Ángel Rodríguez Bachiller 1901-1983 OP [1920-1935]
«Nace en Montemayor de Pililla (Valladolid) el 18 de octubre de 1901. Por la profesión de su padre –cónsul y encargado de negocios–, conoce las primeras letras en Puerto Rico, Cuba y Ayamonte. Trasladado a Madrid, estudia el bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros (1912-1918) y comienza a introducirse en los ambientes literarios de la capital: el Ateneo, la Academia de Jurisprudencia, el Instituto Francés, la Universitaria Católica, donde escucha conferenciar a Bruhnes, de Wulf, Maeterlinck, Bergson, Bonilla y San Martín, Zaragüeta, Vales Failde, Manuel Cuervo. También asiste a los sermones dados por los padres Calpena, Martínez-Núñez, Tortosa, Camarasa, Mateo Crawley... Entre sus lecturas destacan, en particular, las obras de Aristóteles, Platón, Kant, Schopenhauer, Lacordaire, Bossuet, Balmes y fray Luis de León.
Terminado el bachillerato, estudia humanidades en el Seminario Conciliar de Madrid (1918-1920) y asiste a conferencias de García Morente, Carracido y Honorato de Castro. El 25 de octubre de 1920 ingresa en la Orden dominicana. Noviciado y dos años de filosofía en el Colegio de Santo Tomás de Avila.
En el verano 1923, los Superiores le envían a Bélgica para ampliar estudios teológicos y lengua hebrea en la Abadía de Le Saulchoir (Kain) y en el Instituto Superior de Filosofía (Lovaina). Tuvo por maestros, entre otros, a Roland-Roselin, Mandonnet, De Wulf, Synave, Deploige, Wébert, Bliguet, y Henri Denifle. Entabla relación epistolar con su correligionario Francisco Marín Sola, profesor de teología dogmática en la Universidad de Friburgo y precursor de la «evolución del dogma católico y del sistema tomista».
De camino a Italia, visita en París al filósofo judeofrancés Henri Bergson, y al gran rabino Julien Weill, quien le proporciona una Torá en rollo y textos hebreos. Cursa Teología (1924-1928) en la Universidad de Santo Tomás de Roma (Angelicum), siendo alumno, entre otros, de Vosté, Hugon, Szabó, Van Den Oudenrij y Garrigou-Lagrange. Asiste a las conferencias del filósofo G. Gentile en la Universidad de Roma. El 11 de julio de 1926 fue ordenado sacerdote en la Iglesia de la Minerva por Basilio Pompilii, cardenal vicario del Papa Ratti. Durante este período colabora con artículos y reseñas en publicaciones tomistas: Divus Thomas, Xenia Thomistica, Analecta, Benavides.
En 1928 presenta para el doctorado la tesis «De formali constitutivo personarum in divinis». Sin embargo, debido a la «gran polvareda» que había levantado dentro y fuera de la Orden dominicana la polémica Marín Sola-Garrigou-Lagrange (1925-1926), le demoran los grados, por estar nuestro autor más acorde con la doctrina marinsoliana acerca de «la evolución homogénea del dogma católico», tildada de semipelagiana y congruista, cuando no de molinista, por un sector tomista inflexible [cfr. Escritos del Vedat 2 (1972) 145-183; 3 (1973) 351-390]. Rodríguez Bachiller es «mucho más avanzado» que el teólogo de Friburgo –como acertadamente dice V. Muñoz Delgado–, y «estimula su permanente tarea de pensar el tomismo desde la modernidad» (El Correo de Zamora, 18-10-1991, p. 2).
Regresa a España. Visita en Santiago de Compostela al filósofo galaico Angel Amor Ruibal (1928). Accede a la cátedra de hebreo en el Colegio de Santo Tomás de Avila y en diciembre del mismo año emprende viaje hacia Filipinas.
En la Universidad de Santo Tomás de Manila (1929-1933) imparte las cátedras de filosofía (lógica, crítica y ontología), griego y hebreo, se doctora en Teología y publica la tesis para el doctorado en Filosofía Alberto Magno y las ciencias empíricas, donde confronta numerosos textos de sabios procedentes de distintas escuelas, que defendieron el método experimental, su necesidad, utilidad e importancia, entre los que cita a Aristóteles, San Agustín, Avicena, Averroes, Maimónides, Santo Tomás, Bacon, Lulio, De Vinci, Vives, Servet, Leibniz, Reid, Kant, Rosmini, Brentano... Es nombrado Miembro Titular de la Société Astronomique de France y de la American Philosophical Association de Washington.
Desde el archipiélago se cartea con personajes de la religión brahmánica (Krishnamurti), protestante (A. Causse) y del judaísmo (Dhorme, R. María Levy, Herman Hertz). Colabora en diarios y revistas filipinos (La Vanguardia, La Opinión, El Debate, Unitas, The Varsitarian, Graphic, El Universitario), de Polonia (Szkola Chriystusowa), Hungría (Credo), Italia (Scientia), Francia (Bulletin de la Société Astronomique de France). Estudia las propiedades o características de la civilización moderna e investiga y escribe sobre el independentista tagalo José Rizal, los problemas sociopolíticos filipinos y las teorías de Carlos Marx. Lo que da lugar a desavenencias con algunos correligionarios «intramuros» de Manila. Sus opiniones, su independencia de criterio, de nuevo le hicieron incómoda la estancia entre sus correligionarios. Contrario era el sentir popular filipino, quien considera a fray Bachiller «uno de los más grandes oradores de la Orden de Predicadores» (La Vanguardia, 18-8-1933).
El 21 de agosto de 1933 inicia el regreso a España. De paso por Palestina, visita en Jerusalén al exegeta e investigador dominico M. J. Lagrange, fundador de la Escuela Bíblica de San Esteban.
En el Círculo Republicano Conservador de Valladolid (1934) pronuncia conferencias acerca de «Las tendencias actuales de la filosofía». Colabora con artículos y reseñas en las revistas Rosas y Espinas y Contemporánea (Valencia, 1934-1935), que dirige el físico y teólogo fray Luis Urbano. Del 4 al 9 de marzo de 1935 imparte un Curso público en el Centro de Estudios Superiores de Valencia, donde desarrolla «La doctrina de Santo Tomás de Aquino y los problemas de la ciencia y de la política moderna». Se plantea desde la Provincia el traslado de Bachiller al convento de Ocaña, lo que origina serios disgustos que le afectan, una vez más, física y psicológicamente y da motivo, en el verano de 1935, para «dejar» la Orden. Se inicia el un duro y largo proceso de «exclaustración/secularización» con la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe [ex Santo Oficio] de Roma que no finalizaría hasta pasados treinta años (1965).
Durante el curso 1935-36 estudia la licenciatura de derecho en la Universidad de Valladolid con Barcia Trelles, Ramos Sobrino, Uribe, Ferrandis, Pérez Grifo. Imparte clases particulares. Correspondencia con el filósofo judeoalemán Arthur Liebert, discípulo de Herman Cohen y fundador de la revista Philosophia (Belgrado), de la que pasa a formar parte de la Junta Directiva. Colaboran, entre los españoles, Serra-Hunter, Recaséns Siches y Rodríguez Bachiller; de otros países, Hugo Bergmann, Lévy-Brühl, León Brunschvicg, Britghtman, Radhakrishan, Blumenthal, y el promotor de la fenomenología pura Edmund Husserl.
Se traslada a Madrid para opositar a cátedras. Superado el primer ejercicio, sobreviene la guerra civil. Se enrola en la F.U.E., con destino Levante. Alcanza el empleo de teniente del Arma de Artillería, en la Escuela Popular de Guerra de Lorca (1937). El 28 de julio de 1938 cae prisionero en Campanario de la Serena (Badajoz) y se inicia un procedimiento sumarísimo de urgencia. Recorre las cárceles de Córdoba, Carmona –donde conoce a Julián Besteiro–, Yeserías y Alcalá de Henares. El 11 de octubre de 1940, reunido el Consejo de Guerra Permanente en la plaza de Alcalá de Henares, se pronuncia la sentencia: «Veinte años de reclusión menor con la agravante de peligrosidad, accesorias correspondientes y responsabilidad civil indeterminada». El 9 de mayo de 1943 obtiene la «libertad condicional bajo la vigilancia de las Autoridades locales del pueblo en que va a residir». Se le deniega el pasaporte y se instala definitivamente en Madrid.
Continúa en la Universidad Central la licenciatura de derecho. En 1945 conoce a Mª Matilde Pérez Martínez –quien más tarde emplearía el seudónimo de «Matuka Peris» en artículos y composiciones poéticas– y contraen matrimonio por la religión protestante en la Iglesia Evangélica del Redentor. De esta unión nacerían cinco hijos. Rodríguez Bachiller encontró en su mujer un enorme apoyo psicológico y humano, sobre todo si se tiene en cuenta las circunstancias que concurrían en él –exdominico, apóstata, que auxilió a la «rebelión militar»– y las contrariedades que debieron afrontar los intelectuales del exilio interior.
Silenciado por la Universidad española y otros Centros oficiales de extensión cultural, durante los lustros de postguerra fue profesor particular de Filosofía, Letras, Derecho e idiomas francés, inglés, italiano, alemán, latín, griego, hebreo y sánscrito «además tenía conocimientos del húngaro, portugués, arameo, árabe y vascuence» y en academias privadas, sin cotización alguna, a tiempo parcial. El Estado le deniega cualquier tipo de ayuda para la investigación, publicación, etcétera. Mientras, traduce textos latinos, prologa y prepara numerosos trabajos tocantes al pensamiento, algunos de éstos no verían la luz sino hasta mediados de los años cincuenta y por cuenta propia, o bien en publicaciones periódicas pasados los sesenta. Otros estudios todavía hoy permanecen inéditos.
Una vez obtenida la dispensa de votos y celebrado el matrimonio por el rito católico (1965), R. Bachiller expone su pensamiento en la VIII, IX, X y XI Semana Española de Filosofía (1965-1974), organizadas por el Instituto «Luis Vives» de Filosofía (CSIC) y la Sociedad Española de Filosofía, y en el IV, XI, XV y XVIII Seminario de Cultura Puertorriqueña (1967-1982) que coordinaban la Casa de Puerto Rico en España y el Instituto de Cultura Puertorriqueña. Participa en numerosos congresos nacionales e internacionales de filosofía: Córdoba (1965), Venecia (1967), Viena (1968), Salerno (1971), Hannover (1972), Aosta-Torino (1973), Varna (1973), Roma (1974), Génova (1976), Bonn (1977), Bérgamo (1980) y Lovaina-la-Nueva (1982), entre otros. Asimismo, diserta en varias corporaciones públicas de Madrid, tales como el Instituto de Estudios Jurídicos, Instituto de Estudios Islámicos, Comunidad Israelita, Asociación Club de Arte, Club Internacional de Prensa, Ateneo, &c., cuyos temas a tratar tendrían variado contenido: filosofía de la hispanidad, la patria de Colón, la verdad sobre Bartolomé de las Casas, el pensamiento de Ibn Hazm, Averroes, Jung, Hostos, el Islam en Filipinas, la filosofía del amor en el Cantar de los Cantares, sobre los problemas de la juventud, la sexualidad, el aborto, el divorcio, la eutanasia, o acerca de los fenómenos de la parapsicología en relación con el más allá.
Fue nombrado Miembro activo de la Amistad Judeo-Cristiana de Madrid (1972); titular de la Academia Tiberina de Roma (1979); Socio ordinario de la Società Internazionale Tommaso d'Aquino (1981); y en 1979 recibió el premio «Instituto Cervantes», otorgado por la Asociación de Escritores y Artistas de Madrid a «un escritor, en la tercera edad, que careciendo de recursos económicos y acreditando una brillante ajecutoria en su disciplina viviera en compañía de su familia». Falleció en Madrid el 8 de noviembre de 1983.
Con carácter póstumo, la Orden de los Caballeros de Rizal, en Manila, resolvió concederle la Cruz de Rizal «en gratitud por sus numerosos artículos eruditamente escritos sobre el héroe nacional Dr. José Rizal y sobre Filipinas» (1991).
Obras de Ángel Rodríguez Bachiller
— San Agustín, maestro de la teología católica, Manila, Tip. Pont. de la Univ. de Sto. Tomás, 1930.
— Alberto Magno y las ciencias empíricas (Primera parte), Manila, Tip. de la Universidad de Sto. Tomás, 1933.
— Estados unidos y el futuro de los pueblos (Diálogo filosófico-jurídico), Madrid, Editorial-Librería Victoriano Suárez, 1949.
— Teoría de la Sintuición (Diálogo filosófico), Madrid, Distrib. Librería Dossat, 1955.
— Rizal ante la Historia, Madrid, Ediciones «Orden de los Caballeros de Rizal», 1955.
— ¿Existe Dios? ¿Existe el más allá? (Diálogos filosóficos), Madrid, Pueyo, 1956.
— El ente, Dios y el existencialismo, Madrid, Pueyo, 1959.
— Averroes. Ibn Rochd (1126-1198), en el pensamiento contemporáneo, Madrid, Casa Hispano-Árabe, 1968.
— El Islam en Filipinas, Madrid, Casa Hispano-Árabe, 1968.
— Influencia de la filosofía árabe en el Pugio de Raimundo Martí, Madrid, Casa Hispano-Árabe, 1969.
— Filosofía de «El collar de la paloma» de Ibn Hazm, Madrid, Casa Hispano-Árabe, 1969.
— Rizal ante la Historia, Madrid, Ediciones «Orden de los Caballeros de Rizal», 1955.
— Rizal, Filipinas y España, Madrid, Ediciones del Orto, 1996 (edición, notas y presentación de Ildefonso Rodríguez-Bachiller Pérez).
— Teoría de la sintuición y otros ensayos, Valladolid, Diputación de Valladolid, 2002 (edición y notas de Ildefonso Rodríguez-Bachiller Pérez, prólogo de José Luis Abellán).
Bibliografía sobre Ángel Rodríguez Bachiller
L. DE LA ROSA, «Fr. Angel Bachiller, O.P., on lenguages and culture and the tolerance of the true intellectual», Graphic, Manila, June 8, 1933, pág. 1.
F. QUESADA, «Averroes gran metafísico del siglo XX», ABC (edic. Andalucía), 20.09.1967, pág. 35.
J. VARA FINEZ, «Don Ángel Rodríguez Bachiller, un sabio sanabrés a escala universal», El Correo de Zamora, 22.10.1976, pág. 22.
Pequeña Enciclopedia temática LAROUSSE en color, París, Edic. Larousse, 1978, pág. 840.
Boletín de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico, Vol. XVII (enero-junio 1981) págs. 51-53.
G. DÍAZ DÍAZ, Bibliografía filosófica hispana (1901-1970), Madrid, C.S.I.C., 1982, pág. 1349.
A. RODRÍGUEZ-BACHILLER PÉREZ, «Un filósofo español», El Correo de Zamora, 08.11.1988, pág. 22.
«In memoriam de un teólogo sintuitivo», Alandar, n° 65, Madrid, feb. 1990, pág. 2,
«Ángel Rodríguez Bachiller, un filósofo en Chamberí», Villa de Madrid, n° 176, Madrid, 16-30 nov. 1990, pág. 2.
«Un vallisoletano vinculado a la cultura cordobesa», Cajasur, n° 42, Córdoba, dic. 1990, págs. 32-33,
«Filosofía y poesía», El Correo Dominical, n° 33, (El Correo de Zamora), 06.01.1991, pág. IV/Cultura.
«A Rodríguez Bachiller», El Correo de Zamora, 04.11.1991, pág.2.
«Ocho años de la muerte de Rodríguez Bachiller», Creación, n° 78, (Huelva Información), 08.11.1991, pág. II.
V. MUÑOZ DELGADO, «Angel Rodríguez Bachiller», El Correo de Zamora, 18.10.1991, pág. 2.
G. DÍAZ DÍAZ, Hombres y documentos de la filosofía española, Vol. VI, O-R, Madrid, CSIC, 1998, págs.827-833.
Inéditos de Ángel Rodríguez Bachiller (entre otros)
De formali constitutivo personarum in divinis, Roma, 1928.
Alberto Magno y su contribución a las ciencias experimentales (2ª parte), Manila, 1933.
El monje del siglo XX (Novela histórica contemporánea), 1ª parte, 1935-1958.
El código completo del monstruo incomprensible, 1936-1945.
La evolución homogénea de la Filosofía, 1937.
Comentario a la lógica de César Baldinoti, 1939.
El problema sexual ante la Moral y el Estado, 1941.
¿Por qué el monje fue revolucionario?, 2ª parte, 1947-1982.
Mis precursores en el Renacimiento. Savonarola, Bruno y Campanella, 1952.
Vida y obra del «filósofo Rancio», 1953.
La filosofía de Juan Valera, 1963.
Averroes: problemas sobre Dios y el hombre, 1966-1967.
La filosofía de Juan Ramón Jiménez, 1981.
Contenido filosófico en los poemas de Jorge Guillén. Cartas inéditas, 1983.»
(Tomado de la página de Félix Sanz Guadarrama dedicada a Montemayor de Pililla y a la Casa Cultural A. Rodríguez Bachiller, 25/01/2007, en http://webs.ono.com/fesagu1/casa_cultural.htm –a partir de datos de Ildefonso Rodríguez-Bachiller Pérez [fallecido en Madrid a los 55 años el 5 de agosto de 2008]–.)
★ Textos de Ángel Rodríguez Bachiller en Filosofía en español
1962 La verdad y la locura en el Quijote