Filosofía en español 
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Idealismo “físico”

Idealismo “físico”

El idealismo “físico” es “el idealismo de cierta escuela de físicos de fines del siglo XIX y de principios del XX” (Lenin). El idealismo físico apareció a raíz de la crisis de las ciencias naturales, particularmente de la física. “La esencia de la crisis de la física contemporánea, escribía Lenin, radica en la destrucción de las viejas leyes y de los principios fundamentales, en el rechazo de la realidad objetiva existente fuera de la conciencia, es decir, en el reemplazo del materialismo por el idealismo y el agnosticismo”. De los enormes adelantos de la física, particularmente del descubrimiento de los electrones en la constitución de la materia, los naturalistas, que no poseían el método dialéctico, sacaron la conclusión completamente falsa, de que estos adelantos y descubrimientos conducen a la bancarrota de la concepción materialista del mundo. El idealismo físico se identificó con el machismo y las demás formas del idealismo subjetivo en filosofía. El idealismo físico es, pues, la forma del idealismo subjetivo nacida como resultado de la falsa interpretación filosófica, por una parte de los naturalistas, de los descubrimientos más recientes de la física. En Materialismo y Empiriocriticismo Lenin probó que los progresos de las ciencias naturales demuestran la justeza, no de la concepción idealista, sino de la concepción materialista dialéctica del mundo.

Diccionario filosófico marxista · 1946:150

Idealismo “físico”

Término empleado por primera vez por Lenin en su libro Materialismo y empiriocriticismo (ver). El idealismo “físico” fue engendrado por la crisis de la física que comenzó a fines del siglo XIX como consecuencia de nuevos descubrimientos científicos; pero tenía igualmente raíces de clase. Surgió en la época del imperialismo, vale decir según la expresión de Lenin, en la época de la reacción “en toda la línea”. Fue una de las manifestaciones de esta reacción en las ciencias de la naturaleza, una expresión de la lucha de los filósofos burgueses y de los físicos idealistas contra la ciencia y la filosofía materialistas, para la defensa del idealismo, del fideísmo, para la reconciliación de la ciencia y de la religión. Frente a los progresos prodigiosos realizados por la física –el descubrimiento de la radioactividad y la creación de la teoría electrónica– ciertos naturalistas metafísicos, bajo la influencia del idealismo extrajeron una conclusión absolutamente falsa, o sea, que esos progresos señalaban el hundimiento de la concepción materialista del mundo. “La materia ha desaparecido”, tal es el principio fundamental del idealismo “físico”. La crisis se reduce pues, a la negación del hecho de que las nociones físicas reflejan la materia, la realidad objetiva. Ahora bien, los nuevos descubrimientos habían destruido las concepciones metafísicas sobre la materia, y habían confirmado el materialismo dialéctico; pero como esos sabios ignoraban el materialismo dialéctico se lanzaron a negar el materialismo en general. La “materia desaparece” quiere decir que desaparece el límite hasta donde conocemos la materia, quiere decir que nuestro conocimiento se profundiza. Ciertas propiedades de la materia que se nos aparecían antes como absolutas, inmutables, primordiales (impenetrabilidad, inercia, masa, &c.) desaparecen y son reconocidas ahora como relativas, inherentes únicamente a ciertos estados de la materia. “Porque la única ‘propiedad’ de la materia con cuya admisión está ligado el materialismo filosófico, es la propiedad de ser una realidad objetiva, la de existir fuera de nuestra conciencia” (Lenin, Materialismo y empiriocriticismo, p. 290, Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1948).

Lenin mostró que el descubrimiento de la estructura compleja del átomo, su carácter inagotable, la negación por parte de la física moderna de las propiedades atribuidas otrora a la materia tales como la impenetrabilidad, la independencia de la masa con relación al movimiento, &c., constituyen la más bella ilustración del acierto del materialismo dialéctico. El carácter inagotable del átomo y la variabilidad de todas las formas de la materia y de su movimiento han sido siempre el punto de partida del materialismo dialéctico.

Después de haber analizado la esencia del idealismo “físico” y de la crisis de la física, Lenin puso al desnudo las causas de esta crisis. En la física moderna, las matemáticas desempeñan un papel enorme, y los datos de la ciencia se ven sometidos a cálculos matemáticos. Este aspecto positivo del progreso de la ciencia es utilizado por los reaccionarios para reducir el mundo objetivo a fórmulas matemáticas, para extraer la falsa conclusión de que no hay realidad objetiva, de que no hay materia detrás de las ecuaciones matemáticas. Tal es la primera causa de la crisis. Otra causa reside en el principio del relativismo, de la relatividad de los conocimientos humanos, principio que conducirá infaliblemente al idealismo si se ignora la dialéctica. En realidad, la relatividad de nuestros conocimientos, inevitable en razón de que todo el progreso de la ciencia se halla condicionado históricamente, significa únicamente que no hay que erigir en absoluta cada verdad obtenida; que con el progreso de la ciencia y de la producción, las verdades científicas son cada vez más precisas, se perfeccionan, se profundizan, y todo lo caduco, lo que no se confirma, es rechazado. Los idealistas erigen en absoluta la relatividad ineluctable de los conocimientos, y se sirven de ello para negar la verdad objetiva, el mundo exterior reflejado por el conocimiento humano. En su crítica al relativismo filosófico de los idealistas “físicos”, Lenin resolvió el problema de la relación entre la verdad relativa y la verdad absoluta, y mostró que la verdad absoluta es la suma de las verdades relativas. (ver Verdad absoluta y verdad relativa).

El idealismo “físico” constituye una forma del idealismo subjetivo, que resulta de una falsa interpretación filosófica de los nuevos descubrimientos, por parte de ciertos físicos. Actualmente, el idealismo “físico” se halla ampliamente extendido en los países capitalistas. Los filósofos burgueses reaccionarios y algunos físicos interpretan en un sentido idealista la mecánica de los cuantos, la teoría de la relatividad, &c. Los maravillosos descubrimientos de la ciencia tales como la mutabilidad de las diversas partículas materiales (fotones en electrones y en positrones, e inversamente) son utilizados para difundir la teoría idealista de la desaparición de la materia, del nacimiento de la materia a partir de la energía “pura”, &c. La teoría de la relatividad sirve de pretexto para afirmar que el espacio y el tiempo no son formas objetivas del ser. Hoy, cualquier descubrimiento de la ciencia es explotado por los filósofos reaccionarios para negar la causalidad y la necesidad objetivas, para proclamar el “libre albedrío” del electrón, &c. No obstante, se observa también que aumenta el número de investigadores progresistas que luchan contra el idealismo “físico” y que consideran el materialismo dialéctico como la única base filosófica del estudio verdaderamente científico. Paul Langevin fue un brillante representante de ese grupo de sabios entre los cuales se cuenta a Irene y Federico Joliot-Curie en Francia, Blackett y Bernal en Inglaterra, y otros más. Lenin señaló a los sabios la salida de la crisis de la física. Y ella reside en la adopción de las posiciones del materialismo dialéctico. Los físicos soviéticos luchan contra el idealismo “físico” predicado por los filósofos burgueses reaccionarios y también contra las supervivencias del idealismo “físico” en la ciencia soviética.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:247-248

Idealismo físico

Denominación de las concepciones idealistas subjetivas de una de las escuelas de la nueva física; el termino fue introducido por Lenin en el libro Materialismo y empiriocriticismo. La quiebra total de los conceptos físicos anteriores, debida a los descubrimientos de fines del siglo XIX y comienzos del XX (Radiactividad, Teoría de la relatividad) provocó la crisis de la física al situar en el primer plano del desarrollo de dicha ciencia dos momentos: el de su matematización y el principio de la relatividad de los conocimientos. Como puso de relieve Lenin, esos problemas condujeron al idealismo físico a los científicos que, en virtud de su posición social, no conocían el materialismo dialéctico. En primer lugar, el hundimiento de la evidencia sensorial de los objetos más sencillos de la física y su descripción en un lenguaje matemático abstracto llevaban a la conclusión errónea de que “la materia ha desaparecido” y de que quedaban únicamente ecuaciones. En segundo lugar, la quiebra radical de las representaciones habituales llevaba, si se desconocía la dialéctica de la verdad absoluta y de la verdad relativa, a la afirmación de la “relatividad absoluta de nuestros conocimientos”, a la negación de la verdad objetiva, en último término, al idealismo y al agnosticismo. El idealismo físico actual intenta explicar las particularidades de la nueva física por las propiedades del sujeto (del observador), quien describe el mundo recurriendo a la matemática “apriorística” y a las indicaciones de los instrumentos. Esta explicación, en último término, se basa en el denominado principio de observabilidad, según el cual la teoría no ha de contener nada que no corresponda a la experiencia sensorial inmediata del sujeto. El resultado es que el idealismo físico niega el carácter objetivo del conocimiento y con ello frena el avance de la ciencia. Sin embargo, el propio desarrollo científico rechaza al idealismo físico y confirma la necesidad de unir la física con la filosofía del materialismo dialéctico.

Diccionario filosófico · 1965:230

Idealismo físico

Término que usa Lenin en su libro Materialismo y empiriocriticismo para designar varias concepciones idealistas subjetivas que especulan con las realizaciones de la física nueva. La brusca ruptura de los viejos conceptos físicos, asociada a los descubrimientos de fines del siglo 19 y comienzos del 20 (Teoría de la relatividad), iba acompañada de una crisis en la física y promovió a primer plano dos elementos en el desarrollo de esta ciencia: su matematización y el principio de la relatividad de los conocimientos. La comprensión falsa de estos procesos contribuía a que pasaran al idealismo físico aquellos científicos que no tenían un amplio enfoque conceptual de los nuevos fenómenos, no podían sintetizar las regularidades del progreso histórico del saber científico y, en virtud de su posición sociopolítica, no reconocían, en particular, el materialismo dialéctico. La imposibilidad de describir los objetos sencillos de la física valiéndose del lenguaje matemático abstracto llevaba a la conclusión errónea de que “la materia ha desaparecido” y sólo se quedan las ecuaciones. El desmoronamiento radical de las representaciones habituales, desconociéndose la dialéctica de la verdad absoluta y relativa, conducía a la afirmación sobre la “relatividad” de nuestros conocimientos, a la negación de la verdad objetiva y, en última instancia, al idealismo y agnosticismo. El idealismo físico niega la objetividad del conocimiento y frena con ello el desarrollo de la ciencia.

Diccionario de filosofía · 1984:220