Antonio de
Guevara


Edición digital:

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· Década de Cesares
· Aviso de privados
· Menosprecio de corte
· Arte de Marear
· Epístolas familiares
· Oratorio de religiosos
· Monte Calvario 1
· Monte Calvario 2

Sobre Guevara:
· Bibliografía

 

Antonio de Guevara
Libro áureo
de Marco Aurelio

Sevilla 1528


  • Prólogo.
  • Argumento.
  • Capítulo I. De la naturaleza y linage de Marco Aurelio Emperador.
  • Capítulo II. De los maestros que tuvo Marco Aurelio Emperador, y de las leyes que tenían los romanos en criar los moços.
  • Capítulo III. De las muchas sçiençias que aprendió Marco Aurelio Emperador, y de una carta que escrivió a un amigo suyo llamado Polión.
  • Capítulo IV. Que por ser sabio Marco Aurelio Emperador, en su tiempo floresçieron muchos y muy famosos sabios en Roma.
  • Capítulo V. De un hijo muy querido que tuvo Marco Aurelio Emperador, el qual se le murió, y del sentimiento que por él se hizo.
  • Capítulo VI. De los ayos que tomava Marco Emperador para criar sus hijos, y para esto mandó llamar todos los sabios de Italia.
  • Capítulo VII. De lo que acontesçió a çinco sabios en casa del Emperador, los quales por no ser cuerdos fueron de su palacio expellidos.
  • Capítulo VIII. De un razonamiento que hizo Marco Emperador a los ayos que avían de criar al prínçipe, su hijo, en el qual se ponen muy buenas doctrinas para los moços.
  • Capítulo IX. De los viçios que han de apartar a los príncipes sus ayos, y cómo los buenos padres han de criar a sus hijos.
  • Capítulo X. Cómo Marco Emperador criava a las infantas sus hijas, y quánta diligençia ponía en buscar graves matronas para enseñarlas.
  • Capítulo XI. Cómo Marco el Emperador elegía los yernos que avían de casar con las infantas sus hijas, y cómo los buscava no ricos, sino virtuosos.
  • Capítulo XII. De lo que dixo Marco Aurelio Emperador a unos cavalleros romanos, padres de un mançebo, al qual querían casar con una de las infantas.
  • Capítulo XIII. En el qual Marco Emperador amonesta a los padres que tienen hijos examinen mucho al yerno o a la nuera antes que los traigan a casa.
  • Capítulo XIV. Cómo Marco Emperador era amigo de nobles exerçiçios y enemigo de truhanes, y de un ruido que huvo en Roma por ellos.
  • Capítulo XV. De la buena conversaçión que Marco Aurelio Emperador tenía con todos los que tractava, y cómo era grato a sus amigos y suffrido con sus enemigos.
  • Capítulo XVI. De la fiesta que çelebravan los romanos en Roma al dios Jano, y de un gran hecho de clemençia que hizo Marco Aurelio Emperador en ella.
  • Capítulo XVII. Que los prínçipes no deven ser exquivos en su conversación, y de lo que Marco Emperador dixo a un senador en este caso.
  • Capítulo XVIII. Cómo Marco Emperador jamás estava oçioso, y en qué manera tenía repartidas todas las horas del día para complir con todos los negoçios del Imperio.
  • Capítulo XIX. Cómo la Emperatriz Faustina pidió al Emperador Marco, su marido, la llave del estudio, y lo que le dixo sobre ello.
  • Capítulo XX. En el qual prosigue Marco Emperador su plática a Faustina, y aquí se tracta quánto peligro tienen los hombres que tractan mucho con las mugeres.
  • Capítulo XXI. En el qual el Emperador Marco, prosiguiendo su plática, finalmente responde a Faustina en lo de la llave. Habla de los antojos que tienen las preñadas.
  • Capítulo XXII. Cómo en tiempo de Marco Emperador vinieron los mauritanos con una flota a conquistar la Gran Bretaña, que agora es Ingalaterra.
  • Capítulo XXIII. Cómo Marco Emperador llamó un día a todos los offiçiales de su corte, y de una plática que les hizo contra la oçiosidad.
  • Capítulo XXIIII. En el qual el Emperador prosigue su plática, y habla quánto peligro tienen los cortesanos que mucho tiempo andan en la corte, y nótese bien.
  • Capítulo XXV. Cómo el Emperador Marco, prosiguiendo su razonamiento, amonesta a los suyos que no sean osados por su corte andar oçiosos.
  • Capítulo XXVI. De un monstruo muy espantable que fue visto en Siçilia en tiempo del Emperador Marco, y del daño que hizo en Palermo.
  • Capítulo XXVII. Cómo en el mes de diziembre cada año visitavan a todos los vezinos de Roma para saber cómo vivían, y de lo que accusaron a un romano.
  • Capítulo XXVIII. De una gravíssima pestilençia que huvo en Roma en tiempo de este buen Emperador, y de las señales espantables que la preçedieron.
  • Capítulo XXIX. De una enfermedad que tuvo Marco Emperador, y de lo que dixo a unos médicos porque le reñían que, estando malo, no dexava los libros.
  • Capítulo XXX. Cómo en los prínçipes más que en todos los otros es muy peligrosa la ignorançia. Habla bien este capítulo en favor de los sabios.
  • Capítulo XXXI. De lo que dixo un villano del Danubio en presençia del Emperador Marco a todo el Senado de Roma. Es cosa notable.
  • Capítulo XXXII. Cómo el villano prosigue su plática. Dize cosas más particulares al Senado, espeçial contra los romanos crueles y juezes tyrannos.
  • Capítulo XXXIII. De una qüestión que huvo assaz dulçe el Emperador con el Senado sobre quál quería más: él al Senado o el Senado al buen Emperador; y fue juez un embaxador de Rhodas.
  • Capítulo XXXIV. Cómo Marco Emperador vio a Faustina y a Lucilla, su hija, andar en unas fiestas no bien honestas. Reprehéndese aquí el poco retraimiento de las matronas.
  • Capítulo XXXV. De lo que Marco Emperador dixo a un senador porque le loava mucho las fiestas del triumpho. Toca cómo son perseguidos los que son de otros muy honrados.
  • Capítulo XXXVI. De una reprehensión que dio el Emperador Marco a Faustina, su muger, y a la infanta Luçilla, su hija. Habla quánto bien o mal se sigue las mugeres ser honestas y dissolutas.
  • Capítulo XXXVII. Cómo prosigue el Emperador su plática y avisa a Faustina que quite a su hija de las occasiones, y que no la fíe aun de sus muy propinquos parientes, y nótese bien todo.
  • Capítulo XXXVIII. Cómo el Emperador Marco criava las infantas, y de una plática que hizo a Faustina. Habla del cuidado que han de tener los padres en casar a sus hijas y presto.
  • Capítulo XXXIX. De la muerte de Marco Emperador, y de la enfermedad, y edad, y adónde murió.
  • Capítulo XL. De una plática que hizo Panuçio al Emperador Marco, su señor, estando en la hora de la muerte, en la qual le reprehende porque teme la muerte.
  • Capítulo XLI. Cómo el Emperador Marco demandó a Panuçio, su secretario, le diese por escripto todo lo que la noche antes le avía dicho.
  • Capítulo XLII. De lo que respondió Marco el Emperador a Panuçio, su secretario. Dize muchas cosa dignas de notar, assí de la muerte como de la vida.
  • Capítulo XLIII. De lo que Marco el Emperador dixo a los ayos de su hijo y governadores del Imperio. Habla que no sean embidiosos ni cobdiciosos, pues han de regir a otros.
  • Capítulo XLIV. Cómo este exçellente Emperador a la hora de la muerte, delante su hijo Cómmodo, único heredero, declaró los que quedavan por governadores del Imperio.
  • Capítulo XLV. De lo que dixo Marco Aurelio Emperador a su hijo en la hora de la muerte. Habla quán trabajoso es ser emperador, y noten los prínçipes esta plática.
  • Capítulo XLVI. De otros más particulares consejos que dio el Emperador a su hijo Cómmodo. Especial le avisa que se allegue a consejo y que no sea pesado en el negoçiar, y lo que trae cabe sí.
  • Capítulo XLVII. De las particulares encomiendas que Marco Emperador encomendó a su hijo, espeçial a su muger y a sus criados.
  • Capítulo XLVIII. De las últimas palabras que Marco dixo a su hijo, y de la tabla de los consejos que antes que espirase le dio, y de lo que se contenía en ella.

Segundo libro


  • Carta I. Embiada por Marco Emperador a Catulo Çensorino, en la qual habla de la muerte de su muy querido hijo, el infante por nombre Veríssimo.
  • Carta II. Embiada por Marco Aurelio Emperador a un su amigo llamado Çincinato, porque siendo cavallero se tornó mercader. Es letra de notar.
  • Carta III. Embiada por Marco Emperador a Mercurio, vezino de Samia, en la qual le consuela por una nao que se le abnegó en la mar cargada de plomo.
  • Carta IV. Embiada a Cornelio por Marco Emperador, en la qual habla de los trabajos de la guerra y de la vanidad del triumpho.
  • Carta V. Embiada por Marco Emperador a Torquato, vezino de Gayeta, consolándole en un destierro. No declara la causa por que fue desterrado.
  • Carta VI. De Marco Emperador embiada a Domiçio, vezino de Capua, consolándole en un destierro, el qual fue desterrado por un ruido que se levantó en Roma entre él y otro vezino sobre un cavallo.
  • Carta VII. Embiada por Marco Emperador a Claudio y Claudina porque, siendo viejos, bivían a manera de moços. Es letra de notar.
  • Carta VIII. Embiada por Marco Emperador a Labinia, noble biuda romana, consolándola en la muerte de su marido.
  • Carta IX. Embiada por Marco Emperador a un su muy querido amigo, por nombre Antígono, desterrado de Roma a la isla de Siçilia, consolándole en un triste caso que le acaesçió.
  • Carta X. Embiada por Marco Emperador al mesmo Antígono, en la qual habla de los iuezes crueles, y en ella pone cosas notables.
  • Carta XI. Embiada por Marco Emperador a Lamberto, su governador en la isla de Hellesponto, quando desterró a los truhanes de Italia.
  • Carta XII. Embiada por Marco Emperador a Catulo, su muy espeçial amigo, en la qual le cuenta las nuevas de Roma. Es letra de notar.
  • Carta XIII. Embiada por Marco Emperador a las enamoradas romanas porque, estando él en Rhodas, representaron dél una farsa en unas fiestas en Roma.
  • Carta XIV. Embiada por Marco Emperador a Bohemia, amiga suya antigua, porque le embió a dezir que se quería con él ir a la guerra.
  • Carta XV. De la dicha, su amiga Bohemia, en respuesta de la a ella embiada, y es letra de notar.
  • Carta XVI. Embiada por Marco Emperador a Macrina, donzella romana, de la qual se enamoró viéndola a una ventana.
  • Carta XVII. Embiada por Marco Emperador a la sobredicha Macrina, en la qual le manifiesta cada día por ella tener mayor pena.
  • Carta XVIII. Embiada por Marco Emperador a Libia, hermosa dama romana, de la qual se enamoró viéndola en el templo de las vírgines vestales.
  • Carta XIX. Embiada por Marco Emperador a Pyramón, su pariente y amigo muy antiguo suyo, en la qual le consuela en un gran desconsuelo que tenía.

Versión de Emilio Blanco publicada por la Biblioteca Castro de la Fundación José Antonio de Castro: Obras Completas de Fray Antonio de Guevara, tomo I, páginas 1-333, Madrid 1994, ISBN 84-7506-404-3. La versión del Libro áureo de Marco Aurelio, preparada por Emilio Blanco, ha sido publicada en papel por la Biblioteca Castro, y se utiliza con autorización expresa de su editor y propietario, la Fundación José Antonio de Castro (Alcalá 109 / 28009 Madrid / Tel 914 310 043 / Fax 914 358 362).

 

 

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