De la Caridad

☞ 20  La Caridad, est virtus supernaturalis, & Theologica, qua Deus diligitur propter se, & proximus propter Deum. El amor con que Dios ha de ser amado sobre todas las cosas, uno es intensivo, otro apreciativo: el intensivo es, cuando se ama a Dios con más fervor, más vehemencia, y ardor, que otra cualquiera cosa: el apreciativo es, cuando se estima a Dios mas que a todas las cosas, y el hombre está dispuesto a querer perderlas todas, por no perder a Dios. Obligación tenemos de amar a Dios sobre todas las cosas, aunque no con el amor intensivo, sino con el apreciativo. El precepto negativo, que prohíbe el odio contra Dios, obliga semper, & pro semper: el afirmativo, de amarle obliga en tiempos determinados per se,& per accidens, como diré después en este capítulo, y en el tract. 10. a num. 23, y en la 2. part. de la Pract. tract. 17. num. 6. & seq.

Acerca del amor del prójimo tiene condenadas dos Proposiciones el Papa Inocencio XI, que pueden verse con su explicación en el tract. 10. a n. 31. El precepto de la Caridad del prójimo, obliga a socorrerle con la limosna, y con la corrección fraterna, cuando se hallare necesitado: de la limosna habla en el tract. 10. n. 36. y de la corrección tocaré algo en el tract. 8. cap. 3. in fine, y en la 2. p. de la Pract. tract. 15. cap. 1. n. 5. Opónese al amor del prójimo, el odio, el duelo, el escándalo, de que hablaré de propósito en el Tratado 5. sobre el 5. Mandamiento. Ahora diré, cuando obligue el precepto de la Caridad, y dejando varios opinamentos de los Doctores. *

21  Lo que en este punto me parece ahora más probable, es, que por lo menos cada año una vez está obligado el Cristiano a hacer actos de Caridad, como afirman muchos DD. con Leandro del SS. Sacramento, y Tapia tom. 2. lib. 3. q. 2. art. 2. n. 3. Lo mismo digo de los actos de Fe, y Esperanza

22  C. Y dígame v. m. ¿se ha acordado de hacer alguna vez estos actos de Fe, Esperanza, y Caridad?

P. Padre, ni yo entiendo qué cosa sean estos actos.

C. Acto de Fe, es creer en un Dios remunerador, el Misterio de la Santísima Trinidad, y de la Encarnación, y lo demás que se contiene en el Credo, e implícitamente todo lo demás, que enseña nuestra Santa Madre Iglesia. Acto de Esperanza, es fiar de la misericordia de Dios, que nos salvará, si hacemos penitencia de nuestros pecados.

Acto de Caridad, es amar a Dios sobre todas las cosas: esto es, apreciar a Dios más que todas las cosas; y querer antes perderlas todas, que perder a Dios.

23  Con estos tres actos de las Virtudes Teologales, ordinariamente se cumple en la confesión. Porque en ella se requiere precisamente acto de atrición, o contrición; esa mira a Dios como sumo bien, y aquella como remunerador de los buenos, y Juez, que castiga a los malos: luego incluye conocimiento, y asenso de Dios remunerador.

También la atrición detesta la culpa, porque se opone a la bienaventuranza, que esperamos: luego incluye el acto de la Esperanza. Es doctrina del Padre Lumbier, en la explicación de la Proposición 64 y 65, condenadas por Inocencio XI, en la observat. 15. §. 2. n. 653 y 655.

También se cumple con la Caridad; porque si esta consiste en apreciar, y estimar a Dios más que todas las cosas, eo ipso, que el pecador tiene dolor, y arrepentimiento de su pecado, aprecia Dios mas que a todas ellas: porque este aprecio, que el hombre debe hacer de Dios, y en que consiste el amarle sobre todas las cosas, no es otra cosa, que querer antes perderlas todas, que perder a Dios: el dolor, y arrepentimiento no es otra cosa, que el sentir haber antepuesto a Dios las criaturas, y querer en adelante no hacerlo así, sino al contrario; luego incluye ese dolor el aprecio, y estimación de Dios sobre todas las cosas.

24  Si bien para aliviar escrúpulos, será acertado que el Confesor les haga al principio, o fin de la confesión, hacer actos de Fe, Esperanza, y Caridad, a aquellos particularmente, que confiesan de tarde en tarde: en esta forma.

C. ¿V. m. ya cree en Dios, y el Misterio de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, tres Personas distintas, un solo Dios verdadero: y que Dios premia a los buenos, y castiga a los malos: y como el Hijo de Dios se hizo Hombre por nosotros en las purísimas entrañas de María Virgen nuestra Señora por obra del Espíritu Santo, y todo lo demás que enseña nuestra Santa Fe Católica?

P. Sí Padre.

C. ¿Asimismo espera v. m. de su infinita misericordia, que viniendo arrepentido, le perdonará sus culpas: y perseverando en la enmienda de ellas, le dará su gloria?

P. Sí Padre.

C. ¿Juntamente le ama sobre todas las cosas, como a su Dios, y Creador, tan digno por su inmensa bondad de ser amado; le pesa de todo corazón haberle ofendido, propone de nunca mas ofender a tan grande Señor?

P. Sí Padre.

[ Práctica del confesonario (Pamplona 1686); según la octava impresión (Imprenta Real, Madrid 1690), “edición canónica”, páginas 11-12. ]