Filosofía en español 
Filosofía en español

Moscú

Tres facsímiles tardofranquistas, Madrid 1975, de las moscovitas Obras escogidas de Marx y Engels

Durante los últimos años de la dictadura del general Francisco Franco, España conoció una notable efervescencia editorial de literatura política, correspondida con notable avidez por parte del público, interés que se fue desvaneciendo a partir del fallecimiento del Caudillo (el 20 de noviembre de 1975) y el minucioso cumplimiento del proceso de transición política que su régimen había dejado «atado y bien atado», con la inmediata coronación, a título de rey, de su sucesor en la Jefatura del Estado y, tres años después, la aprobación de una Constitución que consolidaba la prevista democracia partitocrática coronada.

Marx Engels, Obras escogidas, Editorial Fundamentos, Madrid 1975Marx Engels, Obras escogidas, Editorial Ayuso, Madrid 1975Marx Engels, Obras escogidas, Akal Editor, Madrid 1975
Tres facsímiles de 1975, en vida de Franco: Editorial Fundamentos, Editorial Ayuso y Akal Editor
(cubiertas de Diego Lara, César Bobis y Jesús García, respectivamente).


Marx Engels, Obras escogidas, Editorial Fundamentos, Madrid 1975 Carlos Marx y Federico Engels, Obras escogidas, Editorial Fundamentos (Colección Ciencia, nº 60 y 61), Madrid 1975, 2 tomos, 718 y 571 págs. 130×193 mm. Depósito legal: M 24942-1975. ISBN 84-245-0158-6 / -0159-4.

Reproduce en facsímil, en formato ligeramente reducido, la edición de Obras escogidas en dos tomos, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú s. f. (≈1962), con las siguientes variantes: no figura el lema ¡proletarios de todos los países, uníos!, mantiene la nota “De la Editorial”, en cada tomo (aunque elimina precisamente el rótulo: “De la Editorial”), y mantiene las dos láminas de Marx y Engels, pero reajusta el “Prefacio a la edición rusa”, del original moscovita, al eliminar unos párrafos y recortar otros, tal como se puede advertir más abajo, en la presentación que hacemos a doble columna de ambos textos. Como fácilmente se comprueba, se han eliminado algunas referencias a Lenin y las apologías del PCUS. Pero ni siquiera se volvió a mecanografiar de nuevo el texto en el recortado Prefacio madrileño, sino que las mutilaciones se hicieron sobre los mismos fotolitos, incluso ajustando el resultado a páginas completas (la segunda página, sin numerar, del Prefacio de Editorial Fundamentos es exactamente igual que la tercera página del Prefacio a la edición rusa de Ediciones en Lenguas Extranjeras, página 7), hasta que en la última se producen nuevos recortes y desaparece la firma del Instituto de Marxismo-Leninismo. Tampoco reproduce este facsímil madrileño, como es natural, la nota de la editorial rusa a su edición: “Al lector”. En la contracubierta, Editorial Fundamentos reaprovecha el primer párrafo del prefacio a la edición rusa de veinte años antes, del que se había prescindido en su Prefacio retocado. No hay que descartar que esos ajustes vinieran aconsejados por la Dirección General de Cultura Popular del gobierno de Carlos Arias Navarro (desde varios años antes el Ministerio de Información y Turismo no impedía la publicación en España de clásicos marxistas, que eran considerados como reliquias históricas, pero sí procuraba evitar, en el anticomunismo que el franquismo compartía con católicos, socialdemócratas y liberales, la apología partidista pro soviética), aunque también pudieron ser decididos por la propia editorial, y no por autocensura. En la base de datos del ISBN figura una segunda edición de este libro de Fundamentos, aparecida en octubre de 1977.

Prefacio a la edición rusa
Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú 1955

Prefacio
Editorial Fundamentos, Madrid 1975

 

En la presente recopilación se han incluido las obras más importantes de Marx y Engels que elucidan las tres partes integrantes del marxismo: la Filosofía, la Economía política y el socialismo. Marx y Engels reelaboraron con espíritu crítico todas las mejores realizaciones del pensamiento humano; sintetizaron la experiencia multisecular de la lucha de las clases oprimidas contra sus opresores y crearon la doctrina del socialismo científico que fue una transformación revolucionaria e inauguró una nueva época en el desarrollo del pensamiento social.

En oposición a todos los demás sistemas filosóficos y políticos, el marxismo es la expresión de los intereses vitales de la clase obrera y de todos los trabajadores. El marxismo no es una doctrina de personas aisladas o de unos fundadores de sectas, sino la doctrina dirigida al proletariado y destinada a servirle de guía en su lucha revolucionaria. El marxismo es la ideología del proletariado, la expresión científica de sus intereses vitales. El mérito histórico más grande de Marx y Engels estriba en que han descubierto la misión histórica del proletariado –liberar a la humanidad de toda opresión y explotación– y señalado el camino que conduce al nuevo régimen social, al comunismo.

El marxismo se ha ido abriendo camino en medio de una lucha implacable contra la reaccionaria filosofía idealista, contra la Economía política burguesa y contra el socialismo sectario y pequeñoburgués.

Marx Engels, Obras escogidas, Editorial Fundamentos, Madrid 1975

 

En el Manifiesto del Partido Comunista, célebre documento programático con el que se inicia la presente recopilación, Marx y Engels hacen una exposición clásica de las ideas fundamentales del socialismo científico. «En esta obra –decía Lenin–está trazada, con claridad y brillantez geniales, la nueva concepción del mundo; el materialismo consecuente, que abarca también el campo de la vida social; la dialéctica, como la doctrina más completa y profunda del desarrollo; la teoría de la lucha de clases y del papel revolucionario de alcance histórico-universal del proletariado, creador de la sociedad nueva, de la sociedad comunista». El Manifiesto del Partido Comunista proporcionó a millones de proletarios de todos los países un arma teórica para luchar contra la esclavitud capitalista y les trazó un combativo programa de acción.

En el Manifiesto del Partido Comunista, célebre documento programático con el que se inicia la presente recopilación, Marx y Engels hacen una exposición clásica de las ideas fundamentales del socialismo científico.

 

Las tres obras de Marx dedicadas a la historia de Francia del siglo XIX –Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850, El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte y La guerra civil en Francia–, que se publican en esta recopilación, constituyen brillantes ejemplos de cómo se aplica el método del materialismo histórico al análisis de acontecimientos históricos concretos. Estas obras entrañan, al propio tiempo, gran significación teórica, pues reflejan el desarrollo de la doctrina marxista acerca de la revolución proletaria y la dictadura del proletariado. Como auténtico jefe del movimiento proletario, Marx aprendía de las masas, de esos artífices de la historia, y enriquecía la teoría revolucionaria con las enseñanzas de su lucha. La valiosa experiencia de la revolución de 1848-1849 impulsó el desarrollo y la concretización de las ideas de Marx sobre el Estado. Y si en el Manifiesto del Partido Comunista no se formuló más que de un modo general la inevitable conquista del Poder político por el proletariado, en El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, después de sintetizar la experiencia de la lucha de clases en Francia en 1848-1851, Marx llega a la conclusión de que para establecer la dictadura del proletariado es preciso ante todo romper la vieja máquina militar y burocrática, el aparato con que la burguesía ejerce su dominación de clase. Más tarde, la heroica hazaña de los «communards» de París permitió a Marx dar un nuevo paso de excepcional importancia en el desarrollo de su teoría. Luego de analizar en La guerra civil en Francia el intento que hicieron las masas populares de crear en París su propio Estado obrero, Marx llega a la conclusión de que precisamente una organización política del tipo de la Comuna de París, y no la república parlamentaria, es la forma más adecuada de la dictadura del proletariado. Finalmente, en la Crítica del programa de Gotha –notable documento dirigido contra los oportunistas, que trataban de desvirtuar el espíritu revolucionario del marxismo–, Marx señala la necesidad e inevitabilidad histórica de un período político de transición, cuyo Estado ha de ser la dictadura revolucionaria del proletariado. En esta obra, de inapreciable importancia teórica y práctica, Marx formula por primera vez su famosa tesis del socialismo y el comunismo como dos fases del desarrollo del nuevo régimen social, del régimen comunista.

Las tres obras de Marx dedicadas a la historia de Francia del siglo XIX –Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850, El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte y La guerra civil en Francia–, que se publican en esta recopilación, constituyen brillantes ejemplos de cómo se aplica el método del materialismo histórico al análisis de acontecimientos históricos concretos. Estas obras entrañan, al propio tiempo, gran significación teórica, pues reflejan el desarrollo de la doctrina marxista acerca de la revolución proletaria y la dictadura del proletariado. Como auténtico jefe del movimiento proletario, Marx aprendía de las masas, de esos artífices de la historia, y enriquecía la teoría revolucionaria con las enseñanzas de su lucha. La valiosa experiencia de la revolución de 1848-1849 impulsó el desarrollo y la concretización de las ideas de Marx sobre el Estado. Y si en el Manifiesto del Partido Comunista no se formuló más que de un modo general la inevitable conquista del Poder político por el proletariado, en El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, después de sintetizar la experiencia de la lucha de clases en Francia en 1848-1851, Marx llega a la conclusión de que para establecer la dictadura del proletariado es preciso ante todo romper la vieja máquina militar y burocrática, el aparato con que la burguesía ejerce su dominación de clase. Más tarde, la heroica hazaña de los «communards» de París permitió a Marx dar un nuevo paso de excepcional importancia en el desarrollo de su teoría. Luego de analizar en La guerra civil en Francia el intento que hicieron las masas populares de crear en París su propio Estado obrero, Marx llega a la conclusión de que precisamente una organización política del tipo de la Comuna de París, y no la república parlamentaria, es la forma más adecuada de la dictadura del proletariado. Finalmente, en la Crítica del programa de Gotha –notable documento dirigido contra los oportunistas, que trataban de desvirtuar el espíritu revolucionario del marxismo–, Marx señala la necesidad e inevitabilidad histórica de un período político de transición, cuyo Estado ha de ser la dictadura revolucionaria del proletariado. En esta obra, de inapreciable importancia teórica y práctica, Marx formula por primera vez su famosa tesis del socialismo y el comunismo como dos fases del desarrollo del nuevo régimen social, del régimen comunista.

 

En 1845, en las Tesis sobre Feuerbach, caracterizadas por Engels como «el primer documento que contiene el germen genial de la nueva concepción del mundo», Marx proclama ya la relación indisoluble que existe entre la Filosofía y la actividad social. Sólo el materialismo dialéctico, única concepción del mundo verdaderamente científica, puede ser la filosofía del proletariado, la clase revolucionaria llamada a transformar el mundo. Al poner de manifiesto el carácter clasista de la lucha librada entre el idealismo y el materialismo, Marx y Engels defendieron el principio del espíritu de partido en Filosofía. «Marx y Engels –decía Lenin– que fueron en Filosofía, desde el principio hasta el fin, unos hombres de partido, supieron descubrir las desviaciones con respecto al materialismo y las condescendencias con el idealismo y el fideísmo en todas y en cada una de las “novísimas” tendencias».

En 1845, en las Tesis sobre Feuerbach, caracterizadas por Engels como «el primer documento que contiene el germen genial de la nueva concepción del mundo», Marx proclama ya la relación indisoluble que existe entre la Filosofía y la actividad social. Sólo el materialismo dialéctico, única concepción del mundo verdaderamente científica, puede ser la filosofía del proletariado, la clase revolucionaria llamada a transformar el mundo. Al poner de manifiesto el carácter clasista de la lucha librada entre el idealismo y el materialismo, Marx y Engels defendieron el principio del espíritu de partido en Filosofía. «Marx y Engels –decía Lenin– que fueron en Filosofía, desde el principio hasta el fin, unos hombres de partido, supieron descubrir las desviaciones con respecto al materialismo y las condescendencias con el idealismo y el fideísmo en todas y en cada una de las “novísimas” tendencias».

 

En el prólogo a su Contribución a la crítica de la Economía política, Marx formuló genialmente la esencia del materialismo histórico, es decir, la aplicación de los principios del materialismo dialéctico a la vida social.

En el prólogo a su Contribución a la crítica de la Economía política, Marx formuló genialmente la esencia del materialismo histórico, es decir, la aplicación de los principios del materialismo dialéctico a la vida social.

 

Entre las obras clásicas del marxismo, en las que éste aparece expuesto como una concepción integral del mundo, figura la obra de Engels Del socialismo utópico al socialismo científico, formada por tres capítulos del Anti-Dühring, reelaborados por Engels con el exclusivo fin de ofrecer a los obreros una exposición popular de la doctrina marxista. En esta obra, Engels describe someramente las tres partes integrantes del marxismo y demuestra que todas las conquistas de la cultura mundial han sido reelaboradas de un modo crítico por Marx, quien creó una nueva concepción del mundo, distinta cualitativamente de todas las doctrinas sociales precedentes.

Entre las obras clásicas del marxismo, en las que éste aparece expuesto como una concepción integral del mundo, figura la obra de Engels Del socialismo utópico al socialismo científico, formada por tres capítulos del Anti-Dühring, reelaborados por Engels con el exclusivo fin de ofrecer a los obreros una exposición popular de la doctrina marxista. En esta obra, Engels describe someramente las tres partes integrantes del marxismo y demuestra que todas las conquistas de la cultura mundial han sido reelaboradas de un modo crítico por Marx, quien creó una nueva concepción del mundo, distinta cualitativamente de todas las doctrinas sociales precedentes.

 

La obra Ludwig Feuerbach, de Engels, es una acción combativa en defensa y fundamentación de la concepción materialista del mundo. Engels brinda aquí la formulación clásica del problema fundamental de la Filosofía –la relación entre el pensar y el ser, entre el espíritu y la naturaleza–, problema que divide a los filósofos en dos campos: el de los idealistas y el de los materialistas. En sus obras Del socialismo utópico al socialismo científico y Ludwig Feuerbach, Engels recalca la oposición que existe entre la dialéctica materialista de Marx y la dialéctica idealista de Hegel, y pone al desnudo los defectos y el carácter limitado del materialismo metafísico de Feuerbach.

La obra Ludwig Feuerbach, de Engels, es una acción combativa en defensa y fundamentación de la concepción materialista del mundo. Engels brinda aquí la formulación clásica del problema fundamental de la Filosofía –la relación entre el pensar y el ser, entre el espíritu y la naturaleza–, problema que divide a los filósofos en dos campos: el de los idealistas y el de los materialistas. En sus obras Del socialismo utópico al socialismo científico y Ludwig Feuerbach, Engels recalca la oposición que existe entre la dialéctica materialista de Marx y la dialéctica idealista de Hegel, y pone al desnudo los defectos y el carácter limitado del materialismo metafísico de Feuerbach.

 

Tienen gran importancia teórica las distintas cartas de Marx y Engels, incluidas en la presente recopilación, referentes a cuestiones de materialismo histórico. En sus cartas a Annenkov y a Weydemeyer, Marx expone concisamente todo lo nuevo que él ha aportado a la teoría del desarrollo social y de la lucha de clases. En sus cartas de los años 1890-1894 Engels ataca violentamente los intentos de vulgarizar la concepción materialista de la historia y de menospreciar la importancia del factor ideológico en el desarrollo de la sociedad y en la lucha de clases.

Tienen gran importancia teórica las distintas cartas de Marx y Engels, incluidas en la presente recopilación, referentes a cuestiones de materialismo histórico. En sus cartas a Annenkov y a Weydemeyer, Marx expone concisamente todo lo nuevo que él ha aportado a la teoría del desarrollo social y de la lucha de clases. En sus cartas de los años 1890-1894 Engels ataca violentamente los intentos de vulgarizar la concepción materialista de la historia y de menospreciar la importancia del factor ideológico en el desarrollo de la sociedad y en la lucha de clases.

 

El libro de Engels El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado constituye un modelo magistral de aplicación de la teoría del materialismo histórico a la historia del desarrollo social. En él revela Engels las condiciones del origen de la familia, de la gens, de la propiedad privada, de las clases y del Estado; muestra las leyes objetivas que rigen su desarrollo, su dependencia, al fin y al cabo, del modo material de producción y fundamenta la inevitable sustitución de unas formas sociales por otras. Lenin caracterizó este libro de Engels como una de las obras fundamentales del socialismo moderno.

El libro de Engels El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado constituye un modelo magistral de aplicación de la teoría del materialismo histórico a la historia del desarrollo social. En él revela Engels las condiciones del origen de la familia, de la gens, de la propiedad privada, de las clases y del Estado; muestra las leyes objetivas que rigen su desarrollo, su dependencia, al fin y al cabo, del modo material de producción y fundamenta la inevitable sustitución de unas formas sociales por otras. Lenin caracterizó este libro de Engels como una de las obras fundamentales del socialismo moderno.

 

En El Capital, su obra imperecedera, Marx hace un análisis genial de la ley económica que rige el movimiento de la sociedad capitalista y estudia dicha sociedad en su origen, desarrollo y decadencia. En la presente recopilación se incluye el séptimo y último apartado del célebre capítulo XXIV del primer tomo de El Capital, en el que Marx descubre la tendencia histórica de la acumulación capitalista, la inevitabilidad de la agudización de las contradicciones entre la clase obrera y la burguesía, la inevitabilidad de la revolución proletaria y la indefectibilidad de la «expropiación de los expropiadores». La reseña de Engels del primer tomo de El Capital da a conocer al gran público lector el contenido de esta obra de Marx. En dicho juicio crítico, Engels muestra el alcance histórico mundial de la lucha de la clase obrera y expone la teoría de la plusvalía, «piedra angular de la teoría económica de Marx» (Lenin).

En El Capital, su obra imperecedera, Marx hace un análisis genial de la ley económica que rige el movimiento de la sociedad capitalista y estudia dicha sociedad en su origen, desarrollo y decadencia. En la presente recopilación se incluye el séptimo y último apartado del célebre capítulo XXIV del primer tomo de El Capital, en el que Marx descubre la tendencia histórica de la acumulación capitalista, la inevitabilidad de la agudización de las contradicciones entre la clase obrera y la burguesía, la inevitabilidad de la revolución proletaria y la indefectibilidad de la «expropiación de los expropiadores». La reseña de Engels del primer tomo de El Capital da a conocer al gran público lector el contenido de esta obra de Marx. En dicho juicio crítico, Engels muestra el alcance histórico mundial de la lucha de la clase obrera y expone la teoría de la plusvalía, «piedra angular de la teoría económica de Marx» (Lenin).

 

La presente recopilación incluye asimismo dos obras destinadas por Marx a las grandes masas obreras. Sirvieron de base a la primera de estas obras –Trabajo asalariado y capital– las conferencias leídas por Marx, en 1847, en la Asociación obrera alemana de Bruselas. La segunda de estas obras –Salario, precio y ganancia– es el informe hecho por Marx, en 1865, en dos sesiones del Consejo General de la Asociación Internacional de los Trabajadores. En estos dos trabajos Marx ofrece un profundo análisis teórico, expuesto en forma popular, de las relaciones económicas en que está basada la dominación de clase de la burguesía, explica el origen y la esencia de la plusvalía y aboca al lector a una conclusión revolucionaria: la necesidad de que la clase obrera luche por la supresión de la esclavitud asalariada.

La presente recopilación incluye asimismo dos obras destinadas por Marx a las grandes masas obreras. Sirvieron de base a la primera de estas obras –Trabajo asalariado y capital– las conferencias leídas por Marx, en 1847, en la Asociación obrera alemana de Bruselas. La segunda de estas obras –Salario, precio y ganancia– es el informe hecho por Marx, en 1865, en dos sesiones del Consejo General de la Asociación Internacional de los Trabajadores. En estos dos trabajos Marx ofrece un profundo análisis teórico, expuesto en forma popular, de las relaciones económicas en que está basada la dominación de clase de la burguesía, explica el origen y la esencia de la plusvalía y aboca al lector a una conclusión revolucionaria: la necesidad de que la clase obrera luche por la supresión de la esclavitud asalariada.

 

La Contribución al problema de la vivienda, de Engels, es una de las obras fundamentales del socialismo científico. En ella hace Engels una crítica de los proyectos proudhonianos para resolver el problema de la vivienda y transforma dicha crítica en acta de acusación contra todo el sistema capitalista. A diferencia de los proudhonistas y demás reformadores sociales, Engels hace hincapié en la imposibilidad de resolver el problema de la vivienda bajo el capitalismo y plantea un importante problema teórico, la liquidación del contraste entre la ciudad y el campo, demostrando que la solución sólo es posible en las condiciones de la sociedad comunista.

La Contribución al problema de la vivienda, de Engels, es una de las obras fundamentales del socialismo científico. En ella hace Engels una crítica de los proyectos proudhonianos para resolver el problema de la vivienda y transforma dicha crítica en acta de acusación contra todo el sistema capitalista. A diferencia de los proudhonistas y demás reformadores sociales, Engels hace hincapié en la imposibilidad de resolver el problema de la vivienda bajo el capitalismo y plantea un importante problema teórico, la liquidación del contraste entre la ciudad y el campo, demostrando que la solución sólo es posible en las condiciones de la sociedad comunista.

 

Los fundadores del socialismo científico fueron a la vez los primeros organizadores y jefes del proletariado internacional. La elaboración de la teoría del marxismo estuvo indisolublemente ligada desde el primer momento a la lucha de Marx y Engels por la creación de un partido proletario. Como es sabido, el Manifiesto del Partido Comunista fue escrito para servir de programa a la primera organización comunista internacional del proletariado –la Liga de los Comunistas–, creada por Marx y Engels. El artículo de Engels Contribución a la historia de la Liga de los Comunistas es un sucinto ensayo sobre las actividades de esta organización. En otro de sus artículos, Marx y la «Nueva Gaceta del Rin», Engels refleja la participación de Marx en la revolución alemana de 1848-1849. En el célebre Mensaje del Comité Central a la Liga de los Comunistas se hace un balance de la lucha revolucionaria de los años 1848 y 1849 y se formula la tesis de la revolución permanente, que Lenin enriqueció en la época del imperialismo, convirtiéndola en la teoría del desarrollo y la transformación de la revolución democrático-burguesa en revolución socialista.

Los fundadores del socialismo científico fueron a la vez los primeros organizadores y jefes del proletariado internacional. La elaboración de la teoría del marxismo estuvo indisolublemente ligada desde el primer momento a la lucha de Marx y Engels por la creación de un partido proletario. Como es sabido, el Manifiesto del Partido Comunista fue escrito para servir de programa a la primera organización comunista internacional del proletariado –la Liga de los Comunistas–, creada por Marx y Engels. El artículo de Engels Contribución a la historia de la Liga de los Comunistas es un sucinto ensayo sobre las actividades de esta organización. En otro de sus artículos, Marx y la «Nueva Gaceta del Rin», Engels refleja la participación de Marx en la revolución alemana de 1848-1849. En el célebre Mensaje del Comité Central a la Liga de los Comunistas se hace un balance de la lucha revolucionaria de los años 1848 y 1849 y se formula la tesis de la revolución permanente, que Lenin enriqueció en la época del imperialismo, convirtiéndola en la teoría del desarrollo y la transformación de la revolución democrático-burguesa en revolución socialista.

 

Cuando el nuevo auge del movimiento obrero dio vida a la Asociación Internacional de los Trabajadores (1864-1872), Marx asumió la dirección de la misma y escribió para ella el Manifiesto Inaugural y los Estatutos, donde en forma sumamente sencilla y asequible para todos los obreros se plantea la tarea de crear un partido independiente proletario para luchar contra el capitalismo.

Cuando el nuevo auge del movimiento obrero dio vida a la Asociación Internacional de los Trabajadores (1864-1872), Marx asumió la dirección de la misma y escribió para ella el Manifiesto Inaugural y los Estatutos, donde en forma sumamente sencilla y asequible para todos los obreros se plantea la tarea de crear un partido independiente proletario para luchar contra el capitalismo.

 

Marx escribió la mayoría de los documentos de la Asociación Internacional, entre los que figuran los dos manifiestos con motivo de la guerra franco-prusiana incluidos en la presente recopilación. La obra clásica de Marx, La guerra civil en Francia, también fue escrita como manifiesto de la Asociación Internacional de los Trabajadores. El articulo de Marx Sobre Proudhon, los de Engels De la autoridad, Acerca de las relaciones sociales en Rusia, así como otros varios artículos y cartas que se publican en esta recopilación, reflejan palmariamente la lucha consecuente de los fundadores del marxismo contra todas las formas del socialismo utópico y pequeñoburgués y contra el sectarismo en el movimiento obrero.

Marx escribió la mayoría de los documentos de la Asociación Internacional, entre los que figuran los dos manifiestos con motivo de la guerra franco-prusiana incluidos en la presente recopilación. La obra clásica de Marx, La guerra civil en Francia, también fue escrita como manifiesto de la Asociación Internacional de los Trabajadores. El articulo de Marx Sobre Proudhon, los de Engels De la autoridad, Acerca de las relaciones sociales en Rusia, así como otros varios artículos y cartas que se publican en esta recopilación, reflejan palmariamente la lucha consecuente de los fundadores del marxismo contra todas las formas del socialismo utópico y pequeñoburgués y contra el sectarismo en el movimiento obrero.

 

En la siguiente etapa del desarrollo del movimiento obrero europeo, cuando en distintos países aparecen partidos obreros socialistas de masas, Marx y Engels, jefes reconocidos del proletariado internacional, luchan por consolidar esos partidos y combaten el oportunismo abierto, la conciliación y la huera fraseología de izquierda. Expresión de esa lucha son la ya citada Crítica del programa de Gotha, el Prefacio a la segunda edición de «La situación de la clase obrera en Inglaterra» y otras obras incluidas en la presente recopilación. En el Prefacio a «La guerra campesina en Alemania» y en el trabajo El problema campesino en Francia y en Alemania, Engels defiende la idea de la alianza de la clase obrera con el campesinado y formula importantes conceptos sobre las vías de transformación socialista del campo.

En la siguiente etapa del desarrollo del movimiento obrero europeo, cuando en distintos países aparecen partidos obreros socialistas de masas, Marx y Engels, jefes reconocidos del proletariado internacional, luchan por consolidar esos partidos y combaten el oportunismo abierto, la conciliación y la huera fraseología de izquierda. Expresión de esa lucha son la ya citada Crítica del programa de Gotha, el Prefacio a la segunda edición de «La situación de la clase obrera en Inglaterra» y otras obras incluidas en la presente recopilación. En el Prefacio a «La guerra campesina en Alemania» y en el trabajo El problema campesino en Francia y en Alemania, Engels defiende la idea de la alianza de la clase obrera con el campesinado y formula importantes conceptos sobre las vías de transformación socialista del campo.

 

En las obras, incluidas en esta recopilación, quedan expuestos los fundamentos de la teoría revolucionaria, incansablemente desarrollada y perfeccionada durante medio siglo por los fundadores del marxismo. Como ciencia de las leyes del desarrollo de la naturaleza y la sociedad, como ciencia de la transformación revolucionaria del mundo, la teoría marxista no puede permanecer inmóvil, debe enriquecerse con nuevas experiencias y con nuevos conocimientos. El marxismo es una teoría revolucionaria viva que se desarrolla y perfecciona constantemente. Después de la muerte de Marx y Engels, los líderes de la II Internacional, en provecho de la burguesía, se esforzaron por desnaturalizar la doctrina revolucionaria de Marx y trataron de convertirla en una colección de dogmas fosilizados. En víspera de combates decisivos con el capitalismo era preciso defender el espíritu revolucionario del marxismo y arrojar de las filas del movimiento obrero la politiquería, la abjuración y la traición a la causa del proletariado. Al darse nuevas condiciones históricas era preciso impulsar la teoría revolucionaria, cuyas bases habían sido sentadas por Marx y Engels. El gran mérito de Lenin reside en que cumplió estas tareas. El leninismo es la continuación y el desarrollo del marxismo, el marxismo de la época del imperialismo y de las revoluciones proletarias, de la época de la construcción socialista y comunista en la URSS, del surgimiento y desarrollo del sistema socialista mundial, de la época del paso de la sociedad humana del capitalismo al comunismo.

En las obras, incluidas en esta recopilación, quedan expuestos los fundamentos de la teoría revolucionaria, incansablemente desarrollada y perfeccionada durante medio siglo por los fundadores del marxismo. Como ciencia de las leyes del desarrollo de la naturaleza y la sociedad, como ciencia de la transformación revolucionaria del mundo, la teoría marxista no puede permanecer inmóvil, debe enriquecerse con nuevas experiencias y con nuevos conocimientos.

 

El Partido Comunista de la Unión Soviética y los partidos comunistas y obreros hermanos, a la vez que enriquecen la ciencia del marxismo-leninismo con nuevas tesis teóricas, la impulsan y se guían constantemente por ella en sus actividades.

 

 

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Cada tomo lleva un índice de nombres y otro de materias. Las notas de los autores van al pie de las páginas. Las notas de la Redacción, publicadas también al pie de las páginas, llevan la correspondiente indicación.

Cada tomo lleva un índice de nombres y otro de materias. Las notas de los autores van al pie de las páginas. Las notas de la Redacción, publicadas también al pie de las páginas, llevan la correspondiente indicación.

 

Instituto de Marxismo-Leninismo
adjunto al CC del PC de la Unión Soviética.

 

 

Marx Engels, Obras escogidas, Akal Editor, Madrid 1975 Carlos Marx y Federico Engels, Obras escogidas, Akal Editor (Akal 74, nº 25 y 26), Madrid 1975, 2 tomos, 718 y 571 págs. 125×180 mm. Depósito legal: M 31309-1975. ISBN 84-7339-097-0.

Reproduce en facsímil, en formato ligeramente reducido, la edición de Obras escogidas en dos tomos, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú s. f. (≈1962), con las siguientes variantes respecto del original soviético: no figura el lema ¡proletarios de todos los países, uníos!, aunque mantiene la nota “De la Editorial” en cada tomo, y mantiene las dos láminas de Marx y Engels, prescindiendo por completo del “Prefacio a la edición rusa” (comienza directamente por el Manifiesto comunista) y también de la nota “Al lector” de la editorial moscovita. En los créditos se hace figurar: «Edición original: Ediciones en Lenguas Extranjeras. Moscú». No deja de tener su curiosidad que, en la reproducción del sumario del primer tomo (pág. 715), sigue apareciendo un «Prefacio» que no se ha publicado, pero en una forma mutilada respecto del sumario ruso, que dice «Prefacio a la edición rusa» (recorte que también aparece en el facsímil de Editorial Fundamentos, por lo que pudiera haber sucedido que Akal hubiese utilizado los mismos fotolitos, incluso las mismas planchas, que Fundamentos: aunque el formato de la edición de Akal es ligeramente más pequeño que el de Fundamentos, la reducción fotográfica respecto del original ruso, el tamaño de la caja de texto, es idéntico en ambas ediciones; siendo anterior la edición de Fundamentos, que tiene un ordinal en el Depósito legal de Madrid de 1975, más de seis mil números anterior: a mayor abundamiento, tanto la edición de Fundamentos como la de Akal comparten pie de imprenta, fueron impresas en los mismos talleres: Técnicas Gráficas, S. L. - Las Matas, 5 - Madrid 29.) [El que suscribe recuerda perfectamente un chisme de entonces, que ahora ha podido comprobar que pudiera no ser incierto, escuchado a un distribuidor regional de libros, sobre el pirateo de la edición de Akal respecto de la de Fundamentos, con el ahorro de fotomecánica, &c., por ligereza de la imprenta.] En la base de datos del ISBN esta edición de Akal aparece como publicada en octubre de 1975. Como puede advertirse, los textos de contraportada de cada uno de estos dos tomos son deudores del Prefacio a la edición rusa:

[Texto contraportada Akal, tomo 1]
[Texto contraportada Akal, tomo 2]

En la presente recopilación, en dos volúmenes, se han incluido las obras más importantes de Marx y Engels que elucidan las tres partes integrantes del marxismo: la Filosofía, la Economía política y el Socialismo. Marx y Engels reelaboraron con espíritu crítico todas las mejores realizaciones del pensamiento humano; sintetizaron la experiencia multisecular de la lucha de clases y crearon la doctrina del socialismo científico, que fue una transformación revolucionaria e inauguró una nueva época en el desarrollo del pensamiento social. En el Manifiesto del Partido Comunista, célebre documento programático con el que se inicia el presente volumen, Marx y Engels hacen una exposición clásica de las ideas fundamentales del socialismo científico. Las tres obras de Marx dedicadas a la historia de Francia del siglo XIX –Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850, El 18 Brumario de Luis Bonaparte y La guerra civil en Francia–, que se publican en este primer volumen, constituyen brillantes ejemplos de cómo se aplica el método del materialismo histórico al análisis de acontecimientos históricos concretos. Estas obras entrañan, al propio tiempo, gran significación teórica, pues reflejan el desarrollo de la doctrina marxista acerca de la revolución proletaria.

Se abre este segundo volumen de las Obras escogidas de Marx y Engels con la Crítica del programa de Gotha, notable documento dirigido contra los oportunistas que trataban de desvirtuar el espíritu revolucionario del marxismo. En esta obra, de gran importancia teórica y práctica, Marx formula por primera vez su famosa tesis del socialismo y el comunismo como dos fases del desarrollo del nuevo régimen social, del régimen comunista.
Importancia capital tienen asimismo las Tesis sobre Feuerbach, caracterizadas por Engels como «el primer documento que contiene el germen genial de la nueva concepción del mundo». En ese libro, Marx proclama ya la relación indisoluble que existe entre la Filosofía y la actividad social.
Otras obras fundamentales dentro del pensamiento marxista, y que se incluyen en este segundo volumen, son las siguientes: Del socialismo utópico al socialismo científico, formada por tres capítulos del Anti-Dühring, reelaborados por Engels; Ludwig Feuerbach, de Engels, combativa defensa y fundamentación de la concepción materialista del mundo; El origen de la familia, de la propiedad privada y el Estado, magistral aplicación de la teoría del materialismo histórico a la historia del desarrollo social; el séptimo y último apartado del célebre capítulo XXIV del primer tomo de El Capital, en el que Marx descubre la tendencia histórica de la acumulación capitalista, la progresiva agudización de las contradicciones entre la clase obrera y la burguesía, &c.

 

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