El Combate Semanario político republicano
Salamanca, domingo 18 de junio de 1899
 
año I
número 1, página 1

Nuestro programa

En muy pocas líneas explicaremos el propósito que anima y llevará a cabo esta redacción, a sabiendas de los sacrificios con que de antemano cuenta, pues a nadie se le oculta que en poblaciones como esta, donde la reacción encuentra el ambiente adecuado para su pernicioso desarrollo, no tardará en echar raíces, si los hombres de ideas verdaderamente republicanas, sin mistificación de ningún género, no nos ayudan en esta ingrata, pero noble tarea, de cortar el paso de avance que descaradamente pretenden dar los enemigos incansables de nuestras libertades, y para mejor decir, de nuestra patria; pues para nosotros no hay mayor enemigo de ella que aquellos que pretenden convertir a esta desgraciada nación en feudo antiguo del vividor jesuita y el indocto fraile.

En primer término, defenderemos por todos los medios y posponiéndolos a toda clase de intereses, los ideales republicanos; en esta agradable lucha procuraremos ser solo republicanos, y en tal sentido, con verdadera independencia de ideas y de criterio, expondremos todo cuanto creamos beneficioso a nuestra causa, así como señalaremos lo que sinceramente entendemos que es un obstáculo para el triunfo de la República; en una palabra para nosotros todos los partidos políticos republicanos merecen nuestro respeto y ayuda, pero nos inclinaremos siempre al lado del que con más fe y constancia trabaje por el restablecimiento del único gobierno que pudiera dar vida a esta agonizante y pobre España, siendo nuestra labor principal la unión de todos, como el fin más rápido y seguro de anhelado triunfo.

En segundo término, combatiremos con todas nuestras energías, sin temor a nadie ni a nada, el pernicioso caciquismo que hace tiempo nos ahoga, señalando con claridad y precisión que no deje duda alguna, los hechos y personajes que de esa plaga social forma parte.

Para la colmena política de esta mil veces maldita restauración, nuestro odio más profundo; pues ellos, y solo ellos, son los causantes de tanta iniquidad y vergüenza, que como peso abrumador soporta esta pobre España, y en este combate estaremos siempre en la vanguardia, sin que amenazas, denuncias ni castigos, nos hagan retroceder un palmo de nuestro terreno, pese a quien pese, caiga quien caiga; pues los que sin razón han vivido, hora es ya que mueran a manos de la justicia.

Si esta es nuestra norma respecto a los partidos turnantes que con el adjetivo de liberales más o menos avanzados, hace cerca de treinta años vienen aniquilando a esta Patria con sus ambiciones e injusticias, ¿cual ha de ser nuestra conducta y nuestro decidido empeño de lucha con la reacción que nos amenaza? Combatirla a sangre y fuego; pues preferimos todo, por doloroso que sea, el destierro, hasta el presidio, antes que someternos sumisamente a esa negra gentuza que tantas lágrimas costó antes esta España y que con inusitado cinismo se va infiltrando poco a poco, pretendiendo invadir todos los órdenes sociales hasta hacerse dueña de

vidas y haciendas, invocando hipócritamente para conseguir sus fatales instintos, el santo nombre de Dios, sin ver que puesto en sus labios y con esos miserables fines, lo escarnecen.

Otra sección de nuestro periódico la dedicaremos a las corporaciones públicas locales; todas sin excepción, tendrán nuestras censuras o nuestros aplausos; sin que la amistad, la promesa o la amenaza, haga que dejemos de ser sinceros.

Así seremos y esto prometemos al público; éste con el tiempo juzgará, si aunque ingrato, cumplió con su deber

La Redacción.

Imprima esta pagina Informa de esta pagina por correo

filosofia.org
Proyecto Filosofía en español
© 2014 filosofia.org
 
1890-1899
Hemeroteca