Filosofía en español 
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Materia sacramental

(Teología.) En todos los sacramentos distinguen los teólogos la materia de la forma. Por la primera entienden el signo, el rito sensible o la acción que constituye el sacramento: por la segunda, las palabras que expresan la intención que tiene el ministro al hacer esta acción, y el efecto del sacramento. Así, por ejemplo, en el Bautismo, la materia del sacramento es la ablución o la acción de derramar agua sobre el Bautizado: la forma son las palabras: «Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.» Si la ceremonia de derramar agua sobre un niño no fuese acompañada de ninguna palabra, sería una acción indiferente, que podría tener por objeto lavar a este niño o refrescarle; mas añadiendo las palabras sacramentales, estas determinan la acción a un fin espiritual, y hacen comprender que no es ya una acción profana: ellas son, pues, las que le dan la forma o las que constituyen la naturaleza del sacramento.

En la Confirmación la materia es la imposición de manos del obispo, y la unción hecha con el santo crisma; para la Eucaristía es el pan y el vino. La Penitencia tiene por materia los actos del penitente, es decir, la contrición, la confesión y la satisfacción. El nombre [206] mismo de Extremaunción expresa cual es la materia de este sacramento. En el del Orden lo es la imposición de manos y la ceremonia de colocar en la del ordenado los instrumentos del servicio divino y de las funciones a que este hombre está destinado. En el Matrimonio la materia del sacramento es el contrato que los esposos forman entre sí; la forma es la bendición nupcial dada por el sacerdote.

Los teólogos distinguen para mayor claridad la materia remota de la materia próxima. Por la primera entienden la cosa sensible que se aplica; por ejemplo, el agua en el Bautismo; por la segunda entienden la acción de aplicarla o la ablución.