Citius Altius Fortius
Madrid, 1959
 
tomo I, fascículo 1
páginas 93-95

Bibliografía

[ Carlos Gutiérrez Salgado ]
 

Ejercicios y gimnasia para enfermos del aparato respiratorio (asma, enfisema, bronquitis crónica, &c.). Fundamentos y técnica. Instituto de Investigaciones Clínicas y Médicas. Prólogo del Prof. Jiménez Díaz. Madrid, Editorial Paz Montalvo. 1958. 1 vol. de 79 págs. Precio: 30 ptas.

El tratamiento gimnástico en gran número de afecciones beneficiables por el mismo, no ha gozado de un especial favor por parte de muchos médicos, más preocupados por la aplicación de otras medidas terapéuticas que estiman «más serias». En otros casos, una manifiesta imprecisión en la indicación, al recomendar, sin más detalles, que «hicieran gimnasia», restaba importancia al remedio, ante los ojos del enfermo, no contribuyendo tampoco, ciertamente, a la solución práctica [94] del problema «posológico», motivo por el cual tal recomendación resultaba, la mayoría de las veces, totalmente inoperante.

La abrumadora autoridad del Prof. C. Jiménez Díaz coloca las cosas en su punto al señalar, en el prólogo del folleto que comentamos, la importancia que tiene, como terapéutica coadyuvante, la realización de ciertos ejercicios gimnásticos en enfermedades del aparato respiratorio, tales como asma, enfisema, bronquitis crónica, &c.

El folleto se dirige, de modo bien directo, a estos enfermos respiratorios, cuyos cuadros clínicos presentan, muchas veces, signos angustiosos o cuando menos grandemente molestos. Su estilo sencillo y concreto trata de influir en el ánimo del paciente para hacerle comprender, y creer, cómo con remedios sencillos puede aliviar de forma extraordinaria el curso de sus afecciones.

Quizá los procedimientos gimnásticos no estén demasiado acreditados o divulgados en nuestro suelo. Los autores hacen un meritorio esfuerzo mostrando, primeramente, las bases científicas en las que el enfermo puede cimentar una fe, cuyos resultados positivos ha de comprobar fácilmente, aunque con posterioridad a un trabajo continuado.

Realmente es curiosa la fácil observación clínica de cómo una función vital como la respiratoria se realiza imperfectamente en un elevadísimo número de personas, no ya enfermas, sino completamente normales. Son numerosas las personas que «no saben respirar», que no saben aprovechar correctamente las vías aéreas y los pulmones, pese a la trascendencia del acto para el que están constituidos.

Los consejos que los autores dan se fundamentan en el estudio, no por lo claro y simple menos completo, de la fisiología y patología respiratoria en las enfermedades mencionadas. Los ejercicios que preconizan son fácilmente realizables, su técnica se encuentra al alcance de todos y pueden ser hechos en el domicilio del paciente, e incluso intercalados en el trabajo habitual del mismo una vez vuelto a la normalidad.

El folleto es persuasivo, y esto es importante. La gimnasia, cualquiera que sea su apellido, es tanto más difícil de practicar cuanto más escasa sea la dirección «coactiva» de un profesor. Por eso, en general, no son buenos ninguno de los sistemas para realizar a domicilio. En el caso que nos ocupa, en que el enfermo, corrientemente, no tiene a su disposición más que su propia voluntad, el éxito del tratamiento puede fallar si pierde la continuidad a largo plazo, necesaria para asegurar la curación.

La correcta técnica respiratoria, recogida por las modernas escuelas de gimnasia educativa, destaca el papel concreto de la nariz como órgano de adquisición y eliminación del aire respiratorio. Igualmente insiste sobre la importancia de una espiración completa y de la respiración diafragmática. [95] Es esencial conseguir una respiración económica, cuyo ejemplo lo encontramos en el deportista entrenado.

Habrá de evitarse la persistencia de mecanismos inspiratorios anormales y proceder a una reeducación respiratoria. Es necesario evitar hábitos erróneos que conducen, o son consecuencia, formando círculo vicioso, de reacciones psicológicas de angustia ante los accesos característicos de las distintas afecciones. El enfermo debe saber porqué se ahoga y cómo puede evitarlo.

La respiración por la nariz, la supresión de toda violencia respiratoria, la expulsión o «desinfle» del tórax, la prolongación de la espiración hasta el punto debido, ritmo lento, pero no angustioso, son las condiciones, acertadamente expuestas, de una buena reeducación respiratoria.

Es una puerta abierta a la esperanza que en el enfermo debe alentar con la seguridad de que, a su tiempo, ha de conseguir la recuperación. La práctica demuestra los éxitos conseguidos en enfermos de larga cronicidad, cuando desesperaban de ello.

Mas, si la reeducación respiratoria tiene importancia en el adulto, más aún la encuentra en el niño. A tiempo puede llegar su pronto empleo para evitar deformaciones que, de no hacerlo así, le acompañarán de por vida.

El volumen se acompaña de las suficientes figuras demostrativas, y el producto de su venta se destina a los enfermos benéficos del departamento de estas enfermedades en los servicios hospitalarios del Prof. C. Jiménez Díaz.

Dr. C. Gutiérrez Salgado

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