Gualterio Burley
La vida y las costumbres de los viejos filósofos
Edición de Francisco Crosas López
[Introducción]
1 De la vida τ las costunbres de los viejos filósofos queriendo tractar, trabajé por recolegir muchas cosas de aquéllas que yo fallé escritas de los antiguos autores τ en libros diversos desparzidas. 2 Et en aqueste pequeño libro enxerí las respuestas notables τ dichos elegantes de aquellos filósofos, los quales podrán aprovechar a consultaçión de los leyentes et enformaçión de las costunbres.
[Capítulo 1, Tales]
1 Tales Millesio
Tales, filósofo asiano, segunt dize Laerçio en el libro De la vida de los filósofos. Su padre fue llamado Jamio τ su madre Cleobolina. Éste claresçió en Atenas. 2 Éste fue llamado el primer sabio, segunt el qual son llamados los siete sabios, τ fue çibdadano conscrito; τ por ende fue dicho dél: Tales Millesio señor es. 3 Aquéste, después de la Política τ de la Natural Filosofía, fue fecho especulador del Astrología, que se requiere al arte del navegar; τ fue inventor de la Osa Mayor[a] τ escrivió de la conversión τ del equinoçio. τ dízese que aquéste fue el primero de los filósofos que ovo tratado de la Filosofía τ que aquéste ovo fallado la grandeza del sol τ la luna. τ algunos dizen que éste fue el primero entre los filósofos que puso que las ánimas eran inmortales. τ aquéste ante dixo los eclipsis del sol. 4 Fue el primero que desputó de la natura τ dixo que avía ánimas en las cosas [in]animadas[b] τ aprendió Geumetría de los egipçianos τ muy bien aconsejó en las pulíticas[c]. Dizen que caresçió de muger; τ preguntado por qué no la tenía, respondió que porque era muy estrecho el amor de los fijos[d]. 5 Éste puso quel agua era prinçipio de todas las cosas τ dixo quel mundo tenía ánima τ que estava lleno de dimonios. τ dízese aver fallado los quatro tienpos del año τ aver departido el año en trezientos e treinta[e] çinco días. Escrivió muchas cosas del Astronomía, las quales conpreendió en dozientos versos. 6 E commo de unos pescadores mercase aquéste un lançe de los que fazían con sus redes, sacaron en ellas una tabla de oro, en la qual avía un gran peso; sobre lo qual nasçió entrellos qüestión, ca los pescadores afirmavan que ellos no avían vendido sino los peçes que tomasen. Tales dezía que avía mercado lo que la Fortuna troxiese. La qual qüestión fue venida antel pueblo por la novedad de la cosa y la grandeza del valor τ plugo al pueblo que demandasen al ídolo de Apolo Délfico consejo a quién sería dada la mesa de oro. 7 Apolo respondió que la diesen aquél que sobrepujava a todos los otros en sapiençia. Oída aquella respuesta la mesa fue dada a este Tales filósofo, uno de los siete sabios. Tales renunçióla a Bías; Bías diola a Pítaco τ éste diola luego a otro; τ dende andovo por todos los sabios. 8 A la fin vino la mesa a Solón, el qual tenía título de muy gran prudençia, τ Solón traspasó la mesa al mesmo Apolo.
9 Este Tales era pobre τ ocupándose en los estudios de la Filosofía, no podía entender en buscar bienes deste mundo. 10 τ commo de algunos fuese retraída su pobreza τ le dixesen que la su filosofía fuese vana, usó de tal ingenio por confundir a los que lo retraían. 11 Consideró por el Astrología, en la qual era muy enseñado, que en el año siguiente avía de aver gran abundançia en las olivas allende del fruto acostunbrado, τ avía sido el año pasado gran copia de fruto en las olivas. 12 τ comúnmente las olivas después de un año abondoso desfallesçen el siguiente. 13 τ commo aún fuese ynvierno, en el abundançia del fruto del año presente dio señal en dos çibdades a dos señores de muchas olivas por todo el fruto que avía de venir el año venidero, los quales se llamavan Mileto τ Chío. 14 E resçibieron de buena mente la señal de los dineros, ca bien entendían que poco fruto avría el año venidero[f]. 15 τ commo él ya lo oviese previsto, fue fecha gran copia de fruto de olivas en aquel año siguiente, τ muchos que querían mercar olivas, tasóles el preçio commo quiso, τ así resçibió muchos dineros. 16 El qual fecho mostró a los que lo retratavan que no era vana la Filosofía, antes que ligera cosa era al filósofo fazerse rico. 17 Mas dezía que los dineros τ los estudios de la Filosofía no convenían en uno; por ende que descogera de se ocupar en el más noble estudio. 18 Dízese de aqueste Tales que, commo fuese una noche leuado fuera de su casa por una vieja para que considerase alguna cosa en las estrellas, que cayó en una foya. 19 τ él estando doliéndose τ llorando, díxole la vieja: «¡O Tales! Tú que no puedes ver las cosas que están ante tus pies, ¿cómmo piensas de conosçer aquellas cosas que son en el çielo?» 20 Dízese que aqueste Tales ovo dicho: «De aquestas tres cosas fago graçias a la Fortuna: lo primero, que so fecho ombre τ no bestia; τ que so fecho varón τ no fenbra; lo terçero, que nasçí griego τ no bárbaro».
21 Daqueste Tales dize Sant Agostín en el libro De Çivitate Dei: «Los géneros de los filósofos de dos descienden: uno itálico e otro griego; τ de los del greçiano género prínçipe fue Tales Milesio». 22 Aquéste, por fazer graçia a los supçesores, todas las sus disputaçiones τ lo que fabló[g] de la natura de las cosas fizo poner en letras. 23 τ resplandeçió τ fue muy maravilloso, ca por cuentos[h] τ números conprehendidos del Astrología los defectos del sol τ de la luna pudo antedezir. Puso quel agua era prinçipio de las cosas. 24 Esidoro en el segundo libro de las Etimologías así dize dél: «El primero que escodriñó la Física açerca de los griegos fue Tales Milesio, por donde fue de los siete sabios. Aquéste ante los otros acató por evidente razón las causas del çielo τ la fuerça de las cosas naturales»[i]. 25 Los dichos de aquéste son los que se siguen, segunt dize Laerçio en el libro De la vida de los filósofos:
El muy antiguo de los entes es Dios non engendrado; τ el muy bueno de los entes, el mundo, ca es obra de Dios. 26 El mayor de los entes, el lugar, ca toma todas las cosas. El muy ligero de los entes, el entendimiento, ca corre de vagar[j]. 27 El muy fuerte de todos los entes, la nesçesidad, ca señorea de todas las cosas. 28 El muy sabio de los entes falló todas las cosas[k]. 29 Preguntóle uno si el ombre que fazía cosas injustas, si se escondía a los dioses; respondió: «Nin aun el que las piensa». 30 Fue preguntado si juraría non aver fornicado; respondió: «No es peor ende el perjuro quel adulterio». 31 Preguntado qué cosa fuese difíçil, respondió: «Conoçer el ombre a sí mesmo». 32 Preguntado qué cosa es número, respondió: «Cosa que no tiene comienço nin fin». 33 Preguntado qué cosa era la que veía más grave, dixo quel tirano viejo. 34 Preguntado quál infortunio podía cada uno sofrir, dixo: «Si vee padescer los enemigos». 35 Preguntado en qué manera puede cada uno bevir justamente, respondió: «Si él faze lo que a los otros manda que fagan». 36 Preguntado quién es bienaventurado, dixo: «El que es sano del cuerpo, τ copioso del ánima τ dózile por natura». 37 Tales enseñava que se recordasen de los amigos ausentes τ presentes. Y, amonestando, dezía τ defendía que se guardasen de ser enriquezidos malamente. 38 τ dezía: «Los dones que ofreçieres a los padres, ésos toma de los fijos». 39 El auditor deste Tales fue Enaximánder, filósofo. 40 Murió Tales setenta τ octavo años de su bida. Resplandezió en los tiempos de Achaz, rey de Judea.
[Capítulo 2, Solón]
1 Solón
Solón filósofo, uno de los siete sabios de Grezia, 2 de la naçión fue de Atenas τ en Atenas resplandezió. 3 Éste dio leyes muy buenas a los atenienses, las cuales después tomaron los romanos de los atenienses, τ muchos benefiçios fizo en los atenienses[l], τ mucho tiempo los libró con la su prudençia de tiranía τ servidunbre. 4 Después, mudada la Fortuna, fuidizo fue de Atenas τ pasóse en Egibto τ allegóse a Creso, rey de los lidios. 5 τ promovido dende, fue en Çecilia, donde fizo una çibdad de su nonbre, 6 Aqueste Solón, commo viese a uno de sus amigos llorar gravemente, levólo τ subiólo en una torre de la çibdad, τ amonestóle que truxiese los ojos por todas las partes τ ofiçios de la çibdad. 7 τ, aquesto fecho, díxole: «Piensa contigo quán muchos lloros fondón de quantas casas vees, an seído τ son agora, τ aún an de ser en los siglos que son por venir. 8 τ pues así es, dexa los incomodos de los mortales; es a saber, los lloros que no traen provecho». 9 Este mesmo Solón, segund dize ese mesmo Valerio[m], dixo a un su amigo que se le quexava que estava apasionado de amargura grande τ mala de comportar: 10 «Si todos los apasionados oviesen de poner en un lugar sus males, τ después, de allá repartirlos por todos, más querría cada uno llevar sus propios males a su casa, que no tomar la parte que le viniese del montón de las comunes miserias». 11 τ entre las otras leyes que fizo son falladas que fiziese las que se siguen, segund dize Valerio: 12 Qualquiera que a su padre τ a su madre, siendo menesterosos, no mantiene no es digno de gloria. 13 Los fijos de aquellos que son fallados morir por la república de las despensas públicas sean criados τ enseñados. 14 Defendido sea al que esculpiere o fiziere entalle en algund anillo, dexar la señal consigo del anillo vendido. 15 Si alguno privare del ojo al que no toviere sino uno, el que se lo quebrare caresca de entramos los suyos. 16 El prínçipe enbriago por muerte sea dañado. 17 Las sentençias que dél se fallan son aquéstas:
La fartura de las riquezas se engendra, τ de la fartura el menospreçio. 18 Nunca tires lo que no posiste. 19 No poseas de ligero los amigos nin reprueves los que ya poseyeres. 20 Non quieras prinçipar nin te entremetas de enseñorear antes de ser enseñado. 21 No consejes al prínçipe las cosas más dulçes, mas las mejores. 22 Faz de tu entendimiento tu guiador. 23. Non fables con los malos. 24 Honra a los dioses. 25 A los padres cata reverençia. 26 La blandura de la palabra común ha de ser al señor e al servidor. 27 No llames a ninguno bienaventurado en tanto que biviere, porque la Fortuna puede ser mudada antes del postrimer día de su vida. 28 El postrimer día de la vida es juez de la bienaventurança. 29 Los comienços son debidos a la Fortuna, pero sólo el fin consagra la Filosofía. 30 No ay otra cosa quel ombre deba temer salvo quel su fin no deseche la Filosofía[n]. 31 Preguntado Solón qué cosa es palabra: imagen de las obras por que es formada. 32 Qué cosa es rey: poderío fuerte. 33 Qué cosa es ley: tela de araña que, si en ella cae alguna cosa flaca, retiénela; pero la fuerte pasa por ella rasgando la tela. 34 Commo Solón no fablase en un lugar do muchos estavan fablando, fue preguntado de Perandro si callava por mengua de palabras o porque fuese loco. 35 Respondió Solón: «Ningund loco no puede callar». 36 Solón, como fuese pobre, preguntóle un juez rico si tenía tesoros. 37 Respondió: «Tú τ yo tesoros tenemos, mas entre tu tesoro τ el mío está esta diferençia, que ninguno puede tomarme del mi tesoro contra mi voluntad ninguna cosa; τ si dél destribuyo por los otros él no desmengua ni padeçe deminuçión. 38 El tu tesoro padesçe mengua de lo que continuamente dél se pierde; τ si alguna cosa dieres a otro o te tomaren contra tu voluntad, sienpre resçibe mengua». 39 Preguntáronle qué tal deve ser el regidor de pueblo. «El regidor del pueblo ante á de regir a sí que al pueblo». 40 Preguntado qué cosa es más aguda quel cuchillo, dixo: «La lengua del mal ombre». 41 Preguntado quién era ome liberal: «El que parte de buena mente con otros lo suyo τ careçe de cobdiçia de las agenas cosas». 42 Preguntado en qué manera se podía bien regir la çibdad, dixo: «Si el prínçipe τ los mayores bivieren segund las leyes». 43 Escrivió Solón muchas cosas provechosas en çinco mil versos. 44 Cuenta Valerio que en tanto grado fue Solón estudioso todo el tiempo de su vida, que venido a la hedad de la vejez cada día aprendía algo de nuevo. 45 τ como oviese ya ochenta años, τ commo estuviese en la cama çerca de la muerte, τ sus amigos alderedor dél estuviesen τ fablasen entre sí una qüestión, 46 Solón, que ya tenía la cabeça inclinada, levantóla; τ preguntáronle que por qué lo avía fecho. 47 Respondió: «Por que muera entendiendo aquesto de que disputaes». 48 Fue muerto en Chipre. Floresçió en los tiempos de Ezechías, rey de Judea[o].
[Capítulo 3, Quilón]
1 Chilón
Chilón, filósofo de Laçedemonia[p], en Atenas resplandeçió. 2 Éste fue uno de los siete sabios de Greçia. 3 Aquéste, segund se dize en el Policrato[q] en el libro primero, fue enbiado a Corintio por razón de ayuntar compañía τ confederaçión con ellos, 4 donde falló a los duques τ a los más viejos de la çibdat jugando a las tablas, por lo qual bolvióse sin acabar el negozio, 5 diziendo él no querer macular con aquesta infamia la gloria de los espartanos, por la vertud de los quales la çibdad de Bizançia[r] avía seído edificada; 6 τ que fuese dicho que con los que estavan en los tableros avían travado compañía. 7 A éste, segunt dize Laerçio, preguntó Esopo poeta que qué era lo que fazía Júpiter. 8 Respondióle Chilón: «Omilla las cosas altas τ ensalça las cosas omildes». 9 Preguntáronle qué diferençia avía de los ombres enseñados a los no enseñados. Respondió que los unos tienen buena esperança τ los otros no. 10 Preguntado quál es la cosa difíçil, respondió: «Callar lo que no se deve fablar, diligençia en buena dispusiçión τ el que ha padeçido el injuria poderla padeçer con paçiençia». 11 Enseñaba que se enseñoreasen de la lengua τ que no fuesen maldizientes de los próximos, mayormente en el conbite, 12 sino que en otra manera convernía oír cosas de las quales los maldizientes se ensañarían. 13 Iten que no era de amenazar a ninguno, ca dezía que era fecho mugeril. 14 Ir más aína a las cuitas de los amigos que a sus prosperidades. 15 Fazer las bodas omildes. 16 No dezir mal del muerto. 17 Honrar a la vejez. 18 Querer cada uno antes daño para sí que ganançia mal ganada; 19 aquello dará tristeza una vez; esto otro, sienpre. No fazer escarnio del desaventurado. 20 El fuerte τ enseñoreador sea manso, por que de los próximos sea más reverendo que temido. 21 No ante venir la lengua al entendimiento. 22 Enseñorearse de la ira. 23 No codiçiar cosas inposibles. 24 No aquexarse en el camino. 25 Obedecer a las leyes. 26 Usar de la soledad. 27 En los juizios juzgar a los enemigos segunt las leyes, al menos por que las leyes sean guardadas. 28 Al amigo, amonestarle por guardar lo uno τ lo otro; es a saber, la ley τ el amigo. 29 Enseñava éste que todos los casos de tristeza podían ser sobrados[s] o por coraçón o por amigo. 30 Iten enseñava aquéste commo avían de ser quebrantadas estas dos afecçiones; es a saber, afecçión τ enimistad, aunque eran muy feroçes. 31 τ dezía que cada uno amase así a los amigos commo si por ventura en alguno tiempo los oviese de aborreçer; 32 τ que así aborresçiese a los enemigos commo si en algund tiempo los oviese de amar. 33 Fue Chilón breviloquo, es a saber breve en su fabla, de donde vino que Aristágoras[t] a esta manera de breve fablar chirículo la llama, 34 commo cosa que nos vino de Chilón. 35 Bivió çincuenta τ seis años, τ fue muerto, τ çerca del su sepulcro fue criada la su estatua. 36 Escrivió muchas cosas notables en dozientos versos elegantes, segunt dize Laerçio. 37 Floresçió en tiempo de Ezechías, rey de Judea.
[Capítulo 4, Pítaco]
1 Pítaco
Pítaco, asiano, mitileno, illustre filósofo, uno fue de los siete sabios. 2 τ fue valiente en el fecho de la cavallería. 3 τ, commo él fuese capitán de la ueste de los mitilineses τ estuviese guerra entre los mitilineses τ atheneses, acordó de pelear τ aver batalla singular con Frinón, duque de los ateneses. 4 Quando fueron en el canpo, levó una red furtadamente debaxo del escudo. 5 τ quando se llegaron a pelear, echó la red a Frinón τ enbolviólo en ella, τ matólo así, τ salvó la tierra. 6 τ los mitilineses diéronle el prinçipado, el qual el tuvo por diez años. 7 τ después que ovo traído la çibdad a muy buena ordenaçión, dexó el prinçipadgo, τ bivió otros diez años después. 8 τ commo pudiese ser rico, menospreçió las riquezas. 9 Dízese, segunt dize Laerçio, que un su obrero que con una segur mató a su fijo, los çibdadanos el omeçida atado le enbiaron, τ Pítaco absolviólo, 10 diziendo mayor ser la indulgençia quel tormento. 11 Alçeo poeta, ante que Pítaco toviese el prinçipadgo de los mitilineses, metió todas las fuerças de su ingenio τ el amargura de la su malquerençia en fazer muy pertinaz persecuçión contra Pítaco. 12 τ después que Pítaco ovo avido el prinçipadgo, díxole: 13 «Alçeo, ¿qué estás temeroso τ lleno de pavor? Baste a mí por vengança τ a ti por pena que, desfalleçiéndote el anparo del socorro nin de la fuida, 14 podrías agora resçebir de mí los gualardones de las injurias que me feziste. 15 Pues dexa de perseguir injustamente al que te perdona, al qual justamente podrías padesçer por bengador». 16 Este Pítaco, veyendo mucho acresçentarse en la isla Mitilena[u], 17 τ queriendo escusar la enbriaguez de los ombres, estatuyó por ley pública quel enbriago que pecase, por doble pena fuese punido.
18 Estas son las sentençias que dél se leen. 19 Enseñava Pítaco ser muy buenas las victorias que son sin sangre. 20 Dezía que de los prudentes varones era pensar antes las cosas difíçiles que se fiziesen, 21 por que no se fiziesen; disponer bien los fechos de los fuertes. 22 Dezía que los infortunios no devían ser vituperados, ni el crimen vergonçoso, 23 ni qüestionear contra amigo, ni tanpoco contra enemigo. 24 Tornar el depósito a quien lo depusiere. 25 Amar la castidad. 26 Tener la verdad. 27 Iten dezía lo que tienes de fazer non lo ante digas. 28 Escarneçible es aquél a quien defalleçe. 29 De aqueste Pítaco fue aquella sentençia, que después de otros fue rezada; es a saber: 30 quel señorío demuestra al varón. 31 Preguntado Pítaco qué cosa es muy buena: «Fazer bien al presente». 32 Preguntado qué cosa es oculta, respondió: «La por venir». 33 ¿Qué cosa es difíçil? Respondió: «El mar». 34 Escrivió Pítaco de las costunbres τ de la política seisçientos versos τ muchas cosas escrivió prosaicas. 35 Bivió setenta años τ floresçió en tiempo de Joachín, rey de Judea.
[Capítulo 5, Bías]
1 Biante
Biante primense, filósofo asiano, uno de los siete sabios de Greçia, prínçipe fue en la çibdad de los primenses. 2 τ dize Laerçio que, commo en Greçia estuviese guerra entre los primenses τ mesanenses, 3 τ los cavalleros de los primenses truxiesen muchas vírgines cativas de los mesanenses, 4 Biante, commo vio aquesto, ovo mucho dolor τ libró luego a las cativas moças; τ así commo a propias fijas las guardó; 5 τ vistiólas τ doctó a cada una dellas, τ enviólas a los padres con muy fieles guardas, mostrando piedad a los enemigos, 6 τ denostando este linage de crueldad, τ diziendo que aun los muy crueles enemigos no devían ser con tal inpiadad dañados. 7 τ, commo aquesto fuese recontado en el concejo de los mesanenses, fueron enbiados mensajeros por ellos con dones a Biante, demandándole la paz con mansos coraçones. 8 En otro tiempo, segunt cuenta este mesmo Laerçio, commo uno que se llamava Aliato tuviese sitiada la çibdad de Primen, 9 τ esperase que los primenses avían de fallesçer por fanbre, Biante con tal arte encubrió el defecto que los de la çibdat padesçían: 10 fizo engordar dos mulas τ lançarlas fuera de la çibdad en lugar que furtiblemente fuesen tomadas de los enemigos; 11 las quales commo las viese Aliato, entendió que los de la çibdad estavan muy abondados de vituallas. 12 τ enbió a Biante que saliese a él a tractar de concordia. Biante no quiso salir, mas enbióle dezir quel enbiase su enbaxador a la çibdad, 13 ca temió que si saliese sería tomado de los enemigos, τ así traería daño a los primenses. 14 τ commo el enbaxador de Aliato entrase en la çibdad, Biante avía fecho ayuntar en la plaça un gran montón de arena, 15 τ fizo esparsir por enzima[v] dél trigo τ mostróselo al enbaxador; 16 lo qual después que Aliato lo supo, fizo reconçiliaçión con aquella çibdad τ fuese. 17 τ ansy fue aquella çibdad delibrada por la prudençia de Biante. 18 En otro tiempo, segunt dize Valerio, como se mudase la Fortuna τ los enemigos tomasen la çibdad de adonde él bivía; 19 τ todos aquellos que pudieron escapar de las manos de los enemigos cargáronse de todas las cosas suyas que eran de más presçio e fuyeron con ellas; 20 τ Biante, no llevando nada de aquellas cosas, fuyó; 21 τ preguntado por qué él no levava nada consigo de sus bienes, respondió: 22 «Todos los mis bienes comigo me los traigo». 23 τ aquellos bienes en el coraçón τ entendimiento los traía τ non eran bienes que se podían ver con los ojos, 24 mas eran bienes que en el ánima se avían de estimar, los quales en la casa del entendimiento estavan ençerrados.
25 Las sentençias de aquéste son las que se siguen, dize Laerçio en La vida de los filósofos: 26 Estudia de conplazer a los onestos τ a los viejos. 27 La osada manera muchas vezes pare enpeçible lisión. 28 Ser fuerte obra es de natura. Aver abundançia de riquezas, obra de la Fortuna. 29 Poder fablar cosas convenibles τ congruas esto es propio del ánima τ de la sabiduría. 30 Enfermedad es del ánima cobdiçiar las cosas inposibles. 31 No es de repetir el mal ageno. 32 Más triste cosa es juzgar entre dos amigos que entre dos enemigos. 33 En juzgando entre los amigos, el uno será fecho enemigo; juzgando entre los enemigos, el uno será fecho amigo. 34 Dezía que así avía de ser medida la vida de los ombres, commo si mucho tiempo τ poco oviesen de bevir. 35 Dezía así mesmo que convenía a los ombres conversar en el uso del amistad así commo si se menbrasen que podían ser convertidas en muy graves enemistades. 36 Qualquier cosa que pusieres, persevera en la guardar. 37 No fables arrebatado, ca demuestra vanidad. 38 Ama la prudençia, τ fabla de los dioses commo son. 39 No alabes al ombre indigno por sus riquezas. 40 Lo que tomares, resçíbelo demandándolo, no forçándolo. 41 Qualquier cosa buena que fizieres, Dios entiende que la faze. 42 La sabiduría más çierta es τ más segura que todas las otras posesiones. 43 Escoje los amigos τ delibra luengo tiempo en los escojer, τ tenlos en una afecçión, mas no en un mérito. 44 Sigue tales amigos que non te faga vergüença averlos escogido. 45 Los amigos a gran gloria deven reputar tu vida. 46 Dos cosas son muy contrarias a los consejos: la ira τ el arrebatamiento. 47 La ira faze peresçer el día τ el arrebatamiento traspasarlo[w]. 48 La liberalidad más grazioso faze ser el benefiçio. 49 Preguntado qué cosa fuese en esta vida muy buena, dixo: «Tener la conçiençia sienpre en sí abraçada con lo que es derecho τ egualeza». 50 Preguntado quién fuese entre los omes mal afortunado, respondió: «El que no puede padeçer mala Fortuna». 51 Navegando Biante una vez con unos malos omes τ corriéndoles fortuna[x] τ andando la nave para se perder, aquellos malos ombres estavan llamando a los dioses que los librasen. 52 Él les dixo: «Callad por que los dioses no nos sientan aquí do imos navegantes». 53 Preguntado qué cosa fuese difíçil al ombre, respondió: «Sofrir generosamente la mudança en las penas». 54 Resplandeçió Biante en los tiempos de Ezechías, rey de Judá. τ escrivió elegantemente muchas cosas provechosas en dos mill versos. 55 τ después que fue muerto los primenses le edificaron tenplo[y].
[Capítulo 6, Cleóbolo]
1 Cleóbolo[z]
Cleóbolo, filósofo lidio, uno fue de los siete sabios, τ floresçió en Greçia en tiempo de Sedechías, rey de Judá. 2 El qual ovo una fija que se llamó Cleóbola, la qual fue inventora de los [enigmas hexamétricos][a1]. 3 τ aquesto fue de aqueste Cleóbolo, segunt dize Laerçio: ¿Dónde es el padre que tiene doze fijos; 4 cada uno de aquéstos tiene treinta diformes, ca los unos son blancos de cara τ los otros negros; τ, commo sean inmortales, corrónpense todos τ desfallesçen? 5 El año es el padre, τ los doze meses son los fijos, τ los treinta días de cada mes son los nietos. 6 Son negros τ blancos las noches τ los días. Son inmortales τ corrónpense τ desfalleçen porque los días se pasan. 7 Las sentençias aprovadas de aquéste son las que se siguen: 8 Faz bien al amigo por que dure el amistad. 9 Estudia de fazer amigo del enemigo. 10 Más nos devemos guardar de la enemistad de los amigos que de las asechanças de los enemigos; aquél es mal abierto τ estotro açelerado[b1]. 11 El engaño para empescer allí es más poderoso do es menos esperado. 12 Quanto más pudieres, tanto puede menos. 13 Quando alguno saliere de su casa piense lo que tiene de fazer, e quando bolviere a ella piense lo que trae fecho. 14 Aconsejaua Cleóbolo que exerçitasen bien el cuerpo τ que amasen más oír que fablar. 15 Amar la çiençia, fuir la inorançia. 16 Aconsejar lo mejor a la çibdad. 17 Tener la lengua enfrenada dezía que era propio de la virtud τ muy ageno del viçio. 18 Fuir la injustiçia. 19 Enseñorearse de la deleitaçión. 20 Enseñar a los fijos. 21 Dexar pasar las enemistades. 22 No ser muy familiar a la muger. 23 No contender con sus prínçipes ni con los ajenos, ca lo uno es locura τ lo otro simpleza. 24 No escarnescas de los desechados, ca serás fecho aborreçible; 25 nin te sobervezcas con la prosperidad. 26 No desdeñes la pobreza τ sabe sofrir las mudanças de la buena Fortuna. 27 Escrivió de las qüestiones [enigmáticas][c1] libros de tres mil versos. 28 Murió no aún conplidos setenta años de su vida.
[Capítulo 7, Periandro]
1 Periandro
Periandro corintio, filósofo, uno de los siete sabios; escribió enseñanças sotiles en dos mil versos, segunt dize Laerçio. 2 τ de las sus más escogidas sentençias pudimos aver las que se siguen: 3 Los que seguramente quieren ser fechos tiranos, conviene que se guarnezcan de ser bien queridos antes que de armas. 4 Dezía que era buena cosa el sosiego τ que el arrebatamiento era dañoso. 5 La mala ganançia, que era peor que la tiranía de demotraçia[d1]. 6 Sey tenprado en la prosperidad, τ en la mala Fortuna prudente. 7 Sey eso mesmo a los amigos bienaventurados que a los malaventurados. 8 Guarda qualquier cosa que prometas. 9 Nunca fagas anunçiaçión de las palabras de los niños. 10 No solamente castiga a los pecantes, mas a los pecadores. 11 Floresçió Periandro en los tiempos de Sedechías[e1] rrey de Judea.
[Capítulo 8, Zoroastro].
1 Zoroastres
Zoroastes, filósofo, segunt escrive Esidro en el octavo libro de las Etimologías, rey fue de los bactrianos[f1]; 2 al qual mató Nino, rey de los asirianos, en una pelea. 3 De aqueste escrive Solino[g1] en el libro De memorabilibus mundi: 4 «Uno conosçimos reír en esa ora que era nasçido; es a saber, Zoroastes». 5 Éste fue el primero de los que fallaron la mágica; 6 del qual dize Aristótiles que veinte vezes çient mil versos fueron por él fechos. 7 Los quales son declarados por inicio[h1] de los volúmines de los sus libros. 8 τ Demócrito anplió en aquesta mágica después de muchos siglos. 9 Floresçió Zoroastes en los tiempos de Taré, padre de Abraham[i1].
[Capítulo 9, Anaximandro]
1 Anaximandro
Anaximandro paradiaso[j1], de Milesia filósofo, oidor τ deçiplo fue del muy sabio Tales. 2 τ fue preçeptor τ maestro de Anaxímenes filósofo. 3 Éste escrivió muchas cosas de la natura de los çielos τ del movimiento de la çelestial espera, τ del curso de las estrellas, τ de la natura de las cosas. 4 τ fue inventor de grandes sotilezas del Astrología. 5 Éste mudó la opinión de su maestro Tales en la natura de las cosas, 6 ca no pensó que de una de las cosas, así commo del umor, nasçían todas segunt avía dicho Tales; 7 mas cada una de sus propios prinçipios, los quales prinçipios de cada una de las cosas creyó ser infinitos, 8 τ engendrar mundos innumerables.9 τ qualesquier cosas que en ellos son engendradas, creyó que agora eran disolvidas, agora tornadas a engendrar. 10 Floresçió en tiempo de Çiro, rey de Persia.
[Capítulo 10, Anacarsis]
1 Anacarsis
Anacarsis, filósofo de Sçitia. 2 La madre de aquéste fue griega, 3 por lo qual ovo notiçia de la lengua sçita τ de la griega. 4 Éste, commo quier que fuese grande τ osado τ estrenuo, tanto que aprovechava mucho en las dotrinas τ costumbres de los griegos, 5 fue a Atenas a la casa del muy sabio Solón. τ enbió a saber a Solón 6 cómmo venía a él Anacarsis de Sçitia codiçiando verlo, τ ser fecho amigo suyo si se pudiese fazer. 7 La respuesta de Solón fue que en las propias patrias se reconçilian los amigos. 8 Al qual replicó Anacarsis diziendo: «Agora só yo en la patria, por ende yo quiero reconçiliar amigos a mí». 9 τ Solón, pagado de la su presteza, metiólo en su casa τ fízolo su muy gran amigo. 10 Este Anacarsis fue fecho gran filósofo çerca de Solón. Dezía Anacarsis que la viña llevava tres brotos[k1]: el uno de fartura, el otro de enbriaguez, el otro de cuita. 11 Preguntado si eran cavas[l1] en tierra de Sçitia, respondio: «Ni aun viñas». 12 Preguntado quáles son más seguros de los mareantes, dixo: «Los que yazen en la tierra». 13 Fue vituperado de un atenés porque era de Sçitia; al qual respondió: 14 «A mí es desonra mi tierra, τ tú eres deshonra de la tuya». 15 Preguntado qué cosa es buena τ mala en los ombres, respondió: «La lengua». 16 Preguntado qué cosa es corte, respondió: «Lugar determinado para se usurpar τ engañar unos a otros». 17 Dezía Anacarsis: «Teme de osar fazer alguna cosa que fea sea sin testigo». 18 Iten dezía que mejor era tener un amigo digno de muchos amigos que no tener muchos no dignos de ninguno. 19 Después fue Anacarsis en Sçitia τ tentó de introduzir las costumbres τ los derechos de los ateneses entre los sçitias, cobdiçiando traer provecho a la patria. 20 Por la qual causa, veyéndolo su ermano andando a caça, firiólo con una saeta mortal, la qual llaga le truxo a la muerte. 21 El qual muriendo dixo: «Por la sabiduría he seído saludado en Greçia τ por la enbidia muerto en mi tierra». 22 Pero por las sus muchas vertudes fuele fecha estatua. 23 Anacarsis fue muy adelantado en la continençia de no comer carnes τ en devedar a los ombres los viçios de la luxuria, τ del vientre τ de la gula.
[Capítulo 11, Miso]
1 Miso
Miso, estrenuo filósofo, del linaje de los sçinos[m1]. 2 Segunt dize Laercio, éste enseñó que las cosas no avían de ser buscadas de las palabras, mas las palabras de las cosas, 3 ca dezía: «Las cosas non ser conplidas por cabsa de las palabras, mas las palabras por cabsa de las cosas». 4 Aquéste, por que más libremente vacase a la consideraçión de la sabiduría, τ por evitar las tristezas de los ombres, fuese a morar solo en el desierto, çerca de Laçedemonia. 5 τ pasando uno por ende, que sobrevino de súbito, fallólo riendo. 6 τ preguntóle: «¿Por qué ríes, no estando nadie presente?» 7 Él dixo: «Por eso río; porque estó solo, τ gózome. 8 Ca si morase con los ombres a mí sería quitada la ocasión de me gozar τ reír». 9 Bivió noventa τ siete años.
[Capítulo 12, Epiménides]
1 Epiménides
Epiménides, filósofo de Creta. 2 Segunt dize Laerçio, commo fuese moço fue enbiado del padre a la guarda de las ovejas, 3 τ declinando con ellas contra una cueva, durmióse en la cueva por setenta τ çinco años. 4 τ levantándose después buscava las ovejas, pensando que oviese dormido poco. 5 τ commo non las fallase, fue al canpo τ veyendo todas las cosas trasmudadas τ la posesión de su padre que la tenía otro, fuese al castillo[n1]. 6 τ entrando en la su propia casa, ocurría a todos por ver quién cada uno fuese. 7 τ non conosçía a ninguno fasta que falló el ermano menor, el qual era ya fecho viejo. 8 τ aprendió dél toda la verdad. 9 Conosçido este fecho de los griegos, entendieron que era muy amado de Dios, τ fue dellos reçebido onorablemente. 10 Los ateneses, seyendo trabajados de pestilençia, señalaron un tenplo donde la çibdad fue purgada por congruos[o1] sacrificios. 11 Estonçes, oída la fama de Epiménides, enbiáronle una nabe en Creta en que viniese, τ llamáronlo. 12 El qual, viniendo, tiró la pestilençia en esta manera: 13 tomó ovejas negras τ blancas τ levólas al Oriapago,[p1] τ dexólas ende folgar. 14 τ mandó a los que las seguían que adonde cada una quisiese ir, que allí la sacrificasen al conviniente dios. 15 τ así çesó el mal, por lo qual, en memoria de la fecha misericordia, fue fecha una ara al dios non nonbrado.[q1] 16 τ los ateneses, ofreçiendo a Epiménides grant suma de dinero, el filósofo non la quiso reçebir, antes la menospreçió. 17 τ fizo amistades entre los ateneses τ creteses[r1], τ bolvióse en Creta, 18 Éste dezía quel dinero era tormento del avariento τ onra al ombre liberal. 19 τ bivió çiento τ setenta τ siete años. 20 E escrivió del génesi τ del nasçimiento divino libros en çinco mil versos; 21 τ de otras diversas cosas de la natura fizo libro de nueve mil τ quinientos versos. 22 Escrivió en prosa de las victorias τ de la puliçía de Creta. 23 Fundó un tenplo çerca de Atenas de los dioses benerandos. 24 τ floresçió en tiempo del muy sabio Solón.
[Capítulo 13, Ferécides]
1 Ferésçides
Ferésçides, filósofo de Siria, oidor de Pítaco, filósofo. 2 Aquéste, segunt dize Laerçio, escrivió de los dioses τ de la natura, τ innumerables cosas son dichas dél. 3 τ commo çerca de la ribera del mar andudiese, τ viese una nave que corría con buen viento τ seguro, 4 dixo que no dende a mucho avía de ser somergida, τ luego ante sus ojos fue anegada. 5 τ commo este mesmo beviese del agua sacada de un pozo, dixo que ante del terçero día sería fecho terremoto, τ fue fecho. 6 Aquéste, commo fuese aquexado de la vejez, τ fuese mucho gastado de enfermedad, preguntado de Pitágoras cómmo le fuese, estendiendo el dedo, dixo: «En el cuerpo se muestra». 7 Esidoro, en el libro primero de las Etimologías, deste Ferésçides así dize: 8 «Así açerca de los griegos commo açerca de los latinos τ más antiguo […][s1]: mucho fue dado a los versos, en tal manera que todas las cosas primeramente en versos se escrivían; 9 τ el estudio de la prosa tarde se forçó. 10 El primero açerca de los griegos Sirio Ferésçides fue el que en suelta oraçión escrivió. 11 τ açerca de los romanos Apio Çeco contra Pirro usó de oraçión desatada[t1]. τ desde allí todos los otros por sí estendieron la eloqüençia»[u1]. 12 Aqueste fue preçeptor de Pitágoras. 13 Floresçió en tiempo del filósofo Tales, al qual escrivió muchas epístolas τ resçibió dél muchas.
[Capítulo 14, Homero]
1 Homero
Homero, poeta asiano, resplandeçió en Greçia en el tiempo de Saúl, rey de Israel. 2 Éste, segunt dize Elinando[v1] en el libro terçero, fue avido de los ateneses por loco. 3 τ segunt se dize en el Policrato en el libro primero, no pudo esplicar una ligera qüestión a él puesta por unos pescadores. 4 τ commo fuese inprudente τ desonestamente escarneçido de aquéllos, el varón de vergoñoso ingenio, 5 así commo derribado de una saeta enpoçoñada, de confusión a la muerte enbió el espíritu. 6 La qüestión de los pescadores fue tal: iva Omero a contenplar en la ribera de la mar mirando el çielo, segunt los poetas se suelen levantar en la consideraçión; 7 al qual unos pescadores que estavan en la ribera de la mar, commo lo viesen, escarneçiéronlo fablando entre sí. 8 El qual, commo los viese riyendo, preguntóles qué avían. 9 Los quales le dixeron: «Los que tomamos no tenemos; τ los que no tomamos tenemos». Ellos buscavan los piojos en las vestiduras. 10 Homero, endereçando el pensamiento a los peçes, considerava en qué manera pudiese ser aquesto; 11 es a saber, que los peçes no tomados toviesen, τ los tomados no toviesen. 12 Dizen que tanto fue deste fecho atribulado, que enloqueçió τ se enforcó. 13 Bivió çiento τ ocho años. 14 Deste Omero dizen los estoriógrafos que fue tan sabio por vertud τ por edad, que no solamente de los poetas, mas de los filósofos meresçió ser llamado τ avido por prínçipe açerca de los griegos; 15 ca este fue sobre todos aquéllos de quien la memoria es conosçida τ más diluzida τ verdaderamente que todos. 16 Qualquier cosa que quiso esplicó. 17 Aqueste fizo veinte τ quatro libros de la troyana cabtividad en versos eroicos, açerca de la natura de las griegas letras, a la qual obra llamó Ilíada. 18 Otra obra fizo de otros tantos versos τ en aquesa misma manera de letras al qual llamó Odisea, porque discrive en él los errores de Ulixes.
[Capítulo 15, Licurgo]
1 Ligurgo
Ligurgo, filósofo τ prínçipe insigne, floresçió açerca de los de Laçedemonia. 2 De aquéste cuenta Trogo Ponpeo en el libro terçero que aqueste conpuso derechos a los de Lacedemonia. 3 τ como subçediese a su hermano Polibites, rey de Espartania, τ pudiese reinar si quisiese, 4 restituyó el reino con mucha fidelidad a Carrillo, fijo de su hermano, después que vino en edad para lo resçebir –el qual avía quedado τ nasçido póstumo–, 5 por que supiesen todos valer más açerca de los buenos los derechos de la piedad que las riquezas. 6 τ en el medio tiempo, en tanto que el infante convaleçía, constituyó leyes al reino. 7 τ primeramente las guardava él τ obrava dellas antes que las pusiese en los otros. τ no dio leyes en los pueblos que con ellas no diese enseñamiento de las guardar τ obrar por ellas. 8 Tiró todo uso de oro, τ de plata, τ de toda la otra materia de pecados de aquel reino. 9 Formó el pueblo en serviçio de los prínçipes, τ el prínçipe en justiçia de los malos. 10 Departió a los reyes el poderío de las batallas; τ los magistrados, τ los juizios, τ las añales constituçiones, τ la guarda al senado. τ dio leyes al pueblo, τ poderío de elegir senado o de crear los magistrados que quisiese. 11 Departió las eredades por eguales partes a todos, por que seyendo iguales los patrimonios no fuese uno más poderoso que otro. 12 A todos fizo convivarse [w1] por que riquezas ni luxurias non fuesen a ninguno en escondido. 13 Entre los mançebos, que no fuese uno más ricamente que otro, ni comiese mijor. 14 Fizo que todas las cosas fuesen mercadas no por dinero, mas por reconpensaçión de otras cosas. 15 Mandó que los moços de catorze años arriba que no los sacasen al mercado, mas al canpo, por que los primeros movimientos no los fiziesen en viçio ni en luxuria, mas en toda exerçitaçión de obra τ de trabajo. 16 τ estatuyó que non tornasen a la çibdad fasta [que] fuesen varones. Mandó que las vírgines fuesen casadas sin dotes, por que las mugeres no fuesen escogidas por causa de los dineros, 18 mas señeramente los sus matrimonios por derecho se ayuntasen quando non fuesen tenidos por algunos frenos de dotes. 19 Estableçió que la grand onra no fuese de los ricos τ poderosos, mas de los viejos; ni que ninguno no toviese más onorable lugar que los viejos. 20 Estas leyes τ otras semejables que paresçían duras, contra las disulutas costunbres estatuyó Ligurgo. 21 τ finjó que Apolo Délfico las avía mandado, τ que dél las avía traído, τ por dar eternidad τ perpetuación a sus leyes obligó a la çibdad por sacramento. 22 τ fízoles jurar que no mudarían alguna cosa de aquellas leyes fasta que él bolviese. 23 τ finjó que tornava al oráculo de Apolo Délfico a le demandar consejo, que estava de añadir o mudar en aquellas leyes. 24 τ fuese a Creta τ fizo en ella destierro voluntario. 25 τ quando murió, mandó que lançasen los sus uesos en la mar, por que por ventura los de Laçedemonia no levasen su cuerpo τ así pensasen ser librados del sacramento que les avía fecho jurar. 26 Resplandeçió Ligurgo en tiempo de Eliseo profecta.
[Capítulo 16, Anaxímenes]
1 Anaximanes
Anaximanes Euristato, filósofo milesio, asiano. 2 Oidor fue de Anaximandro τ preçeptor de Parménides. 3 Éste dio todas las causas de las cosas al aire infinito. 4 Negó los dioses τ callólos, pero no dixo quel aire era fecho de los dioses, mas creyó que ellos eran nasçidos del aire. 5 Resplandeçió en tiempo de Çiro, rey de Persia.
Aparato de variantes
[a] Los tres mss. leen: «cosa mayor», claro error conjuntivo.
[b] Los tres mss. leen: «animadas», pero los testimonios latinos que contienen estas palabras, que no aparecen en todos, ofrecen: inanimatis animas tradidit (Stigall, 2, jn, y Knust, 4).
[c] «Pulíticas» es traducción de politicis, con el sentido de: en los asuntos públicos. «Politicum dizen al scripto o comentarios, y libros de los añales, y tabla pública de la corte, y libro de vida çibdadana, que se dize político», Alonso de Palencia, 370b.
[d] El texto latino (ob filiorum amorem), como el texto de Diógenes Laercio, es ambiguo; sin embargo, no lo es la traducción castellana.
[e] Eso leen los tres mss. De los testimonios latinos usados por Knust y Stigall para sus ediciones, sólo el ms. Latino 13475 de la Biblioteca Nacional de Francia lee «trecentos xlta» (cfr. Stigall, 2, nota m); BNP lat. 6249 da «trecentos sexaginta» (fol. 2v), lo mismo que BNP lat. 10344. El ms. BNMVit. 18-7 lee «trecentos sexaginta quinque dies». BNM 10570 ofrece «CCC sexaginta sex dies» (fol. 1r).
[f] Pasaje oscuro. Knust y Stigall ofrecen distintas versiones latinas. Sigo a Stigall y entiendo que «en el abundancia de fruto» (abundancia olivarum) significa según la cantidad de olivas (del año presente; es decir, del año intermedio y de mala cosecha entre dos buenos, el pasado y el que le reporta beneficios a Tales).
[g] «Fabló», que ofrece P frente a H y E («fallo») es más coherente con el sentido de la narración. Puede tratarse de un explicable error de copista de ambos testimonios, que enmienda P.
[h] Cómputos.
[i] Cfr. Etimologías, II, 24, 4.
[j] Literalmente, está desocupado, ocioso.
[k] No está en E, por lo que Knust no lo edita. Sin embargo, está en el texto latino: Prudentissimum encium tempus, adinvenit enim omnia (Stigall, 5 y Knust, 10). Podría tratarse de una mala traducción o de una mala lectura de copista; ofrezco la versión de P, que parece intentar dar sentido al despropósito de H, aunque tampoco lo consigue.
[l] « τ muchos benefiçios fizo en los atenienses» falta en Knust.
[m] Valerio Máximo, cuyo De factis et dictis memorabilibus es uno de los repertorios tardoantiguos más consultados en la Edad Media.
[n] Knust ofrece «felicidad» en lugar de «filosofía», enmendando la lectura de E, pues reconstruye según la lectura de los incunables (felicitatem); sin embargo, Stigall lee philosophiam y no da ninguna variante. Es lo que se lee en BNP lat. 6069c (fol. 2v) y en BNM 10570 (fol. 4v).
[o] Burley, siguiendo la práctica iniciada por Eusebio de Cesarea, busca armonizar la historia antigua precristiana con la cronología bíblica.
[p] Los tres testimonios presentan claramente aquí y en otros pasajes la lectura: «dela Cedemonia»; sin embargo, presentan «los laçedemonios».
[q] Polichraticus de Juan de Salisbury (1115-1180).
[r] Bizancio, fundada por los megarenses; más tarde Constantinopla y Estambul.
[s] superados (exuperari posse).
[t] Diógenes Laercio habla de Aristágoras milesio, por lo que más que al comediógrafo de datación incierta del que se conservan sólo fragmentos, debe de referirse al tirano de Mileto (c. 505-496 a.C). Cfr. OCD.
[u] El texto de H se percibe deturpado. Originariamente presentaba lo mismo que los otros testimonios. Sin embargo, una mano posterior rescribe la frase de modo que no hace sentido: «E∫te pitaco byniendo mucho vuo a pa∫ar en la y∫la».
[v] Aquí hay una inversión de consonantes entre dos palabras. Lo atribuyo a error y/o vacilación de copista.
[w] El texto romance se aparta del latino, tanto de la versión de Knust como en la de Stigall y sus variantes: Consilie duo maxime contraria sunt, scil. festinancia et ira. Diem periisse hoc est sine utilitate bono opere preterisse. BNP lat. 6069c, fol. 4v, lee: Consciencie duo maxº ãria sunt: ira et festinatio. Diem perisse / b~ e~ preteriisse. BNM 10570 no contiene la segunda parte de la sentencia.
[x] Aquí «fortuna» significa tempestad en el mar.
[y] Sigue la versión evemerista o historicista de los dioses de la gentilidad, que habrían sido hombres en algo excelentes, deificados por sus congéneres a su muerte.
[z] Sólo E ofrece una lección aceptable.
[a1] Espacio largo en blanco en los tres testimonios. Sigo a Knust en la reconstrucción, a partir del texto latino. BNP lat. 6069c: enigmatum exametrorum.
[b1] La versión romance se aparta del texto latino, que ofrece: celatum. Aquí significa malvado (sceleratus).
[c1] En los tres testimonios, espacio en blanco. Sigo a Knust en la reconstrucción, según el texto latino. Coincide la ignorancia de este término con la del principio del capítulo, cuando habla de Cleobolina. BNP lat. 6069c lee: de enigmatis quaestionibus; BNP lat. 13475 lee: de enigmaticibus quaestionibus.
[d1] Los tres testimonios ofrecen un texto deturpado. Atendiendo al original latino, Knust enmienda: «Mala la ganancia. Que era peor (la tiranía que la) democracia». BNP lat. 6069c (fol. 5r): Lucrum malum democratia potior tyrannide.
[e1] Knust no enmienda y mantiene «Esechias».
[f1] La Bactriana tiene el valor de extremo oriental del mundo.
[g1] Julio Solino (s. III), cuya obra es un epítome de la Historia natural de Plinio el Viejo y de la geografía de Pomponio Mela.
[h1] Knust enmienda: «por los índices». Parece que de indiciis latino podría venir «por inicio». Aunque podría leerse, como hace Knust con E: «por juicio».
[i1] Burley –mediata o inmediatamente– sigue sustancialmente el esquema de Diógenes Laercio, que a su vez es hasta cierto punto cronológico. Sin embargo, al intentar conciliar los sabios con la cronología bíblica, en ocasiones tiene que retroceder en el tiempo.
[j1] Knust edita: «(hijo de) Paradiaso».
[k1] botros en el texto latino; de botryon-onis, del griego βότρυς, racimo.
[l1] En H se lee, tachado: «cavas»; sobreescrito: «uvas».
[m1] En latín, chineus; χηνεύς, en Diógenes Laercio.
[n1] En el texto latino, castra.
[o1] Proporcionados, necesarios.
[p1] Areópago. Los tres mss. ofrecen la misma lectura.
[q1] Diógenes Laercio habla de diversas aras sin nombre entre los atenienses. En el singular y en la expresión «al dios non nonbrado» (ignoto deo) se percibe el eco de los Hechos de los apóstoles, 17, 23.
[r1] Los tres mss. dan lecturas divergentes. El más próximo al texto latino (cretenses) es P, que seguramente enmienda –atendiendo al contexto– la lectura del ms. que copia.
[s1] En H, espacio en blanco. P da «cuydado» y E repite el nombre del filósofo. Knust reconstruye la traducción a la vista del texto latino, y ofrece: «asy cerca de los griegos como cerca de los latinos, (mas antiguo cuidado) fue dado a los versos (que a la prosa), en tal manera que…».
[t1] Tanto «desatada» como «suelta» traducen el latino soluta.
[u1] Cfr. Etimologías, I, 38, 2.
[v1] Supongo que se trata del cisterciense francés Helinando de Froidmont (1170-c. 1229), poeta y cronista. Se le conoce una recopilación histórica, algunos versos en francés y algunos sermones latinos. Seguramente toma la cita de Vincent de Beauvais, Speculum historiale, II, 87 (De Homero poeta). También cita a Helinando Juan de Gales en su Breviloquium de virtutibus antiquorum et philosophorum (ms. lat. 3706 BNP).
[w1] Sigo a Knust, que enmienda y da «convivarse», a partir del texto latino (convivare), supongo que con el sentido de invitarse, agasajarse, darse hospitalidad. «Conjurarse», como leen los tres testimonios, efectivamente no hace sentido.
La vida y las costumbres de los viejos filósofos
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