Filosofía en español 
Filosofía en español

Imaginación

no figura

Diccionario filosófico marxista · 1946

Imaginación

Reflejo original de la realidad objetiva en la conciencia, representación figurada de los fenómenos reales o irreales. Toda representación por más fantástica que sea, lejos de ser un producto puramente subjetivo de la conciencia humana, está basada, en último análisis, en el reflejo de la realidad objetiva. Es importante distinguir entre la imaginación estéril, fundada en una falsa concepción de la realidad, y la imaginación fecunda, fundada en un firme conocimiento de los hechos. La imaginación fecunda desempeña una gran papel en todos los dominios de la actividad intelectual, y constituye condición indispensable en toda obra creadora. “La generalización más simple”, dice Lenin, “una idea general de las más elementales (la ‘mesa’ en general) encierra cierta porción de imaginación” (Cuadernos filosóficos, Ed. rusa). La imaginación, que es una de las fuentes de la creación artística, es igualmente indispensable en la actividad científica. “...Sería absurdo”, escribía Lenin, “negar el papel de la imaginación aun en la más rigurosa de las ciencias...” (Ibid.) Y Lenin señala que aun en las matemáticas, sin imaginación no habrían sido descubiertos jamás el cálculo diferencial y el integral. Lenin apreciaba en alto grado las reflexiones de Pisarev acerca de los “sueños útiles que impulsan el trabajo” en oposición a las “ensoñaciones hueras”. El papel de las hipótesis científicas es conocido por todos. Ahora bien, toda hipótesis se halla ligada a la imaginación. La importancia de la imaginación no es menor en el dominio de la técnica. Muchas invenciones notables han sido previstas y esbozadas en relatos literarios mucho antes de que fueran realizadas.

La imaginación es fecunda si se halla ligada a la realidad. Si se aparta de ella, da al hombre una representación falseada del mundo. Tal, como ejemplo de representación deformada, la que se halla en la base de las representaciones religiosas. El hecho de que la imaginación pueda separarse de la vida, constituye una de las raíces gnoseológicas del idealismo y de la religión.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:252-253

Imaginación

Facultad de crear nuevas imágenes sensoriales o conceptuales en la conciencia humana sobre la base de transformar las impresiones recibidas de la realidad sin que se encuentren en la realidad que se nos ofrezca. La imaginación surge en el quehacer del hombre que trabaja; sin ella, el trabajo no podría ser adecuado y fecundo. La psicología clasifica la imaginación según el grado de intencionalidad (voluntaria e involuntaria), de actividad (reproductiva y creadora), de generalización de las imágenes (científica, inventiva, artística, religiosa, &c.). Según palabras de Lenin, “la generalización más simple, una idea general de las más elementales, (la ‘mesa’ en general) encierra cierta porción de imaginación” (t. XXXVIII, pág. 379). La imaginación del sabio ayuda a conocer el mundo creando hipótesis, representaciones-modelos, ideas de experimentos. Es sobre todo importante el papel de la imaginación en el proceso de la creación artística. En este caso, no sólo sirve de medio para generalizar, sino, además, de fuerza que hace surgir a la vida las imágenes estéticas significativas del arte, en las que se expresa el conocimiento artístico de la realidad. Son un producto de la imaginación el ideal como imagen del deber ser, y la ilusión como imagen de lo deseado. A diferencia de las quimeras “de la fantasía ociosa” (Belinski) que apartan al hombre de la realidad, la imaginación está vinculada a las necesidades de la sociedad, es una “cualidad de grandioso valor” (Lenin) que facilita el conocimiento de la vida y la transformación de la misma.

Diccionario filosófico · 1965:235

Imaginación

Capacidad de la conciencia humana de formar en sí nuevas imágenes sensoriales o conceptuales sobre la base de la transformación de las impresiones infundidas por la realidad. La imaginación surge en la actividad laboral del hombre, la cual no pudiera ser racional ni fecunda sin aquélla. La psicología clasifica la imaginación por el grado de premeditación (imaginación voluntaria e involuntaria), de actividad reproductora y creativa), de generalización de las imágenes (imaginación concreta y abstracta), según las formas de actividad creadora (imaginación científica, inventora, artística, religiosa, &c.). La imaginación del científico ayuda a conocer el mundo, creando hipótesis, representaciones de modelo, ideas de experimentos. Es grande el papel de la imaginación en el proceso de creación artística. En este caso sirve no sólo de medio de generalización, sino, también, de fuerza que da vida a las imágenes estéticamente significativas del arte, en las que se plasma el reflejo artístico de la realidad. A diferencia de las fantasías, que apartan al hombre de la realidad, la imaginación enlazada con las necesidades de la sociedad constituye una cualidad de extraordinario valor, pues ayuda a conocer la vida y a transformarla.

Diccionario de filosofía · 1984:225