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Comentarios críticos al Diccionario soviético de filosofía

Clasificación de las ciencias

Clasificación de las ciencias en el Diccionario soviético de filosofía


 

Clasificación de las ciencias · David Alvargonzález · 10 de noviembre de 2017

En este comentario de la entrada titulada “Clasificación de las ciencias” del Diccionario Soviético de Filosofía voy a distinguir dos partes: en primer lugar, voy a resumir muy brevemente cuál es la clasificación de las ciencias que propone el Diccionario, porque no queda del todo clara en la entrada escrita y me parece necesario explicar este asunto un poco más y, en segundo lugar, haré un comentario crítico de esta clasificación.

Kedrov

Para la primera parte, que es puramente expositiva, voy a hacer uso de una obra de Bonifaty Kedrov, del año 1961, titulada La clasificación de las ciencias. En el cuadro siguiente aparece resumida esta clasificación. En este cuadro se puede apreciar que las ciencias, que en la perspectiva del Diamat son un reflejo de la realidad, una mera descripción de la realidad, reflejan una realidad que está dividida en tres partes: la Naturaleza, que es estudiada por las ciencias naturales, la sociedad, que se entiende tomando la parte por el todo como sociedad humana, y da lugar a las ciencias sociales, y el “pensar” que da lugar a las ciencias filosóficas.

Esos son los tres grandes grupos básicos de ciencias y sectores de la realidad y por eso en el cuadro aparecen con letras mayúsculas. Luego, el materialismo dialéctico distingue otras ciencias que están en terrenos intermedios de estas tres fundamentales: entre las ciencias naturales y las filosóficas están las ciencias matemáticas; entre las ciencias naturales y las sociales están las ciencias técnicas, y se hacía mención especial en este grupo de las ciencias agrícolas y de las médicas; y entre las tres principales (naturales, sociales y filosóficas) se encuentra la psicología. Bonifaty Kedrov, en su tratado, añade que las ciencias sociales y las filosóficas, tomadas en conjunto son las ciencias humanas frente a las ciencias naturales en sentido amplio que serían todas las demás. Esta es la idea que está funcionando en la entrada de la “Clasificación de las ciencias” de los Diccionarios, entrada que no figura en las ediciones del 46 y del 59. El libro de Kedrov, como acabo de decir, es del 61 y fue el tratado de referencia en relación a este tema desde ese año en adelante.

¿Qué se puede comentar acerca de esta clasificación? Hay varias cosas que es interesante comentar. La primera cuestión es que en este cuadro se aprecia una falta absoluta de criterios para distinguir las técnicas y las tecnologías frente a las ciencias propiamente dichas. Esas ciencias técnicas (la agricultura y las ciencias médicas) aparecen dentro de la clasificación, pero no se sabe si son ciencias, si son técnicas o si son tecnologías. A mi juicio, y al de otros muchos, las técnicas, las ciencias y las tecnologías tienen características gnoseológicas diferentes: una técnica, por ejemplo, la técnica del alfarero o la técnica del vaso campaniforme, en principio, no tiene por qué incluir conocimientos científicos. Las técnicas de construcción naval y las propias técnicas arquitectónicas se desarrollaron durante milenios mucho antes de que hubiera ciencias. Por eso es necesario distinguir las técnicas de las tecnologías: las tecnologías son técnicas que necesariamente incluyen conocimientos científicos, como pueda ser la tecnología computacional o atómica, o las tecnologías médicas en el presente que incluyen cantidades ingentes de conocimientos científicos de biología, de química, de bioquímica, de física, etc. Esto no aparece distinguido en la clasificación, probablemente porque no hay una idea de ciencia suficientemente elaborada, en el Hismat y en el Diamat, como para que se pueda caracterizar lo que es una ciencia con su campo, con sus verdades científicas, etc y distinguir las ciencias de lo que son técnicas y tecnologías. Para nosotros, las técnicas y las tecnologías están siempre puestas al servicio de un objetivo práctico concreto. Las ciencias, sin embargo, puede proceder sin objetivos prácticos inmediatos, por ejemplo, en las matemáticas se pueden desarrollar muchos teoremas matemáticos, muchas verdades científicas que, en el momento en el que se desarrollan no tengan ningún significado práctico claro, ninguna aplicación práctica, o incluso que no la vayan a tener nunca, pero no por esta razón esos teoremas y esas demostraciones que se hacen en matemáticas dejan de ser universales, objetivas y necesarias como cualquier otra verdad científica. En esta clasificación la ciencia, las técnicas y las tecnologías aparecen mezcladas y esta falta de distinción es muy significativa y muy grave.

La otra falta de distinción que creo apreciar es que en la clasificación aparecen unas ciencias llamadas “filosóficas”. En este punto les remito a los comentarios que tienen a su disposición en las entradas “Filosofía” y “Partidismo de la ciencia y de la filosofía”. Para el Diamat, la filosofía es una ciencia y esto me parece uno de los errores más importantes que arrastra el Diamat y el Hismat y que afecta a muchas partes de su sistema filosófico. La filosofía aparece, además, como ciencia del pensar lo que es una manera muy oscura de caracterizar la filosofía ya que además se dice que las partes de la filosofía, es decir las partes de ese “pensar”, serían la lógica y la dialéctica, de modo que la lógica queda completamente desconectada de las matemáticas y aparece como una ciencia estrictamente filosófica, es decir, no aparece como una ciencia formal, lo cual es también un error muy significativo. En esta clasificación, como vemos, por un lado, tenemos técnicas y tecnologías, por otro lado, tenemos ciencias propiamente dichas, como la mecánica, la física, la química, la biología, luego tenemos las matemáticas por ahí danzando, tenemos la lógica separada de las matemáticas, porque la lógica sería una ciencia filosófica, luego tenemos la propia idea de ciencias filosóficas que es una idea muy oscura y cuyos contenidos no quedan aclarados, luego tenemos las ciencias filosóficas junto con las sociales formando el grupo de las ciencias humanas: en fin, el resultado es una confusión muy grande ya que no hay criterios claros para distinguir las ciencias humanas del resto de las ciencias, tampoco hay criterios claros para distinguir las ciencias formales del resto, porque las matemáticas andan por un lado y la lógica por otro, las matemáticas aparecen como una mezcla de ciencias naturales y filosóficas, las técnicas andan por otro lado, la psicología en el medio de los tres grandes grupos, pero fuera de las ciencias humanas, lo cual es muy sorprendente, etc. En esta entrada de la “Clasificación de las ciencias” quedan a la vista muchas de las insuficiencias del materialismo histórico y dialéctico: las insuficiencias de su idea de ciencia, de su idea de filosofía y de su concepción de la filosofía como una ciencia, la incapacidad de distinguir las técnicas y las tecnologías de las ciencias, y quedaría a la vista la propia estructura ontológica que estaría justificando esta clasificación que no es otra que la ontología trinitaria de la división del mundo en Naturaleza, sociedad y pensar. Esa ontología que divide la realidad en esas tres partes ¿de dónde sale? ¿qué fundamentos tiene? ¿cómo se justifica? Eso es lo que no aparece aclarado en ningún lado y esto es el problema y la limitación fundamental de esta clasificación de las ciencias.

David Alvargonzález

 
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Las cuatro versiones soviéticas del Diccionario filosófico de Rosental e Iudin
Diccionario filosófico marxista · Rosental & Iudin · Montevideo 1946
Diccionario de filosofía y sociología marxista · Iudin & Rosental · Buenos Aires 1959
Diccionario filosófico abreviado · Rosental & Iudin · Montevideo 1959
Diccionario filosófico · Rosental & Iudin · Montevideo 1965
Diccionario marxista de filosofía · Blauberg · México 1971
Diccionario de comunismo científico · Rumiántsev · Moscú 1981
Diccionario de filosofía · Frolov · Moscú 1984