Filosofía en español 
Filosofía en español

Patriotismo

no figura

Diccionario filosófico marxista · 1946

Patriotismo

Amor a la patria, “...uno de los sentimientos más profundos, consagrados por siglos, por millares de años de existencia particular de las patrias” (Lenin, Obras, Ed. rusa). El patriotismo no es el producto de un misterioso “espíritu nacional” o del “alma de la raza” como lo pretenden los sociólogos burgueses. El patriotismo es engendrado por condiciones sociales y económicas determinadas. Es un fenómeno histórico cuyo contenido varía según las épocas. Elemento esencial de la conciencia social, el patriotismo adquirió una importancia particular en la época en que las naciones y los estados nacionales habían comenzado a formarse, en la época del capitalismo en ascenso, en que la burguesía, al destruir el feudalismo y la división feudal, reunía y unificaba a la nación (ver), y se afirmaba como la representante de la nación entera. Sin embargo, en el curso del desarrollo histórico, a medida que se exasperaba el antagonismo de las clases en el seno de las naciones burguesas, la mentira y la hipocresía del patriotismo burgués se hacían cada vez más evidentes. Bajo capa de patriotismo, la burguesía practicaba una política de conquista, sembraba la desconfianza y el odio respecto a las demás naciones. Para conservar sus beneficios y mantener a los trabajadores bajo su dominio, la burguesía traicionaba los intereses de la nación, traicionaba a la patria. “...el capital coloca el mantenimiento de la alianza de los capitalistas de todos los países contra los trabajadores, por encima de los intereses de la patria, del pueblo y de cualquier cosa...” (Lenin, Obras, Ed. rusa). Las capas superiores de la burguesía contemporánea trafican abiertamente con los intereses nacionales.

Los patriotas verdaderos son los trabajadores, los defensores más consecuentes de la independencia nacional, que luchan tanto contra el invasor extranjero, como contra el yugo de su propia burguesía. Los destinos de la patria, su emancipación de la opresión y de la explotación, la creación de condiciones favorables para su pleno florecimiento, son de un interés vital para las masas laboriosas. “¿Es ajeno a nosotros, proletarios conscientes de la nacionalidad gran-rusa, el sentimiento de orgullo nacional? ¡Naturalmente que no! Amamos nuestra lengua y nuestra patria, trabajamos más que nadie para que sus masas trabajadoras (es decir, las nueve décimas de su población) se eleven a una vida consciente de demócratas y de socialistas. Nada nos duele más que ver y sentir las violencias, la opresión y el escarnio a que los verdugos zaristas, los nobles y los capitalistas someten a nuestra hermosa patria” (Lenin, Obras escogidas, t. I, p. 928, Ed. esp., Moscú, 1948).

El amor a la patria se ha manifestado siempre con fuerza en el pueblo ruso y en los otros pueblos de Rusia. Ese amor los animaba en los años de duras pruebas cuando las invasiones extranjeras, a alzarse para defender el suelo natal. Pero ese amor a la patria era alterado por el amargo sentimiento de que su país estaba en poder de sus opresores: el zar y su burocracia, los grandes propietarios terratenientes y los capitalistas. Los obreros y los campesinos odiaban el régimen social y político existente en su país. Sólo después de la victoria de la revolución socialista, el amor al suelo natal, el amor de su pueblo se asoció en la conciencia de los trabajadores a la devoción hacia el nuevo régimen social, hacia el nuevo Estado creado por ellos bajo la dirección de la clase obrera y el Partido Comunista. Después de la victoria de la Revolución de Octubre, el pueblo se convirtió en dueño de su país, en dueño de todas sus riquezas. Por primera vez en la historia, los trabajadores han adquirido una patria verdadera. Sobre esta base se ha desarrollado un patriotismo nuevo, el patriotismo soviético, que se ha convertido en una de las fuerzas motrices de la sociedad socialista soviética. (Ver Patriotismo soviético).

En los países capitalistas contemporáneos el patriotismo auténtico se expresa en las masas trabajadoras. Son ellas quienes combaten por la independencia nacional, quienes se oponen a todas las tentativas de los imperialistas extranjeros de esclavizar su país.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:398-399

Patriotismo

Amor a la patria, “uno de los sentimientos más profundos, afianzados por siglos y milenios de patrias aisladas” (V. I. Lenin, t. XXVIII, pág. 167). El patriotismo no es engendrado por un misterioso “espíritu nacional” o por un “alma racial”, como afirman los sociólogos burgueses, sino por determinadas condiciones económicas y sociales. Es un fenómeno histórico, de contenido distinto en diferentes épocas. Como elemento de la conciencia social, el patriotismo adquirió especial significación en la época del capitalismo ascendente al formarse las naciones y los estados nacionales. Sin embargo, a medida que se desarrolló y agudizó el antagonismo de las clases, se fue descubriendo cada vez más la falsedad y la hipocresía del “patriotismo” de la burguesía, que pone por encima de los intereses de su patria, los beneficios y “la salvaguardia de la alianza con los capitalistas de todos los países contra los trabajadores” (V. I. Lenin, t. XXVII, pág. 330). La única clase que puede representar auténticamente el interés nacional es la que está vinculada a las tendencias progresivas de la sociedad. En la sociedad burguesa, las masas trabajadoras y ante todo el proletariado, forman clases de ese tipo y por esto son realmente patriotas. Aunque bajo el capitalismo, el proletariado no tiene ni puede tener su auténtica patria, al luchar por la transformación revolucionaria de la sociedad y por la edificación del socialismo, expresa los intereses nacionales más profundos de su país, de todo el pueblo. Únicamente como resultado de la revolución socialista, el amor por la patria se funde con la fidelidad al nuevo régimen social, al nuevo Estado, creado por los propios trabajadores bajo la dirección de la clase obrera y el Partido Comunista. Los trabajadores adquieren por primera vez su verdadera patria. Sobre esta base, se desarrolla un nuevo patriotismo, socialista, que se convierte en una de las fuerzas motrices del desarrollo de la sociedad socialista. El patriotismo socialista se halla indisolublemente unido al internacionalismo proletario y excluye tanto el nacionalismo como el cosmopolitismo.

Diccionario filosófico · 1965:354

Patriotismo

(griego patris: patria.) Principio moral y político, sentimiento social, cuyo contenido son el amor a la patria, la fidelidad a ella, el orgullo por su pasado y presente y la disposición de defender sus intereses. Históricamente, los elementos del patriotismo en forma de apego a la tierra natal, su lenguaje y tradiciones cristalizan ya en la antigüedad. En la sociedad antagónica, el contenido del patriotismo pasa a ser clasista, ya que cada una de las clases expresa su actitud hacia la patria a través de sus propios intereses específicos. En las condiciones del desarrollo del capitalismo y de la formación de las naciones y de los Estados nacionales, el patriotismo se convierte en parte integrante inseparable de la conciencia social. Ahora bien, a medida que se agudizan los antagonismos de clase en el proceso de desarrollo de la sociedad burguesa se hace evidente el carácter contradictorio del patriotismo: al convertirse la burguesía en clase dominante, el patriotismo deja de reflejar los elementos nacionales generales, como sucedía en el período de lucha contra el feudalismo, se circunscribe a los intereses explotadores y se suma al nacionalismo y al chovinismo. El patriotismo de la pequeña burguesía se caracteriza por la estrechez nacional y el egoísmo nacional, y lo determinante en su actitud hacia la patria no son los intereses del progreso social, sino sus intereses estrechamente egoístas. En la sociedad burguesa, sólo el proletariado expresa los intereses nacionales cardinales del pueblo y, por consiguiente, es portador del verdadero patriotismo. En el curso de la revolución socialista cambia la esencia social del patriotismo, su principal elemento pasa a ser el socialismo –objeto de orgullo nacional general de los trabajadores– y se forma el patriotismo socialista de todo el pueblo, indisolublemente ligado al internacionalismo. El patriotismo socialista se expresa en la fidelidad no sólo a su patria sino también a toda la comunidad socialista, y en la solidaridad con la lucha de los trabajadores de todos los países contra el imperialismo.

Diccionario de filosofía · 1984:329