Filosofía en español 
Filosofía en español


Gaceta de la Liga Anticlerical Española

Liga filosemita

Hace ya años se imprimió y repartió la siguiente circular:

Muy señor mío: La suerte del pueblo judío es una vergüenza para el siglo XX.

En unos países se les desconsidera y persigue por sistema; en otros se les saquea a diario y se les apalea y asesina impunemente, y aun en los mismos donde las leyes y las costumbres no les colocan en condición inferior, siempre hay para ellos un dejo de desconsideración irritante.

Para lamentar estas desdichas basta ser hombre, y para cumplir el deber de conciencia, de procurar remediarlas, resolverse a despreciar preocupaciones y poner un poco de energía al servicio del sentimiento de humanidad.

Sin más títulos ni más medios que una buena voluntad, unos cuantos que no somos judíos hemos resuelto constituir en España la Liga filosemita, cuyo título determina su objeto.

Pretendemos que los judíos sean considerados como hombres por los demás hombres y por los Gobiernos, y para ello entendemos es indispensable una campaña en la prensa y en la reunión pública, larga, difícil, que traspase las fronteras, y que permita apreciar debidamente lo que son y lo que representan los judíos, y la condición a que se hallan sujetos en las naciones donde viven.

Si se conociera con más generalidad que hoy se conoce la importancia de la población judía, su estado social, sus méritos, y aquí en España el cariñoso afecto con que a través de los siglos corresponden a la torpeza con que fueron tratados por nuestros monarcas y por la Inquisición; las escenas de sangre y de exterminio en que casi a diario aparecen víctimas, despertarían la indignación general en proporciones tales, que los Gobiernos concluirían por exigir a sus gobernados que los trataran con justicia.

Antes de lanzamos a hacer la organización correspondiente para el cumplimiento de nuestros fines, suplicamos a usted se sirva decirnos si podremos contar con su adhesión, y de todos modos, el concepto que le merezca nuestro propósito y cuanto pueda ocurrírsele, si le halla aceptable, para su realización.

El pensamiento se acogió con entusiasmo por algunos espíritus esclarecidos de España y del extranjero; mas quedó estancado por falta de medios materiales para perseguirle en las proporciones que su importancia exige.

Hoy como entonces es de circunstancias y sin otra pretensión que no relegarle al olvido lo publicamos en la esperanza de que alguien le acogerá para darle forma adecuada; que las ideas nobles y generosas no mueren.