Filosofía en español 
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Concepción del mundo

Concepción del mundo

Concepción del mundo significa el sistema de concepciones y de ideas acerca de todos los fenómenos de la Naturaleza y de la Sociedad que circundan al hombre. La concepción del mundo surge en el proceso de la actividad históricamente concreta de los hombres y, una vez surgida adquiere enorme importancia en su vida cotidiana. Tal importancia estriba en que al definir la concepción general sobre el mundo y las leyes que lo rigen, condiciona también con ello las propias relaciones entre el hombre y el medio ambiente. En la sociedad de clases no hay ni puede haber una concepción única del mundo. Cada clase, según la posición que ocupe en la sociedad, elabora una determinada concepción sobre toda la realidad circundante, apoyándose, además, en el nivel alcanzado por las ciencias. Si es una clase que mira hacia adelante, que defiende el progreso y que utiliza toda la cultura acumulada anteriormente en interés del ulterior desarrollo de la sociedad, su concepción del mundo será una concepción avanzada. Y, por el contrario, si es una clase que mira hacia atrás, que trata de detener el progreso social y que utiliza los conocimientos acumulados en perjuicio del desarrollo social, su concepción del mundo será una concepción reaccionaria. La concepción del mundo de la burguesía revolucionaria del período de la lucha contra el feudalismo, fue una concepción avanzada; de ello dan testimonio, por ejemplo, las teorías de los materialistas franceses, la filosofía de Hegel, &c. En cambio, la concepción del mundo de la burguesía imperialista es ultrarreaccionaria, como lo atestiguan las teorías de los machistas, de los intuicionistas, &c. Con la aparición del movimiento obrero revolucionario surge también, por primera vez en la historia, una concepción del mundo auténticamente científica y consecuente hasta el fin: el materialismo dialéctico, el fundamento teórico del partido marxista-leninista. Esta concepción del mundo es monista, opuesta al dualismo (Descartes, Kant, &c.), con su afirmación de que el fundamento del ser son dos principios independientes entre sí: la materia y el espíritu. El materialismo filosófico reconoce que tanto la Naturaleza como la Sociedad son materiales, o sea, que existen fuera de nuestra conciencia, independientemente de nuestra voluntad; que el punto de partida de toda existencia es la materia, contrariamente a la concepción idealista monisto (Hegel y otros), de que todo ha brotado de la conciencia, de la idea, del espíritu. La concepción marxista del mundo no es sólo un materialismo filosófico, sino también un materialismo dialéctico, puesto que reconoce que en la Naturaleza como en la Sociedad todo evoluciona y que su desarrollo, además, no sólo tiene un carácter evolutivo, sino también revolucionario, cuya consecuencia es que unos fenómenos perecen, mueren, y otros nacen. El materialismo dialéctico es, opuesto al materialismo metafísico, que afirma que ni en la Naturaleza ni en la Sociedad hay desarrollo, sino sólo diversas uniones de unos y los mismos elementos. El materialismo dialéctico constituye una concepción completa, armónica e íntegra del mundo, de la que el comunismo surge con toda lógica. “La doctrina de Marx es omnipotente porque es exacta. Es completa y armónica, da a los hombres una concepción del mundo íntegra, inconciliable con toda superstición, con toda reacción y con toda defensa de la opresión burguesa” (Lenin).

Diccionario filosófico marxista · 1946:48-49

Concepción del mundo

Sistema de opiniones, de nociones y de representaciones, acerca del mundo que nos rodea, en su conjunto. En sentido general, es el conjunto de conceptos sobre el mundo, sobre los hechos de la naturaleza y la sociedad: ideas filosóficas, sociales y políticas, éticas, estéticas, científicas, &c.

Las opiniones filosóficas constituyen el núcleo principal de toda concepción del mundo, o sea, la concepción del mundo en el sentido propio del término. El problema principal en una concepción del mundo es también el problema principal de la filosofía: el de las relaciones del pensamiento con el ser, de la conciencia con la materia. Según se considere como dato primario la materia o la conciencia, existen dos categorías fundamentales de concepciones del mundo, dos grandes campos filosóficos: el campo materialista y el campo idealista. El materialismo dialéctico y el materialismo histórico forman la concepción del mundo del partido marxista-leninista, concepción científicamente consecuente. La doctrina marxista es diametralmente opuesta al idealismo filosófico y a las concepciones religiosas estrechamente emparentadas con aquél. El idealismo filosófico y la religión explican el universo, todos los fenómenos de la naturaleza y de la sociedad, por medio de la actividad del espíritu, de la conciencia, de las fuerzas espirituales sobrenaturales, de las divinidades. El idealismo y la religión son incompatibles con la ciencia. El materialismo dialéctico, como concepción del mundo, se formó en la lucha implacable contra la religión y el idealismo.

La concepción del mundo es el reflejo del ser material y social del hombre, y está en función directa del nivel de conocimientos humanos alcanzados en una etapa histórica dada, así como también, del régimen social dominante. La concepción del mundo reviste así un carácter histórico. A medida que la sociedad evoluciona, la concepción del mundo se modifica. No puede existir una concepción del mundo única en una sociedad de clases antagónicas. La concepción del mundo reviste entonces un carácter de clase: las ideas de la clase en el poder dominan en esa sociedad. Así, en el régimen feudal reinaba la concepción del mundo religiosa e idealista de los grandes señores terratenientes, eclesiásticos y laicos. En el régimen capitalista, domina la concepción del mundo burguesa, propagada por medio de la filosofía, de la escuela y la Iglesia, por la prensa, el arte, &c.

En los albores de la sociedad capitalista, la burguesía era una clase progresista. En su lucha contra el régimen feudal caduco, se apoyaba en las ideas avanzadas de su tiempo y, en cuanto al fondo, su concepción del mundo era progresista. Una vez en el poder, renunció a esas ideas avanzadas, y su concepción del mundo se hizo reaccionaria. Las viejas ideas reaccionarias se unen entonces a las ideologías de última moda del capitalismo contemporáneo: fascismo (ver), cosmopolitismo (ver), racismo (ver), nacionalismo (ver), &c. Al lado de la concepción de la clase explotadora y dominante, surge y se desarrolla en el seno de las sociedades de clases antagónicas, la concepción del mundo de las clases trabajadoras oprimidas. Así, en la Rusia feudal, se vio nacer la concepción del mundo de los demócratas revolucionarios, tales como Herzen (ver), Belinski (ver), Chernishevski (ver), Dobroliúbov (ver), Nekrasov, Saltikov-Shchedrín, quienes se convirtieron en intérpretes de las aspiraciones revolucionarias del campesinado oprimido. Bajo el capitalismo nació la concepción del mundo marxista, que expresa los intereses del proletariado revolucionario y de todos los trabajadores en lucha por librarse de toda forma de opresión.

La concepción del mundo no tiene únicamente un alcance teórico y cognoscitivo. Posee también una gran importancia práctica: al traducir las opiniones de conjunto sobre el universo, determina la actitud de los hombres hacia el mundo que los rodea y les sirve de guía para la acción. Al revelar las leyes objetivas de la naturaleza y de la sociedad, la concepción del mundo progresista y científica orienta la actividad humana de acuerdo con el progreso de la sociedad, acelerándolo de ese modo. La concepción del mundo reaccionaria y anticientífica, sirve a las clases caducas en vías de desaparición, y frena el desarrollo de la sociedad. Las concepciones idealistas y religiosas asumen la defensa de los intereses de las clases explotadoras y desvían a los trabajadores de su lucha por la emancipación.

El materialismo dialéctico y el materialismo histórico forman una concepción monista y consecuente del mundo, que se aplica no sólo a los fenómenos de la naturaleza, sino también a los hechos sociales. La exactitud de la concepción marxista-leninista está demostrada por toda la historia de la humanidad, por la ciencia avanzada, por las victorias de los trabajadores de la URSS que edificaron el socialismo bajo la dirección del Partido Comunista y están hoy construyendo victoriosamente el comunismo. Está demostrada por la práctica de los países de democracia popular (ver) que siguen el camino del socialismo, por la lucha que los pueblos amantes de la libertad sostienen en el mundo entero contra la opresión imperialista, por la paz, por la democracia y el socialismo.

Dado el inmenso papel movilizador, organizador y transformador de las ideas avanzadas, el partido comunista pertrecha a la clase obrera y a todos los trabajadores con la concepción del mundo científica, con la concepción más avanzada: el marxismo-leninismo (ver). El Partido Comunista de la Unión Soviética lucha por vencer las supervivencias del capitalismo en la conciencia de los soviéticos. La liberación de las cadenas de la ideología burguesa y la asimilación de la concepción del mundo marxista-leninista contribuyen a elevar la conciencia y a estimular la actividad de los trabajadores en su lucha por la edificación del comunismo.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:76-77

Concepción del mundo

Sistema de ideas, conceptos y representaciones sobre el mundo circundante. La concepción del mundo en el amplio sentido de la palabra abarca el conjunto de todas las concepciones del hombre sobre la realidad en torno: concepciones filosóficas, político-sociales éticas, estéticas, científico-naturales, &c. El núcleo básico de toda concepción del mundo (concepción del mundo en el sentido más estricto de la palabra) está formado por las ideas filosóficas. El principal problema de la concepción del mundo es la cuestión fundamental de la filosofía. En dependencia de la solución que se le dé, se distinguen dos tipos cardinales de concepciones del mundo: la materialista y la idealista. La concepción del mundo es un reflejo del ser social y depende del nivel de los conocimientos humanos alcanzados en el período histórico dado, así como del régimen social. En la sociedad de clases, la concepción del mundo presenta un carácter de clase; por regla general, la dominante es la concepción del mundo de la clase dominante. La concepción del mundo tiene una enorme importancia práctica, pues de ella depende la actitud del hombre frente a la realidad que le rodea y sirve de guía para la acción. La concepción científica del mundo, al descubrir las leyes objetivas de la naturaleza y de la sociedad y al expresar los intereses de las fuerzas progresivas, facilita el desarrollo en un sentido progresivo. La concepción reaccionaria anticientífica del mundo, es un arma de las clases caducas y frena el avance de la sociedad, sirve para defender los intereses de las clases explotadoras y desvía a los trabajadores de la lucha por su liberación. La concepción marxista-leninista, comunista, del mundo, el marxismo-leninismo es consecuentemente científica; son su base filosófica y parte inseparable suya, el materialismo dialéctico y el histórico. Es una concepción auténticamente científica del mundo, dado que expresa los intereses del proletariado, de todos los trabajadores, intereses que coinciden con las leyes objetivas del desarrollo de la sociedad. El marxismo-leninismo, surgido como concepción del mundo de la clase obrera, en la sociedad socialista se ha convertido en la concepción del mundo de todo el pueblo. La veracidad científica de la concepción marxista-leninista del mundo es confirmada por toda la práctica histórica de la humanidad, por los datos de la ciencia, por las victorias de los trabajadores de la U.R.S.S y de los países de democracia popular, que han llevado a cabo la revolución socialista y construyen con éxito el socialismo y el comunismo. Teniendo en cuenta la gran importancia de las ideas avanzadas, el P.C.U.S. arma a los trabajadores todos con la concepción científica del mundo, con el marxismo-leninismo, lucha por superar los vestigios de la concepción burguesa y religiosa del mundo en la conciencia de los soviéticos. Liberarse de la ideología burguesa y asimilar la concepción comunista marxista-leninista, del mundo, contribuyen a elevar la conciencia y la actividad de los trabajadores en la edificación de la sociedad comunista, en la lucha por la paz y la felicidad de todos los pueblos.

Diccionario filosófico · 1965:75

Concepción del mundo

Conjunto de principios, opiniones y convicciones que determinan la línea de actividad y la actitud que hacia la realidad mantiene un individuo, grupo social, clase o la sociedad en su conjunto. La concepción del mundo se compone de elementos pertenecientes a todas las formas de la conciencia social; desempeñan un gran papel en ella los criterios filosóficos, científicos, políticos, morales y estéticos. Al incorporarse al sistema de la concepción del mundo, los conocimientos científicos sirven a la orientación práctica directa del individuo o el grupo en la realidad social y natural circundante. Los principios y normas morales regulan las interrelaciones y la conducta de los individuos y, conjuntamente con los juicios estéticos, determinan la actitud hacia el medio ambiente y hacia las formas de actividad, sus fines y resultados. Las opiniones y convicciones filosóficas constituyen el fundamento de todo el sistema de la concepción del mundo, pues precisamente la filosofía racionaliza teóricamente los datos conjuntos de la ciencia y la práctica expresándolos en forma de un cuadro de la realidad más objetivo e históricamente definido. El problema fundamental de la concepción del mundo es el problema fundamental de la filosofía. En dependencia de su solución se distinguen dos tipos principales de concepción del mundo: materialista e idealista. La concepción del mundo refleja el ser social. En la sociedad dividida en clases, la concepción del mundo reviste un carácter clasista; la dominante es de ordinario la concepción del mundo de la clase dominante. En la sociedad socialista desarrollada, la concepción del mundo conserva su naturaleza clasista en virtud de que sigue librándose la lucha de clases en el ámbito internacional, pero la concepción del mundo de la clase obrera en este caso pasa a ser la de toda la sociedad, y su base científico-teórica y político-ideológica es el marxismo-leninismo. En el contexto del socialismo, la formación consciente y perseverante de la concepción del mundo comunista constituye una de las tareas fundamentales de la actividad del partido comunista y del Estado. Los ideólogos burgueses y los revisionistas afirman que el régimen social comunista conduce a la unificación completa de la concepción del mundo. Pero la dominación de la concepción del mundo comunista en las condiciones del socialismo no significa sino el hecho de que todos los miembros de la sociedad aceptan la ideología científica marxista-leninista. Dada la unidad incondicional de la base ideológica, la concepción del mundo de las personas en la sociedad presupone y realiza la riqueza de las diferencias individuales en sus componentes particulares, por cuanto la concepción del mundo de un individuo por separado, en la que encuentra expresión su experiencia vital específica, no constituye una proyección unívocamente determinada de la concepción del mundo de la sociedad. Para la caracterización cualitativa de la concepción del mundo es esencial que existen en ella no sólo los conocimientos, sino también las convicciones. Las convicciones, que se forman sobre la base de los conocimientos, constituyen precisamente la fuente de la actividad del individuo, el grupo o la clase. Este hecho explica la significación fundamental que en la sociedad socialista se atribuye a la transformación de los principios de la concepción del mundo marxista-leninista en convicciones durante el proceso de educación comunista del individuo.

Diccionario de filosofía · 1984:77