Filosofía en español 
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Tomo quinto Carta XXV

Al señor Don José Díaz de Guitián, residente en la Ciudad de Cádiz

1. Señor, y dueño mío: La de Vmd de 4 del presente, con la adjunta descripción del Terremoto, que se padeció en esa Ciudad, y País, recibí ayer 18 del mismo. Por acá también tuvimos Terremoto el mismo día, y al mismo tiempo, pero no tan cruel como en la Andalucía, y en Portugal. Parece, que ha comprehendido a toda nuestra Península, según las noticias, que vienen de varias partes. ¿Y qué sé yo si se extendió también a la Francia? La grande extensión de este terrible fenómeno es lo que hay en él de singular. Es verdad, que el P. Regnault en sus Diálogos Físicos da noticia de un Terremoto, que en el siglo pasado hubo en la América, y se extendió por espacio de cuatrocientas leguas, trastornando enteramente una montaña, que ocupaba la cuarta parte de este espacio. También hay algunas señas de que los temblores, que en Sicilia, y Nápoles causan el Mongibelo y el Vesubio, tiene alguna comunicación hacia la parte marítima del Delfinado. De la Antigüedad no he leído Terremoto alguno de tanta extensión; porque lo que refiere Platón de la Isla Atlántida (véase el Teatro Crítico, Tomo IV, Disc. X), que ocupaba todo el espacio, que hoy ocupa todo el Océano Atlántico, y un Terremoto la sumergió toda, está comúnmente reputado por fábula Egipciaca. Es verdad, que Plinio en el lib. 2, cap. 84, dice, que en tiempo de Tiberio Cesar una noche un Terremoto arruinó doce Ciudades de la Asia; pero sobre que se añade, que este fue el mayor Terremoto, que hubo jamás hasta su tiempo, las doce Ciudades podían estar contenidas en mucho menor espacio de terreno, que la quinta [400], o sexta parte de España.

2. Y si los terremotos de este siglo, y el pasado exceden en su extensión a todos los antiguos, no sé si podremos temer, que el Globo Terráqueo se vaya minando más, y más cada día, y por consiguiente las ruinas se vayan haciendo mayores cada día, hasta llegar a una portentosa calamidad. El gran Newton, por haber observado algunas nuevas irregularidades en el movimiento de los Astros, llegó a decir, que consideraba ser necesario, que el Autor de la Naturaleza, antes de mucho tiempo volviese a aplicar la mano a la obra, para reintegrar los cuerpos celestes en la existencia, atracción, y método primitivo de sus movimientos. Es verdad, que en lo que leí de las Obras de Newton no hallé tal observación, aunque algunos se la atribuyen. Pero el famoso Monsieur de Fontenelle, a quien doy más fe, no dice, que Newton observó esta irregularidad como presente, sí solo, que la anunció como futura. Añádase a las observaciones de Newton, sean de una suerte, o de otra, la que se hizo después en Roma, a que estuvo presente el Cardenal Polinac, de haberse abierto enteramente un monte de la Luna. Supongo no ignora Vmd. ser evidente ya a los Astrónomos, que hay montes en la Luna, mucho más altos que todos los de la tierra, lo que se hace manifiesto por la variedad de las sombras, que en aquel Astro produce interceptada la luz del Sol.

3. Posible es, pues, que en el Globo Terráqueo haya nuevas irregularidades análogas a las de los cuerpos celestes, que pidan asimismo nueva aplicación de la mano del Artífica para la conservación del Orbe: mas sin Vmd. reputare por sueño de Newton su temor, en orden a la ruina, o alteración insigne de los cuerpos celestes, y por sueño mío lo que acabo de proferir, y otro igual temor en orden al Globo Terráqueo, le queda entera facultad para ello.

4. No sé si será ajena también de todo fundamento la conjetura, que hago, de que si el Terremoto de [401] España se ha extendido a la Francia (mucho más si ha pasado más adelante), tendrán motivo los señores Filósofos Extranjeros, para atribuir los Terremotos a un nuevo milagro de la virtud eléctrica, como ya casi generalmente recurren a ella para explicar la causa de truenos, y rayos; porque a la verdad la comunicación de movimiento a distancias tan enormes, dentro de un momento, hace bastante eco a la comunicación momentánea del movimiento concusivo, que hace a larga distancia la virtud eléctrica. Pero todo esto es para reflexionado más despacio, y no dictado tumultuariamente. Pero últimamente ni sirviera para divertir algo a Vmd. doy por bien empleado el tiempo, que gasté en este confuso rasgo de Física.

Nuestro Señor guarde a Vmd. muchos años. Oviedo, y Noviembre 19 de 1755.


{Feijoo, Cartas eruditas y curiosas, tomo quinto (1760). Texto según la edición de Madrid 1777 (en la Imprenta Real de la Gazeta, a costa de la Real Compañía de Impresores y Libreros), tomo quinto (nueva impresión), páginas 399-401.}