Filosofía en español 
Filosofía en español


A los camaradas ex combatientes

(Valdepeñas, 21 de noviembre de 1943.)


Camaradas: La cruz humana del casco y de las flechas, distintivo de los ex combatientes de la Patria, es el simbolismo más lacónico y más completo de nuestra lucha.

El orgullo de haber servido en las filas del mejor ejército y la gloria de formar en las escuadras de la mejor fe.

No sólo acción ni sólo pensamiento: creer y combatir. No la algarera alianza, sino la muda fusión del falangista y del guerrero que se ha sentido en sí mismo pueblo y fuerza armada. No Ejército y Falange, no milicia y política, sino España Una, sin más diferencia que el accidentalismo del servicio presente.

Cada uno de vosotros sigue siendo, como en la guerra, un militar a quien se le ordena ahora una misión distinta, resuelto cuando la Patria lo exige a vestir de nuevo, con orgullo y con alegría, el viejo uniforme de los frentes.

Camaradas de armas, hermanos en el peligro, en el ideal y en la victoria: clavada sobre todas las vidas debe estar la presencia de las horas peores, de las horas verdaderas, de las horas unidas, para que ninguno de nosotros haga traición al mudo juramento de ayer.

Que al reconocernos, nuestro saludo de paz, con la mano y el corazón abiertos, afirme la persistencia de nuestra hermandad con el compañero desconocido; que sirva para todos como un grito de alerta en la guardia de una victoria comprada con el sacrificio de los más afortunados y con la vida de los mejores.

Contra el escarnio que para su sangre representarían las ambiciones y las envidias; contra los que aprovechando un instante difícil quisieran preparar en sus sanedrines una nueva pasión española por la mezquindad de los honores o de las monedas, firmes como un solo hombre a la orden de Franco, el único Jefe que tiene el derecho de mandarnos y el único español a quien estamos dispuestos, contra todos, a obedecer. Su voz nos une siempre para trabajar o para combatir con aquellos gloriosos Jefes de la guerra que pelearon hombro a hombro con nosotros y marchaban al frente de sus banderas en las madrugadas ardientes de asalto. Quien no se discipline ciegamente a esta voz en la acción y en el pensamiento es un agente encubierto de la disgregación y de la derrota de España; es un traidor que no sabe cumplir, como nosotros, un juramento de fidelidad y de honor.

Camaradas: Nuestro emblema es el emblema de guerra de la Falange, y como se combatió bajo su signo, el de todos los combatientes de la Patria.

Pensad a lo que obliga y sabed, para que el orgullo de ostentarlo no os haga caer en la tentación de despreciar el servicio de los demás, que la guerra fue tan sólo una parte de nuestra lucha, y muchos camaradas, menos afortunados, la hubieran hecho acaso con más bizarría que nosotros.

Con Franco, camaradas, por la Patria Una, Grande y Libre, cuya promesa alentó nuestras filas, todos los ex combatientes de la guerra. Que Dios nos humille si nos ensoberbece nuestra condición; que nos persiga si abandonamos nuestras viejas banderas, y que nos divida en el rencor y en la amargura el día que dejemos de estar unidos en la Patria y en la Falange.

¡Viva Franco! ¡Arriba España!

 
(Valdepeñas, 21 de noviembre de 1943.)