Filosofía en español 
Filosofía en español

Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico

Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico

Título del trabajo que J. V. Stalin escribió en septiembre de 1938 para el “Compendio de Historia del P. C. (b) de la U.R.S.S.” (ver: Historia del P. C. (b) de la U.R.S.S., Compendio). En este trabajo se da una exposición íntegra, armónica y sistemática de los fundamentos de la filosofía marxista. La transcendental importancia de esta obra de Stalin estriba en el hecho de ser la síntesis filosófica de las más ricas experiencias de la lucha de la clase obrera y del Partido Comunista por el socialismo, y en que siendo a la vez la síntesis de la época más rica y compleja en la historia de la humanidad, desarrolló y concretó el materialismo dialéctico, elevando la filosofía científica del proletariado a un grado superior. En esta obra de Stalin está señalada con enorme fuerza la unión indisoluble, del materialismo dialéctico con el socialismo proletario y se pone al descubierto en toda su profundidad el valor revolucionario práctico de la filosofía del marxismo-leninismo. Con su definición del materialismo dialéctico como la concepción filosófica del Partido marxista-leninista, como el fundamento teórico del partido marxista de nuevo tipo, Stalin demostró el formidable papel de la filosofía científica en la lucha de la clase obrera y de su Partido por la transformación del mundo. En forma clara, sencilla y genial, Stalin expone los rasgos fundamentales del método dialéctico marxista, del materialismo filosófico marxista y del materialismo histórico. Interpretando el método dialéctico marxista como en diametral contraposición con el método metafísico, que considera los fenómenos de la Naturaleza y de la Sociedad como fenómenos inmutables e internamente no vinculados entre sí, Stalin destaca los cuatro rasgos fundamentales que caracterizan el método auténticamente científico del conocimiento. El método dialéctico marxista examina los fenómenos: 1) en su conexión y condicionamiento mutuos; 2) en su movimiento, desarrollo, nacimiento y extinción constantes; 3) considera, que el nacimiento de los nuevos fenómenos se realiza mediante saltos, mediante el trueque de la cantidad en calidad, mediante el desarrollo desde el grado inferior al grado superior; 4) que los cambios cualitativos en la Naturaleza y en la Sociedad se realizan por la revelación de las contradicciones propias a los objetos y fenómenos, por la lucha entre los contrarios. Pasando a la caracterización del materialismo filosófico marxista, teoría radicalmente opuesta al idealismo, Stalin destaca sus tres rasgos fundamentales: 1) el mundo es material; toda la múltiple variedad de sus fenómenos representa diversas formas de la materia en movimiento; 2) el mundo es una realidad objetiva, es lo primario, y la conciencia, el pensamiento, lo secundario, producto del cerebro, de la materia altamente desarrollada; 3) el mundo y las leyes por las que se rige son cognoscibles, y nuestros conocimientos acerca del mundo, comprobados por la práctica, son conocimientos veraces. Una gran importancia tienen las conclusiones que Stalin hace y que se deducen del método dialéctico y del materialismo. Dichas conclusiones señalan la dialéctica revolucionaria y el materialismo filosófico marxista como un instrumento teórico insustituible de conocimiento y de acción. En su trabajo, Stalin concede una atención extraordinariamente importante a los problemas del materialismo histórico. “...en su actuación práctica, el Partido del proletariado debe guiarse, no por éstos o los otros motivos fortuitos, sino por las leyes que rigen el desarrollo de la sociedad y por las conclusiones prácticas que de ellas se derivan” (Stalin). En forma concisa, en la que se encierra un enjundioso contenido, Stalin pone de manifiesto las leyes de desarrollo de la sociedad. La base de la sociedad es el modo de producción, el modo de obtener los bienes materiales. Según sea el modo de producción así han de ser el régimen social, las instituciones políticas, el derecho, las teorías y las ideas de los hombres. Al mismo tiempo, Stalin señala el enorme valor de las ideas y de las instituciones políticas, su extraordinario papel en la obra de la transformación de la sociedad. Demuestra la inconsistencia teórica y el reaccionarismo político de toda clase de economistas vulgares que niegan el papel activo de las superestructuras, particularmente el de las ideas. “Las nuevas ideas y teorías sociales surgen en rigor porque son necesarias para la sociedad, porque sin su labor organizadora, movilizadora y transformadora sería imposible llevar a cabo las tareas que plantea el desarrollo de la vida material de la sociedad, y que están ya en sazón de ser cumplidas” (Stalin). Sintetizando los resultados de la actuación de los diversos partidos políticos que actuaban en Rusia –populistas, social revolucionarios, mencheviques, anarquistas–, Stalin señala que el fracaso de todos estos partidos antimarxistas se explica, entre otras razones, porque en su labor se guiaban por teorías idealistas anticientíficas sobre la “multitud” y los “héroes”, &c. Sólo el Partido Bolchevique triunfó, y el arma más importante de este triunfo fue la teoría marxista-leninista, el materialismo dialéctico, que dotaba al Partido del conocimiento de las leyes del desarrollo social. El materialismo histórico enseña que sólo comprendiendo profundamente las particularidades de la producción se pueden concebir claramente las leyes del desarrollo social, en qué dirección han de operar las clases, los partidos, para acelerar el curso del proceso social. Stalin se detiene minuciosamente en la caracterización de las particularidades de la producción. La producción jamás se estanca en un punto, sino que cambia constantemente. El cambio en el modo de producción provoca el cambio de todo el régimen social; el cambio de la producción comienza por el cambio de las fuerzas productivas, en primer lugar, por la aparición de nuevos instrumentos y medios de trabajo, y con el cambio de las fuerzas productivas cambian correspondientemente las relaciones de producción; las nuevas fuerzas productivas y las relaciones de producción no nacen por separado del viejo régimen, sino en su seno mismo; no surgen como resultado de una actividad premeditada, consciente, sino de una manera espontánea, independientemente de la voluntad de los hombres. Un enorme valor teórico tiene la formulación staliniana de la ley más importante de la sociedad socialista, la ley de la plena armonía entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. “Bajo el régimen socialista, que hasta hoy sólo es una realidad en la U.R.S.S., la base de las relaciones de producción es la propiedad social sobre las medios de producción. Aquí, ya no hay explotadores mi explotados. Los productos creados se distribuyen con arreglo al trabajo, según el principio de ‘el que no trabaja no come’. Las relaciones mutuas entre los individuos dentro del proceso de producción tienen el carácter de relaciones de colaboración fraternal y de mutua ayuda socialista entre trabajadores libres de toda explotación. Las relaciones de producción se hallan en plena consonancia con el estado de las fuerzas productivas, pues el carácter social del proceso de producción es refrendado por la propiedad social sobre los medios de producción” (Stalin). El trabajo de Stalin Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico marcó el comienzo del período del más intenso y profundo estudio de la filosofía marxista-leninista por los millones de cuadros de la intelectualidad soviética, convirtió el materialismo dialéctico en un instrumento más agudo aún y más efectivo en la lucha por el comunismo.

Diccionario filosófico marxista · 1946:278-280

no figura

Diccionario filosófico abreviado · 1959

no figura

Diccionario filosófico · 1965

no figura

Diccionario de filosofía · 1984