Filosofía en español 
Filosofía en español

“Filosofía vasca”

1934 «Esa variedad en la riqueza de elementos y esa unidad en la concepción reconstructiva de un nuevo aspecto renacentista de la cultura vasca fueron las que cautivaron sobremanera la atención de cuantos en la tarde del 27 de marzo de 1934 escucharon la disertación del P. Miguel de Alzo sobre 'Filosofía Vasca'», de la presentación del presbítero católico José Ariztimuño al opúsculo del fraile capuchino Aniceto Olano Galarraga, (a) P. Miguel de Alzo, titulado Filosofía Vasca, Euskaltzaleak, Donostia 1934, pág. 5.

1954 «Introducción a una Filosofía Vasca por el Dr. Juan Gorostiaga. –Introducción. Posibilidad de una filosofía vasca. El procedimiento de la analogía filosófica.– Muchas de las lenguas antiguas sirvieron de fundamento para diversos sistemas filosóficos; algunos de ellos han desaparecido con las mismas lenguas que les sirvieron de base, otros han llegado a nosotros en estado más o menos fragmentario. Por vía de ensayo queremos analizar una serie de expresiones vascas para ver si es posible filosofar en vascuence en una forma análoga a como se filosofó en otras lenguas coetáneas de la nuestra. Somos los primeros en comprender que acometemos una obra erizada de dificultades. De ser trabajo fácil el construir una filosofía a base del vascuence, ya otros muchos pensadores ilustres, grandes conocedores de la lengua vasca, hubieran intentado con más garantías y más competencia que la nuestra la realización de ese sueño dorado. Esta consideración nos ha hecho vacilar. Pero al fin las controversias suscitadas sobre la capacidad o incapacidad del vascuence para formar conceptos abstractos nos ha inducido a abordar resueltamente el problema. A nuestro juicio, el vascuence es no sólo capaz de formar palabras abstractas sino que puede aspirar a orientar el pensamiento humano con una filosofía nacida de su propia substancia y estructura interna. Limitemos bien el ideal a que aspiramos. No pretendemos probar que ha habido nunca una filosofía específicamente vasca; tampoco afirmamos que la construcción que vamos a presentar haya existido alguna vez en la historia. Decimos que el vascuence, sin hacer extorsión a sus palabras, da ocasión a levantar el sistema filosófico que vamos a bosquejar. Y como esa ocasión está en la naturaleza misma de la lengua, decimos que es también posible que nuestros antepasados en culturas prehistóricas orientaran su pensamiento más o menos rudimentario en la dirección que vamos a señalar. Dos ejemplos, uno histórico y otro actual, ilustraran la naturaleza de nuestras modestas aspiraciones. Comencemos por el actual. El Evangelio no es una filosofía en el sentido estricto de la palabra; mas los temas evangélicos ofrecen amplio campo a la especulación filosófica. Y quién más quién menos, no hay cristiano de inteligencia suficientemente desarrollada que no especule sobre los temas filosóficos que presenta a nuestra consideración la doctrina evangélica. [...]
El concepto de Dios es la piedra sillar en que se tiene que asentar toda la filosofía vasca, si alguien intenta construirla en un modo análogo a como los griegos construyeron la suya partiendo del análisis paciente y escrupuloso de su lengua. Esta nuestra filosofía no podría adquirir la forma de una filosofía del ser, como ha sucedido con la filosofía griega y la latina. Necesariamente tendría que ser filosofía del logos; filosofía hondamente teológica; filosofía relativista, en cuanto que todos sus valores habrían de medirse siempre con relación a Dios. Pero no por eso habría de ser una filosofía menos humana, pues el hombre no es menos hombre porque se le considere como una participación de la divinidad. Al revés, cuando al hombre se le considera como medida de todas las cosas, no puede menos de sufrir torturas violentas bajo el peso enorme que sobre él ejerce el edificio desmesuradamente grande que a sus espaldas se quiere construir. El resultado final de toda filosofía del ser, en el sentido que le dieron los griegos, tiene por resultado el conducir a un falso humanismo en el que primero se diviniza al hombre para después caer en el escepticismo de los académicos y en el epicureísmo de los discípulos auténticos de la moral aristotélica. Quede, por tanto, como principio inconmovible de nuestra filosofía la verdad que encabeza el evangelio de San Juan: En el comienzo era el Verbo: asieran Itza ba-zan.» (comienzo y final del artículo de Juan Gorostiaga Bilbao [presbítero, 1905-1988], «Introducción a una Filosofía Vasca», Crisis, revista española de Filosofía (Madrid y Murcia), dirigida por Adolfo Muñoz Alonso, año 1, nº 1, enero-marzo 1954, págs. 41-86 [Imprenta Belmar, Murcia].)

1981 «De cualquier manera, bien puede afirmarse en principio que la filosofía de Zubiri es, en sus entrañas, una filosofía vasca.» (Karlos Santamaría, «Inteligencia sentiente, de Zubiri», El Diario Vasco, 8 de febrero de 1981, apud Joxe Azurmendi, «Karlos Santamariaren ideiak eta ekintzak».)

1985 «En este contexto, la propia metafísica o filosofía vasca es ambivalente. La experiencia de la vida como "suerte mágica" (Adur) y energía (Indar) conduce la mentalidad vasca a una cercanía relativa con la experiencia hispanoamericana categoridada como estar –horizontal (encontrarse) frente a la categoría euroamericana del ser– vertical: mientras el "ser" expresa el espíritu indoeuropeo de Parménides a Heidegger, el "estar" resulta una obvia actitud prototípica matriarcal (que Elíade me proponía situar en analogía con el viejo rito de la covada, en las sociedades semimatriarcales).» (Andrés Ortiz-Osés, Antropología simbólica vasca, Anthropos, Barcelona 1985, pág. 89.)

1985 «Presidencia y Justicia. Resolución de 10 de septiembre de 1985, del Instituto Vasco de Administración Pública, por la que se convocan 3 becas de colaboración en el servicio de Euskaldunización del IVAP. (Corrección de errores). Habiendo advertido errores en la Resolución de referencia, publicada en Boletín Oficial del País Vasco nº 188 del 17 de Septiembre de 1985, se transcriben a continuación las correspondientes correciones: En el segundo artículo del texto en castellano, donde dice: "–Licenciados en Filosofía Vasca.", debe decir: "–Licenciados en Filología Vasca."» (Euskal Herriko Agintaritzaren Aldizkaria - Boletín Oficial del País Vasco, nº 192, 21 de septiembre de 1985, pág. 4567.)

1987 «¿Cosmos? El País Vasco, más que un cosmos, es un caosmos: mezcla de caos y de cosmos, encrucijada de todos los afectos, cara y cruz de la época, caleidoscopio efervescente y loco. [...] No quisiera, hoy por hoy, morir aquí: Euskadi debería ser para vivir, no para morir. Y aquí está la tragedia. He tratado de superarla remitiendo a su trasfondo cultural en mi Filosofía vasca, polémica e incisiva, constituida por El matriarcalismo vasco, Símbolos, mitos y arquetipos (con Borneman y Mayr) y El inconsciente colectivo vasco. No repetiré, pues, lo allí incluido. Sólo diré que me siento a gusto, que me ha acogido mi tribu y que yo amo este caosmos con el tormento que significa amarse las heridas, las venas doloridas.» (Andrés Ortiz-Osés, Mitología cultural y memorias antropológicas, Anthropos, Barcelona 1988, pág. 132.)

1988 «Francisco Puy, "Euskal-filosofía", Razón Española, núm. 28, 1988, págs. 211-222. El trabajo perfila la filosofía vasca actual desde las siguientes notas diferenciadoras: 1. Es una filosofía desarraigada, que prescinde de su tradición histórica, con raras excepciones, como son, por ahora, Zubiri y Unamuno. 2. Es una filosofía con prurito de divorcio o rechazo respecto a sus corrientes afines culturalmente próximas, las ibéricas y las galas. 3. Es una filosofía con voluntad de entreguismo al pensamiento germánico (más al nórdico que al meridional) cuyas batallas comparte con la entrega del legionario. 4. Es una filosofía escindida básicamente en tres grandes dicotomías: existencialismo o materialismo; irracionalismo o hiperracionalismo; retoricismo o teoricismo. 5. Es una filosofía virtualmente esquizofrénica que al autoidentificarse justifica la doblez y menosprecia la integridad. 6. Es una filosofía trabada en el problema lingüístico que no ha descubierto el filón metafísico de la lengua euskera ni utiliza la metodología fenomenológica de la línea Vico-Heidegger. 7. Es una filosofía interesada en el tema de Dios, que ancla su ontología firmemente en él, pero que se enreda en el sargazo de no querer ya ser cristiana. 8. Es una filosofía sin hacer aún, como la de Nietzsche; y por eso, nietzschiana... hasta donde se lo permite la hegemonía hegeliana y marxista. 9. Es una filosofía desvergonzada, que cree que no tiene tabúes, simplemente porque ha sustituido los viejos por otros nuevos (con la ventaja de la novedad y el inconveniente de la ingenuidad). 10. Es una filosofía sin maestros actuales con autoridad reconocida, que carece de líderes, probablemente, porque los que lo podrían ser prefieren quedar en el anonimato, o emigrar a España o a Europa. 11. Es una filosofía joven, temperamentalmente rígida y radical, que sólo sabe del sí o no, del todo o nada, a la que le cuenta un ingente trabajo matizar, porque apenas sabe comprender, conceder y tolerar. 12. Es una filosofía intoxicada de hegelismo y marxismo, desinteresada por el derecho y la teología, y agresiva contra el Estado y la política. 13. Es una filosofía escapista, tendente a la barbarización, la emigración, la logización, el irenismo, la formalización, el relativismo y el escepticismo. 14. Es en fin una filosofía que, a pesar de todo, desea encontrar su camino en un difícil pluralismo lingüístico, ideológico, territorial y racial: a la que el autor desea de corazón que lo encuentre y lo desarrolle lo más brillantemente que pueda.» (Resumen dispuesto por el propio autor del artículo, publicado en Daniel González Lagier, Juan Antonio Pérez Lledó y Ángeles Ródenas Calatayud (coords.), Bibliografía 1988. La filosofía del Derecho en España (1988), pág. 140.)

2003 «Sí, no entendían cómo teniendo en torno a 1.000 accionistas sólo acudían unos 30 a la asamblea anual, ni por qué los accionistas no pedían que Egunkaria ganara dinero. El juez me preguntó por eso, y les dije que si querían les explicaría la filosofía vasca. Entonces les dije que los accionistas ponían el dinero con dos condiciones: que sacáramos adelante Egunkaria, y que no nos enredáramos en riñas. También les dije que el BBVA tiene más de un millón de accionistas, y que a las asambleas no acuden más de mil quinientos; yo he estado como invitado en una asamblea del BBV y lo he visto.» (Martxelo Otamendi, director del Euskaldunon Egunkaria, entrevistado por Egunero, 27 de febrero de 2003, traducido al español por Red Roja Vasca.)

2004 «A la postre, el compromiso sellado entre Zapatero e Ibarretxe es "profundizar en el diálogo", pero "de manera ordenada y discreta". En este punto, Ibarretxe "tiró" de filosofía taoísta para enfatizar que "hasta el camino más largo comienza con el primer paso" –también de filosofía vasca: "el apetito viene comiendo"–, para concluir que "la solución no es dar un gran paso, sino dar un millón de pasos".» (Gonzalo López Alba, «Ibarretxe apela ahora al acuerdo "entre las naciones y regiones" para formar "un Estado común",» ABC, Madrid, 27 de julio de 2004.)

2006 «Jueves 14 de diciembre de 2006. Lugar: Universidad de Deusto en Donostia-San Sebastián. [...] 17:00. Cuartas sesiones de trabajo. Filosofía Vasca en el Exilio. Presentadora: Pilar Zabala Agirre (Universidad de Yucatán, México). Ponentes: Luis de Llera (Università degli Studi di Genova): "Los filósofos vascos en el exilio: Constantes y variantes de una trayectoria intelectual"; Carlos Beorlegi (Universidad de Deusto): "Un profesor inquietante. La faceta docente de J. D. García Bacca"; Alexander Jiménez (Universidad de Costa Rica): "Teodoro Olarte: el exilio silencioso"; Ricardo Tejada (Université du Maine): "En torno al impulso utópico en Eugenio Imaz".» (Del programa del VII Congreso Internacional "Exilio y Universidad: presencias y realidades 1936-1955", 13-15 diciembre 2006, organizado por Hamaika Bide Elkartea y las Universidades de Deusto, País Vasco, Génova y Autónoma de Barcelona.)

2008 «Las preguntas que los textos de Oteiza intentan contestar siguen ahí y, quizá, más presentes que nunca. Una impresión primera dice que no ha sido este país lugar para grandes filósofos o pensadores, a excepción tal vez de Unamuno, un caso a caballo entre literato y filósofo. La falta de vigencia actual de otros 'grandes' de la filosofía vascos, –el caso de Zubiri–, acentúan el problema, y nos quedan sólo buenos y competentes estudiosos, como V. Capánaga o E. Imaz, pero que no sobresalen por su originalidad. Y vuelta al principio. Tal vez la cultura vasca no ha necesitado de la elaboración de textos filosóficos, como de alguna manera señala Oteiza, y pretender buscar una filosofía vasca estandarizada sea una quimera y un imposible. Sin embargo, ello no significa que haya ausencia de 'pensadores' de importancia como Unamuno y lo demuestra, de manera heterodoxa, el propio Oteiza. Su comprensión se puede hacer difícil si la aproximación es de manera escleróticamente académica y lastrada con los prejuicios habituales. De ahí la escasa atención hacia su obra como generadora de pensamiento y de conceptos de carácter filosófico, salvo notables excepciones como la de J. Zulaika. Estudios como los de Oteiza, a caballo entre la estética, la antropología, la lingüística o la filosofía suponen un verdadero reto y son de los que permiten la construcción de un pensamiento valioso, no sólo por sus aportaciones novedosas que logra, sino también por el desarrollo de un estilo propio de pensar.» (Andoni Alonso & Iñaki Arzoz, Jorge Oteiza. Arte y Pensamiento, Editorial Cibergolem, 2008, pág. 92.)

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