, «ABC en Oslo. “España espera ser miembro de pleno derecho del Consejo de Europa tras las reformas propugnadas por el Gobierno”. Intervención de Robles Piquer ante el Pleno de la Conferencia Europea de Ministros de Cultura», ABC, Madrid, 16 junio 1976.)

1977 «Con el título La conquista española y sus frutos Ediciones Cultura Hispánica ha recopilado una serie de artículos y conferencias, vinculadas con ese tema, del presidente de la República de Colombia, Alfonso López Michelsen. El libro –que apareción esta semana en Madrid–, lleva una presentación del embajador español en Bogotá, Fernando Olivie, quien expone el motivo central que ha tenido esa publicación. “América –dice el diplomático– es hoy un Continente política, cultural y económicamente dividido en tres culturas. Hay una América lusitana, hay una América anglosajona, hay una América hispana, que se divide en dieciocho Repúblicas independientes: Las piezas dispersas del imperio español en América”.» («Se edita en España un libro del presidente de Colombia», ABC, Madrid, 21 enero 1977.)

«La América Latina que tú quieres conocer. Méjico, desde 2.706 ptas. al mes. 9 días en Méjico lindo. Conocerás ciudad de Méjico, las de las tres culturas. Pirámides y templos, legado de Mayas y Aztecas; catedrales como la de Guadalupe y casonas coloniales; el Méjico ultramoderno.» (Anuncio de Iberia - Mundicolor, ABC, Madrid, 15 noviembre 1977.)

«Autonomías. Para Balduino, además, la presencia de los Reyes españoles era la reafirmación de una nueva España en la que tiene importancia vital “la progresiva adaptación de la legalidad a las realidades nacionales”. La alusión se refería a las autonomías, dado que Bélgica está intentando también resolver los problemas de ser un país con tres culturas diferentes.» («Brindis del Rey Balduino en la cena de gala. El Ingreso de España, una exigencia de la Comunidad Europea», ABC, 17 noviembre 1977.)

El mito de las tres culturas, el de su armoniosa convivencia y la ideología de su encuentro

Sevilla y «las tres culturas»

1954 «Sevilla al día. Los comentarios ciudadanos giraron en torno a esa reforma, por nosotros anunciada, de abrir un nuevo acceso al histórico –y poético, ¿no?– barrio de Santa Cruz, hoy casi aislado del centro y, especialmente, de un sector que muy bien pudiera llamarse turístico. Pero no solamente en este orden de dar una mayor cohesión y uniformidad a ese núcleo urbano donde se agrupan los signos de tres culturas –Catedral, Casa Lonja y Alcázar–, sino como facilidad general para el tránsito y comunicación, el proyecto ha caído muy bien en el vecindario.» (ABC, Sevilla, 12 febrero 1954, p. 15.)

1977 «El nuevo pabellón de Méjico, en el recinto de la Feria de Muestras, glorieta de las Tres Culturas, ofrecía a las cuatro y media de ayer el aspecto fantástico de una disneylandia en anárquica algarabía. En el interior del pabellón todo era un ir y venir de padres y madres despistados, los críos ya vestidos de hadas, pajes y príncipes vikingos, esperando ansiosos el momento de subir a las carrozas.» (J. L. Ortiz Lanzagorta, «La cabalgata [de los Reyes Magos] del Ateneo», ABC, Sevilla, 6 enero 1977.)

1977 Sevilla. Proyecto de Plaza de las Tres Culturas en el Prado de San Sebastián

Proyecto de Plaza de las Tres Culturas en Sevilla, diciembre 1977
Esquema publicado en la portada del diario ABC de Sevilla el jueves 15 de diciembre de 1977

A finales de 1977 cuatro cristianos sevillanos, el sacerdote católico y activo periodista José María Javierre Ortás (1924-2009) –su hermano Antonio María era obispo desde 1976, y en 1988 sería cardenal–, el escritor Antonio Cascales Ramos (1940) –andalucista, fundador en 1971 de la agencia de publicidad Expansa; autor de Otoño electoral (Planeta 1974) y coautor de Los hijos del crac (Planeta 1976, sobre Hitler y Roosevelt), militante del PSOE desde 1979; autor de La Inquisición en Andalucía (Sevilla 1986), se jubiló en 2010 en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, como profesor de Comunicación intercultural–, y los arquitectos María Cruz Aguilar García y Luis Fernando Gómez-Estern (1942, vinculado a la firma otaisa, en 1970 ya había sido uno de los proyectistas del edificio de Sevillana de Electricidad); en pleno ardor postconciliar de armonización y reconciliación de las culturas (Constitución pastoral Gaudium et Spes, 1965, 2ª parte, cap. II: De culturae progressu rite promovendo / El sano fomento del progreso cultural), proponen reconvertir el Prado de San Sebastián, zona verde donde se había celebrado la Feria de Abril desde 1847 hasta 1973, en un singular espacio religioso / cultural consagrado al encuentro armonioso de judíos, árabes y cristianos, en torno a una Plaza de las Tres Culturas con su Monumento a las víctimas de la intolerancia, con un Agora de las preces frente al Centro Internacional de Estudios y Casa de Encuentro, y otros edificios instrumentales y pedagógicos. El diario ABC jaleó el proyecto, que venía auspiciado por la Caja de Ahorros de la Diputación de Sevilla, e incluso le dedicó una de las portadas de su edición sevillana.

Aunque el proyecto no llegó a cuajar, representa el primer hito de la institucionalización en España de las tres culturas vinculadas a las tres religiones consabidas (tres culturas distintas, por supuesto, de las que México había institucionalizado la década anterior en su Plaza de las Tres Culturas, hijuela de la cual suponemos fue la sevillana Glorieta de las Tres Culturas del nuevo pabellón de México –V Feria de Muestras Iberoamericana de Sevilla, 1965– mencionada por la prensa de Sevilla en enero de 1977). [Treinta años después la Universidad de Sevilla comenzó a levantar en ese Prado un edificio monumental para su Biblioteca, y lo encomendó a una arquitecta iraquí radicada en Londres, Zaha Hadid, pero en 2012 tuvo que demoler cuanto había construido ilegalmente sobre esa zona verde, espacio disponible por tanto para futuras ocurrencias.]

1977 «Urbanismo. Proyecto cultural para el Prado de San Sebastián. Hoy, a las ocho de la noche, tendrá lugar un acto de información al público de un proyecto del Prado de San Sebastián como lugar destinado al encuentro de las tres culturas: judía, árabe y cristiana. El acto está patrocinado por la Obra Cultural de la Caja de Ahorros Provincial San Fernando de Sevilla y tendrá lugar en los locales de dicha institución (Imagen, 2). La presentación correrá a cargo de los autores de la propuesta: María Cruz Aguilar, Antonio Cascales, Luis Fernando Gómez-Estern y José María Javierre. Se cerrará con un coloquio.» (ABC, Sevilla, 9 diciembre 1977, pág. 20.)

«Urbanismo. Que el Prado sea una zona monumental dedicada a las culturas judía, árabe y cristiana. Cuatro sevillanos presentan un proyecto con esta tesis. Ayer abrieron a exposición pública el anteproyecto. Ha tenido lugar, en la sala de conferencias de la Caja Provincial San Fernando de Sevilla, de nuestra ciudad, el acto de información pública sobre el proyecto del Prado de San Sebastián dedicado a las tres culturas, judía, árabe y cristiana, a cargo de cuatro intelectuales sevillanos. Con este proyecto se trata, según Antonio Cascales –uno de los autores del plan–, de darle a los terrenos del Prado una utilización que supone una reflexión del pasado de la ciudad, un intento de transformación del presente y una proyección del futuro.
Dos arquitectos, Luis Fernando Gómez Estern y María Cruz Aguilar; un publicista, Antonio Cascales, y el director del semanario Tierras del Sur, José María Javierre, presentaron ayer, en la sala de conferencias de la Caja de Ahorros Provincial de Sevilla, y en los locales de esta institución en la calle Imagen, el proyecto del Prado de San Sebastián dedicado a las tres culturas: judía, árabe y cristiana. “En realidad –nos decía el señor Cascales– esto es un anteproyecto, ya que tratamos de conseguir con estas exposiciones públicas que el ciudadano participe y aporté sus opiniones en lo que será el proyecto definitivo”. El objetivo principal del plan radica en darle a los terrenos, sin aprovechar, del Prado de San Sebastián una utilización que por un lado sirva de reflexión del pasado de la ciudad; a continuación, es un intento de transformar el presente y, por último, supone una proyección del futuro.
Encuentro de las tres culturas. La reflexión del pasado de la ciudad responde a lo que se llama en el anteproyecto Área de Evocación Monumental, partiendo del hallazgo de que en el Prado de San Sebastián estuvo el más importante “quemadero” de la Inquisición en Sevilla. El Área de Evocación estará compuesto por la plaza llamada “De las Culturas” y por la “Casa del Encuentro” de las tres culturas: judía, árabe y cristiana. “Esta casa –explica Antonio Cascales– tendrá un gran valor simbólico. En ella se podrá hablar de paz entre árabes, judíos y cristianos. También habrá unos departamentos técnicos donde se impartirán seminarios de las tres culturas.” Por otro lado, el monumento está cerrado por un Agora de las Preces, que tiene una función ecuménica y constituye un Auditórium o Palacio de Congresos.
Área instrumental y didáctica. También se incluyen un área instrumental y otra didáctica. La primera, estará centrada en unas divisiones de investigación aplicada a los problemas de la agricultura, en zonas semidesérticas; problemas comunes a los países de la cultura andaluza. Asimismo, en segundo término, y con vistas de futuro, habrá un área didáctica destinada a zona escolar para niños sevillanos y donde existirá también una división operativa bajo la supervisión de la Unesco, que se destinará a la didáctica de grupos mixtos. Finalmente, en la plaza “De las Culturas”, está previsto instalar un monumento expiatorio a las víctimas de la intolerancia, tanto políticas como religiosas y culturales.
Sondeos en el mundo judío y árabe. El proyecto, si se aprueba, ocuparía toda la zona libre del Prado de San Sebastián, dándole a esta zona una utilidad que ahora no tiene. En el mundo judío y árabe se han hecho sondeos entre personalidades de estos países, y el proyecto, tal como nos decía el señor Cascales, ha sido acogido con gran interés. Dentro de un mes se darán a la luz adhesiones concretas de judíos y árabes. El “anteproyecto”, a partir de ahora, estará expuesto al público de manera que cualquier ciudadano, grupo político o entidad pueda acceder a él y, sobre todo, pueda aportar opiniones y colaboraciones a la perfección del mismo. Pilar Suriñach.» (ABC, Sevilla, 10 diciembre 1977, pág. 24.)

«Un grupo de sevillanos ha presentado recientemente una sugerencia sobre el destino que creen debe darse a los terrenos del Prado de San Sebastián, unos 68.000 metros cuadrados, último residuo de una zona mucho más amplia que fue desde tiempo inmemorial terreno comunal de los sevillanos. Partiendo del hecho de que el Prado fue en el siglo XV lugar en el que se ejecutaron autos de fe del Tribunal de la Inquisición, este grupo propone que se haga en el mismo lo que llaman Plaza de las Tres Culturas, la judía, la musulmana y la cristiana, dotándola de un lugar común de oración, un área instrumental dedicada a la investigación científica y tecnológica sobre cuestiones que afectan al área mediterránea, y un área pedagógica. Este es el esquema gráfico de la idea.» (ABC, Sevilla, jueves 15 diciembre 1977, portada.)

«Según proyecto de un grupo de sevillanos. Se creará un centro cultural en el lugar de los autos de la Inquisición. Un complejo de edificios servirá pora el encuentro de las culturas árabe, judía y cristiana. Un grupo de sevillanos (María Cruz Aguilar, Antonio Cascales, Luis Fernando Gómez Estern y José María Javierre) han presentado en Madrid a intelectuales, financieros y otras personalidades, una propuesta de obra cultural a realizar en “El Prado” sevillano, informa la atencia Logos. Sobre los terrenos municipales en que hasta 1974 se celebraba la Feria de Abril de Sevilla, y en los que en tiempos históricos tuvieron lugar los autos de fe de la Inquisición (el primero se celebró allí en 1481), se alzaría un complejo de edificios, con una intención común –exaltación de la tolerancia y encuentro de las culturas– y tres áreas bien definidas: —De evocación monumental. Con una plaza de las tres culturas –islámica, judía y cristiana–, presidida por un monumento expiatorio a las víctimas de la intolerancia. —Área instrumental, en donde estaría un Instituto de investigación científica, dedicado específicamente a los problemas comunes del borde inferior del Mediterráneo. —Y un área pedagógica, en donde se iniciaría a los niños en la convivencia, entre razas, religiones y culturas distintas. El folleto distribuido durante la reunión en Madrid lleva por título El Prado. Obra cultural, Caja de Ahorros Provincial San Fernando, de Sevilla. En la primera página aparecen dos textos, uno en hebreo, de la Biblia, y otro en árabe, de una antigua narración árabe. Asimismo, los autores de la propuesta advierten el interés sevillano de la misma, pese a que la misma arranca de un concepto espiritual y desinteresado, difícilmente se hallará otra que ofrezca resultados económicos de mayor entidad. Entre ellos señalan: la enorme inversión económica de procedencia internacional para la realización del proyecto; la afluencia de investigadores, estudiosos y políticos; aspectos económicos y comerciales sobre el área mediterránea que de aquí arrancaría, y la promoción de una oleada de turismo específico de proporciones difícilmente previsibles.» (ABC, Madrid, 16 diciembre 1977, pág. 33.)

1979 «Cuando una vez se habló de la Plaza de las tres Culturas, no la de México, sino la del Prado de San Sebastián, me pareció que la idea no era mala. Por lo pronto, ponía coto a los que se empeñan en reducir nuestros valores a uno solo, y quedarnos por cariño a los Abderramanes, en una sola Cultura. Por supuesto, no seré yo quien menosprecie la deuda contraída con los sabios y artistas del Islam, pero no olvido la importancia del legado hebreo ni la aportación, nada baladí, de los cristianos, desde el siglo XIII hasta la fecha. Pero es el caso que tampoco me olvido de que los visigodos también cuentan algo, porque Sevilla, por ejemplo, fue centro muy importante en Europa por empeño de San Isidoro; ni de los hispano-romanos, que ofrecieron el primer plantel de andaluces universales. […] Lo de las tres culturas, ya digo, no me parece mal. Sólo que, uno, reconsiderando todo esto, piensa que debería rendirse homenaje al conjunto de aportaciones, es decir a la Cultura Andaluza. […] Pienso también que para levantar el monumento a la Cultura Andaluza el lugar apropiado puede que sea, en Sevilla, el Prado disponible, pero que cada capital de la región debiera erigir otro, cada una según su criterio, suerte, gusto o posibilidades.» (Manuel Ferrand, «Sobre la cultura nuestra», ABC, Sevilla, 21 julio 1979, pág. 13.)

1980 «Urbanismo. Solares públicos, un futuro incierto. […] Mucho ha llovido desde entonces sobre el Prado. En el 74 se comenzó a hablar de la necesidad de convocar un concurso internacional de anteproyectos. La idea permanece intacta […] y muchas han sido las soluciones propuestas a su futuro: allí podría establecerse la Ciudad Universitaria de Sevilla o el nuevo Ayuntamiento, o la mayor plaza del siglo XXI… Otros dos proyectos, el de la plaza de las Tres Culturas, y el del arquitecto Arévalo, ni siquiera llegaron a ser debatidos.» (ABC, Sevilla, 20 noviembre 1980.)

«Sevilla, Tres Culturas… y Ortiz Nuevo. En diciembre de 1977, un grupo de sevillanos –María Cruz Aguilar, Antonio Cascales, Luis Fernando Gómez Estern, y José María Javierre– plantearon ante las instancias oficiales y ante la opinión pública un curioso e idealista proyecto para utilizar el Prado –recién abandonado por la Feria, y en pleno candelero–, dándole una orientación netamente comunitaria y espiritual. Era la famosa Plaza de las Tres Culturas. Una de ellas, claro está, la árabe. Sesenta y ocho mil metros cuadrados en el corazón del casco urbano se ponían a examen, y un bello intento nacía, predestinado –como es habitual– al histórico archivo de las grandes empresas originales en Sevilla: la papelera. Allí –sobre el otrora quemadero de herejes y musulmanes– se alzaría el agora de las preces, el monumento a las víctimas de la intolerancia (extrañamente vinculado al polémico monumento a la tolerancia, de Ortiz Nuevo), el Centro Internacional de Estudios y Casa de Encuentros, el área instrumental y el área pedagógica. Pero la crisis económica estaba llamando a filas, y nadie –claro– tomó muy en serio la aportación. Nada más se supo.
Del 20 al 23 de marzo pasado tuvo lugar en Sevilla la Conferencia Internacional Sobre la Civilización Arabe-Islámica y su Papel en el Progreso Humano, congreso permanente panarabista, paralelo a la Liga Árabe. En su acta final se acordó crear en Sevilla el Centro de Estudios de la Civilización Arabe-Islámica. Posteriormente, el Ayuntamiento, mediante su Delegación de Cultura, hizo suyo el deseo, y en la actualidad se trabaja para la adhesión de la Corporación a un Patronato Internacional de Estudio de la Cultura Arábigo-Islámica, que agrupa a la Universidad de Sevilla, al Congreso de Cultura Andaluza, a la Universidad de Trípoli y al Congreso del Pueblo Árabe y Misión Islámica. El Pabellón Marroquí de la Exposición Iberoamericana –hasta ahora sede de la Delegación de Parques y Jardines– ha sido cedido para radicar en él las instalaciones del mencionado centro, y se espera que a primeros de año empiece a funcionar.
Cabe también decir que la Delegación Municipal de Cultura ha entrado en relación con el agregado cultural de la Embajada de Marruecos en Madrid para conmemorar y rendir solemne homenaje al Rey Almotamid. A este respecto, se busca la presencia del rector de la Universidad Autónoma y se gestiona una conferencia del profesor Martínez Montálvez. A juicio de José Luis Ortiz Nuevo “es positiva toda esta proyección de Sevilla como metrópoli de integración de culturas, y, junto con el americanismo, hemos de potenciar al máximo nuestro acercamiento a los hermanos árabes.”
Entre las conclusiones de la aludida Conferencia Internacional Sobre la Civilización Arabe-Islámica… se encuentra “la devolución de todos los tesoros culturales y de civilización, como antigüedades, manuscritos, dibujos, &c., a sus lugares originales para administrarla en completar la estructura personal y nacional de todos los grupos humanos, aplicando la decisión de la UNESCO”. Finalmente, y como un detalle curioso, y significativo, diremos que en Sevilla, y nada menos que justo encima del bar Las Siete Puertas, se ha abierto un cafetín moruno, al que suele acudir la pequeña colonia musulmana de Sevilla. Ángel Pérez Guerra.» (ABC, Sevilla, domingo 30 noviembre 1980, pág. 23.)

1982 «Mesa redonda del Ateneo Popular sobre la Inquisición en Sevilla. El Ateneo Popular celebrará el martes, día 16… la primera de una serie de mesas redondas que sobre el tema “Rutas de la Inquisición en Sevilla” ha organizado dicha entidad. En dicho acto, en que se proyectarán diapositivas sobre el itinerario de autos de fe celebrados en su día, intervendrán Gabino Fernández Campos, pastor evangélico e historiador; Antonio Cascales Ramos, promotor del “Centro de las Tres Culturas del Prado de San Sebastián”, y José Rafael de Abascal y Sainz de la Maza, abogado y escritor.» (ABC, Sevilla, 14 marzo 1982.)

Toledo y «las tres culturas»

1956 «En esa Castilla que se hace aparecer como campeona de la intransigencia religiosa, convivieron durante la Edad Media tres culturas, la cristiana, la mahometana y la judía y, desde Toledo como sede, agrupados los sabios de las tres creencias “bajo el signo del afán de conocer” –como asienta Marañón en su “Discurso de Toledo”– irradiaron al mundo su ciencia.» (Manuel Díaz Marta, «Sobre las cualidades atribuidas a los españoles», CNT, año II, nº 4, México, febrero 1956.)

1967 «Los trabajos de restauración de los monumentos que representan a las tres culturas que florecieron en Toledo constituyen una tarea de proporciones increíbles. La Dirección General de Bellas Artes posee unos grandes almacenes donde se guardan todos los materiales de derribo, desde una teja a un adoquín, para la realización de las reconstrucciones.» («Toledo reconstruye toda su riqueza monumental. Ha sido restaurada la Sinagoga del Tránsito.» Hoja del Lunes, Madrid, 19 junio 1967.)

1969 «Toledo 19. (De nuestro corresponsal.) Apenas divulgada la creación del nuevo Centro de Estudios Superiores en esta capital han comenzado a llegar peticiones de estudiantes no residentes aquí que desean seguir en Toledo, como alumnos oficiales de la Universidad de Madrid, el primer curso de Filosofía y Letras que se iniciará en octubre próximo. […] Otro detalle simpático: un modista madrileño, Elio Berhanyer, estudia la forma de actualizar la toga de los universitarios toledanos de antaño para que los estudiantes de ambos sexos puedan utilizarla en el curso próximo. También se estudia la actualización de la beca y de los uniformes de los antiguos universitarios toledanos. Ello prestaría una nota colorista y animada, singularmente expresiva en una ciudad como Toledo, símbolo de la historia patria y crisol de tres culturas. Luis Moreno Nieto.» (ABC, Madrid, 20 agosto 1969, pág. 29.)

1977 «TVE. Viernes, 29. 17:00. TVE en el recuerdo. “Elogio y nostalgia de Toledo” Texto de Gregorio Marañón. Realizador: Jesús Fernández Santos. Una visita sentimental al viejo Toledo, donde se dieron cita tres culturas, y sus cigarrales, de la mano de un gran cicerón: Gregorio Marañón, autor del texto. Este programa obtuvo el premio Riccio d'Oro, en la Rassegna Internazionale d'Alghero en 1969. Locución de Fernando Rey.» (Blanco y Negro, Madrid, 20 abril 1977.)

1980 Toledo: «la ciudad de las tres culturas»

Aparte un uso de ese rótulo aplicado a Toledo en un texto publicado en Lima en 1971, hasta 1980 no encontramos documentada la voluntad definitoria de Toledo como la ciudad de las tres culturas, además por la boca de su alcalde. En la década de los años 80 el rótulo la ciudad de las tres culturas, aplicado a Toledo, se va reafirmando –aunque también se predique puntualmente de Melilla o Córdoba–, y tres décadas después la prosa apologética ya se atreve a proclamar, sin ningún rubor, hipérboles como que «Toledo ha sido conocida siempre por ser la Ciudad de la Tolerancia o la Ciudad de las Tres Culturas».

1971 «Y Toledo, la vieja ciudad imperial, la urbe de árabes, cristianos y judíos, la ciudad de las tres culturas, la de su incomparable Catedral.» (Revista de la Academia Diplomática del Perú, Lima 1971, nº 1-6, pág. 47.)

1980 «—¿Sobre qué proyecto está ahora trabajando? –Aquí sobra el trabajo y es imposible dedicarse a un solo tema. Sin embargo, estoy obsesionado por devolverle a Toledo su tradición cultural. Quiero que de nuevo Toledo sea la ciudad de las tres culturas. Para llevar a cabo mis propósitos cuento con la ayuda desinteresada de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, que a través de su Obra Cultural, viene demostrando un gran tacto a la hora de fomentar la cultura. Queremos acercarnos, por mediación de estudios ya realizados, a lo que Toledo fue en su época: un foco cultural en el más amplio sentido.» («Toledo, ciudad monumental por excelencia» [entrevista a Juan Ignacio de Mesa, de 32 años, alcalde de Toledo por UCD], Hoja del lunes, Madrid, 9 junio 1980, págs. 12-13.)

1982 «Toledo: grave proceso de degradación arquitectónica. …y un largo etcétera que nada tiene que ver con la “ciudad de las tres culturas”. […] solventar lo que todavía no es irremediable: devolver a la “ciudad de las tres culturas” su verdadera e irrepetible fisonomía.» (ABC, Madrid, 18 diciembre 1982.)

1983 «Por ello basta un estudio del avatar histórico de Toledo para comprender la evolución histórica de España, sin olvidar su modelo de tolerancia, que le ha hecho acreedora del título de ciudad de las tres culturas y de las tres religiones que tan profunda huella han dejado en Toledo.» (Toledo ¿Ciudad viva? ¿Ciudad muerta? Simposio celebrado en el Palacio Lorenzana, Colegio Universitario de Toledo, 26-30 abril 1983, Colegio Universitario de Toledo, 1988, pág. 564.)

1985 «Estimados señoras y señores, colegas y amigos: Tengo el gusto de traer los deseos de la comunidad sefardita de Jerusalem, la comunidad judía más antigua que existe en Israel, cuyo origen data de más de doscientos años. Todos los miembros que hemos venido de Jerusalem, tenemos el gran placer de participar en este seminario que se encuentra en Toledo, en la ciudad de las tres culturas, para buscar caminos, dignificar todas las naciones, y atraer lo mayor y lo mejor de los pueblos.» (Intervención de David Sitton, en España-Israel, horizonte de un reencuentro. Toledo, del 12 al 14 de septiembre de 1985, Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 1988, pág. 52.)

«—Camus: un hombre entre dos culturas. Melilla puede ser la ciudad de las tres culturas– dijo Miguel. Arranqué el coche hacia la frontera de Beni-Ansar. Pese a sus palabras, ese buen amigo y buen poeta no había dedicado su arte a esa síntesis cultural que Melilla estaba demandando y su poesía se dirigía, por voluntad diferenciadora, de Málaga para arriba.» (Ricardo Crespo Ruiz, Entre moros y cristianos, Editorial Andalucía, Granada 1985, pág. 47.)

1986 «En fin, no en vano se ha llamado a Toledo “ciudad de las tres culturas”.» (Victoria Sendón de León, La España herética, Icaria, Barcelona 1986, pág. 63.)

1987 «Por eso no creo que sea nada raro, no creo que sea nada que esté fuera de lugar, poder afirmar que Toledo es, ha sido y debe seguir siendo, la ciudad de la transigencia, la ciudad de las tres culturas.» (Intervención inaugural de José Bono Martínez, Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en Actas de las I Jornadas de Cultura Islámica, Toledo 1987: Al-Andalus, ocho siglos de historia, Al-Fadila, Instituto Occidental de Cultura Islámica, Madrid 1989, pág. 28.)

«Córdoba, la ciudad de las tres culturas, cuajada de iglesias, sinagogas y mezquitas, capital de un Reino musulmán donde el austero mihrab convivía con la cruz y con el candelabro de siete brazos. Córdoba, la nueva Perla del Islam, en cuyas calles podía oírse la voz de los almuédanos junto al repicar de las campanas.» (Jesús Greus, Ziryab: la prodigiosa historia del sultán andaluz y el cantor de Bagdad, Swan, Madrid 1987, pág. 37.).

«A Toledo se le ha llamado la ciudad de las tres culturas: cristiana, musulmana y judía. En la ciudad de México está la Plaza de las Tres Culturas, donde la arquitectura prehispánica, colonial y moderna expresa en síntesis la pluralidad de la cultura mexicana.» (Gran enciclopedia de España y América, coordinada por José María Javierre, Biblioteca del V Centenario, volumen 1, Gela, Sevilla 1987.)

* * *

2007 «Toledo es conocida como La ciudad de las tres culturas, por estar poblada por cristianos, judíos y árabes.» (añadido el 27 de noviembre de 2007 a la entrada Toledo de la Wikipedia en español por Obelix83). En 2015 se mantiene de esta forma: «y también como “la ciudad de las tres culturas”, por haber estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y musulmanes.»).

2012 «Toledo Ciudad de las Tres Culturas. A lo largo de toda su extensa historia, Toledo ha sido conocida siempre por ser la Ciudad de la Tolerancia o la Ciudad de las Tres Culturas, con la convivencia de judíos, musulmanes y cristianos. La ciudad nunca estuvo dividida de una manera clara por barrios de cada una de las religiones, pero sí existen zonas de una mayor influencia de cada una de ellas.» (en la página oficial del Patronato Municipal de Turismo del Ayuntamiento de Roledo, ©2012: www.toledo-turismo.com/es/toledo-ciudad-de-las-tres-culturas_120.)

«El centro histórico de Toledo se asienta en una colina que, con la imponente mole del Alcázar, desciende hasta la ribera del río Tajo. Allí convivieron durante siglos musulmanes, judíos y cristianos, cuyo legado múltiple es aún perceptible donde quiera que se mire, desde sus monumentos a sus delicias gastronómicas. Llamada desde entonces la Ciudad de las Tres Culturas, estas capas de historia superpuestas han convertido a la actual capital manchega en un enclave de patrimonio impresionante.» (Ramón González Férriz, «El rico legado de Toledo, recorrido por la ciudad de las Tres Culturas», Viajes National Geographic, nº 148, Julio 2012, págs. 19-24.)

1980 Toledo: «Asociación Tres Culturas-Toledo»

La sexta duquesa de Andría, María Teresa de Bustos y Figueroa (1914-2008) –matrimoniada en segundas nupcias con Eduardo Rodrigáñez Serrano (†1989)– presidió la Asociación Tres Culturas-Toledo, que mostró actividad durante varios meses a partir de mayo de 1980.

1980 «Hoy, conferencia de Areilza en Toledo. José María de Areilza hablará en Toledo en un acto organizado por la Asociación Tres Culturas. El tema será la “Semblanza de Leonor de Toledo” y tendrá lugar en el palacio de Benacazón, a las ocho de la tarde.» (ABC, Madrid, 10 mayo 1980.)

«José María de Areilza, en la Asociación Tres Culturas. Toledo está esperando que los eruditos encuentren su cultura escondida. Toledo, 12. (De nuestro corresponsal.) Dentro del ciclo de conferencias organizado por la Asociación Tres Culturas-Toledo, que preside la duquesa de Andría, intervino don José María de Areilza en el Palacio de Benacazón, quien fue presentado por don Gregorio Marañón Moya. El señor Areilza trazó, ilustrando su disertación con diapositivas, Una semblanza de doña Leonor de Toledo, una dama del linaje toledano de los Álvarez de Toledo, compañera de Cosme de Médicis, creador del Estado Toscano, gran figura de la historia de Florencia, que pasó inadvertida para los historiadores de antaño, pero que ahora ha suscitado la atención creciente de los investigadores porque se ha demostrado que fue una mujer de influencia positiva durante el dominio de los Médicis en Florencia. […] Al margen de la conferencia el señor Areilza manifestó a los informadores que Toledo no es la ciudad de tres culturas solamente, sino de otras más, cuyas escondidas huellas se encuentran esperando que eruditos y asociaciones como ésta que preside la duquesa de Andría tomen en serio el tema, las encuentren y las revitalicen. Luis Moreno Nieto.» (ABC, Madrid, martes 13 mayo 1980, pág. 23.)

«A la conferencia de Natacha Seseña sobre la cerámica talaverana de los siglos XVI a XX, organizada por la Asociación Tres Culturas-Toledo, seguirá otra de Diego Angulo Iñiguez sobre la pintura del Renacimiento en España.» (ABC, Madrid, sábado 24 mayo 1980, pág. 27.)

«Homenaje a las glorias del poeta Garcilaso. Recital de poemas de Garcilaso y otros, dedicados al toledano universal. Actuarán T. de Bustos, Francisco Portes y José Antonio Ferrer. Gregorio Paniagua interpretará música europea del siglo XVI para vihuela y laud. Proyección de fotografía: Carlos Villasante. Dirección: T. de Bustos e Isabel de Gayangos. Sábado día 14, a las 21:30 horas. Lugar: Patio de San Pedro Mártir (Toledo). Las entradas pueden adquirirse en Toledo: Asociación Tres Culturas-Toledo, Posada de la Hermandad, y en Madrid: Interarte, calle de Génova 18. Información: teléfono 914687577.» (ABC, Madrid, 12 junio 1980.)

«Concierto de música medieval y renacentista de España. Conjunto Atrivm Mvsicae. Director: Gregorio Paniagua. […] Domingo día 15, a las 8 de la tarde. Lugar: Catedral de Toledo. Las entradas pueden adquirirse en Toledo: Asociación Tres Culturas-Toledo, Posada de la Hermandad, y en Madrid: Interarte, calle de Génova 18. Información: teléfono 914687577.» (ABC, Madrid, 12 junio 1980.)

1981 «Recital trascendental de Gregorio Paniagua. Director de Atrivm Musicae. Domingo 10, 19:30 horas. Sinagoga del Tránsito, Toledo. Excepcional programa que incluirá Monodia Mozárabe Diego Ortiz Toledano, música sephardi, música arabigo andaluza, improvisación sobre música renacentista y música de la Grecia antigua con recitativo. […] Organiza: Asociación Tres Culturas-Toledo. R.» (ABC, Madrid, 9 mayo 1981.)

1981 «Situada estratégicamente en el centro geográfico de la Península, sufrió la recíproca influencia de los dos elementos principales de la historia nacional, y el cristianismo, sin olvidar la fuerte influencia hebrea, al ser Toledo, en una de las épocas más gloriosas de su historia, ejemplo de tolerancia y convivencia de las tres culturas y las tres religiones, que tan profunda huella dejaran en ella y en sus moradores. […] La creación del Museo Sefardí, junto a la restaurada Sinagoga del Tránsito y el nuevo Instituto de Estudios Sefardíes, testimonia hoy una de las tres culturas y religiones de la imperial ciudad, presidiendo la revitalizada judería toledana.» («Toledo, ciudad histórica», Hoja del lunes, Madrid, 12 diciembre 1981, págs. 26-28, especial Toledo.)

1982 «En la imperial ciudad de Toledo –que durante muchos años fue ejemplar marco de convivencia y de tolerancia entre tres pueblos de culturas y religiones distintas–… se acaba de celebrar un seminario convocado por el Instituto internacional Jacques Maritain y la Fundación española Humanismo y Democracia, para abordar un tema de tanta trascendencia como el de la gobernabilidad de la democracia.» (Faustino Gutiérrez, “Reunión en Toledo”, ABC, Sevilla, 8 mayo 1982.)

1982 Toledo: Congreso Internacional «Encuentro de las Tres Culturas»

Actas del I Congreso Internacional Encuentro de las Tres Culturas (3-7 octubre 1982), Ayuntamiento de Toledo 1983, 352 págs.

Actas del II Congreso Internacional Encuentro de las Tres Culturas (3-6 octubre 1983), Ayuntamiento de Toledo 1985, 310 págs.

Actas del III Congreso Internacional Encuentro de las Tres Culturas (Toledo, 15-17 octubre 1984), editadas por Carlos Carrete Parrondo. Ayuntamiento de Toledo y Universidad de Tel-Aviv, Toledo 1987, XII+173 págs.

Actas del IV Congreso Internacional Encuentro de las Tres culturas (Toledo, 30 septiembre - 2 octubre 1985), editadas por Carlos Carrete Parrondo. Ayuntamiento de Toledo y Universidad de Tel-Aviv, Toledo 1988, X+ 218 págs.

V Congreso de las Tres Culturas, Magia y mística, Toledo 11-14 enero 1988.

«Bajo el lema genérico Magia y mística va a celebrarse en Toledo, del 11 al 14 de enero próximo, el V Congreso de las Tres Culturas, organizado por el Ayuntamiento de la capital en colaboración con la Fundación Caja de Pensiones de La Caixa, que patrocina el encuentro. Por primera vez en su historia, este congreso, de carácter bianual, contará con la presencia de judíos, cristianos y árabes, estos últimos ausentes en ediciones precedentes, “para revivir el encuentro de las tres culturas que a pesar de sus diferencias sociales y religiosas fueron capaces de convivir durante siglos en Toledo”. Un total de 60 ponencias se presentarán en el encuentro internacional, cuyo presupuesto superará los tres millones de pesetas. Hasta el momento han asegurado su asistencia 25 catedráticos e investigadores de la cultura judía, 8 árabes y 10 por parte cristiana. El lugar elegido para el congreso es el palacio de Lorenzana, sede del colegio universitario de Toledo.En el congreso está prevista, según según los organizadores, la presencia de embajadores de distintos países, así como la del ministro de Exteriores egipcio, Ahmed Efinet Aguid, confirmada durante su visita del domingo a la capital castellano-manchega. Según el gerente del CUT, Gervasio Fernández, para asegurar la presencia árabe en este congreso, limitada anteriormente por conflictos o acontecimientos políticos internacionales, este año, se han mantenido contactos con las embajadas de Egipto, Túnez, Argelia y Marruecos, quienes han confirmado la presencia de al menos 10 de los más prestigiosos historiadores de los citados países. Por su parte, el alcalde de Toledo, José Manuel Molina, señaló durante la presentación del evento su esperanza de que la celebración del congreso "contribuya o ponga una piedra más en los nuevos aires de paz y distensión". Igualmente, precisó la intención de la corporación municipal toledana de que el encuentro internacional de la, tres culturas marque una nueva etapa y suponga su definitivo lanzamiento.
El lema bajo el que va a regirse este quinto congreso no puede ser más acertado para Toledo, señaló el alcalde, quien recordó además el papel de la escuela de traductores como nexo de convivencia entre las tres culturas y cuya fama se debió no sólo a sus aportaciones a la ciencia, sino a sus vinculaciones a la nigromancia.Entre los representantes de la cultura islámica se encuentran el doctor Juan Martínez Ruiz, del departamento de Filología de la facultad de Filosofía y Letras de Granada; el doctor Gamal Abdel-Karim, catedrático de la facultad de Letras de la universidad de El Cairo, y Afi Atia, catedrático también de la facultad de Letras de EL universidad Ein Sams, de El Cairo.
Por parte judía destaca el doctor Fernando Díaz Esteban, catedrático de la facultad de Filología de la Complutense de Madrid; David Romano Ventura, catedrático de la facultad de Filología de Barcelona; Gabriel Cohen, catedrático de la universidad de Te¡ Aviv (Israel); Moshe Idell, también de Tel Aviv, y Ron Barkai, de la universidad de Tel Aviv, entre otros. Por último, entre los representantes de la cultura cristiana se encuentran el doctor Francisco Martínez Hernández, catedrático de la facultad de Teología de la universidad de Salamanca, y el doctor Julio Samso, catedrático de la facultad de Barcelona.» (Luisa F. Acedo, «'Magia y mística', lema del Congreso de las Tres Culturas, que reunirá en Toledo a árabes, cristianos y judíos», El País, Madrid, 23 diciembre 1987.)

1981 «Según Cristóbal Halffter: “El flamenco se está perdiendo”. […] Investigadores del flamenco, un arte en el que confluyen tres culturas –judía, árabe y cristiana– y que constituye la forma natural de expresión del pueblo andaluz, no existen prácticamente a juicio de Halffter; sólo García Matos y su escuela. Y artistas de flamenco, también pocos. “Lo que hace Lola Flores –afirma Halffter– no es flamenco, es algo horrible, y tampoco es flamenco lo de Paco de Lucía. Pepe Meneses, sí, sabe cantar el cante grande, prácticamente sin acompañamiento”.» (ABC, Sevilla, 5 junio 1981.)

1982 «[Entrevista con Ian Gibson.] La asenderada vida de un irlandes en España. “Todo empezó con Lorca, con Granada y su mundo insospechado.” […] —Uno de los problemas de España es que ha sufrido una castración cultural con la expulsión, de la “psique” española del factor semita, que es fundamental. La secuela de los Reyes Católicos ha sido terrible. España fue grande cuando fue una nación de tres castas, de tres culturas, donde era posible la convivencia, y no con el Descubrimiento de América. Cristianos, moros y judíos trabajaban juntos y la expulsión de la conciencia es alejarse de Europa. Luego, con la Contrarreforma, la cultura española se hizo estrecha e intolerable. El español tiene problemas de identidad. Esto le aleja de Europa, pero tiene un gran porvenir. Podía mediar entre el judaísmo y el islamismo superando antiguas intolerancias y recuperando la verdadera historia de este país, que es el único que puede ser puente entre las distintas culturas. España está en Europa por su idioma, por la influencia francesa a partir del siglo Dieciocho con los Borbones. La cultura francesa ha sido un factor importante y un eslabón que ha unido España a Europa, por lo que habría que superar ese odio, esa envidia a Francia, fácilmente superable.» (ABC, Madrid, 24 enero 1982, pág. 32.)

1983 «Felipe González [presidente del Gobierno español] recordó la evolución histórica y cultural de España y señaló que hoy es ya una convicción arraigada que España no es el fruto de un esfuerzo lineal sino la convivencia de tres culturas y formas de vida durante largos siglos. “En esta estructura histórica propia –afirmó el presidente del Gobierno– ha jugado un papel destacado el contacto con el mundo árabe y de forma muy especial con Marruecos.” Tras recordar el viaje realizado por el Rey de España a Fez, en junio de 1979, Felipe González dedicó mención concreta al proyecto de enlace fijo a través del estrecho de Gibraltar.» («Felipe González, en Marruecos, en su primera visita oficial», Mediterráneo, Castellón, 19 marzo 1983, pág. 34.)

«La ciudad de rango universal que es Toledo, visita obligada de toda clase de ilustres personalidades extranjeras, desde reyes a nobles, altos dignatarios, políticos y artistas destacados; la ciudad que fue capaz de aglutinar tres culturas como la cristiana, árabe y judía que en ella convivieron armoniosamente; la ciudad monumento poseedora de palacios y edificios nobles sobrados para albergar todas las instituciones regionales, sabe que para el estamento cultural de España no puede haber otro candidato a esta capitalidad con más blasones ni más derechos.» (De La Voz del Tajo: «No tiene más razón quien más grita» [contra las pretensiones de Cuenca de ser capital de Castilla-La Mancha], Flores y Abejas, Guadalajara, 9 noviembre 1983.)

1984 «Y como me atraía desde el primer momento toda la cultura española, me lancé a la investigación sobre la Historia de España. Y no sólo de la España republicana, también me he interesado por la Edad Media, porque la convivencia entre judíos, musulmanes y cristianos no se había dado en ningún lugar del mundo. En ningún sitio se ha dado el hecho de que tres culturas diferentes hayan convivido de forma constructiva. […] Pero dejando de lado las teorías personales de los dos historiadores, la sensibilidad de Américo Castro hacia las tres culturas me parece mucho más acertada que las explicaciones muy parciales –desde la perspectiva del cristianismo militante– de Sánchez Albornoz.» («Entrevista a Gabriel Jackson», Leviatán, Fundación Pablo Iglesias, Madrid, otoño 1984, nº 17:115.)

1985 «Maimónides es el mejor símbolo de la España ilustrada con las tres culturas y tres religiones: la Sefarad que él amaba. Maimónides se hacía llamar siempre “el sefardí” o español y, con ese adjetivo, firmaba siempre.» («Conmemoración del 850 aniversario de su nacimiento. Maimónides, Sefardita cordobés universal», Mediterráneo, Castellón, 2 marzo 1985.)

Córdoba y el Diálogo de las tres culturas (que eran dos)

Los aires dialogantes postconciliares y la «tradicional amistad» del régimen del General Franco con los países islámicos –el Estado de Israel no fue reconocido por España hasta el 16 de enero de 1986– facilitaron que la Asociación de Amistad Islamo-Cristiana (constituida en Madrid el 2 de mayo de 1968, por el egipcio Husain Munis, director del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos, y por el jesuita Salvador Gómez Nogales, de la Universidad Pontificia de Comillas) pudiese impulsar en Córdoba el Primer Congreso Islámico-Cristiano (10-15 septiembre 1974), del que tuvieron noticia todos los españoles que fueron al cine, pues el NODO, de proyección obligatoria, le dedicó dos minutos y medio:

1974 «En Córdoba, lugar de largas tradiciones musulmanas y católicas, se ha celebrado el Primer Congreso Islámico-Cristiano, que ha reunido en la antigua capital de los califas a representantes de veintitrés países de ambas confesiones. Entre las personalidades asistentes cabe señalar al viceprimer ministro de Asuntos Religiosos de Egipto, Abdelaziz Kamel, el Cardenal Duval, arzobispo de Argel, a Monseñor Cirarda, obispo de Córdoba, así como delegados del Consejo Mundial de las Iglesias, de la Liga Árabe y de diversos países islámicos. Durante su estancia en la ciudad, y al margen de las reuniones de trabajo, los congresistas tuvieron ocasión de visitar las ruinas de Medina Zahara, donde admiraron las muchas bellezas que están siendo salvadas gracias a las obras de excavación, restauración y reconstrucción que se llevan a cabo. Otra visita destacada, y por supuesto imprescindible, fue la de la Mezquita, ese incomparable monumento de la España musulmana donde los representantes de los países islámicos tuvieron ocasión de orar, después de siete siglos, de igual forma que lo hacían sus antepasados de Al-Andalus. Un congreso, en suma, que contribuirá sin duda a una mejor comprensión y entendimiento entre los creyentes de ambas confesiones religiosas.» (NODO, nº 1654B, 23 septiembre 1974, locución de los minutos 1:27-3:57.)

1975 «Acabo de preguntar a don Juan Bernier si cree que la Universidad de Córdoba [comenzó en 1973] significará mucho en el cambio de ambiente y la superación cultural de la ciudad. Y él, siempre amable, va y me dice: —Ella significa hoy que está otra vez Córdoba en su viejo universalismo del siglo XVI y, aún más, con la antigua Córdoba de las tres culturas: árabe, judía y cristiana.» (Francisco Amores, «Entrevista a Juan Bernier», ABC, Sevilla, 14 enero 1975, pág. 11.)

En el Segundo Congreso Islámico-Cristiano (Córdoba, 20-26 marzo 1977, Cristo y Mahoma), inaugurado por el cardenal Tarancón, los mahometanos asistentes pudieron celebrar la oración musulmana del viernes en la mezquita, en presencia de clérigos católicos, y se presentó un informe crítico sobre la presencia del Islam en doscientos libros de texto de enseñanza media españoles…

En las elecciones municipales de 1979 la lista del Partido Comunista de España fue la más votada en Córdoba, y Julio Anguita resultó elegido su Alcalde. En las elecciones municipales de 1983, el PCE obtuvo la mayoría absoluta (17 concejales, frente a 6 de AP y 4 del PSOE), manteniéndose Julio Anguita, el Califa rojo, como alcalde hasta el 1 de febrero de 1986, en que fue sustituido por Herminio Trigo, que fue de nuevo elegido en las municipales de 1987, ya en las listas de Izquierda Unida.

En 1986 los comunistas cordobeses aceptaron un proyecto inspirado por Francia, del que era cabeza visible el escritor francés Roger Garaudy (1913-2012) –adalid del diálogo cristiano marxista desde las filas del Partido Comunista Francés (que abandonó en 1968 como protesta por la intervención soviética en Checoslovaquia), converso luego al catolicismo y converso de nuevo en 1982 al mahometismo y la causa palestina–, para crear en Córdoba una dialogante universidad ecuménica, de manera que en 1987 se instituyó en Córdoba la Fundación Garaudy de las Tres Culturas (redenominada desde 2010 Fundación Paradigma Córdoba), asignándole el Ayuntamiento durante 49 años el uso de la Torre de la Calahorra (tras desmontar el museo de la ciudad que allí estaba instalado desde los años cincuenta).

1987 «El pensador francés Roger Garaudy ha firmado un contrato con el alcalde de Córdoba, el comunista Herminio Trigo, por el que se cede al filósofo la utilización de la torre de la Calahorra –monumento medieval de esta ciudad– para ubicar en él el Centro europeo para el renacimiento del espíritu de la Universidad ecuménica de Córdoba. Garaudy, presidente del Instituto para el Diálogo de las Tres Culturas, en Ginebra, ha sido el único licitador al concurso público convocado por el ayuntamiento cordobés para la adjudicación del centro que albergará la Calahorra. El filósofo francés se compromete mediante el contrato a la creación de la institución que resucite en Córdoba el ecumenismo europeo.» (Manuel Fernández, «Garaudy abrirá en Córdoba un centro europeo de ecumenismo», El País, Madrid, 14 enero 1987.)

«Del 12 al 15 de febrero se celebrará en Córdoba un Encuentro Internacional Abrahámico. Judíos, cristianos y musulmanes se reúnen para intentar identificar las posibilidades de acción y el patrimonio espiritual común. El encuentro está organizado por el Instituto para el Diálogo de las Culturas, que preside en Ginebra el ex filósofo comunista y hoy musulmán Roger Garaudy, y el Ayuntamiento cordobés. Con ese acto el Instituto abrirá una sede en Córdoba, en la torre de la Calahorra, situada en la estratégica margen del Guadalquivir, exactamente enfrente de la mezquita, dominando la entrada a la ciudad por el puente romano.» (Cambio 16, 19 enero 1987, 790:19.)

1988 «La Yamahiria Islámica de Al Andalus, comunidad musulmana de Andalucía, ha levantado una campaña de protesta contra la presencia en Córdoba del filósofo francés Roger Garaudy, a quien acusa de traicionar el espíritu ecuménico del Instituto para el Diálogo de las Culturas. El Ayuntamiento de Córdoba cedió hace un año a Garaudy la torre de la Calahorra para que ubicara en este monumento un centro dedicado al estudio de las tres culturas que convivieron en esta ciudad entre los siglos IX y XIII: la hebrea, la cristiana y la musulmana. […] Sin embargo, la comunidad musulmana de Córdoba se ha manifestado ante la Torre pidiendo que se vaya Garaudy de Córdoba, al que acusan de traición por haber expulsado al líder de Liberación Andaluza, Abderramán Medina, de su puesto de trabajo en el instituto, y asegurando que Garaudy se ha convertido en el “nuevo inquisidor” contra los musulmanes después de haber recibido dinero de los países árabes para poner en marcha el centro. Garaudy manifiesta que ha cesado a Medina por sus implicaciones políticas, mientras que los miembros de la Yamahiria califican al filósofo francés como “el peor enemigo de los musulmanes andaluces”.» (José Luis Rodríguez, «La comunidad islámica de Córdoba protesta por la labor de Roger Garaudy», El País, Madrid, 19 enero 1988.)

«“He vivido el siglo”, dice al final de la conversación el filósofo Roger Garaudy, que pese a haberse prometido no hacerlo, escribe sus memorias. Cristiano y marxista durante años, convertido al islamismo, director de un centro en Córdoba de diálogo entre las tres culturas, Garaudy participa en un seminario sobre Pesimismo y nihilismo, en los cursos de verano de El Escorial. Garaudy ha escrito que lo que más quiso siempre fue armonizar fe, arte y política, y en efecto, hable de lo que hable, siempre se tiene la sensación de que lo remite a un mismo tronco. “Lo que siempre me fascinó de Córdoba es que durante tres siglos fuera la ciudad más importante de Europa, cuando París, Londres y Madrid no eran más que burgos. Más importante me parece aun que durante el apogeo cordobés la ciencia no quedara separada de la sabiduría, y que se hiciera una reflexión permanente sobre los fines. Además, no se buscó ni una causa ni un fin últimos, y de ahí la permanente unión, en la cultura cordobesa, de la ciencia y la sabiduría con la fe”. Y ésta, el Islam, es a juicio de Garaudy el común denominador de las otras religiones: en el Corán, Abraham es considerado el padre de la fe, y Moisés y Jesús son profetas.» (Pedro Sorela, «'He vivido el siglo', dice Roger Garaudy», El País, Madrid, 4 agosto 1988.)

1990 «El filósofo francés Roger Garaudy, que desde 1974 presidía en Ginebra el Instituto para el Diálogo de las Culturas, dependiente de la Unesco, ha abandonado este cargo. Garaudy, a quien el Ayuntamiento cedió en 1987 un edificio histórico, la Torre de la Calahorra, para ubicar un centro ecuménico dependiente del citado instituto, ha informado de su decisión al alcalde de la ciudad, el comunista Herminio Trigo. El argumento utilizado por Roger Garaudy para justificar su retirada de este puesto es su avanzada edad, ya que “el Ayuntamiento cedió la Calahorra por 49 años; ahora tengo 77 y es imposible que pueda acabar la tarea”. Su sucesor, Robert Lamand, preside en Francia la asociación Islam-Occidente, también de carácter ecuménico, y considera “un honor y un desafío” su nombramiento, aceptado por el alcalde de Córdoba. Lamand es cristiano, no musulmán como Garaudy, pero este hecho se considera irrelevante para el funcionamiento del centro, ya que el principal objetivo del mismo es ser un puente entre Oriente y Occidente y evocar el papel histórico de Córdoba como lugar de simbiosis y de convivencia de las tres culturas del libro, la judía, la musulmana y la cristiana.» (María Olmo, «Garaudy abandona el Instituto para el Diálogo de las Culturas», El País, Madrid, 26 abril 1990.)

Córboba Int TV Conectando Culturas
Córboba Int TV Conectando Culturas

Canal Córdoba Internacional, conectando culturas, es un canal de televisión mahometano en español, con sede en San Sebastián de los Reyes (Madrid) y oficinas por Iberoamérica, auspiciado al parecer con dineros catarís, en el que colaboran varios mahometanos conversos desde el catolicismo, que desde 2011 lleva el nombre de Córdoba por todo el mundo en monocorde diálogo coranizador.

1988 «Por ejemplo, la España de las tres culturas la volvemos a hallar en la obra de Cervantes en el momento en que se la negaba y destruía; se vuelve a encontrar en la poesía de San Juan de la Cruz, tan próxima no sólo al “Cantar de los Cantares” de la Biblia, sino también, de manera misteriosa pero real, a la poesía sufí. La reencontramos en el “retorno a los orígenes” de Goya y también en Gaudí, quien destacaba ya que, para España, “la originalidad es la vuelta a los orígenes”. Y no es casual que le interese el arte anterior a los Reyes Católicos, es decir a la vez el arte mudéjar y el arte gótico. En efecto, en la época en que España era el verdadero centro de la cultura universal, había, por una parte, la influencia del Norte, que pasaba por el camino de Santiago y los monjes de Cluny, y, por otra, los traductores de Toledo, que tradujeron toda la filosofía árabe y retradujeron toda la filosofía griega trasmitida por los árabes. Muy pocos saben que el pensamiento griego llegó a nosotros salvaguardado por los árabes, es decir que gracias a esta España de las tres culturas se preservaron en Europa los fundamentos clásicos de la cultura occidental moderna. […] Por ejemplo, no hay en ningún país de Europa un Cervantes, ni un Fernando de Rojas, ni un San Juan de la Cruz. Ahora bien: por vías muy misteriosas, los tres son producto de la España de las tres culturas.» (Juan Goytisolo, «Un europeo de menos, un europeo de más» [entrevistado por Sami Nair], Letra Internacional, Editorial Pablo Iglesias [publicado con ayuda de la Comisión de las Comunidades europeas y el CEPP de Oxford], verano 1988, nº 10, págs. 77-79.)

1991 «Una joven madrileña, ganadora del Premio “Río Ungría”. El poema titulado “De tres culturas distintas y una sola ciudad verdadera” presentado bajo el lema de “Narciso” y del que es autora una joven madrileña llamada Inmaculada Camacho López, ha resultado ganador del premio de poesía Río Ungría que tiene al escritor Francisco García Marquina como auspiciador en su Molino de Caspueñas. […] Un selecto y notable jurado que un año más contó con la presencia del Premio Nobel de Literatura, Camilo José Cela.» (El Decano de Guadalajara, 26 junio 1991.)

«En lugar de corear frases subversivas, gritarán ¡Viva Maimónides!, ¡Viva Averroes!, ¡Ra, ra, ra! Nos olvidaremos de Isabel la Católica y de la Inquisición y entronizaremos a Alfonso X El Sabio, el rey de las tres culturas. Aquí no ha pasado nada; de un plumazo olvidaremos cinco siglos de historia y todos juntos, judíos, árabes y cristianos, bajo el manto protector de los norteamericanos fumaremos la pipa de la paz.» (Fernando Borlan, «Made in Spain», El Decano de Guadalajara, 23 octubre 1991.)

1992 «Sharon Isbin, Reinette Oranesa y Carmen Linares en su actuación ofrecerán Córdoba de las tres culturas.» (Ritmo, junio 1992, pág. 27.)

1993 «La obra de Castro debe contemplarse bajo el aspecto central de su descubrimiento de un diálogo entre las tres culturas históricas españolas, la judía, la árabe y la cristiana, sin embargo truncado a lo largo de la historia moderna de España, y precisamente hasta el día de hoy. Semejante descubrimiento posee una clara dimensión intelectual y polémica. Significó una ampliación de la conciencia histórica española a una realidad cosmopolita, dialogante e inteligente, contrastada con los valores casticistas del siglo XX español.» (Eduardo Subirats, «Cuarteto español», Letra Internacional, Editorial Pablo Iglesias, mayo 1993, nº 28, pág. 24.)

«El discurso político que se desprende de estas afirmaciones [de Finkielkraut] es la imposibilidad de convivencia en un país de dos culturas diferentes. En la historia de España la ciudad de Toledo es un ejemplo de convivencia de tres culturas, judía, cristiana y árabe, hasta que la intolerancia se hizo presente.» (Jorge Novella Suárez, «Racismo, ética y modernidad», Leviatán, Fundación Pablo Iglesias, otoño/invierno 1993, 53/54, pág. 92.)

1995 «Madrid cuenta con cerca de 20 parques y jardines de distrito o de barrio. El último que se ha incorporado a la geografía verde madrileña es el de Juan Carlos I, con 220 hectáreas de superficie, y que conforma todas las características del parque urbano, con diversas macroesculturas de autores de reconocido prestigio; el jardín de las tres culturas: la judía, la musulmana y la cristiana; un anfiteatro que imita un agora griega, un bulevar periférico circular, una ría con estanques de 2 kilómetros de longitud.» («La ciudad con más zonas verdes del mundo», Hoja del Lunes, Madrid, 17 julio 1995.)

1997 «Hace unas décadas se hablaba mucho de las dos españas. Ahora el tema estelar se refiere a las tres culturas. La relación entre ambos es evidente: las Dos Españas habrían surgido como fracaso de Las Tres Culturas. Venció una de ellas, rompió su armonioso encaje, se entronizó la intolerancia y el fanatismo, pero los vencidos pervivieron por ocultas vías, esquivando las persecuciones inquisitoriales, soportando las amarguras del exilio, hasta que en la Nueva Era sus esfuerzos se unieron a los nuevos valores que afloraron con la Ilustración y la Revolución Francesa, entablando singular combate, unas veces intelectual, otras material y sangriento, una lucha llena de alternativas que forman el tejido de nuestra historia reciente. Son, como digo, dos temas enlazados y compatibles, puesto que el uno antecede al otro. Ambos cargados de ideología y de prejuicios, lo que no poco desvirtúa los méritos indudables de los contendientes. El gozne entre los dos fue la memorable polémica entre Américo Castro y Sánchez Albornoz. Ahora me toca intentar no un estudio profundo, que excedería mucho a mi capacidad, sino unas reflexiones sobre el primero de estos dos temas, el de las Tres Culturas que florecieron y convivieron en la Península Ibérica desde los tiempos medievales hasta los albores de la Edad Moderna.» (Antonio Domínguez Ortiz, «Las Tres Culturas en la Historia de España», en España, reflexiones sobre el ser de España, Real Academia de la Historia, Madrid 1997, págs. 171-193.)

«Segovia: Tres culturas. “La España de las tres culturas” es el título del ciclo de conciertos que ha organizado la Fundación “Don Juan de Borbón”, de Segovia. Se trata de un interesante proyecto con el que se pretende rendir homenaje a uno de los hombres más ilustres de la localidad, Juan Arias Dávila. Obispo de Segovia, Arias Dávila fue catalizador de diversas tradiciones culturales, de ahí que este programa sea el resultado de la fusión de las tres culturas que han estado presentes en la historia de la capital castellana: la cristiana, la judía y la árabe. Se clausura el 1 de junio, con la actuación del grupo Alia Música, quienes ofrecerán canciones de liturgia judeo-española. Han participado con éxito el grupo Alfonso X El Sabio, Begoña Olavide, el Grupo Sema, Sor Marie Keyrouz y su Grupo de la Paz, y la Orquesta IBN Báya.» (Ritmo, Madrid, junio 1997, pág. 42.)

1999 «Incompatibilidad entre moros y cristianos. Desde luego, el alcance de esta “réplica cristiana” al Islam sólo se podrá medir (en su alcance material) cuando presupongamos la tesis de que entre el cristianismo romano y el Islam no cabe “reconciliación”, ni diálogo alguno (salvo el diálogo en el que se negocia la batalla); cuando presuponemos que, sin perjuicio de la eventual posibilidad de coexistencia y cooperación, el Islam y el Cristianismo romano son inmiscibles. Han convivido durante ocho siglos, sin duda (cuando en la convivencia incluimos la lucha); pero la convivencia no significa integración. A lo más que puede llegarse es a algunas mezclas de materiales y a una relativa “tolerancia” mutua (efecto, en realidad, del temor); a la coexistencia pacífica propia de los que, a lo sumo, aunque se sientan como iguales, saben que han de permanecer separados. La Mezquita de Córdoba, con su Catedral empotrada, según el proyecto del Cabildo presidido por el obispo don Alfonso Manrique, puede ilustrar el alcance de esa supuesta “síntesis de culturas”. La disyunción entre las dos culturas (es decir, la imposibilidad de que los individuos que pertenecen a la “clase islámica” puedan a la vez pertenecer a la “clase cristiana”, o viceversa) no excluye la posibilidad de la conversión o trasvase de individuos de una clase a la otra. Cuando Cisneros comenzó la reforma de las órdenes monásticas –reforma que implicaba la observancia estricta del celibato eclesiástico– cuatrocientos frailes andaluces pasaron al Norte de África, convirtiéndose al Islam, a fin de mantenerse en compañía legal con sus barraganas. “Una consideración imparcial de los datos, muy abundantes, de que disponemos (dice Antonio Rodríguez Ortiz en su magistral exposición sobre Las tres culturas en la Historia de España) nos lleva a pensar que más que una convivencia hubo entre las tres culturas, desde la vertiente religiosa que imprimía el sello a cada una, una coexistencia problemática, salpicada de incidentes y marcada por el signo de la desigualdad jurídica, la negación del convivium (por la costumbre y por los tabúes rituales alimenticios) y la prohibición radical del connubium. No es posible hablar de verdadera convivencia cuando faltan sus dos signos esenciales.”
En cuanto a la tolerancia, que tanto encareció Américo Castro, entre moros y cristianos (por no incluir también a los judíos) subrayaríamos que se trata de una tolerancia de yuxtaposición y, en todo caso, muy relativa, incluso cuando la referimos a la época de Fernando III el Santo, el “Rey de las tres religiones” (hoy dicen algunos: el “Rey de las tres culturas”). Cuando entró en Sevilla en 1248, el Santo Rey dispuso que todas las casas y tierras, “hasta la última vid y el último olivo”, se repartieran entre los conquistadores; las Cortes de 1258 ordenaron que “los moros que moran en las Villas que son pobladas de cristianos que anden cercenados alrededor o el cabello partido sin copete e que trayan las barbas largas como manda su ley, ni trayan cendal nin peña blanca, nin paño tinto, si non como dicho est de los judíos, nin zapatos blancos, nin dorados, e el que los trujere que sea a merced del Rey”. La convivencia pacífica de las tres religiones, en la vida cotidiana, tenía lugar si el poder imperial lo ejercían los Abderramanes o los Gisenes, excluyendo del Estado a judíos y cristianos (sin perjuicio de servicios mutuos importantes); si el poder imperial lo ejercían los Alfonsos o los Fernandos, la convivencia tenía lugar excluyendo del Estado a los judíos y a los moros (sin perjuicio de utilizar el servicio de sus médicos o escribas). Y la convivencia terminaba expulsando a los moros y judíos.» (Gustavo Bueno, España frente a Europa, Alba, Barcelona 1999, págs. 284-286).

2002 «(2B) “Todas las culturas son iguales”, pero sin necesidad de presuponer entre ellas un régimen de separación; por el contrario, postulando la posibilidad y conveniencia de una convivencia o yuxtaposición de los hombres pertenecientes a las diversas culturas (este era el esquema que Américo Castro utilizó para describir la supuesta convivencia, bajo Fernando III el Santo, de las tres religiones –judíos, moros y cristianos– que hoy se acostumbra a traducir como la convivencia entre “las tres culturas”).» (Gustavo Bueno, «Etnocentrismo cultural, relativismo cultural y pluralismo cultural», El Catoblepas, abril 2002.)

«Casi 800 años después, cuando las relaciones entre las tres culturas –en especial entre la árabe y judía– se encuentran en su momento más bajo, ha resurgido la iniciativa de la convivencia constructiva, de la música como universo sin razas, en respuesta y ejemplo para la situación dolorosa que hoy vive Oriente Medio. Los nuevos “reyes-mecenas” son Daniel Barenboim –el último de los grandes solistas/directores–, y el escritor palestino Edward Said, que han creado el Taller del Diván para que convivan (por cuatro años consecutivos) músicos de las tres culturas. ¿El resultado? Espectacular.» (Carlos Tarín, «La música como entendimiento», Ritmo, Madrid, noviembre 2002, pág. 51.)

Feria del Libro de Madrid 2003: Encuentro de las Tres Culturas
Feria del Libro de Madrid 2003: Encuentro de las Tres Culturas

2003 «La Feria del Libro de Madrid promocionará este año la tolerancia y la convivencia entre culturas bajo el lema “Encuentro de las Tres Culturas”. Tres exposiciones, conciertos y varios debates en torno a la multiculturalidad y la presencia de la escritora Fátima Mernissi, protagonizarán esta 62 edición que se celebrará del 30 de mayo al 15 de junio. La idea partió de la Fundación “Tres Culturas del Mediterráneo”, creada por Marruecos y la Junta de Andalucía, para promover la reflexión y la tolerancia mediante distintas actividades culturales.» (CLIJ, Barcelona, julio 2003, nº 161, pág. 80.)

«Sociedad, Cultura y Religión. […] Tercer curso. Contenidos. 1. Historia y religión del pueblo de Israel. La tradición bíblica. 2. El cristianismo primitivo y su desarrollo. 3. El cristianismo en la sociedad y en las instituciones de Europa Medieval. 4. El Islam: doctrina, civilización y culturas. 5. Las tres culturas religiosas en la Península Ibérica en la Edad Media y la formación del Estado moderno. Religión y Estado. 6. Humanismo, Reforma y Contrarreforma. Guerras de Religión. Tolerancia. Separación entre Estado y Religión.» (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España, Real Decreto 831/2003, de 27 de junio, por el que se establece la ordenación general y las enseñanzas comunes de la Educación Secundaria Obligatoria.)

2004 «Por otro lado, tenemos a César Vidal y su oportuno libro España frente al Islam (ciertamente, con un tono cercano al agitprop) y sobre todo al profesor Gustavo Bueno, quien con más valentía y credibilidad afronta el reto de demostrar que el mito de las tres culturas es falso. Recuérdese la brillante explicación del terrorismo suicida, a partir de la discusión de Santo Tomás y Averroes sobre el entendimiento agente. O las diferencias entre el monoteísmo y el politeísmo trinitario, a través la disputa del arzobispo Elipando.» (José Manuel Gallego García, «Descontrol religioso», El Catoblepas, mayo 2004.)

Proyecto de Coliseo de las Tres Culturas de Madrid, promovido por Jose Luis Moreno
Proyecto de Coliseo de las Tres Culturas de Madrid, promovido por Jose Luis Moreno

«“La Filarmónica será el elemento básico del Coliseo de las Tres CulturasÓpera actual: ¿Cómo se involucró en el proyecto del Coliseo de las Tres Culturas de Madrid? José Cura: Las conversaciones con respecto a este proyecto se remontan a bastante tiempo atrás, pero se concretaron recientemente, tras mis funciones de Samson en Londres. Después de intensas discusiones acepté el puesto de Director General de Disciplina Musical y Artística, o sea, el de Director Musical y Artístico. Ó. A.: ¿Qué relación tiene con José Luis Moreno? J. C.: Es una persona y un músico muy capaz, además de ser el creador y principal mecenas de este proyecto. Sería muy erróneo encasillarlo como presentador de televisión cuando su cultura musical es muy amplia. Moreno es un músico con todas las de la ley; que se haya hecho famoso por otras razones es otra cosa. Moreno es el dueño de todo, quien inventó el proyecto, aprobó los diseños y siempre tendrá una voz en todo; sería imposible que no la tuviera.» (Ópera Actual, Barcelona, junio 2004, pág. 30.)

“Un proyecto faraónico. En torno al Coliseo de las Tres Culturas. Una fastuosa presentación pública en el Hotel Ritz de Madrid el pasado 14 de abril, con la presencia de la insigne soprano Montserrat Caballé –entonces directora general y artística del proyecto–, del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón –que cedió por 75 años los terrenos para el complejo cultural–, del arquitecto autor del proyecto, Ignacio Vicens, y de un número importante de personalidades del mundo de la política, la cultura, las artes y del periodismo musical, se convirtió en el marco para dar a conocer el sueño de José Luis Moreno: el Coliseo de las Tres Culturas. Todo ello presidido por una maqueta espectacular del inmenso complejo arquitectónico que albergará tres teatros, uno para ópera, opereta y zarzuela, otro para musicales y conciertos sinfónicos y un tercero para obras de teatro de texto ubicado en la periferia de Madrid, en el distrito de Hortaleza. […] Es posible que por estos días José Cura asuma además la dirección artística de la temporada de ópera, tal y como ha confirmado al cierre de esta edición a Ópera actual desde Zurich, afirmando que estaba en conversaciones respecto de este apartado con José Luis Moreno. El tenor argentino residente en Madrid está muy implicado en la creación de una Orquesta Sinfónica y de un Coro para el Coliseo de las Tres Culturas, tal y como explicaba en la entrevista publicada en estas mismas páginas en su edición de verano. Sorprende esta historia tanto por el ambicioso proyecto, claramente faraónico pero de innegable belleza y atractivo, como por las personas que están –o han estado– implicadas. Parece que existen muchas dudas sobre la viabilidad económica tanto del proyecto arquitectónico como del artístico, dudas que incluso se plantearon el mismo día de la presentación del Coliseo en el Hotel Ritz de Madrid. El tiempo se encargará de despejarlas.» (Ópera Actual, Barcelona, octubre 2004, 74, págs. 40-41.)

«El trato recibido por los judíos en la sociedad de predominio islámico es malo y el hecho, innegable, de que en la sociedad europea cristiana medieval fuese peor en muchos momentos, no lo convierte en bueno. Sobre esto recomiendo leer el libro de Bernard Lewis Los judíos del islam, que además de maravillosamente documentado, es una obra ponderada y muy objetiva. Las persecuciones abundaron, el trato sistemático vejatorio, también. Maimónides es un ejemplo –muy utilizado por los propagandistas de Las Tres Culturas, paradójicamente como prueba de convivencia– de intelectual coaccionado, forzado a emigrar, a hacerse musulmán y finalmente procesado por haber vuelto al judaísmo. Yo no sé de qué hablan quienes esgrimen su caso como muestra de tolerancia islámica. No sé si es ignorancia o cara dura, o las dos cosas.» («Entrevista a don Serafín Fanjul», El Catoblepas, agosto 2004, pág. 1.)

2005 «Continuing the dialogue launched by María Rosa Menocal's lecture on Thursday, September 29 [2005], the UW-Madison Center for the Humanities and the Lubar Institute for the Study of the Abrahamic Religions will host an informal dialogue on the nature of interfaith relations, using as a starting point the unique historical moment of Medieval Spain. Professor Menocal will introduce the discussion with a summary of her September 29 lecture, Three Cultures or One? Muslims, Jews and Christians and the Art of Coexistence in Medieval Spain.» (Lubar Institute for the Study of the Abrahamic Religions, lisar.lss.wisc.edu/)

«En el caso de la vieja tolerancia española, la convivencia de que se trata no fue de tres culturas, que es una necia fórmula que implica contradicción en los propios términos de su enunciación, porque la viabilidad de una sociedad humana sólo es materialmente posible en la ordenación y cohesión de un unum cultural, y jurídico-institucional, por lo tanto. Y esto es algo de una tal evidencia que los judíos hispano-portugueses exilados en Amsterdam alababan desde el punto de vista político la política de su expulsión por parte de los Reyes Católicos, que garantizaba ese unum. Se trataba, entonces, en aquella vieja tolerancia española, de la convivencia more bizantino entre hombres de las tres leyes, como se decía en la época, esto es de islámicos, judíos, y cristianos, en la cultura y marco político-jurídico de la España cristiana medieval.» (José Jiménez Lozano, «La tolerancia y sus constructos», Cuadernos de pensamiento político, FAES, Madrid, octubre-diciembre 2005, pág. 11.)

2007 «Al judeófobo de izquierdas, puesto que es en este ámbito ideológico donde más abunda el supuesto amor al hebreo peninsular medieval, las aljamas del medioevo le remiten a una idealizada España de las tres culturas. El defensor del multiculturalismo, con independencia de que esta persona sea un socialdemócrata o un radical enemigo de las democracias, se remite a una imaginaria Península Ibérica en la que convivían en paz y armonía las tres religiones monoteístas.» «El mito de la España de las tres culturas, de un supuesto multiculturalismo medieval ibérico, se basa en buena medida en la obra de Américo Castro, que en su larga disputa con Claudio Sánchez Albornoz siempre defendió esta idea. Si bien dicho autor no llegaba hasta los límites absurdos que se han alcanzado en la actualidad.» «Uno de los máximos exponentes de la idealización de la tolerancia medieval hacia los judíos en España es el francés Roger Garaudy, uno de los más destacados antisemitas de las últimas décadas. Su historia personal es la de la defensa del totalitarismo y la difusión del odio antisemita. Tras haber sido miembro del Comité Central del Partido Comunista Francés pasó a defender sin decoro la figura de Adolf Hitler. Convertido a una versión radical del Islam en los años 80, en 1995 escribe el libelo Los mitos fundacionales del Estado de Israel. En este libro, que le convierte en uno de los grandes referentes del nazismo contemporáneo y de importantes sectores de la extrema izquierda de todo el mundo, niega la existencia del Holocausto y fomenta el odio a los judíos. Por este motivo es condenado en Francia por negación de crimen contra la humanidad y “difamación racial”. Sin embargo, en España encuentra su refugio y hasta el premio de las autoridades por difundir la idea de un supuesto oasis andalusí de multiculturalismo y respeto. La Consejería andaluza de Cultura, entonces a cargo de Carmen Calvo, entrega a su Fundación Roger Garaudy la gestión del Museo Torre de la Calahorra de Córdoba. No importa que el francés niegue el Holocausto o sea un héroe para totalitarios de todo el mundo. Lo fundamental es que su fundación busca difundir el conocimiento de “la tolerancia y el respeto que presidía la convivencia de las tres culturas, cristiana, judía y musulmana, y aspectos de la vida cotidiana”.» (Antonio José Chinchetru, «Las coartadas del antisemitismo: el mito del “judío arqueológico”», Cuadernos de pensamiento político, FAES, Madrid, julio-septiembre 2007, págs. 187, 188 y 190.)

«Otro conocido panegirista de estos cenáculos de intelectuales y políticos deslumbrados por Orientalismo y su autor [Edward Said] es, sin duda, Bernardino León, ex coordinador de la Fundación Tres Culturas y actual secretario de Estado de Asuntos Exteriores, para el cual este intelectual palestino es “el pensador más original del siglo XX” y “el más grande intelectual de nuestro tiempo”.» (Fernando Peregrín Gutiérrez, «Treinta años de Orientalismo. Crónica breve de un fraude intelectual y académico», Cuadernos de pensamiento político, FAES, Madrid, octubre-diciembre 2007, pág. 146.)

2008 «La Junta de Andalucía, informada por la ideología de Blas Infante, se ha convertido en adalid de una visión idílica y paradisíaca de Al-Ándalus, en la que las Tres Culturas se pasaban el día cogiditas de la mano y cantando en corro (hablar de tres culturas anula la consideración de las pervivencias paganas, germánicas, vascas o beréberes, por ejemplo, y supone una concepción decididamente urbana de la cultura). Así como ha hecho una contribución completamente innecesaria a la Leyenda negra, Antonio Gala ha contribuido poderosamente a la forja del mito de Al-Ándalus.» (José María Bellido Morillas, «Idola fori de la cultura española», El Catoblepas, mayo 2008.)

«Si en el año 2002 el premiado fue Emilio González Ferrín con su obra La palabra descendida. Un acercamiento al Corán, este año 2008 el jurado ha premiado a un libro que representa, en apariencia, antagónicos valores, pues pone en evidencia el mito de Al Ándalus y la convivencia de las denominadas Tres Culturas.» (José Manuel Rodríguez Pardo, «Fundamentalismo democrático frente a fundamentalismo islámico» [sobre el libro de Rosa María Rodríguez Magda, Inexistente Al Ándalus. De cómo los intelectuales reinventan el Islam, Ediciones Nobel, Oviedo 2008], El Catoblepas, julio 2008.)

«En fechas recientes, el arabista español Serafín Fanjul (rara avis en un gremio universitario que da grima) ha publicado una serie de volúmenes en los que denuncia la historia mágica de Al Ándalus propagada (popularizada, vulgarizada, folclorizada) entre nosotros, por fieles de raza, conversos y compinches, cuyos mismos títulos (o subtítulos), sitúan sin rodeos el centro de asunto: el paraíso de las tres culturas, la “civilización musulmana de España”, no son más que un mito (Al-Ándalus contra España. La forja del mito (Siglo XXI, 2000) y una quimera (La quimera de Al-Ándalus, Siglo XXI, 2004).» (Fernando R. Genovés, «Rosa María Rodríguez Magda, Inexistente Al Ándalus», Cuadernos de pensamiento político, FAES, Madrid, julio-septiembre 2008, pág. 252.)

2009 Jerome Kagan, The Three Cultures. Natural Sciences, Social Sciences, and the Humanities in the 21st Century (revisiting C. P. Snow), Cambridge University Press, Nueva York 2009, 311 págs.

2010 «En este sentido, se produce una mitificación del orden medieval de la “España de las tres culturas” como ideal de tolerancia, que el propio presidente Obama ha evocado como ejemplo hacia el mundo islámico.» (Javier Zarzalejos, «Identidad y política en España», Cuadernos de pensamiento político, FAES, Madrid, abril-junio 2010, pág. 24.)

«En su última clase antes de jubilarse, Antonio Cascales Ramos (Sevilla, 1940) habló del espacio de los lugares y el espacio de los flujos. […] Van a echar de menos a este profesor de Comunicación Intercultural. Las tres culturas de su asignatura no tienen nada que ver con el aggiornamento clásico que da nombre a una Fundación, judíos, musulmanes, católicos, “una síntesis que en la Edad Media funcionó bastante bien”. Sus tres culturas emergen en los años sesenta en Estados Unidos: la de los chicanos abanderados por Chaves, un líder carismático que convoca una huelga de los recogedores de frutas de California que contó con el apoyo de Bob Kennedy en plena campaña electoral. “Lo apoya porque Chaves era profundamente católico, se sabía la Rerum Novarum de memoria y se la creía.” Las otras dos culturas son más populares, la de la negritud alentada por Martin Luther King y la cultura joven, un semillero que tiene como detonante el baby boom de los veinteañeros hijos de los soldados que vuelven del frente de la II Guerra Mundial. Cantera sociológica de Berkeley y del mayo francés.» («La química de un agnóstico», Diario de Sevilla, 1 noviembre 2010.)

GBS