Filosofía en español 
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Del campo social

Tercer círculo de estudios de la A. C. N. de P.

[ Francisco Siso Cavero, El partido socialista francés ante las Internacionales. Los Congresos de Estrasburgo y Tours ]

Ayer celebró su sesión reglamentaria el Tercer Círculo de Estudios de la A. C. N. de P. [Asociación Católica Nacional de Propagandistas]

Presidió el señor Herrera Oria, y asistieron los señores Semprúm, Fuentes Pila, Piera, conde de Bilbao, Sanz de Tejada, Villalonga, Medina, Mascías, Gil Robles, Suquía, Siso, Gama y Martín-Sánchez.

Asistió también don Juan Flors, secretario del Centro de Barcelona, que se encuentra accidentalmente en Madrid.

Aprobada el acta de la sesión anterior, el señor Suquía (don Federico) explicó y comentó el capítulo primero de la obra del padre Vermeersch, Cuestiones de justicia. El capítulo trata del concepto de la justicia, en cuya exposición se sigue la doctrina de la Summa Teológica, de Santo Tomás.

A continuación, el señor Siso Cavero disertó acerca del tema El partido socialista francés ante las Internacionales. Los Congresos de Estrasburgo y Tours. Comenzó exponiendo la situación del socialismo antes de 1914. Hizo notar la quiebra de los ideales pacifistas y antimilitaristas de la Segunda Internacional, de Amsterdam, en el momento de producirse la guerra europea: el entusiasmo bélico de los partidos socialistas de los países beligerantes y aun de los neutrales, que no ocultaron sus simpatías por uno u otros de los contendientes.

Analizó las razones invocadas por el socialismo francés para justificar su colaboración directa en la obra de la guerra.

Registró la reacción operada en el año 1917 contra la participación en los Gobiernos sostenida por los “minoritarios” de Longuet, tendencia que se correspondía con otra análoga en el seno de la fraccionada Internacional de Amsterdam, manifestada en los Congresos de Quinthial y Quimmerwald, y que, después del armisticio llegó a predominar en el partido socialista francés.

Dio cuenta del episodio de las elecciones generales de 16 de noviembre de 1919, en que el partido socialista obtuvo 68 diputados, de los 104 que tenía antes de la disolución, y de cómo la tendencia revisionista del “socialismo de guerra”, juntamente con la conciencia del fracaso de la Segunda Internacional y la aparición de la Tercera, de Moscú, hizo que la cuestión de las Internacionales fuese llevada a un Congreso.

Expuso el resultado del de Estrasburgo, en febrero de 1920, en el que el partido salió de la Segunda Internacional.

Refirió la Embajada de Cachin y Frossard a Moscú, en el verano de dicho año, el embrollo de las “condiciones de Lenin”, primero 9 y después 21, y, por último, refirió lo ocurrido en el Congreso de Tours –diciembre pasado–, en el que se decidió el ingreso en la Tercera Internacional por 3.252 votos contra 1.022, que obtuvo la moción de los partidarios de la Tercera, con reservas.

El trabajo del señor Siso será extractado, como los que en los Círculos sucesivos se vayan pronunciando, para uso de los propagandistas de Madrid y el intercambio con los de provincias.

El señor Herrera planteó la cuestión de la acción práctica y la propaganda.

En el próximo Círculo de Estudios, el señor Luis (don Rafael) disertará sobre la situación del partido socialista italiano, y el señor Garma explicará el segundo capítulo de la obra del padre Vermeersch.

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La C. de E. C.

Un juicio de L'Osservatore Romano

L'Osservatore Romano consagra un artículo en primera plana a la Confederación de Estudiantes Católicos, de España.

Traducimos los siguientes párrafos:

«Se puede decir que la casi totalidad de la masa estudiantil española es católica. Esto, no obstante, hasta ahora su influjo no se hacía sentir en proporción a su fuerza numérica. Precisábase una organización que, fomentando y coordinando la fuerza y actividad de los estudiantes católicos de España, influyese en la medida conveniente en la marcha de la instrucción pública. Esa organización ha nacido en medio del mayor entusiasmo y bajo los más felices auspicios: la Confederación de Estudiantes Católicos, que, iniciada en el pasado mes de Marzo, cuenta ya con poderosas filiales en diversos puntos de la Península. El entusiasmo que dicha obra suscitó entre los estudiantes españoles, los elevados fines que se propone y el vacío que ha venido a llenar en el campo de la enseñanza, hacen que la institución crezca y se propague con maravillosa rapidez.

Su programa puede resumirse en las palabras que componen su lema: “Fides, Scientia, Libertas”. Defensa de la fe, defensa de la enseñanza, a fin de que su resultado sea el más intenso y eficaz posible, y libertad de la misma, por la supresión del absurdo monopolio del Estado.”»

El articulista expone los fines, los medios y la organización de la C. de E. C.

«En el escaso tiempo que cuenta de vida –añade–, la Confederación ha organizado más de 30 mítines y conferencias de propaganda en toda España. La integran nueve Federaciones y más de 48 Asociaciones, ya organizadas, que constituyen como el núcleo de las que rápidamente se extenderán por todo el reino. Algunas han montado cooperativas de libros de texto y material académico y han organizado cursos de conferencias con el concurso de distintas personalidades del mundo social e intelectual español. Actualmente se realizan los trabajos preliminares para la inauguración de la Casa Social de los estudiantes católicos de Madrid.

En conclusión: la Confederación de Estudiantes Católicos de España, que es la más numerosa y mejor organizada fuerza escolar de esa nación, está, ciertamente, llamada a dar ubérrimos frutos a la Iglesia y a la Patria, formando generaciones de intelectuales católicos que asegurarán un porvenir brillante a la Religión y a la sociedad en la católica nación española.»