Filosofía en español 
Filosofía en español

Concepto

Concepto

El concepto es una forma del raciocinio humano, mediante la cual se expresan los caracteres generales de las cosas. El proceso del conocimiento de la Naturaleza por el hombre comienza con las percepciones sensoriales, por la observación directa de tales o cuales cosas y fenómenos de la Naturaleza. Pero el conocimiento no queda detenido en esta primera fase; se eleva a la fase superior, a la de la formación de conceptos, de categorías y de leyes. El concepto es el resultado de la síntesis de la masa de fenómenos singulares. En el proceso de esta síntesis abstraemos las propiedades y momentos casuales y no esenciales de los fenómenos, y formamos conceptos que reflejan las conexiones y las propiedades esenciales, fundamentales, decisivas, de los fenómenos y de las cosas. En el proceso de la formulación de los conceptos se crea el peligro de su alejamiento de la realidad. Por ejemplo, el concepto de número nació mediante la abstracción de los números singulares, particulares, que señalan tal o cual cantidad de cosas concretas. Sin embargo, los idealistas siguen considerando hasta hoy que el concepto de número, como los demás conceptos matemáticos, son apriorísticos, que existen antes e independientemente de toda experiencia del hombre. La lógica formal, idealista, enseña, que el concepto, como lo general, está completamente abstraído de todo lo particular y concreto. La dialéctica materialista denuncia el carácter metafísico de semejante separación entre lo general y lo particular y concreto. El materialismo dialéctico parte del criterio de que las síntesis auténticamente científicas de la realidad realizadas en los conceptos, llevan implícita toda la riqueza de lo particular, de lo individual, de lo singular. Los conceptos científicos comprobados por la práctica, son una verdad objetiva, dan un reflejo profundo de la realidad. En los Cuadernos Filosóficos Lenin define de esta manera el papel que los conceptos científicos desempeñan en el conocimiento: “El raciocinio, elevándose de lo concreto a lo abstracto, no se aleja, si es un raciocinio justo... de la verdad, sino que se acerca a ella. La abstracción de materia, de ley de la Naturaleza; la abstracción de valor, &c.; en una palabra, todas las abstracciones científicas (justas, serias, no absurdas) reflejan más exactamente, más profundamente, más plenamente la Naturaleza. De la observación viva al raciocinio abstracto, y de él a la práctica, tal es la senda dialéctica del conocimiento de la verdad, del conocimiento de la realidad objetiva” (Lenin).

Concepto científico natural de la materia

Ver: Materia.

Concepto filosófico de la materia

Ver: Materia.

Concepto físico o concepto científico natural de la materia

Ver: Materia.

Diccionario filosófico marxista · 1946:49

Concepto

Forma del pensamiento humano que permite captar los caracteres generales, esenciales de las cosas y de los fenómenos de la realidad objetiva. El proceso del conocimiento de la naturaleza por el hombre comienza por las percepciones de los sentidos, por la observación inmediata. La etapa siguiente del conocimiento consiste en la formación de los conceptos, “producto superior del cerebro, producto superior de la materia” (Lenin, Cuadernos Filosóficos, Ed. rusa). El concepto se obtiene por la generalización de una masa de hechos aislados: se hace abstracción de los elementos fortuitos, de las propiedades no esenciales para formar las nociones que reflejan las relaciones y los caracteres esenciales, fundamentales, decisivos. Cada ciencia generaliza los datos del mundo objetivo operando con la ayuda de conceptos que reflejan un grupo determinado de fenómenos. En física, las nociones de masa, de energía, de átomo, de electrón, &c.; en biología, de herencia, de variabilidad, de selección natural, &c.; en economía política, de valor, de plusvalía, de capital, &c. Por ser la filosofía la ciencia de las leyes más generales del desarrollo de la naturaleza, de la sociedad humana y del pensamiento, expresa los resultados de sus generalizaciones en las nociones más amplias: materia (ver), movimiento (ver), causa (ver Causalidad), necesidad, casualidad (ver Necesidad y casualidad), calidad, cantidad (ver Calidad y cantidad), &c. Por ser extraídas de la realidad objetiva por medio de generalizaciones, todas las nociones científicas son calcos de esa realidad.

El idealismo separa los conceptos de la realidad. Así, la noción de número resulta de la abstracción de los números particulares que designan cierta cantidad de cosas concretas. Ahora bien, los idealistas no cesan de afirmar que la noción de número, como además las otras nociones matemáticas, está dada a priori, existe antes que toda experiencia humana e independiente de ella. La lógica metafísica enseña que por ser general, el concepto está separado de todo lo que es particular y concreto. Contrariamente a esa concepción metafísica, el materialismo dialéctico parte del principio de que las nociones generales, verdaderamente científicas contienen la riqueza de lo particular, de lo individual. (ver Singular, particular y universal).

Las nociones científicas verificadas por la práctica, son verdades objetivas y reflejan profundamente la realidad. En sus Cuadernos filosóficos, Lenin define del modo siguiente el papel de las nociones científicas en el conocimiento: “El pensamiento, al elevarse de lo concreto a lo abstracto, no se aleja –si es correcto…– de la verdad, sino que se aproxima. La abstracción de la materia, de la ley natural, la abstracción del valor, &c., en una palabra, todas las abstracciones científicas (correctas, serias, no absurdas) reflejan la naturaleza con más profundidad, exactitud, plenitud”. (Ibid., Ed. rusa).

La dialéctica materialista exige que nuestros conceptos sean flexibles, movibles, y lucha contra todas las nociones anquilosadas. Dado que los fenómenos de la naturaleza y de la sociedad están vinculados entre sí, se mueven, se convierten los unos en los otros, es evidente que los conceptos no pueden reproducir fielmente la realidad sino a condición de que sean no menos movibles y flexibles. El materialismo dialéctico es hostil a toda rutina, a toda metafísica, a toda tendencia conservadora. Como dice Lenin, la dialéctica es precisamente la teoría del conocimiento, y todas las leyes y principios de la dialéctica relativos al devenir, al cambio, a la lucha de contrarios, &c., se aplican enteramente al conocimiento, a los conceptos.

La manera de abordar dialécticamente las nociones, formas del pensamiento humano que reflejan la realidad en perpetuo cambio y desarrollo, desempeña un papel muy importante en la lucha política y en la actividad práctica del partido proletario. Los clásicos del marxismo-leninismo han ofrecido notables ejemplos de este método dialéctico al estigmatizar a los metafísicos en política que encaran las nociones al margen del tiempo y del espacio, y las toman como rígidas e inmutables. Así, la noción de defensa de la patria, progresiva en una situación histórica determinada, fue demagógicamente explotada por los oportunistas de la II Internacional en la guerra imperialista de 1914-1918, cuando esa consigna no correspondía más a la situación. Al denunciar la traición de los social-chovinistas, Lenin mostró que el concepto de “defensa de la patria” cambia conjuntamente con la situación histórica. Cuando la guerra se convierte en el asunto de diferentes grupos de rapaces imperialistas que persiguen sus propios intereses, ese concepto da por resultado la defensa de los intereses de “su propia burguesía”, la traición de los intereses de la clase obrera. Por el contrario, cuando un pueblo sostiene una guerra justa contra un enemigo extranjero, cuando defiende su libertad, ese concepto expresa los intereses de las fuerzas progresivas. Durante la guerra contra los invasores fascistas alemanes, la consigna de la defensa de la patria socialista lanzada por el Partido Comunista de la Unión Soviética, contribuyó poderosamente a movilizar al pueblo en la lucha sagrada por la patria, por las grandes conquistas de Octubre. A fin de reflejar fielmente la realidad, los conceptos deben ser, como lo ha dicho Lenin, aguzados, labrados a escuadra, flexibles y movibles.

Por ejemplo, las nociones de trabajo “suplementario”, de tiempo “necesario” y “suplementario” y otras nociones tomadas de El Capital de Marx donde se aplican a la sociedad capitalista, no se adaptan a las condiciones totalmente nuevas de la sociedad socialista.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:79-80

Concepto

(del latín “concipere”: concebir, aprehender). Una de las formas del reflejo del mundo en el pensar, mediante la cual se entra en conocimiento de la esencia de los fenómenos y procesos, se generalizan los aspectos y los caracteres fundamentales de los mismos. El concepto es producto del conocimiento –que se desarrolla históricamente– el cual, elevándose de un grado inferior a otro superior, resume en conceptos más profundos, sobre la base de la práctica los resultados obtenidos, perfecciona y puntualiza los conceptos viejos, formula otros nuevos. De ahí que los conceptos no sean estáticos, definitivos, absolutos, sino que se hallen en estado de desarrollo, de cambio y progreso en el sentido de proporcionar un reflejo más adecuado de la realidad. Los conceptos constituyen el sentido (Significado y sentido) de las palabras del lenguaje. La función lógica básica del concepto estriba en la separación mental, según determinados caracteres de objetos que nos interesan en la práctica y en el conocer. Gracias a esta función, los conceptos enlazan las palabras con determinados objetos, lo cual hace posible establecer el significado exacto de las palabras y operar con ellas en el proceso del pensar. Separar clases de objetos y generalizarlos en conceptos es condición necesaria para el conocimiento de las leyes de la naturaleza. Cada ciencia opera con determinados conceptos en los que se concentran los conocimientos que ha acumulado. Los propios conceptos, según caracterización de Lenin, constituyen el producto superior del cerebro, a su vez producto superior de la materia (véase t. XXXVIII, pág. 157). La formación de conceptos, el paso a un concepto partiendo de las formas sensoriales del reflejo, constituye un proceso complejo en el que se aplican métodos de conocimiento como la comparación, el análisis y la síntesis, la abstracción, la idealización, la generalización y formas más o menos complejas del silogismo. A menudo, los conceptos de la ciencia se elaboran primero partiendo de conjeturas hipotéticas acerca de la existencia de determinados objetos y su naturaleza (así surgió, por ejemplo, el concepto de átomo). Gracias al conocimiento de las leyes y de las tendencias de desarrollo es posible formar el concepto de ciertos objetos antes de que estos mismos surjan (concepto de comunismo). Resulta, pues, que en la formación de los concentos se manifiestan la actividad y el carácter creador del pensamiento, pese a que el éxito en la utilización de los conceptos creados depende por entero de la exactitud con que en ellos se refleje la realidad objetiva. Todo concepto forma una abstracción, con lo cual aparentemente se aparta de la realidad. Sin embargo, gracias a los conceptos se obtiene un conocimiento más profundo de la realidad poniendo de relieve e investigando partes esenciales de la misma. Además lo concreto no reflejado plenamente en conceptos aislados puede ser reproducido con un grado mayor o menor de plenitud por medio de un conjunto de conceptos que reflejen las distintas partes de la cosa concreta dada. Todos los conceptos científicos, en tanto que reflejo de la realidad, son tan móviles y flexibles como los objetos y los procesos a los que generalizan. Según expresión de Lenin, los conceptos han de ser “tallados, trabajados, flexibles, móviles, relativos, ligados entre sí, unidos en las oposiciones, a fin de abarcar el mundo” (t. XXXVIII, pág. 136). La tesis relativa a la flexibilidad, movilidad, interconexión y transiciones de los conceptos constituye una de las partes más esenciales de la teoría concerniente a la lógica dialéctica del concepto. Aunque en el concepto se destaca sólo lo general, ello no significa que éste se contraponga a lo singular y a lo particular. Es más, los conceptos científicos contienen gran riqueza de lo particular, de lo individual, de lo singular. Únicamente sobre la base de lo general, resulta posible separar y conocer grupos especiales (especies) de objetos y también objetos particulares de una clase. El enfoque materialista dialéctico del concepto es confirmado por el desarrollo de toda la ciencia moderna y sirve de método del conocimiento cientifico.

Diccionario filosófico · 1965:75-76

Concepto

Forma de reflejo del mundo en la etapa del conocimiento asociada al uso del lenguaje; forma (modo) de generalización de los objetos y fenómenos. Se llama concepto también al pensamiento que constituye la generalización de los objetos de alguna clase según sus rasgos específicos, con la particularidad de que los objetos de la misma clase (átomos, animales, plantas, formaciones socioeconómicas, &c.) pueden sintetizarse en conceptos según distintos conjuntos de indicadores. La importancia científica del concepto es tanto mayor, cuanto más esenciales son los indicadores (que constituyen el contenido), sobre cuya base se generalizan los objetos. A medida que de los indicadores que constituyen el contenido fundamental del concepto se deducen otros indicadores generales de los objetos sintetizados en el concepto, el mismo transforma en un sistema determinado de conocimientos. El desarrollo de los conocimientos se expresa principalmente en la profundización de los conceptos y en las transiciones de unos conceptos (sobre los objetos dados) a otros, que fijan la esencia más profunda de los objetos y, de este modo, constituyen su reflejo más adecuado. Los conceptos se fijan en unas u otras formas del lenguaje y constituyen el sentido (Significación y sentido) de las expresiones correspondientes del mismo. Una de las funciones lógicas del concepto consiste en la segregación mental, según determinados indicadores, de los objetos que nos interesan en la práctica y en el conocimiento. Gracias a esta función del concepto las palabras se vinculan con determinados objetos, lo cual hace posible establecer el significado exacto de las mismas y operar con ellas en el proceso del pensamiento. La distinción de las clases de objetos y la sintetización de éstos en concepto son una condición necesaria del conocimiento de las leyes de la naturaleza. Cada una de las ciencias opera con determinados concepto, en los cuales se concentran los conocimientos que va acumulando la ciencia. La formación del concepto y la transición al mismo de las formas sensoriales de reflejo es un proceso complejo, en el que se emplean métodos de conocimiento tales como la comparación, análisis y síntesis, abstracción, idealización, generalización y formas más o menos complejas de ilación. A menudo los conceptos de la ciencia se forman inicialmente tan sólo sobre la base de las suposiciones hipotéticas acerca de la existencia de unos u otros objetos y de su naturaleza (así surgió, por ejemplo, el concepto de átomo). En base al conocimiento de las leyes y tendencias del desarrollo, los concepto de algunos objetos pueden formarse antes de que hayan surgido los objetos mismos (el concepto de comunismo). Así pues, en la formación de los concepto se manifiestan la actividad y el carácter creador del pensamiento, aunque el éxito en la utilización de los concepto creados depende por entero del grado de exactitud con que reflejan la realidad objetiva. Todo concepto es abstracción, lo cual da la apariencia de que el concepto se separa de la realidad. Pero de hecho, con ayuda del concepto la realidad se conoce más a fondo mediante la segregación y estudio de sus aspectos esenciales. Además, lo concreto, que no se refleja con toda plenitud en algunos concepto, puede ser reproducido más o menos plenamente por el conjunto de conceptos que reflejan sus diversos aspectos. Para reflejar la realidad con la mayor precisión, los conceptos deben ser, según dijera Lenin, “tallados, trabajados, flexibles, móviles, relativos, interrelacionados, unidos en los contrarios a fin de abarcar el mundo” (t. 29, p. 131). Esta tesis es uno de los aspectos más esenciales de la doctrina de la lógica dialéctica de los conceptos. El enfoque materialista dialéctico del concepto es confirmado por el desarrollo de toda la ciencia moderna y sirve de método de conocimiento científico.

Diccionario de filosofía · 1984:78-79