Filosofía en español
(del latín “disparatus” dividido, separado). No comparable. En la lógica de los siglos XIX-XX, el término “dispares” se aplica relativamente poco y sólo a los conceptos. Se llaman no comparables los conceptos cuyos objetos carecen de propiedades comunes, lo cual impide la ulterior generalización de las mismas (no son comparables, por ejemplo, el metal y el brillo, el cuadrado y la ideología). A veces se da el nombre de dispares a los juicios diferenciales (por ejemplo, en Leibniz: “el calor no es lo mismo que la luz” “el hombre y el animal no son una misma cosa, aunque todo hombre es un animal”). Algunos psicólogos (por ejemplo, Herbart) llaman dispares a las sensaciones de distintos órganos de los sentidos: por ejemplo, verde y sonoro, dulce y tibio.
Diccionario filosófico · 1965:124
Diccionario de filosofía · 1984