Filosofía en español 
Filosofía en español


[ José María González García ]

Norteamérica y nuestra fiesta del 12 de octubre
Debemos mantener la denominación del Día de la Raza o de la Hispanidad

Francisco Lucientes, el ilustre periodista español, enviado especial de la «Agencia Efe» en Nueva York, remitió el día 13 una interesante crónica radiotelegráfica lamentándose de «que en la conmemoración del 455 aniversario del descubrimiento de América, hecha en Nueva York el día 12, por la numerosa colonia italiana, representantes de la Marina, del Ejército, de la Policía, alumnos de escuelas católicas, miles de obreros de los servicios municipales neoyorquinos, Caballeros de Colón, y muchísimos miles de personas, que llevaban cincuenta bandas de música en la manifestación, no se citase una vez, ni por casualidad, el nombre de España». «Para la mayoría de los yanquis, el 12 de octubre es la fiesta italiana y el descubrimiento de América una proeza italiana» –escribe Lucientes, que añade: «El presidente Truman se ha pronunciado en este sentido en un mensaje en el que se lee: 'Desde los días en que Cristóbal Colón descubrió América, incalculables miles de seres han venido al Nuevo Mundo desde las costas de Italia para contribuir con su esfuerzo a nuestra cultura y civilización. Ellos han seguido el trabajo de Cristóbal Colón, reviviendo el espíritu que él ejemplarizó, y en este aniversario del afortunado final del intrépido viaje yo les saludo por la fiesta que ellos han representado en la historia de esta nación'.»

Y cuenta el corresponsal de la «Efe» que «a su vez, el alcalde de Nueva York, donde viven un millón de italianos o de esta raza, les dijo que el 12 de octubre es un día no sólo destinado a Colón, sino a todos los italianos o de origen italiano».

El corresponsal en Washington del ABC de Madrid, Carlos Sentís, en una crónica telegráfica titulada «El Colón de Brooklyn», informa el día 13 que celebraron en Nueva York el día del descubrimiento de América los dos o tres millones de italianos, que en su mayoría residen en Brooklyn, y dice: «Lo del descubrimiento de América funciona con el acaparamiento total de Cristóbal Colón. El 'Columbus day', equivalente al Día de la Raza, es en Nueva York un día italiano. Absolutamente italiano. La cuna de Colón anula y hace desaparecer toda otra circunstancia.» «El 'Columbus day' neoyorquino me ha hecho el efecto de que Colón arribó a las Antillas sólo y nadando, desde una playa de Génova. El nombre de España apenas sale, y no se destaca a ninguno en la totalidad de españoles que concurrieron al descubrimiento.» Da cuenta también en esa crónica el corresponsal del «ABC» de que en la Embajada de España en Washington «se celebró el día 12 una recepción en conmemoración del descubrimiento de América, a la que asistió una numerosa concurrencia, entre la cual se contaban importantes personalidades del mundo oficial de Washington».

En Estados Unidos se ha querido por algunas gentes «desespañolizar» la fiesta del 12 de octubre, desde que nosotros la iniciamos. La revista argentina El Hogar escribió en 1929, en su número del 15 de octubre: «La institución de la Fiesta de la Raza fue mal recibida en los Estados Unidos. Ninguna señal mejor de que es buena. Prueba de que en la opinión norteamericana la Fiesta de la Raza puede contribuir a la formación de un bloque étnico hispanoamericano...» El Imparcial de Madrid, del 12 de octubre de 1922, en el artículo «España y América», citaba la opinión de un escritor yanqui que en una publicación de Nueva York trató –bajo el epígrafe: «Pan-Hispanic propaganda in Hispanic América»– de las crecientes relaciones sentimentales y políticas entre las naciones del Centro y Sur de América y España». «Existe un considerable número de idealistas hispanoamericanos que afirma la convicción de que la única manera de salvar sus nacionalidades de la decadencia y del desorden interno y de la absorción exterior –escribe el publicista yanqui– es volver a la ley de origen, al pasado histórico, a las tradiciones maternales, a la primaria herencia racial.» «El hecho de que la solemnidad del 12 de octubre haya sido concretada bajo el título de 'Fiesta de la Raza' y no en el nombre de Cristóbal Colón evidencia para el autor el movimiento pan-hispanista que examina en su artículo.» La Voz, de Madrid, del 12 de octubre de 1922, decía en su artículo «Horizontes. La raza, en fiesta»: «¿Qué sentido y qué vitalidad profundos tiene esta fiesta...?» «La causa del hispanoamericanismo es tan fuerte que ya andan por ahí sus enemigos, temerosos, lanzando a la circulación un 'Columbus day', que le quite al 12 de octubre el carácter de celebración de la raza ibera, en su esfuerzo gigante fuera del hogar.» ABC de Madrid publicó en 16 de noviembre de 1925 una interesante crónica de su corresponsal en Nueva York con el título: «Colón, ciudadano americano», diciendo: «La fecha del 12 de octubre es fiesta nacional en los Estados Unidos, que la celebran con el nombre de 'Columbus day', Día de Colón. Y como ingenuamente observa el Herald Tribune, ese 'Columbus day' es esencialmente un 'Pan American Day', y por lo que –recomienda el muy cándido– no sólo los Estados Unidos lo deben celebrar, sino también todas las demás naciones de América... Nuestra Fiesta de la Raza no la quieren tener en cuenta nuestros amigos del Norte.»

En 1924, un ex director general de la Unión Panamericana de Washington y presidente del Comité Internacional Panamericano, inició un movimiento para que la fecha del 12 de octubre, que venía celebrándose como «Día de Colón», se consagrara para siempre como «Día Panamericano»; y el entonces presidente de los Estados Unidos, mister Calvin Coolidge, apoyó esa idea, que fracasó.

Durante la intervención norteamericana en Santo Domingo (República Dominicana), desde el año 1916, las autoridades yanquis de la ocupación prohibieron la propaganda de la Fiesta de la Raza en ese país.

Cuando estuve en Puerto Rico, en 1918, a celebrar la Fiesta del 12 de Octubre, he sabido que el Herald de Nueva York nos disputaba la fiesta. Esta la iniciamos nosotros en 1912, no sólo como un desagravio al inmortal Descubridor del Nuevo Mundo, sino combatiendo la desmembración que sufrió nuestra América y para librarla del peligro de absorción.

Italia hizo «solemnidad cívica el 12 de octubre, aniversario del descubrimiento de América», por decreto de 26 de julio de 1925, firmado por Mussolini y el rey Víctor Manuel, cuando vieron el triunfo de nuestra idea.

Hispano-América celebra con más solemnidad que los Estados Unidos la fiesta colombina del 12 de octubre. En todos nuestros países es fiesta nacional, y en Estados Unidos, no. Cuando pedí en 1934 a Norteamérica los documentos colombinos para aportarlos a mi libro El Día de Colón y de la paz, me dijo el cónsul de los Estados Unidos en España, en carta del 15 de noviembre: «El Departamento de Estado de mi país me encarga conteste su escrito de fecha 30 de septiembre próximo pasado, dirigido al Excmo. señor Presidente de los Estados Unidos de América, en el que solicita se le faciliten copias de las leyes referentes a la proclamación de la fiesta nacional del 12 de octubre. Con referencia a dicho escrito, he de manifestar a usted que el día 12 de octubre, 'Día de la Raza', como se le designa en España, no es aún fiesta nacional en los Estados Unidos. A propuesta de las dos Cámaras legislativas, el Excmo. señor Presidente de los Estados Unidos proclama el 12 de octubre como 'Día de Colón', en conmemoración del descubrimiento de América. En el decreto presidencial se dispone que en ese día se ize la bandera nacional en todos los edificios públicos y ruega a todos los ciudadanos que en las escuelas, iglesias y otros lugares apropiados se celebren ceremonias conmemorativas.»

Poco importa que algunos enemigos de las glorias de España y de nuestra raza quieran desnaturalizar la grandiosa Fiesta de la Hispanidad. La nobilísima y poderosa República Argentina la ha consagrado y perpetuado en el maravilloso e inmarcesible decreto del glorioso presidente Irigoyen, tan celoso guardián de la soberanía de las naciones hispanas, que escribió inspiradamente que «es eminentemente justo consagrar la festividad del 12 de octubre, en el mensaje de España, progenitora de naciones, a las cuales ha dado con la bravura de su sangre y con la armonía de su lengua una herencia inmortal que debemos de afirmar y de mantener con jubiloso reconocimiento». Y este sabio pensamiento lo secundaron las demás naciones de nuestra América al seguir tan intencionada iniciativa.

Y el ínclito Presidente Perón afirmó en su magno discurso de este 12 de octubre con buena doctrina velando por los valores espirituales, eternos, de Hispano-América, que son los de la civilización y dijo admirablemente que el 12 de octubre es el solemne día en que se festeja la gloria de España y que el «Día de la Raza» perpetúa el sentido de la soberanía hispanoamericana. Esta es la orientación que hay que seguir para el cumplimiento de nuestra misión en bien del nombre de la fiesta nacional del 12 de octubre, debemos y queremos mantener, por tanto, la denominación de «Día de la Raza», «Día de la Hispanidad».

Columbia [José María González]