El epistolario de Menéndez Pelayo (cartas «de» y «a» Marcelino Menéndez Pelayo, conservado en su mayor parte en la Biblioteca Menéndez Pelayo de Santander, tras laboriosas gestiones de la Sociedad de Menéndez Pelayo) se fue publicando de manera parcial, en forma de numerosos artículos y libros; por ejemplo, Epistolario de Valera y Menéndez Pelayo (Espasa, Madrid 1946, 620 págs.), Epistolario de Morel Fatio y MP (CSIC, Santander 1953, 213 págs.), Epistolario de don Enrique y don Marcelino Menéndez Pelayo (CSIC, Santander 1954, 267 págs.), Epistolario de Laverde Ruiz y Menéndez Pelayo, 1874-1890 (Diputación Provincial de Santander, 1967, 2 vols. 1072 págs.), &c.
La edición completa del epistolario estaba ya prevista por Pedro Sáinz Rodríguez, cuando decretó la Edición Nacional en 1938. Sin embargo, quizá porque, a pesar de la fiebre menéndez pelayista orquestada en 1956 con ocasión del centenario de su nacimiento, el aprovechamiento político del santanderino estaba ya agotado y eran otros los vientos desarrollistas que comenzaban a soplar, no se llegó a publicar el epistolario dentro de la edición nacional patrocinada por el Estado. El asunto quedaba para la iniciativa privada.
Y fue precisamente el propio Pedro Sáinz Rodríguez quien, más de cuarenta años después, restaurada por fin la monarquía borbónica, ahora en su calidad de Patrono-Director de la Fundación Universitaria Española, impulsó la definitiva edición integral del epistolario, que fue encargada a Manuel Revuelta Sañudo, director de la Biblioteca de Menéndez Pelayo. Sáinz Rodríguez escribió en la «Advertencia preliminar» al tomo primero:
«Con esta publicación del Epistolario de D. Marcelino por la Fundación Universitaria Española pretendo completar una obra, cuya publicación inició el Instituto de España y que, por motivos políticos, pasó a formar parte del programa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, quedando en el olvido la procedencia de esta iniciativa.» (págs. vii-viii)
Entre 1982 y 1990 se publicaron los 22 volúmenes que completan el Epistolario (todos por la Fundación Universitaria Española, de Madrid, en tomos de 13'5x20'5), y en 1991 apareció un volumen 23 que contiene los Indices. Los 22 volúmenes contienen un total de 15.299 cartas a y de Menéndez Pelayo (incorporando, por supuesto, el contenido de todos los epistolarios parciales publicados con anterioridad). El volumen 23, incluye un índice de correspondientes, un índice temático y un índice temático de Menéndez Pelayo.
Es una lástima que, sobre todo en los últimos tomos, se abuse más de la cuenta de los extractos, y no se ofrezcan las epístolas en su literalidad. También dejan bastante que desear los índices onomásticos y de asuntos que acompañan cada tomo, pues si bien representan una gran ayuda, al no ser exhaustivos, pueden confundir a un usuario apresurado que no se tome la molestia de cotillear cada una de las páginas de los 22 volúmenes [por suerte la edición digital permite desde 1999 ignorar esos índices mediocres].
Se sabe de la existencia de cartas cuyos propietarios no han querido colaborar en la edición (para que no se remuevan en sus tumbas algunos antepasados que podrían quedar mal parados), y se sabe de ciertas cartas que fueron discretamente eliminadas por editores que gustaron ejercer de censores o de custodios de cándidas privacidades, cuyo contenido se perderá para siempre cuando se rompan los mecanismos de la transmisión oral.