Filosofía en español 
Filosofía en español

Valeriano Bozal Fernández  1940-2023

Valeriano Bozal Fernández Profesor español dedicado a la enseñanza de la estética como funcionario del Estado, en la Universidad Autónoma de Madrid, y después a la enseñanza de la historia del arte en la Universidad Complutense. Nació en Madrid el 24 de noviembre de 1940, y se licenció en Filosofía en la Universidad Complutense, con una memoria sobre Mauricio Merleau Ponty. Inició su actividad como profesor de filosofía en institutos de bachillerato y en 1969 ya era profesor encargado de curso en la Universidad Complutense. Autor muy precoz, en 1962 publicó «Saber ver el arte» en la Revista Española de Pedagogía, y «Cine y Fenomenología» en la revista Nuestro Cine (1965). Las lecturas de Jorge Lukacs y de Arnoldo Hauser, le acercaron a los problemas políticos y sociológicos de la estética y el arte. En 1966 publicó, en la Editorial Ciencia Nueva de Madrid, El realismo entre el desarrollo y el subdesarrollo; en 1967 El realismo plástico en España 1900-1936 (Península, Barcelona) y en 1968 preparó, para Ciencia Nueva, la edición de los escritos Sobre arte y literatura de Marx y Engels.

Entre 1969 y 1979 fue uno de los principales ideólogos del «Equipo Comunicación» (que publicaba en la editorial Alberto Corazón), donde colaboró en los libros Teoría, práctica teórica (1971), Alienación e ideología (1971) e Ideología, Filosofía, Política (1976). El grupo Comunicación se presentaba así en 1975: «El periodo histórico que se abre en la URSS en 1917 incluye procesos cuya riqueza no podemos ignorar. La construcción del hombre nuevo no se improvisa ni se resuelve por decreto: exige que hagamos uso de toda nuestra experiencia, que no renunciemos a nada de lo que es nuestro. El modelo soviético de construcción del socialismo no es único y por ello debemos llegar a comprender por qué fue adoptado en la URSS, qué coyunturas políticas daban sentido a los debates sobre la acumulación socialista o sobre la metodología de la planificación (nada es casual, nada es neutral). Tenemos que comprender que la alternativa entre el llamado realismo socialista (que no es un realismo y menos aún socialista) y las corrientes productivistas y constructivistas es una falsa alternativa. Los límites del constructivismo, las relaciones entre arte y producción, están determinados por la lucha de clases, por la transformación radical de las relaciones de producción. ¿Por qué los textos teóricos de Meyerhold, o los planteamientos de 1917-37 en la URSS sobre las relaciones entre socialismo, ciudad y arquitectura permanecen actuales (es decir, inasimilados, irrealizados)? ¿Por qué el periodo más rico e innovador de la historia humana ha quedado sepultado bajo la gris estupidez de los burócratas?»

Perteneció al Consejo editorial de la revista Zona Abierta, en cuyo número tercero (1975) firmó el artículo «Filosofía e ideología burguesas en España».

Durante un tiempo ejerció como redactor jefe de Nuestra Bandera, revista teórica y política del Partido Comunista de España (en la que firmó «Lucha ideológica y cultura popular» en 1977, y «Cultura y política» en 1979), aunque sólo aparece citado una vez en el libro de Gregorio Morán, Miseria y grandeza del Partido Comunista de España 1939-1985: «El PCE perdió mordiente entre los intelectuales, aunque por su constancia de partido luchador, clandestino y fieramente antifascista, conservaba el halo que da el riesgo y la voluntad. (...). Gran parte de la intelectualidad que en los años ochenta basculará hacia el PSOE consideraba entonces la práctica política como una esclavitud de la inteligencia y mientras unos tomaron de Gramsci para españolearlo lo de 'intelectual orgánico', ellos, más hábiles, robaron de Althusser lo de 'la práctica teórica', de tal modo que se evitaba la mala conciencia que genera siempre un régimen inicuo; desarrollando, decían, el mundo de la teoría se hacía avanzar el de la práctica. Había en el fondo un curioso paralelo entre unos haciendo trabajo político en fábricas, barrios o sectores profesionales, cuando no en las multicopistas clandestinas, mientras los otros optaban por la conmoción que suponía desentrañar el corte epistemológico entre el Marx juvenil de los Manuscritos y el maduro del primer volumen del Capital, una tarea que facilitaría el avance revolucionario frente al 'chato revisionismo' del PCE. Es ilustrativo de esta segunda opción, radicalísima, un libro singular por su diseño de Alberto Corazón y por su contenido divertido, Teoría, práctica teórica. Con él se inauguró en 1971 una colección efímera pero muy interesante en la que colaborarán Valeriano Bozal, Ludolfo Paramio, Carlos Piera y Leopoldo Lovelace.» (Planeta, Barcelona 1986, pág. 485.)

Culminada la transición política Valeriano Bozal, en su afán por superar la pura glosa de los textos marxianos y postmarxianos, de ir más allá de los debates metodológicos como los que protagonizara Althusser, en su voluntad de elaborar una teoría abierta donde buscar alternativas sociales prácticas, ha sido uno de los ideólogos de ese curioso y significativo retorno a Manuel Kant tan auspiciado por la socialdemocracia. Desde 1987 dirige la colección La balsa de la Medusa, de Visor Distribuciones, que se inició precisamente con una edición de la Primera introducción a la 'Crítica del Juicio', de Kant.

1970 «Valeriano Bozal Fernández (1940) Escritor. Ensayista, crítico de arte y profesor, Valeriano Bozal Fernández nació en Madrid el 24 de noviembre de 1940. Tras obtener la Licenciatura en Filosofía por la Universidad de Madrid, ejerce de Profesor de Bachillerato y colabora en periódicos y revistas con artículos y ensayos sobre política, arte y sociología. La constante preocupación por las formas de expresión contemporánea y por su problemática define la obra de Bozal Fernández. Obras principales: El realismo entre el desarrollo y el subdesarrollo (1966), El realismo plástico en España de 1900 a 1936 (1967), Juntas revolucionarias, Manifiestos y proclamas de 1868 (1968), Marx y Engels: sobre Arte y Literatura (1968).» (Diccionario Biográfico Español Contemporáneo, Círculo de Amigos de la Historia, Madrid 1970, vol. 1, pág. 329.)

«Valeriano Bozal Urzay (1906) Médico. Director del Dispensario Central Antituberculoso de Zaragoza, Valeriano Bozal nació en Borja (Zaragoza) el 5 de junio de 1906. Licenciado en Medicina en la Universidad zaragozana (1930) y doctorado en la de Madrid (1940) con la calificación de sobresaliente. Médico Asistente del Hospital del Rey de Madrid (1931-1934). Como médico de la Lucha Antituberculosa de España desde 1934, ha ejercido en el Dispensario Auxiliar del distrito de Buenavista, de Madrid. En 1937 fue nombrado Director del Dispensario de Guadalajara, Profesor ayudante de clases prácticas de la Cátedra de Terapéutica Quirúrgica de la Facultad de Medicina de Madrid (1940), en 1942 es nombrado Director del Dispensario y Sanatorio Antituberculoso de Palencia pasando en 1961 a la Dirección del Dispensario Central Antituberculoso y de las Enfermedades del Tórax de Zaragoza. Pertenece a la Seguridad Social como especialista de Pulmón y Corazón desde 1946, Jefe de Consulta de la especialidad de la Cruz Roja de Palencia hasta 1961. Es Miembro de la Real Academia de Medicina de Zaragoza, de la Sociedad Historia de la Medicina, del «American Trudeau Society», del «American College of Physicians», de la Sociedad Española de Cardiología, de la Internacional de Bronquios (Española de Patología Respiratoria). Tiene más de cien publicaciones de la especialidad cardio-respiratoria. Está casado con doña María Luisa Fernández Noguera, que es archivera bibliotecaria, y tiene dos hijos.» (Diccionario Biográfico Español Contemporáneo, Círculo de Amigos de la Historia, Madrid 1970, vol. 1, pág. 329.)

1986 «En 1977-1978 ya escribí en diversos periódicos de Madrid y de Barcelona (El País, La Vanguardia, Mundo Diario, Avui, Diario 16, &c.) que, si bien el marxismo-leninismo necesitaba –y necesita– renovarse y democratizar los partidos correspondientes, no lo iba a conseguir el “eurocomunismo”, ya que los textos de Carrillo eran –y son– seudoteorías, débiles y poco competitivas –por su inconsistencia científica– respecto al marxismo clásico, nada innovadoras y todavía con notorias ambigüedades prosoviéticas. El “eurocomunismo” es una especie de kautskismo paupérrimo o una reinvención, una imitación tardía, de la socialdemocracia, al que otros colaboradores de Carrillo, como Valeriano Bozal, querían añadirle algunas gotas nada menos que de abstracto kantismo, probablemente con la intención subconsciente (pero suicida en tanto que comunista) de alejarse de la ruda clase obrera y acercarse a la burguesía. Evidentemente, con esos presupuestos ideológicos lo que iban a conseguir, y así lo dije y publiqué entonces –también en El Noticiero Universal–, era –es– un fuerte renacimiento del prosovietismo.» (Sergio Vilar, La década sorprendente 1976-1986, Planeta –Espejo de España 125–, Barcelona 1986, pág. 40.)

2023 «Muere Valeriano Bozal, el maestro de instituto que cambió la mirada de la historia del arte. El Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid es una referencia en los estudios sobre Goya y sobre el arte español del siglo XX como una anomalía europea. Ha muerto Valeriano Bozal, a los 82 años, el historiador del arte que revolucionó la ciencia de mirar un cuadro y no quiso tener discípulos, solo amigos y compañeros. Fue historiador del arte, pero se licenció en filosofía. Ese camino marcó su vida profesional e intelectual, porque le ubicó en un lugar donde no se le podía atrapar: ni historiador ni filósofo y ambas cosas al tiempo. Supo aprovechar esta doble condición para llevar sus investigaciones y enseñanzas mucho más lejos de las pinceladas y las composiciones. Mucho más allá de la Academia. Porque Valeriano Bozal fue un investigador que marcó a varias generaciones de historiadores, pero más que nada fue maestro. Antes de llegar a la universidad aprendió a dar clase en un colegio de enseñanza media en Vallecas, durante 16 años. Cuando aterrizó en los estudios superiores, conocía a la perfección la materia prima que tenía entre manos. Y eso lo agradecimos los miles de alumnos que pasamos por sus clases en la facultad de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, y la desgracia de tropezarnos con muchos otros que ampliaron todavía más su presencia. Mientras otros hablaban de pigmentos y movimientos, con Bozal aprendías la importancia de Juan de Mairena, de Camus o de Proust. Pero también de la historia, de la historia del pensamiento y de la historia de la literatura. Valeriano, el catedrático que empezó dando clases en Vallecas, no era ni un pijo ni un capillita. Eran los perfiles que se estiraban por entonces en las aulas de la “caja de cerillas”. Enseñó a mirar ampliando el género artístico, atendiendo a las consecuencias políticas e ideológicas, a los asuntos materiales que rodean a la creación artística y que tan poco interés despiertan en la historia del arte de los colores y las formas. Goya en todo. Por eso su tesis sobre Goya fue más que una tesis y más que un libro. En Imagen de Goya (1983) es el inicio de su magistral carrera intelectual y personal. El pintor le enseñó la naturaleza de las relaciones entre las personas, la condición de la sordidez, la crueldad y la violencia. “Goya fue, es, un maestro de vida. También un maestro en la forma de ver y de obligarme a ver la pintura: no como un espectáculo, no como algo ajeno que se contempla con curiosidad, sino como algo que nos interpela y, lo que dice, nos afecta”, ha dejado escrito Bozal. Nunca disfrutó de una situación de privilegio institucional, nunca abandonó sus clases ni a sus alumnos ni sus investigaciones. Siempre intervino desde la independencia y no pudieron aislarle. Es un caso único de influencia extraordinaria, que desbordó tribunas como la del propio Museo del Prado con sus hallazgos sobre Goya. El día que el centro, por decisión de Manuela Mena, retiró en 2008 la atribución de El Coloso, Valeriano levantó una ceja y esperó a que pasara la astracanada. Doce años después, la tormenta escampó y devolvió a Goya a la cartela del extraordinario cuadro, que Valeriano había usado para la portada de uno de sus estudios más significativos: Goya y el gusto moderno (1994). La historia del arte es una “ciencia” caníbal, que se devora generación a generación, a veces con nuevos descubrimientos y otras, con ocurrencias. Bozal siempre fue pudoroso con sus hipótesis y jamás recurrió al mito del “buen ojo”. Defendió los protocolos de la historia del arte, que exigen método y que, precisamente, el “ojo” niega. El encendido elogio del ojo que observa y certifica lo que ve para firmar beneficiosas atribuciones, ha dejado una huella nociva en la credibilidad del oficio. Quienes lo practican lo llaman “experiencia visual”, otros dicen “ojo clínico” y ha dado pingües réditos a los historiadores con más retórica que rigor, con más hambre que escrúpulos. Valeriano Bozal representa la resistencia a los tramposos. Nunca priorizó el ojo a la documentación y tampoco fue tan contundente como estas líneas. Creía en el debate incluso ante argumentos tan discutibles como los que llevaron a sacar a Goya de El Coloso. “Si fuera director del Prado, no lo descabalgaría, sería mucho más prudente”, dijo en aquellos días, pero Miguel Zugaza no atendió su réplica. Un autor moderno. Otra de sus obras inmortales es Historia de la pintura y la escultura del siglo XX en España, publicado en la colección de La balsa de la Medusa, que él mismo dirigía para Antonio Machado Libros. En estos volúmenes mostró su desacuerdo ante quienes pretendían ignorar la ausencia de normalidad en la España del siglo XXI. Por eso volvió a escribirlos para una segunda edición, porque ya en su madurez quiso romper con las pautas académicas que concebían el mundo del arte como una cosa de artistas, museos, coleccionistas, críticos o historiadores. Fue consciente de que el mundo del arte español del XX se enmarcaba en un ámbito político y moral que lo condicionó de tal manera que fue el mayor rasgo identitario de las prácticas culturales españolas del siglo XX. De Bozal también aprendimos que no existe una autonomía estricta o pura del arte con su contexto político, económico y social. No es posible el aislamiento de la cultura y, en la parte final de su vida, eliminó los planteamientos académicos del arte basado en estilos y tendencias. En la reescritura de Historia de la pintura y la escultura del siglo XX en España propuso una lectura significativa de las obras en su entorno. Y así llegó, en nuestra última entrevista, a redefinir el concepto de “modernidad” de una manera completamente moderna: “Para ser moderno hay que tener seguridad social”, dijo. Modernidad es tener las necesidades cubiertas.» (Peio H. Riaño, Madrid, 2 de julio de 2023 13:55, eldiario.es)

Tesis doctorales dirigidas por Valeriano Bozal Fernández

  1. Inmaculada Álvarez Puente, El cuerpo en el espacio. Cuestiones sobre el análisis del movimiento en la teoría de la danza, Universidad Autónoma de Madrid 1993. Director: Valeriano Bozal Fernández. Tribunal: José Jiménez Jiménez, Emilio Casares Rodicio, Angel Gabilondo Pujol, Begoña Lolo Herranz, Javier Arnaldo Alcubilla.
  2. José María Parreño Velasco, El arte comprometido en España en los años 70 y 80, Universidad Complutense de Madrid, 15 de diciembre de 1995, T20432. Director: Valeriano Bozal Fernández. Tribunal: Antonio Bonet Correa-Calderón, Juan Antonio Ramírez Domínguez, José Javier Maderuelo Raso, Guillermo Solano Díez, Estrella de Diego Otero.
  3. Olga Fernández López, Angel Ferrant (1890-1961), Universidad Complutense de Madrid, 9 de octubre de 2001, T25395. Director: Valeriano Bozal Fernández. Tribunal: Delfín Rodríguez Ruiz, Eugenio Carmona Mato, Guillermo Solana Díez, María José Balsaem Peig, Luis Jaime Brihuega Sierra.
  4. María Carmen López Fernández, La imagen de la mujer en la pintura española de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Universidad Complutense de Madrid, 27 septiembre 2004. Director: Valeriano Bozal Fernández. Tribunal: Luis Jaime Brihuega Sierra, Estrella de Diego Otero, María Victoria Carballo-Calero Ramos, Gonzalo Borrás Gualis, Concha Lomba Serrano.
  5. Elena Pol Méndez, El proceso de recepción de la obra de arte y la construcción del concepto de estilo artístico, Universidad Complutense de Madrid, 29 septiembre 2004. Director: Valeriano Bozal Fernández. Tribunal: Juan Antonio Ramírez Domínguez, Luis Jaime Brihuega Sierra, Francisco Javier Arnaldo Alcubilla, Mario Carretero Rodríguez, Zahava Doering.
  6. Juan Ángel López Manzanares, Madrid antes de “El Paso”: la renovación artística en la postguerra madrileña (1945-1957), Universidad Complutense de Madrid, 20 junio 2006. Director: Valeriano Bozal Fernández. Tribunal: Francisco Calvo Serraller, Francisco Javier Arnaldo Alcubilla, Guillermo Solano Díez, Víctor Manuel Nieto Alcaide, Miguel Cabañas Bravo.
  7. Teresa Posada Kubissa, August L. Mayer y el estudio de la pintura española. Ribera, Goya, El Grego, Velázquez, Universidad Complutense de Madrid, 10 julio 2007. Director: Valeriano Bozal Fernández. Tribunal: Francisco José Portela Sandoval, José Álvarez Lopera, Víctor Manuel Nieto Alcaide, Delfín Rodríguez Ruiz, Javier Portus Perez.

Textos de Valeriano Bozal en el Proyecto Filosofía en español

1970 «Dos concepciones diferentes», Madrid, 22 abril 1970.

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