Filosofía en español 
Filosofía en español

Unidad y diversidad del mundo

Unidad y variedad múltiple del mundo

“En el mundo no hay nada fuera de la materia en movimiento” (Lenin). No existe otro mundo aparte de la materia infinita que se mueve en el tiempo y en el espacio. La doctrina de lo único material rechaza de plano todas las invenciones sobre un “espíritu creador”, un “primer principio del mundo”, un “dios”, una “idea absoluta”, &c. El mundo material, la Naturaleza, es una variedad infinita de cosas, cuerpos, fenómenos y procesos: la Naturaleza inorgánica, el mundo orgánico, la Sociedad con toda la riqueza y variedad de sus manifestaciones. La variedad múltiple del mundo radica en la diferencia cualitativa de las cosas y de los procesos, en la variedad múltiple de formas de movimiento de la materia. Al mismo tiempo, la variedad cualitativa del mundo, la variedad de formas del movimiento material existe en una unidad. El mundo es uno, porque es el de la única materia. “La verdadera unidad del mundo radica en su materialidad” (Engels). La unidad del mundo y su variedad se hallan en una correlación dialéctica, están interna e indisolublemente relacionadas entre sí: la materia única no existe de otra manera que en las formas cualitativamente variadas; toda la variedad del mundo es la variedad de formas de la única materia. Stalin define: “El materialismo filosófico de Marx parte del criterio de que el mundo es, por su naturaleza, algo material; de que los múltiples y variados fenómenos del mundo constituyen diversas formas y modalidades de la materia en movimiento”. Todos los datos de la ciencia confirman convincentemente la unidad del mundo material: la transmutación de elementos, la composición química, la conexión y el tránsito mutuo de diversas formas del movimiento (movimiento mecánico, calor, electricidad, &c.), la conexión entre la Naturaleza inorgánica y la orgánica, la conexión y la acción mutua en la vida social de los hombres, &c.

Diccionario filosófico marxista · 1946:309

Unidad y diversidad del mundo

El universo no es más que materia en movimiento. No existe otro mundo que el de la materia infinita que se mueve en el tiempo y en el espacio. La tesis marxista sobre la unidad del mundo material, refuta enteramente todas las invenciones tocantes al “espíritu creador”, al “principio inicial del mundo”, “Dios”, la “idea absoluta”, &c. El mundo es uno en su diversidad. El mundo material, la naturaleza, es la diversidad infinita de objetos, de cuerpos, de fenómenos y de procesos. Es la naturaleza inorgánica, el mundo orgánico, la sociedad, en toda su diversidad y su riqueza inagotable. La diversidad del mundo reside en la diferencia cualitativa de las cosas y de los procesos materiales, en la diversidad de las formas del movimiento de la materia. La diversidad cualitativa del mundo, la diversidad de las formas del movimiento material, existen en la unidad. La unidad real del mundo es su materialidad. La unidad del mundo y su diversidad se hallan en relación dialéctica; están íntima e indisolublemente ligadas entre sí; la materia única sólo existe bajo formas cualitativamente diversas; toda la diversidad del mundo es la diversidad de las formas de la materia, que es una en un mundo material único. Todos los datos de la ciencia y de la actividad práctica confirman sin discusión posible la unidad del mundo material.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:514-515

Unidad y diversidad del mundo

La unidad del mundo radica en su materialidad, en que todos los objetos y fenómenos existentes constituyen distintos tipos o propiedades de la materia en movimiento. Nada hay en el mundo que no sea forma concreta de la materia, propiedad de ella o manifestación de sus propiedades y correlaciones. La unidad del mundo halla su expresión en la conexión universal de los fenómenos y de los objetos, en el hecho de que en todas las especies de materia se dan atributos universales como el movimiento, espacio, y tiempo, la facultad de autodesarrollo, &c., encuentra su expresión en la existencia de leyes dialécticas universales del ser, vigentes en todos los niveles de la organización estructural de la materia. Mas no se debe entender la unidad del mundo como uniformidad de su estructura, como simple e infinita repetición de lo existente y como subordinación de todo lo que existe a las mismas leyes específicas. En la naturaleza se da una multiplicidad infinita de niveles, cualitativamente distintos, de organización estructural de la materia, en cada uno de los cuales ésta posee propiedades y estructura diferentes y se subordina a distintas leyes específicas del movimiento. En la actualidad, se conocen varios niveles de ese tipo, correspondientes a distintas escalas: núcleos atómicos y partículas elementales, átomos y moléculas, cuerpos macroscópicos, sistemas cósmicos de diferentes órdenes. La diversidad cuantitativa y cualitativa de los fenómenos de la naturaleza no constituye una dificultad insuperable para el conocimiento fidedigno de los mismos. Basándose en la unidad de los fenómenos de la naturaleza, en la existencia –en el mundo–, de propiedades y leyes generales de la materia en movimiento, la razón humana en cada fenómeno finito descubre elementos de lo infinito; en lo transitorio, aspectos de lo eterno.

Diccionario filosófico · 1965:473-474

Unidad material del mundo

Una de las tesis fundamentales de la filosofía marxista, tesis que en su aspecto más general consiste en la existencia de un principio material único y universal (es decir, que no depende de ningún espíritu ni de la conciencia) y que constituye la base de toda la diversidad de cosas y fenómenos del mundo. Los filósofos griegos antiguos identificaban este principio universal con una determinada substancia: agua (Tales), fuego (Heráclito), &c. Con el ulterior desarrollo de la ciencia y la filosofía se formuló un concepto especial para designar esta base de todo lo existente: el de materia. La unidad del mundo reside en que en éste no existe nada que no sea manifestación de la materia y de sus propiedades. O sea que: 1) todos los objetos y procesos existentes en el mundo están interrelacionados, son momentos del infinito automovimiento y autodesarrollo de la materia; 2) todo se halla subordinado a leyes naturales únicas y universales, no existen ningunas fuerzas sobrenaturales. La unidad del mundo, subrayaba Engels, consiste en su materialidad, la cual es demostrada por todo el desarrollo de la ciencia y la filosofía, así como por la práctica social. La fundamentación de la tesis relativa a la unidad material del mundo se topó con la dificultad de explicar la conciencia, el pensamiento, los fenómenos espirituales. La filosofía materialista dialéctica superó esta dificultad al comprender la conciencia como producto del desarrollo histórico de la materia, como función de un órgano altamente desarrollado: el cerebro. Sin embargo, con todo y ser propiedad, función de un órgano material, la conciencia no es en sí algo material. Su actividad tiene carácter ideal, se diferencia substancialmente de la actividad material, que crea y modifica los objetos reales. De esta suerte, la tesis acerca de la unidad material del mundo comprende el reconocimiento de la diferencia objetiva existente entre materia y conciencia. El materialismo dialéctico fundamenta no la identidad, sino la unidad de la materia y la conciencia mediante la revelación de su relación real: el carácter primario de la materia y el secundario de la conciencia.

Diccionario marxista de filosofía · 1971:311

Unidad y diversidad del mundo

La unidad del mundo consiste en su materialidad, en que todos los objetos y fenómenos del mundo, constituyen los distintos estados y propiedades de la materia en movimiento. En el mundo no hay nada que no sea forma concreta de la materia, propiedad o manifestación de sus propiedades e interconexiones. La unidad del mundo halla su expresión en la realidad objetiva de la materia como substrato de las distintas propiedades y formas del movimiento, de la increabilidad y la indestructibilidad de la materia y de su eternidad en el tiempo e infinitud en el espacio. Además, la unidad del mundo se manifiesta en la concatenación universal de los fenómenos y los objetos, en que todos los tipos de materia poseen atributos universales tales como movimiento, espacio, tiempo, capacidad de autodesarrollo y otros; en la existencia de las regularidades dialécticas universales del movimiento de la materia, en su desarrollo histórico, así como en los procesos de cambio de unas formas de la materia y movimiento y su transición a otras. A escala local, la unidad del mundo se revela en la comunidad de la estructura físico-química de los diversos cuerpos compuestos de los mismos átomos y partículas y campos elementales; en la comunidad de las leyes físico-químicas en la Tierra, y en los sistemas cósmicos, en la unidad de las formas del movimiento. Pero no se debe entender la unidad del mundo como uniformidad y homogeneidad de su estructura, como simple repetición de los fenómenos conocidos en todas las escalas espaciales-temporales posibles. En virtud de la acción de la ley universal de la transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos, en el autodesarrollo infinito de la materia surgió una multitud infinita de estados cualitativamente distintos y niveles estructurales de la materia, en cada uno de los cuales se manifiestan las propiedades y formas específicas del movimiento. Los niveles estructurales de la materia, que conocemos, desde las partículas elementales hasta la Metagalaxia, sólo representan una pequeña parte de toda la multiplicidad e infinitud del mundo. Pero esta multiplicidad no constituye un insuperable obstáculo para el conocimiento verdadero de la materia. Apoyándose en la unidad de los fenómenos de la naturaleza y la existencia en el mundo de las propiedades y regularidades generales de la materia, la razón humana descubre en cada fenómeno finito elementos de lo infinito. La unidad y diversidad del mundo se conocen a través de lo universal y lo absoluto en las propiedades y leyes del ser de la materia.

Diccionario de filosofía · 1984:434-435