Filosofía en español 
Filosofía en español

Neotomismo

no figura

Diccionario filosófico marxista · 1946

Neo-tomismo o neo-escolástica

Doctrina filosófica oficial de la Iglesia católica, una de las corrientes más influyentes de la filosofía contemporánea, arma ideológica de la reacción en su lucha contra las teorías científicas y sociales avanzadas. El neo-tomismo exhuma y adapta a las necesidades de la reacción el sistema teológico del escolástico Tomás de Aquino (ver), que el Vaticano considera como el más acorde con los dogmas católicos. En su encíclica de 1879, el Papa León XIII hizo un llamado a todos los obispos católicos para resucitar esta doctrina. En 1891, fue fundada en Roma la “Academia Santo Tomás”. La orden de los jesuitas fue la principal organizadora de la restauración del tomismo. El centro académico del neo-tomismo se encontraba en Bélgica, en la Universidad de Lovaina. Esa doctrina se ha transformado en uno de los principales instrumentos ideológicos de la filosofía reaccionaria en su lucha contra el materialismo, contra el comunismo científico. En nuestros días, el neo-tomismo se halla ampliamente extendido en los países imperialistas, y es utilizado contra el campo de la paz, de la democracia y del socialismo. Numerosas universidades, revistas y misiones tomistas, constituyen verdaderos focos de reacción.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:379

Neotomismo

Doctrina filosófica oficial de la Iglesia Católica; se basa en la de Tomás de Aquino. Una encíclica del papa León XIII (1879) declaró que el neotomismo era la única filosofía verdadera, en concordancia con los dogmas cristianos. En 1889 se fundó el Instituto Superior de Filosofía (Lovaina, Bélgica), actualmente centro internacional del neotomismo, ampliamente difundido en los países de religión católica (Francia, Italia, Alemania Occidental, Estados, Unidos, países de América Latina). Son representantes del neotomismo: Maritain, Gilson (Francia), De Raeymacker (Bélgica), Lotz, de Vries (Alemania Occidental), Wetter (Austria), Bochenski y otros. La filosofía neotomista sirve de base ideológica al clericalismo. Los neotomistas ocupan posiciones destacadas entre los ideólogos del anticomunismo. Sirve de base a la teoría neotomista, el principio escolástico: “la filosofía es la sierva de la teología”. El neotomismo es la forma teológica del idealismo objetivo moderno. Los neotomistas admiten como realidad suprema el “ser puro”, entendido como principio espiritual, divino. Se declara secundario y derivado el mundo material. Para demostrar racionalmente los dogmas religiosos, los neotomistas utilizan en gran escala, adulteradas, las categorías aristotélicas de forma y materia, de potencia y acto (de posibilidad y realidad), así como las categorías de existencia y esencia. El resultado de las construcciones especulativas neotomistas es el reconocimiento de Dios como causa primera del ser y fundamento inicial de todas las categorías filosóficas. En el neotomismo se falsifican en alto grado las teorías científicas modernas. En su conjunto, el neotomismo como filosofía constituye un sistema muy ramificado, una metafísica, cuyas partes esenciales son la ontología, la gnoseología y la filosofía natural. Por su problemática y terminología, la metafísica neotomista se diferencia sensiblemente del tomismo medieval; en ella se encuentran los elementos principales de la doctrina de Tomás de Aquino (principio de la armonía entre la fe y la razón) eclécticamente unidos con algunos principios de los sistemas idealistas de los siglos XVIII-XIX (de Kant, Schelling, Hegel y otros). Respecto al proceso histórico, los neotomistas mantienen las tesis del providencialismo. En la base de la sociología neotomista figura la utópica y reaccionaria idea de una “tercera” sociedad, más progresiva y más justa que el capitalismo y que el socialismo, una sociedad en la cual la Iglesia estará en el poder.

Diccionario filosófico · 1965:338-339

Neotomismo

Doctrina filosófica oficial de la iglesia católica, que tiene por base la doctrina de Tomás de Aquino. La encíclica del papa León XIII (1879) reconoció el neotomismo como única filosofía verdadera, correspondiente a los dogmas cristianos. En 1889 fue fundado el Instituto Superior de Filosofía (Lovaina, Bélgica), que hasta el presente es el centro internacional del neotomismo, difundido ampliamente en los países de religión católica (Francia, Italia, RFA, EE.UU., países latinoamericanos). Los representantes del neotomismo son: Maritain, E. Gilson (Francia), K. Rahner (Bélgica), J. de Vries, Van Steenberghen (RFA), G. Wetter (Austria), J. Bochenski y otros. La filosofía neotomista constituye el pilar ideológico del clericalismo. La base de la doctrina neotomista es el principio: “La filosofía es la sirvienta de la teología”. El neotomismo es forma teológica del idealismo objetivo moderno. Los neotomistas opinan que la realidad superior es el “ser puro”, el cual entienden como principio primario espiritual divino. Para tratar de demostrar los dogmas religiosos, los neotomistas recurren ampliamente a las falsificadas categorías aristotélicas de la forma y la materia, de la potencia y el acto (posibilidad y realidad), de la existencia y la esencia. El resultado de las construcciones especulativas neotomistas es el reconocimiento de Dios como causa primera del ser y la base primaria de todas las categorías filosóficas. En el neotomismo ocupa un lugar considerable la interpretación religiosa de las teorías modernas de las ciencias naturales. Después del II Concilio Vaticano (1962-65) se esbozó una nueva orientación del neotomismo, la de incorporarlo a la filosofía contemporánea mediante la síntesis de los principios tomistas con algunos postulados del existencialismo, la fenomenología, la antropología filosófica y otras corrientes del idealismo filosófico moderno. Desde el punto de vista del neotomismo, el proceso histórico depende de fuerzas sobrenaturales, que predeterminan la conducta de cada individuo. Esto descarta de hecho la posibilidad de que el hombre influya sobre la marcha de la historia mundial. La sociología neotomista se basa en la idea utópica de una sociedad ideal con la iglesia en el poder.

Diccionario de filosofía · 1984:312