Filosofía en español 
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Internacionalismo proletario

no figura

Diccionario filosófico marxista · 1946

Internacionalismo proletario

Solidaridad internacional de los proletarios y de los trabajadores del mundo entero. Uno de los grandes principios que animan a los partidos comunistas de todos las países. Por oposición al nacionalismo (ver) burgués que divide a las naciones y excita a las unas contra las otras, el internacionalismo proletario une a los trabajadores de todos los países en la lucha por la paz, la democracia y el socialismo.

Marx y Engels fueron los primeros en proclamar la idea del internacionalismo proletario en el Manifiesto del Partido Comunista (ver). Destacaron en primer plano la comunidad de intereses de los proletarios de todos los países en la lucha para emanciparse del yugo capitalista. La clase obrera de cada país, de cada nación, combate por su emancipación social, por derrocar el poder de la burguesía y establecer la dictadura del proletariado. Pero la clase obrera de una nación dada no puede considerar su lucha al margen de la lucha de los proletarios de otras naciones: su enemigo es la burguesía de su propio país, pero también la de los otros países. De allí la comunidad de los intereses vitales del proletariado y de los trabajadores de todos los países en lucha contra el enemigo común. Al lanzar la consigna “Proletarios de todos los países, uníos”, Marx y Engels tradujeron la esencia del internacionalismo proletario.

El internacionalismo proletario no implica, en absoluto, la indiferencia de la clase obrera hacia su propio país, su patria, como lo pretenden los ideólogos burgueses y reformistas. El internacionalismo proletario conjuga armoniosamente el amor verdadero del proletariado por su patria y su deseo de verla liberada de la opresión social y nacional, con el sostén de la lucha de los trabajadores de los demás países por la libertad, la paz, la democracia y el socialismo. El internacionalismo proletario no tolera el desprecio hacia otras naciones, aun a las más pequeñas, pues cada nación, pequeña o grande, contribuye al progreso de la cultura mundial. Sólo la revolución socialista de la clase obrera pone término a la opresión nacional y establece relaciones nuevas, amistosas entre los pueblos y las naciones. Así lo proclama el Manifiesto del Partido Comunista cuando afirma: “En la misma medida en que sea abolida la explotación de un individuo por otro, será abolida la explotación de una nación por otra. Al mismo tiempo que el antagonismo de las clases en el interior de las naciones desaparecerá la hostilidad de las naciones entre sí”. (Marx/Engels, Obras escogidas, t. 1, p. 39, Ed esp., Moscú, 1951).

La solidaridad de los proletarios de todos los países en la lucha contra la burguesía, se desarrollaba ya en la época premonopolista. En la época del imperialismo, ese frente común se ha ampliado sensiblemente. La lucha del proletariado internacional por el socialismo se funde con el movimiento de liberación nacional de los pueblos coloniales y semicoloniales que combaten por su independencia. La idea de solidaridad de los proletarios y de todos los pueblos oprimidos por el imperialismo se hace carne en centenares de millones de personas y se convierte en un poderoso factor del movimiento de liberación.

Los principios del internacionalismo proletario impregnan la estructura orgánica y toda la actividad de los partidos revolucionarios del proletariado. El Partido Comunista de la Unión Soviética ha sostenido una lucha implacable contra los nacionalistas en el seno del movimiento obrero que se esforzaban en dividir a los obreros de las diversas naciones, de aislarlos los unos de los otros, y de ayudar así a que la burguesía los venciera por separado. Lenin escribía: “Quien quiera servir al proletariado, debe agrupar a los obreros de todas las naciones y luchar sin desfallecimientos contra el nacionalismo burgués, contra ‘el suyo propio’ y el del extranjero” (Lenin, “Notas críticas sobre la cuestión nacional”, en Obras, Ed. rusa).

La Gran Revolución Socialista de Octubre, realizada por la clase obrera de Rusia, ha tenido y tiene siempre una inmensa proyección internacional. Debilitó la potencia del imperialismo en las metrópolis y resquebrajó su dominio en las colonias poniendo así en tela de juicio la propia existencia del capitalismo mundial. Gracias a la Unión Soviética, a su victoria sobre el fascismo, los trabajadores de varios países de Europa y de Asia, se emanciparon del yugo capitalista y se encauzaron por el camino de la edificación de una vida nueva. Por otra parte, la ayuda fraternal que prestan a la U.R.S.S. la clase obrera y los trabajadores de los demás países, ha constituido siempre una de las fuentes de su poderío. Esta ayuda recíproca entre el pueblo soviético y los trabajadores de los demás países, responde a sus intereses vitales comunes.

La solución del problema nacional en la U.R.S.S., la creación de un Estado multinacional de tipo nuevo basado en la amistad de los pueblos (ver), y el establecimiento de nuevas relaciones internacionales entre la U.R.S.S. y las democracias populares, constituyen la materialización de las ideas del internacionalismo proletario. El Partido Comunista educa a los soviéticos en el espíritu del patriotismo soviético (ver), cuyos elementos más importantes son la igualdad de derechos y la amistad de los pueblos, el sostén de los pueblos en la lucha por la paz, la democracia y el socialismo. El patriotismo soviético y el internacionalismo proletario son inseparables. El internacionalismo proletario es diametralmente opuesto al cosmopolitismo (ver).

Diccionario filosófico abreviado · 1959:261-262

Internacionalismo proletario

Ideología de la solidaridad internacional de los proletarios y trabajadores de todos los países; es uno de los principios ideológicos fundamentales que sirven de guía a la clase obrera y sus partidos. Quienes primero proclamaron la idea del internacionalismo proletario fueron Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista, donde pusieron de relieve la comunidad de intereses del proletariado de todos los países en la lucha por liberarse del capitalismo. La esencia del internacionalismo proletario está expresada en la consigna de “¡Proletarios de todos los países, uníos!”. La clase obrera de cada nación no puede considerar su lucha al margen de la del proletariado de las demás naciones, pues su enemigo no es únicamente la burguesía de su propio país, sino, además, la de los otros países. De ahí que sean comunes los intereses fundamentales de todo el proletariado internacional. En el internacionalismo proletario se combinan orgánicamente el amor del proletariado hacia su propia patria, el anhelo de verla libre del yugo de clase y de toda opresión, con el apoyo de la lucha de los trabajadores de los otros países por la paz, la democracia y el socialismo. Al internacionalismo proletario le es ajeno el menosprecio hacia otras naciones, incluso hacia las más pequeñas, pues cada nación hace su aportación a la cultura mundial. La gran Revolución de Octubre y la victoria del socialismo en la U.R.S.S. han debilitado el sistema mundial del imperialismo, cuya base han socavado, y han prestado un apoyo inmenso al proletariado internacional en su justa lucha; al mismo tiempo, el internacionalismo proletario se ha manifestado en el apoyo que la clase obrera internacional prestó a la República Soviética. La solución de la cuestión nacional en la U.R.S.S. y los demás países socialistas y el establecimiento de un nuevo tipo de estados multinacionales, basados en la amistad de los pueblos, constituye la encarnación de las ideas del internacionalismo proletario. Al formarse el sistema mundial del socialismo, el contenido del internacionalismo proletario se ha hecho aun más polifacético. Hoy, una de sus manifestaciones más elevadas radica en la amistad y ayuda mutua de los países del sistema socialista mundial. Son exigencias capitales del internacionalismo proletario, el garantizar la seguridad de todo el campo del socialismo, la lucha por la paz y contra la guerra, la ayuda a los pueblos de los países atrasados en el desarrollo de su economía y de su cultura nacionales. El internacionalismo proletario está orgánicamente vinculado con el patriotismo socialista, con la fidelidad al socialismo y al sistema socialista mundial. La edificación comunista en la U.R.S.S. es una gran tarea internacionalista del pueblo soviético, responde a los intereses de todo el sistema socialista mundial; a los intereses del proletariado de todo el mundo, de la humanidad entera. En las presentes condiciones, los principios del internacionalismo proletario exigen que se lleve a cabo una lucha intransigente contra toda estrechez nacional, contra la ideología del cosmopolitismo, que se defienda decididamente la unidad de los partidos obreros y comunistas.

Diccionario filosófico · 1965:245

Internacionalismo (proletario, socialista)

(lat. inter: entre, y natio: nación.) Uno de los principios básicos de la ideología y la política de la clase obrera y de su partido, que expresa la solidaridad internacional de los trabajadores de los distintos países en la lucha contra el capitalismo, por su liberación social y nacional y por la edificación del socialismo y el comunismo. La base del internacionalismo es la comunidad de los intereses de clase del proletariado y el objetivo final de su lucha, independientemente de la pertenencia estatal y nacional de sus representantes concretos. El internacionalismo nació en los albores del movimiento comunista internacional y, al comienzo, halló reflejo en la conciencia cotidiana de los obreros en forma de sentimientos sociales y de consignas de la solidaridad internacional. Fue fundamentado teóricamente al aparecer el comunismo científico. En el “Manifiesto del Partido Comunista” y en otras obras de Marx y Engels se muestra la necesidad objetiva de la unidad de los obreros de los distintos países en la lucha contra el capital, se formulan las ideas fundamentales del internacionalismo y se proclama su lema: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”. El principio del internacionalismo presupone el apoyo mutuo y la colaboración de los trabajadores de distintos países en la lucha contra la burguesía internacional, el reconocimiento de la igualdad de derechos de todos los pueblos, la irreconciliabilidad con toda opresión de una nación por otra y la conjugación de los intereses internacionales y nacionales. Por eso, el internacionalismo se opone al nacionalismo burgués y al chovinismo de gran potencia, así como a la ideología del racismo y del colonialismo. Se opone radicalmente también al cosmopolitismo, que disimulando la neutralidad, oculta las relaciones de desigualdad nacional y política y de dominación y opresión imperialistas. Por primera vez en la historia, las ideas del internacionalismo fueron materializadas en el proceso de edificación del socialismo en la URSS, país en el que se resolvió el problema nacional, se creó el Estado multinacional de los pueblos iguales en derechos y se formaron las relaciones entre las naciones, que son de tipo nuevo y en las que no existen los antagonismos clasistas y nacionales. Gracias a ello, el internacionalismo proletario pasa a ser el internacionalismo socialista, lo cual se manifiesta en la ampliación de la base social del internacionalismo y su transformación en la ideología de toda la sociedad. El internacionalismo está ligado orgánicamente al patriotismo socialista. Al formarse el sistema socialista mundial, los principios del internacionalismo fueron puestos en la base de las relaciones interestatales entre los países socialistas, así como de las relaciones de los pueblos de estos últimos con los trabajadores de los países capitalistas y con los pueblos que luchan por su liberación nacional.

Internacionalismo proletario

Véase Internacionalismo.

Diccionario de filosofía · 1984:232-233