Filosofía en español 
Filosofía en español

Miguel Vasílievich Lomonósov

Miguel Vasílievich Lomonósov (1711-1765)

Gran sabio y poeta ruso. La actividad científica de Lomonósov es extraordinariamente multiforme y variada, siendo especialmente considerables sus méritos en el terreno de la química y de la física. Cuarenta años ante de Lavoisier, Lomonósov descubre y formula la ley de la conservación de la materia: “Todos los cambios que se suceden en la Naturaleza son de tal índole que cuanto se quita de algún cuerpo, se agrega a otro cuerpo. Así, si en algún sitio disminuye algo de la materia, aumenta en otro sitio”. Engels la llama una ley absoluta de la Naturaleza. En el trabajo “Reflexiones sobre la fuerza elástica del aire”, Lomonósov desarrolla la teoría de la estructura del aire sobre la base de la teoría cinética de los gases, que más adelante tuvo una enorme importancia. Lomonósov echó los cimientos de una rama completamente nueva de la ciencia, la físico-química, ciencia que liga estrechamente los métodos físicos de investigación con la solución de los problemas químicos. Aplicando los adelantos de la física y de la química, Lomonósov dedicó una considerable atención al desarrollo de la minería de los metales. Lomonósov se dedicó también a los problemas geológicos, investigó la riqueza del subsuelo ruso, y estudió las condiciones de la navegación del Mar del Norte. Lomonosoy inventó una serie de instrumentos para la navegación, la meteorología, la geodesia, la física, la química, &c. En sus trabajos científico-naturales, Lomonósov se manifiesta como materialista en el que a pesar de sus interpretaciones mecanicistas de la Naturaleza hay elementos de la idea del desarrollo. Explicó las propiedades de la materia, por ejemplo, los procesos caloríficos, por su movimiento, manifestándose resuelto adversario de la teoría del calórico (idea sobre una materia especial, supuesta fuente del calor). En “Reflexiones sobre las causas del calor y del frío” escribía: “El movimiento debe ser estimado como fundamento suficiente del calor. Y como no puede haber movimiento sin materia, es necesario que un fundamento suficiente del calor consista en el movimiento de alguna materia”. Lomonósov emite la genial idea de que los diversos fenómenos de la Naturaleza son condicionados por las diversas formas del movimiento de la materia; con estos pensamientos su época llenó todo un siglo. Lomonósov es el creador de la lengua literaria rusa, fundador de la gramática rusa. En lugar de los esquemas muertos, escolásticos de las viejas gramáticas, Lomonósov fija una nueva, basada en la lengua rusa viva. Como poeta, Lomonósov produjo una lírica civil en la que exhorta al desarrollo de las ciencias y del arte en Rusia, a la divulgación de la ilustración entre el pueblo ruso. Lomonósov trabajó extraordinariamente por el desarrollo de la ciencia en Rusia, en particular de las ciencias naturales. Fundador de la Universidad de Moscú (1755), se manifestó por la reforma de la Academia de ciencias. Lomonósov llevaba una lucha contra el clero, fustigando cruelmente la ignorancia de los curas. Fue un gran educador del pueblo ruso.

Diccionario filosófico marxista · 1946:180

Mijail Vasílievich Lomonósov (1711-1765)

Lomonósov

Gran sabio y poeta ruso que introdujo en Rusia la filosofía materialista y las ciencias de la naturaleza. Era hijo de un campesino de la aldea Denisovka, cerca de Jolmogori, provincia de Arjanguelsk. Desde su infancia, Lomonósov manifestó un vivo deseo de instruirse. En 1730, partió para Moscú, donde después de haber vencido muchas dificultades debido a su origen campesino, entró en la Academia eslavo-grecolatina. En 1735 fue enviado a la Academia de Ciencias de Petersburgo y, al cabo de cierto tiempo, partió a países extranjeros de donde volvió en 1741. Compuesta sobre todo por extranjeros, la Academia de ciencias de la época tardó mucho en reconocer a Lomonósov como sabio. Sólo en 1745 recibió éste el título de profesor de química.

Lomonósov inició la tradición materialista en la ciencia y en la filosofía rusas de vanguardia. Su actividad científica era casi universal, y sobre todo en química y en física sus realizaciones son muy importantes. La contribución principal de Lomonósov a la ciencia es la de haber descubierto la ley de la conservación de la materia y del movimiento como ley natural y universal, y de haberla justificado teórica y experimentalmente. Desde sus primeras investigaciones, Lomonósov había llegado a la conclusión de la constancia de la materia y del movimiento. En 1748, dio la fórmula de esta ley: “Todos los cambios en la naturaleza se cumplen de tal manera, que lo que se agrega a esto se retira de aquello. La substancia agregada a un cuerpo es retirada en cantidad igual a otro... Esta ley de la naturaleza es tan universal, que se aplica también al movimiento”. Posteriormente, Lomonósov desarrolló esta ley en sus “Consideraciones sobre los estados sólido y líquido de los cuerpos” y en otras obras. La ley de la conservación de la materia es llamada a justo título, ley de Lomonósov, quien la estableció experimentalmente pesando los cuerpos antes y después de la reacción química. El principio de la conservación del movimiento formulado por Lomonósov fue confirmado bajo una forma concreta (ley de la conservación de la energía) casi cien años más tarde. A Lomonósov, pues, cabe la prioridad del descubrimiento de la ley universal de la conservación de la materia y del movimiento, ley que sienta las bases de las ciencias naturales modernas, particularmente de la física y de la química. Partiendo del hecho de que la materia y el movimiento son indestructibles y no han sido creados jamás, Lomonósov afirmaba que se hallan indisolublemente ligados. Lomonósov fue en química el fundador del atomismo, que ha mostrado la estructura atómica y molecular de la materia. Consideraba que los “corpúsculos” (moléculas) se componen de partículas infinitesimales o “elementos” (átomos). “Los corpúsculos son homogéneos”, escribía Lomonósov, “si se componen de un número igual de elementos semejantes agrupados entre sí de la misma manera... Los corpúsculos son heterogéneos, cuando sus elementos carecen de semejanza y se hallan ligados entre sí de maneras diferentes o en números diferentes: de eso depende la inmensa diversidad de los cuerpos”. Su concepción del calor como movimiento mecánico de los corpúsculos se basa en la ley de la conservación del movimiento. En sus “Consideraciones sobre la fuerza elástica del aire”, Lomonósov desarrolló la teoría de la estructura del aire basándose en concepciones moleculares y cinéticas cuyo papel fue posteriormente primordial en el desarrollo de la ciencia. Lomonósov luchó resueltamente contra las ideas pseudocientíficas que reinaban en las ciencias naturales durante el siglo XVIII, por ejemplo, contra el concepto metafísico del flogisto. En sus “Consideraciones sobre las causas del calor y del frío”, Lomonósov escribía que “hay una razón suficiente del calor en el movimiento. Y como el movimiento no puede producirse sin materia, se infiere necesariamente que una razón suficiente del calor está comprendida en el movimiento de cualquier materia”. Lomonósov expresó ideas geniales sobre la diversidad de los fenómenos naturales en los que ve formas diferentes del movimiento de la materia. Lomonósov echó los cimientos de una ciencia enteramente nueva, la química-física, que aplica los métodos y las teorías de la investigación física a los problemas de la química. Prestó una gran atención al desarrollo de la metalurgia. En geología, fue el primero en adelantar la idea de la evolución. Hizo explorar las fuentes minerales de Rusia y estudió las condiciones de navegación por la vía marítima del Norte. En astronomía, era partidario de la teoría heliocéntrica, de la pluralidad de los mundos y de la infinitud del universo. Fue el primero en descubrir la presencia de una atmósfera alrededor de Venus y, contrariamente a los dogmas de la Iglesia, admitía que la vida era posible en los demás planetas. Ofreció una explicación, justa en el fondo, de las causas de los cambios de clima sobre la tierra, del descubrimiento, en las capas congeladas de las tierras del Norte, de fósiles de animales y de plantas que no habrían podido vivir en las condiciones del Ártico. Lomonósov había previsto que para densidades superiores a las del aire, se descubrirían diferencias con relación a la ley de Boyle-Mariotte. Introdujo en química el método cuantitativo como procedimiento de investigación, inventó numerosos instrumentos empleados en navegación, en meteorología, en geodesia, en física, en química, &c., y creó el primer laboratorio de química en Rusia (1748).

Lomonósov zanjaba como materialista la cuestión fundamental de la filosofía (ver). Con sus investigaciones, asestó un golpe sensible a la concepción metafísica del universo. En diversos problemas, Lomonósov desarrolló la idea de la evolución. No obstante, dado el carácter limitado de los conocimientos de su época, estudió sobre todo las leyes y las propiedades mecánicas de la naturaleza. Reconocía como atributos esenciales de la materia, la dimensión, la inercia, la impenetrabilidad y el movimiento mecánico. Lomonósov oponía la concepción materialista de los átomos a la monadología idealista de Leibniz (ver) a la que sometió a una crítica implacable. Al refutar la existencia de las mónadas espirituales de Leibniz, Lomonósov llamó a los corpúsculos “mónadas físicas”. Las ideas que desarrolló contienen elementos de dialéctica. Muestra ya que el mundo que nos rodea se desarrolla sin cesar y sufre cambios continuos. En su obra “De las capas de la tierra”, habla de los cambios del desarrollo evolutivo de los reinos animal y vegetal, expone una teoría audaz del origen vegetal de la turba, del carbón, del petróleo, del ámbar, una teoría evolutiva del origen de los suelos. Para Lomonósov, el movimiento existe eternamente. En su obra “Del peso de los cuerpos y del carácter eterno del primer movimiento” escribía: “...El primer movimiento no puede tener comienzo jamás, sino que debe durar eternamente”.

Lomonósov era partidario de la teoría materialista del conocimiento: la fuente del conocimiento es el mundo exterior que actúa sobre nuestros órganos de los sentidos. Adversario resuelto de la teoría idealista cartesiana de las ideas innatas (ver) y de la experiencia mental de Locke (ver), preconizaba la fusión de los datos de la experiencia con las conclusiones teóricas. Criticaba a los que separaban el conocimiento racional de la percepción sensorial y oponían metafísicamente la síntesis al análisis. En su teoría del conocimiento Lomonósov asignaba un lugar importante a la experiencia, en el sentido estrecho de experiencia científica y de percepción sensorial de la realidad objetiva. Lomonósov sometió a una viva crítica la teoría idealista de las “cualidades secundarias”, mostrando que estas cualidades tienen una existencia tan objetiva como las cualidades primarias. (ver Cualidades primarias y cualidades secundarias).

“A partir de Lomonósov se inicia nuestra literatura”, escribía Belinski. Lomonósov fue el fundador de la gramática rusa. En lugar de los esquemas escolásticos decadentes, Lomonósov creó una gramática fundada sobre la lengua rusa hablada, viva. Como poeta, llamaba por medio de sus versos al desarrollo de las ciencias y de las artes en Rusia, a la difusión de la instrucción en el pueblo ruso. Durante muchos años, Lomonósov luchó por la creación de una ciencia nacional, e hizo mucho por el desarrollo de las ciencias naturales en Rusia, por la unión de la ciencia de vanguardia y de las tareas prácticas. Lomonósov fue el primer sabio ruso que llegó a ser académico. Fundó la Universidad de Moscú (1755), y abogó y luchó por una reorganización de la Academia de Ciencias. En su lucha contra el clero estigmatizó sin piedad la ignorancia de los popes. Como historiador y patriota, era adversario de toda falsificación de la historia rusa, y se opuso al predominio, en el seno de la Academia de Ciencias, del “partido alemán” reaccionario. Lomonósov amaba ardientemente a su pueblo y tenía fe en el gran porvenir de su país.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:301-304

Mijaíl Vasílievich Lomonósov (1711-1765)

Personalidad rusa de saber enciclopédico, fundador de la filosofía materialista en su país. Hijo de campesinos. Ingresó en la Academia eslavo-greco-latina de Moscú (1731), fue enviado a la Academia de Ciencias de Petersburgo (1736) (por ser el mejor alumno), y luego al extranjero, a la Universidad de Marburgo: en 1741, regresó a Rusia. La obra de Lomonósov es de una diversidad extraordinaria; son especialmente grandes sus méritos en el terreno de la física y de la química. Fue asimismo importante su contribución a la filología, a la historia y a la poesía. De Lomonósov arranca la tradición materialista de la filosofía rusa. Como materialista, luchó Lomonósov contra las concepciones especulativas dominantes en la ciencia de aquel tiempo. A las teorías idealistas, contraponía la idea del origen natural de los cuerpos de la naturaleza. En el trabajo “De las capas terrestres” (1763) expuso la idea de que los reinos animal y vegetal están sujetos a evolución y señaló la necesidad de estudiar las causas del cambio de la naturaleza. “Hay listos a quienes les resulta fácil ser filósofos –escribe– aprendiéndose de memoria cinco palabras: ‘Dios lo ha creado así’, y dándolas como respuesta en lugar de todas las causas”. Para explicar los fenómenos de la naturaleza, tomaba como idea básica la de cambio de la materia, –a la que consideraba compuesta de partículas diminutas, “elementos” (átomos), unidos en “corpúsculos” (moléculas) y no concebía la materia separada del movimiento. Expresó esta idea en la ley de la conservación de la substancia y el movimiento, que formuló en carta del 5 de junio de 1748 dirigida a Euler (Ley de la conservación de la energía). Lomonósov se manifestó enérgicamente contra las concepciones anticientíficas dominantes en la ciencia natural del siglo XVIII. En su trabajo “Consideraciones sobre la causa del calor y del frío” (1749) rechaza el concepto de calórico como especie singular de materia calorífica y señala que es necesario buscar la causa de los procesos del calor en el movimiento de las partículas de la materia. Ello conduce a Lomonósov a la suposición de que la diversidad de los fenómenos de la naturaleza está condicionada por las distintas formas del movimiento de la materia. Según Lomonósov, las propiedades principales de la materia son: extensión, fuerza de la inercia, forma, impenetrabilidad y movimiento mecánico. Lomonósov consideraba al “primer impulso” como una de las causas del desarrollo de la naturaleza, siguiendo también en este caso el punto de vista del materialismo mecanicista. En gnoseología, Lomonósov defendía posiciones materialistas. Entendía que la fuente del conocimiento radicaba en la acción del mundo exterior sobre los órganos de los sentidos, combatía la teoría de las “ideas innatas” y la doctrina de las “cualidades secundarias”. Confiriendo, en la cognición, un gran lugar a la experiencia, suponía, al mismo tiempo, que únicamente la unión de los métodos empíricos con las generalizaciones teóricas puede conducir a la verdad. Lomonósov es el fundador de una ciencia, nueva en su tiempo: la química física; fue el primero en establecer que el planeta Venus está rodeado de atmósfera, introdujo en la química el método del análisis cuantitativo en calidad de procedimiento sistemático de investigación, &c. Son muy relevantes los méritos de Lomonósov en el avance del estudio geológico y geográfico de Rusia, en el desarrollo de la minería y de la cerámica. Lomonósov es el fundador de la Universidad de Moscú (1755), y preparó una pléyade de científicos rusos que contribuyeron al progreso de la ciencia natural y de la filosofía materialista en Rusia. Por su manera de ver los fenómenos sociales, Lomonósov pertenecía a la Ilustración, consideraba que la vida de la sociedad sólo puede mejorarse mediante la instrucción y el perfeccionamiento de las costumbres. A juicio de Lomonósov, una de las causas de la ignorancia de las masas es el oscurantismo de los sacerdotes. En la lucha contra el clero, mantenía un criterio racionalista, con tendencias al deísmo. Los trabajos poéticos e históricos de Lomonósov están impregnados de patriotismo. En su obra Historia Antigua de Rusia (editado en 1766), refutó la falsificación que los historiadores extranjeros hacían de la originalidad del carácter del pueblo ruso.

Diccionario filosófico · 1965:283-284

Mijaíl Vasílievich Lomonósov (1711-1765)

Científico enciclopedista ruso, fundador de la filosofía materialista en Rusia. Hijo de campesino. En 1731 ingresó en la Academia Eslavo-Griego-Latina en Moscú, en 1736 fue enviado a la Academia de Ciencias de San Petersburgo y, más tarde, al extranjero a la Universidad de Marburgo. En 1741 regresó a Rusia. La obra creadora de Lomonósov es excepcionalmente diversa, son particularmente grandes sus méritos en el desarrollo de la física y la química. Hizo también aportes a la filología, la historia y la poesía rusas. Siendo materialista, Lomonósov luchó contra las concepciones especulativas dominantes en la ciencia de aquel entonces. En la obra De las capas terrestres (1763) formuló la hipótesis acerca de la evolución del reino vegetal y animal, señalando la necesidad de estudiar las causas del cambio de la naturaleza. Basando la explicación de los fenómenos de la naturaleza en el cambio de la materia compuesta por partículas minúsculas –“elementos” (átomos)–, unidas en “corpúsculos” (moléculas), Lomonósov no concebía la materia separada del movimiento. Expresó esta idea en la ley de la conservación de la materia y del movimiento, que formuló en la carta del 5 de julio de 1748 a Euler (Ley de la conservación de la energía). En el trabajo “Consideraciones sobre la causa del calor y del frío” (1749) rechaza el concepto de “calórico” como variedad especial de la materia calorífica y muestra que la causa de los procesos térmicos hay que buscarla en el movimiento de las partículas de la materia. Esto conduce a Lomonósov a la suposición de que la diversidad de los fenómenos de la naturaleza está condicionada por las diversas formas de movimiento de la materia. Según Lomonósov, las propiedades principales de la materia son la extensión, la fuerza de la inercia, la forma, la impenetrabilidad y el movimiento mecánico. Lomonósov reconocía el “primer impulso” como causa del desarrollo de la naturaleza, siguiendo también en este caso la interpretación del materialismo mecanicista. En gnoseología, Lomonósov sostuvo posiciones materialistas. Considerando que la fuente del conocimiento es la influencia del mundo exterior sobre los órganos de los sentidos, Lomonósov impugnó la teoría de las ideas innatas. Concediendo en el conocimiento un gran lugar al experimento, Lomonósov a la vez suponía que sólo la conjugación de los métodos empíricos con las sintetizaciones teóricas puede conducir a la verdad. Lomonósov fue el primero en establecer que el planeta Venus está rodeado de atmósfera. Son grandes los méritos de Lomonósov en el desarrollo del estudio geográfico y geológico de Rusia y en la organización de la minería y la industria de porcelana. En 1755 fundó la Universidad de Moscú en la que preparó toda una pléyade de científicos rusos que contribuyeron al desarrollo de las ciencias naturales y de la filosofía materialista en Rusia. En la concepción de los fenómenos sociales, Lomonósov compartía el punto de vista ilustrador, considerando que se podía mejorar la vida de la sociedad únicamente por medio de la ilustración y del perfeccionamiento de las costumbres. Sostenía que una de las causas del obscurantismo de las masas populares la constituía la ignorancia de los curas. En la lucha contra el clero mantuvo posiciones racionalistas, inclinándose al deísmo. Las obras poéticas e históricas de Lomonósov están presididas de patriotismo. En su trabajo Historia Antigua de Rusia (ed. 1766) Lomonósov refuta la falsificación por los historiadores extranjeros del carácter original del pueblo ruso.

Diccionario de filosofía · 1984:261