Filosofía en español 
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Abrahamitas

En el año 1782 se descubrió en Bohemia una nueva secta compuesta de unos cuantos centenares de individuos esparcidos en dos lugares del señorío de Pardubitz, círculo de Chrudimer. Dijeron que eran abrahamitas, es decir que profesaban la religión de Abraham antes de la circuncisión, porque desechaban esta práctica, aunque muchos de ellos estaban circuncidados como que eran judíos de nacimiento: otros habían sido protestantes y quizá había algunos católicos. Su doctrina se conoce por las relaciones de aquella época y particularmente por una especie de catecismo, en que uno de los interlocutores abrahamita dice que cree en Dios, la inmortalidad del alma, los premios y castigos de la vida futura. Niega la divina legación de Moisés y no admite de la sagrada escritura más que el decálogo y la oración dominical, desechando la doctrina del pecado original y de la redención, el bautismo, la Trinidad y la encarnación del hijo de Dios y dando a Jesucristo solamente la humanidad y el carácter de un sabio. «Yo soy (dice el abrahamita) ese hijo de Dios, cuyo espíritu reside en mí; él es quien me inspira.»

Esta profesión de fe no es más que una variedad del deísmo. Los más de estos sectarios eran campesinos muy ignorantes, que muchas veces no tenían ideas fijas ni opiniones concertadas por lo que toca a la religión; por lo demás hacían una vida arreglada. Presúmese que eran reliquias de los antiguos hussitas. Por evitar la persecución frecuentaban los unos las iglesias católicas y los otros los templos protestantes. Fueron llamados abrahamitas por su doctrina y adamitas por su conducta real o supuesta. Cuando se publicó el edicto de tolerancia de José II, manifestaron sus opiniones y le presentaron un memorial. El emperador declaró que no quería violentar sus conciencias; pero no les dio de término más que hasta el 24 de marzo de 1783 para incorporarse a una de las religiones toleradas en el imperio; en el caso contrario serían deportados. A las amenazas se siguieron las obras, y fueron conducidos con escolta militar los unos a Transilvania y los otros al banato de Temeswar. El regreso a Bohemia solamente se concedió a los que abjurando o fingiendo abjurar su secta se hicieron católicos. (Nova acta histórico-eccles., 1783: Mensel, Historische litterat., 1783, cuadernos 1.º y 5.º)