Filosofía en español 
Filosofía en español

“Filosofía sensata”

1532 «Veritas ista est planissima si tria non desint, scilicet animus docilis, logica cauta, & philosophia sensata.» (Tomás Netter de Walden OCarm [1375-1430], Doctrinalis fidei ecclesiae catholicae contra Witclevistas, París 1532, tomo 1, pág. 31.)

1571 «Veritas ista est planissima si tria non desint, scilicet animus docilis, logica cauta, & philosophia sensata.» (Tomás Netter de Walden OCarm [1375-1430], Doctrinale antiquitatum fidei ecclesiae catholicae, Venecia 1571, tomo 1, pág. 58.)

1591 «…igitur, quia hæc sententia, nec imaginatione nedum sensu, capi potest, nec mathematica demonstratio, aut ratio convincit vlla, resecandam eam a philosophia sensata iure censemus, & recte Aris. Fecisset, si ipse quoque eam respuisset: at ipse veram supponit dissidens verum scrutari.» (Tommaso Campanella OP [1568-1639], Philosophia sensibus demonstrata, Nápoles 1591, pág. 292.)

1688 «No menos admira que digan a los espíritus, húmido radical; porque la misma razón milita, que del cálido, con que todas las humedades, de todos los comprincipios de la sangre, contraídos en la generación, también se habrían de decir húmido radical; como los Galénicos lo dicen, del húmido aéreo, y aqueo de los mixtos. A más de esto, que repugna a toda Filosofía Sensata; porque el cálido, es más sutil, y volátil, que el húmido: según Cabriada es lo contrario, porque llamó calor innato a las partes sulfúreas, y húmido radical, a los espíritus, siendo los espíritus, singularmente muy Alkalizados sutilísimos; y el sulfúreo, aunque según su naturaleza sea sutil, pero comparado al espirituoso es craso.» (Cristóbal Tixedas [natural de la Villa de Perpiñán, Practicante de Medicina en la Universidad de Barcelona], Verdad defendida, y respuesta de Fileatro, a la carta médico química, que contra los Médicos de la Junta, de la Corte, y contra los Galénicos, le escribió el Doctor Médico-Químico D. Juan de Cabriada, En casa de Antonio Ferrer y Baltasar Ferrer libreros, Barcelona 1688, pág. 204.)

1724 «Pero antes de pasar adelante, no excuso advertir, que pues andan los contrarios por estos capítulos de este lib. 8 de Civit. Dei, son sacando palabriļlas del Santo contra los Aristotélicos, y en favor de los Platónicos, podían reparar en el cap. 7 de este libro, lo que dice contra los Philosophos o secuaces de la Philosophia sensata: Absit (dice el Santo) ut his (esto es a los Platónicos) comparandi videantur, qui possuerunt iudicium veritaris in sensibus corporis, eorumque infidi, & fallacibus regulis omnia, quæ dicuntur, metienda esse censuerunt, ut Epicurei, & quicumque alii tales, ut etiam ipsi stoici: qui cum vehementer amaverint solertian disputandi, quam dialectam nominant, a corporis sensibus eam ducendam putarunt. Y poco más adelante: Hi verò, quos meritò cæteris anteponimus, discreverunt ea, qua mente conspiciuntur, ab iis, qua sensibus atinguntur: nec sensibus adimentes, quod possunt, nec eis dantes vier a quam possunt. En verdad que estos motivos del anteponer los Platónicos a los demás Philosophos, se hallan en la Philosophia Aristotélica mejor que en la sensata, o sensibus affixa; y así de esta doctrina del Santo, que es muy común, por el piélago de sus Obras, se infiere claramente, debe preferirse la Philosophia Aristotélica a la sensata. Hágase cargo el Lector que el Santo Doctor empieza así este cap. 7. Quod autem attinet ad doctrinam, ibi altera pars versatur, quæ ab eis logica vocatur. Y así se puede inferir con gran fundamento, que en los capítulos antecedentes, y siguientes, no compara el Santo la Philofophia de Platón con la Aristotélica, sino con las de otros Philosophos antiguos, que con distinción nombra; pues cada paso dice: Istis, his, &c. y estos términos es preciso hagan relación de los inmediatos, o inmediatamente expresados; entre los cuales, ni se cita Aristóteles, ni su doctrina de principios; y por otra parte, como ya dejo notado, cuanto en este cap. 7 dice el Santo, es en abono de la Philosophia Aristotélica, contra la Philosophia sensata, que sigue lo común de modernos. Y con todo esto, nos quieren hacer creer, que son Platónicos, y que su doctrina es del Señor San Agustín: bravas creederas nos conceden; y si a todo lo dicho añadiésemos, que Aristóteles está comprehendido debajo del nombre de Platónicos, como discípulo de Platón, aquí sería Troya: pues dobla la hoja y vamos adelante.» «Pero no digo, señor mío, que la Philosophia de V. md. y los suyos, es la mejor: ni admito, que su Philosophia de V. md. se comprehenda debajo de la Philosophia Química. Lo que digo, es que los Químicos blasonan, de que su Philosophia sensata es la mejor; y que como a los sentidos llamamos rudos, respecto del entendimiento, y otras potencias internas, así a los que siguen esta Philosophia sensata sensibus afixa, se les puede llamar sensatos, y rudos. A la consecuencia no ha dado V. md. disparidad: el antecedente lo confiesa sin tortura en el número siguiente, cuando dice: No hay duda, en que respecto del entendimiento, y en lo extensivo del comprehender, se llaman rudos los sentidos; pero en lo extensivo, y perfectivo de percibir, no se deben llamar así. Pues, señor mío, si de alguna manera se pueden llamar así, que yo no me adelanto a más; ¿qué delito será hacerlo así? ¿Siempre ha de tomarlo V. md. por donde quema? Desgraciado es por cierto. Pero advierto el ínterin, que los sentidos respecto del entendimiento, no solo en lo extensivo del comprehender, sino aun en lo intensivo, y perfectivo, son rudos.» «Solo falta lo de que en las Escuelas se gasta el tiempo infructuosamente en cuestiones inútiles: plaga parece muy antigua: Galeno la notó en Platón, pues lib. 8 de Hipp. & Platon decretis, cap. 3 dice: Plato vero, qui contemplativam Philosophiam nobiliorem existimabat (¿qué dirán los Philosophos de la Philosophia sensata?) solas, quæ in elementis extant facultates considerare satis non habuit: sed causam quoque earum generationis inquisivit, inutilem nimirum medico speculationem secutus. (¿qué dirán los que anteponen la Philosophia Platónica, como más útil a la Medicina?)» (Juan Martín de Lesaca, Catedrático de Vísperas de la Universidad de Alcalá [de Anatomía, desde 1697], médico del Cabildo de la Santa Iglesia de Toledo, Primada de las Españas, Colirio filosófico aristotélico tomístico: con un discurso físico médico anatómico en respuesta de otro, En la Imprenta de Juan de Ariztia, Madrid 1724, págs. 32-33, 51-52 y 88.)

1745 «¿No tiene mi Regia Sociedad aprobadas sus constituciones por la Suprema autoridad del Consejo Real de Castilla? ¿No es su soberano protector el Rey Nuestro Señor don Felipe Quinto (que Dios guarde)? ¿No son los sobresalientes sutiles ingenios españoles, si no más que todas las naciones, tan capaces como ellas? ¿Es más apreciable el estar tenidos por bárbaros, o ser la irrisión de las Naciones, que el aver solicitado este doctíssimo Congreso? ¿Es mejor estar en una continua indigna ociosidad, sin despertar del profundo letargo, que les fija el espíritu a expensas del torpe veleño de las infructuosas escolásticas opiniones, que emplearse en la averiguación de la Naturaleza por medio de la Philosophia sensata, y experimentos physicos, médicos, chimicos, anatómicos y mecánicos? ¿Es posible que lo que ha sido bien visto, loable, y deseado de todas las racionales aplicadas Naciones, ha de servir de horror, de envidia, y desafección de los Españoles preocupados, y servilmente adheridos a la vulgar Philosophia Aristotélica? Salió ya nuestra Nación española del bajo ignominioso concepto, en que la tenían las demás Naciones con la gustosa, cuanto aplaudida noticia de averse erigido Sociedad en España, aviéndola coumnicado a toda Europa las Memorias de Trebu [Trevoux], donde en su propio idioma francés traduxeron nuestra Crisis médica sobre el Antinomio…» (Diego Mateo Zapata [1664-1745], Ocaso de las formas Aristotélicas, que pretendió ilustrar a la luz de la razón el Doctor D. Juan Martínez de Lesaca, 1745, pág. 152, apud Ceñal 1945.)

1776 «Yo bien sé que si como seguimos en esta parte la notoriedad Histórica y tradicional, atendiésemos solamente a la delicada crítica de nuestro siglo filosófico, nos abstendríamos de copiar aquí todo lo maravilloso que hallásemos en las venerables memorias de nuestros siglos pasados; pero es constante que al Historiador solo le toca referir con exactitud los hechos, y a la Filosofia sensata juzgar a los mismos Tito Livios, y Suetonios sobre los prodigios sagrados que dejaron escritos.» (José de Viera y Clavijo Pbr. [1731-1813], Noticia de la Historia general de las Islas de Canaria, Madrid 1776, tomo tercero, pág. 241.)

1783 «¿Quién no ve lo ridículo de estos sentimientos? ¿Quién podrá conciliarlos, no digo con la verdadera Religion, sino con una Filosofia sensata? Que los Poetas soñasen para la otra vida campos Elysios no es de admirar; pero que crea estos sueños y otros mayores un Filósofo de tanta autoridad: que los proponga cuando se dispone a morir; y que con todo esto se alabe tanto su doctrina y religion, no puedo dejar de admirarlo. La última expresion de su vida, tomado ya el veneno, fue mandar que en su nombre se sacrificase un gallo a Esculapio. ¡Bella preparación para morir como verdadero sabio! En verdad era mas propria para gozar despues de muerto la compañía de los Héroes y Poetas que tanto deseaba. Se fatigan los defensores de Sócrates en dar a esta manda un sentido alegórico que no declare su idolatría; pero refiriéndola Platón literalmente sin el menor indicio de tal sentido, ¿de dónde lo sacan? ¿Será extraño que sacrifique a Esculapio el que adora como verdadero Dios a su fingido padre Apolo? Acusaban a Sócrates tanto de reprobar los sacrificios, como de negar los Dioses. En prueba de que no negaba los Dioses, los invocó y juró por ellos: ¿por qué no podremos pensar que mandó un sacrificio para hacer ver que no los reprobaba? ¿Qué diremos de su jactancia?» (Fray Francisco Armañá Font OSA [1718-1803], Pastoral del ilustrísimo señor D. Fr. Francisco Armañá, Obispo de Lugo, en que propuesta la infalible verdad de la Religión cristiana, promueve la debida instrucción en su doctrina, Joaquín Ibarra, Madrid 1783, págs. 80-82.)

1788 «Catecismo de los filósofos, o sistema de la felicidad, conforme a las máximas del Espíritu de Dios y a los Preceptos de la Filosofía sensata.» (En la Imprenta de Benito Cano, A costa de Don Joseph Ibarrola, del Comercio de esta Corte, Madrid MDCCLXXXVIII, 85 páginas.)

«Catecismo de los Filósofos, o sistema de felicidad, conforme a las máximas del espíritu de Dios, y a los preceptos de la filosofía sensata: obra utilísima a la juventud, y a toda clase de gentes. Un tomo en 12.° Se hallará en casa de D. Joseph Antonio Ibarrola, del comercio de esta Corte, calle de Toledo portal de Paños, Lonja de la imagen de Santiago.» (Gazeta de Madrid del martes 16 de diciembre de 1788, n° 101, pág. 820.)

1789 «Un negro* ya no hace especie diferente, en cuanto al individuo, pero sí en cuanto al color, acerca del cual los Doctores de los siglos de la ignorancia formaron nuevas cuestiones, y se vieron fuertemente embarazados para comprehender como un ser inteligente podía nacer con piel negra, y con pelo crespo y ensortijado. (* Solamente la ignorancia de las leyes de la naturaleza, y la atrevida ciencia de los Escolásticos, pudieron pretender excluir de la especie humana a los negros. La necia división Aristotélica de accidentes absolutos, y accidentes relativos, fue sin duda ninguna la autora de una sentencia tan bárbara y cruel. Mas gracias a las luces de la Filosofía sensata que se extendieron en nuestro Emisferio: Ya los Soberanos Europeos, escuchando sus consejos, expidieron muchos decretos llenos de humanidad, para que se les trate como a vasallos útiles y dotados de razón.)» ([Teodoro de Almeida CO 1722-1804] El filósofo solitario, obra instructiva, curiosa y filosófica: compuesta por un sabio anónimo portugués: traducida del original por un amante de la razón y de las letras y aumentada e ilustrada con varias Notas históricas, críticas y filosóficas, así del Autor como del Traductor, Con licencia en Madrid, en la oficina de Benito Cano, a costa de D. Joseph Antonio de Ibarrola, del Comercio de esta Corte, MDCCLXXXIX, págs. 74-76.)

1794 «¿Quién no ve lo ridículo de estos sentimientos? ¿Quién podrá conciliarlos, no digo con la verdadera Religion, sino con una Filosofia sensata?» (Pastorales del Ilustrísimo Señor D. Fr. Francisco Armañá, Obispo que fue de Lugo, actual Arzobispo de Tarragona, Tarragona, por Pedro Canals, MDCCXCIV, tomo 1, pág. 48.)

1795 «No fue la Teología profunda la que ministró punto, ni la Física curiosa, ni la Filosofía sensata, ni la Moral austera, ni la Retórica florida, ni la espinosa Jurisprudencia del Foro, sino sola la del Derecho Público. El famoso Problema de los Políticos sobre la índole, naturaleza, y ventajas del Gobierno Civil, fue el que se examinó a todos sus aspectos. Apareció la Democracia con su agradable popularidad, la Aristocracia con su prudente circunspección, el Despotismo con sus formidables arrojos, el régimen mixto con sus loables mitigaciones, y al arrostrar a la Monarquía, se vieron en necesidad de ceder al reflejo de su deslumbrante Majestad.» (Ignacio de Castro SI [Tacna 1732-Cuzco 1792], Relación de la fundación de la Real Audiencia del Cuzco en 1788, En la imprenta de la viuda de Ibarra, Madrid MDCCXCV, pág. 209)

1801 «El Filósofo solitario: obra instructiva y curiosa, por un anónimo portugués: traducida, aumentada e ilustrada con notas históricas, críticas y filosóficas del autor y del traductor.= Catecismo de los filósofos, o Sistema de la felicidad conforme a las máximas del espíritu de Dios y a los preceptos de la filosofía sensata. Se hallarán en las librerías de Castillo, de Baylo y Esparza.» (Gaceta de Madrid, 10 de febrero de 1801, n° 12, pág. 152.)

1806 «Escuela Aragonesa, o de los Argensolas. Estos dos ilustres hermanos inventaron un nuevo estilo también propiamente español, aunque muy distinto del de Lope. La filosofía sensata y la dureza no desagradable de metro, correspondiente a la madurez de su filosofía, constituyen su carácter, que es bueno a la verdad; pero muy difícil y muy arriesgado para imitar, pues si se copia solo su corteza sin su gran fondo, salen las piezas más lánguidas y fastidiosas, que con la imitación de otra cualquier escuela.» (“Plan para una historia filosófica de la poesía española. Por D. M. M. de A. (Correo de Sevilla del Miércoles 23 de Julio de 1806)”, Minerva, o el revisor general, obra periódica, trimestre cuarto, tomo III, Madrid 1806, n° LXVII, 22 Agosto, pág. 78.)

1814 «Porque ciertamente va a llegar la época de la decadencia del filosofismo, y en que las autoridades, de acuerdo con los pueblos sensatos, declaren la guerra a este enemigo de ambos, a este padre de la anarquía, del horror y del desorden político; sí, se acerca el tiempo en que las naciones conozcan que sus verdaderos intereses consisten en aquella sobria sabiduría que contiene al hombre en los límites de la moderación, en aquella política evangélica que haciéndolo superior a las pasiones desenfrenadas y brutales, coloca su felicidad en ser sólidamente útil a sus semejantes, enseñándole el camino de las virtudes benéficas, en aquella filosofía sensata que abre a la razón el camino de elevarse a Dios, conocerlo por entre las tinieblas de los humanos alcances, y observarlo en toda la mecánica del universo para adorarlo en el seno de su obra por excelencia en la iglesia, en que ha querido establecer su imperio…» (El Procurador General del Rey y de la Nación, Cádiz, jueves, 20 de octubre de 1814, n° 142, 3ª época, pág. 1156.)

1817 «LIBROS. Catecismo de los filósofos o Sistema de la felicidad, conforme a las máximas del espíritu de Dios, y a los preceptos de la filosofía sensata: un cuaderno en 8.° Se hallará en la librería de Escribano, calle de las Carretas.» (Diario de Madrid, del viernes 23 de mayo de 1817, n° 143, pág. 634.)

1832 «Catecismo de los filósofos, o sistema de la felicidad, conforme a las máximas del Espíritu de Dios y a los Preceptos de la Filosofía sensata.» (Segunda edición, Imprenta de D. M. de Burgos, Madrid 1832, 72 páginas.)

1836 «Manual del Cristiano. Catecismo de los Filósofos o sistema de felicidad conforme a las máximas del espíritu de Dios y los preceptos de la filosofía sensata. Segunda edición. Véndese a 2 rs. en las librerías de Cuesta, Sánchez y Matute, y en la imprenta de D. Miguel de Burgos frente a san Isidro el Real. Este precioso opúsculo es recomendable en todos conceptos, pero especialmente por la oportunidad de su doctrina en los tiempos presentes. “La Religión, dice, que era el único asilo contra los males inseparables de la vida, y que contenía el furor de las pasiones desordenadas por el pecado, es hoy para muchos un nombre sin significación y una fantasma que solo asusta a los ánimos apocados.” Este escrito es un curso de moral: es imposible reunir más verdades en más breve espacio; pero ¡qué verdades! qué verdades tan útiles para la extraviada juventud! Hombres agotados bajo el peso del infortunio, hombres extraviados por los delirios de la incredulidad, leed el catecismo de los filósofos, allí está el remedio de vuestros males.» (El amigo de la religión y de los hombres, Madrid 1836, n° 3, pág. 32.)

1841 «634 CATECISMO de los filósofos, o sistema de la felicidad conforme a las máximas del espíritu de Dios y a los preceptos de la filosofía sensata. Segunda edición. Madrid, 1832; imprenta de D. M. Burgos; librería de Sánchez. Un cuaderno en 8.°» (Boletín Bibliográfico, periódico general, Madrid, 1° diciembre de 1841, año 2.°, n.° 23, pág. 352.)

1856 «Cuando una filosofía sensata propone por objeto de sus meditaciones la perspectiva que hoy presenta la sociedad, cuando reflexiona sobre la índole de ese movimiento que arrastra en pos de sí a la mayor parte de las clases, se estremece, y apenas osa resolver si sus decantados progresos dan motivo a que se funden grandes esperanzas para el porvenir, o son como las llamaradas de un incendio que tan solo presagian oscuridad y ruinas.» (Daniel Ramón de Arrese, “Consideraciones sobre la educación. (Remitido.)”, La Revista Universitaria Madrid, jueves 8 de mayo de 1856, año I, n° 8, págs. 2-3.)

1860 «(a) Algunos críticos han notado, que median muchos puntos de analogía entre Luciano y Voltaire; que estos dos escritores, el uno nacido en el seno de la gentilidad, y el otro en el del cristianismo, se propusieron como único objeto en sus escritos escarnecer y ridiculizar las preocupaciones, la hipocresía y muchas creencias vulgares de sus países respectivos; que entrambos manejaron con gracia y maestría las armas de una sátira amarga y atrevida; que entrambos hollaron muy a menudo las leyes del pudor, y salvaron con temeridad y sin escrúpulo los límites de una filosofía sensata y modesta; que entrambos finalmente ostentaron en sus escritos un desprecio decidido y audaz contra todas las creencias religiosas. Este paralelo no se separa mucho, a nuestro entender de la realidad; y nosotros descubrimos, así en Luciano como en Voltaire, cierta irritabilidad filosófica, que les lleva repetidas veces a exagerar su sátira, dándola un colorido más bien mordaz que chistoso y agradable.» (Salvador Costanzo [1804-1869], Historia universal, desde los tiempos más remotos hasta nuestros días, Madrid 1860, tomo V, pág. 418.)

1863 «¿Cuál de estos dos tribunales debe ser preferido ante el tribunal de una razón sana, de una filosofía sensata, de hombres que aspiren a labrar la felicidad de todos los hombres?» (Miguel Sánchez Pbr. [1833-1889], El Papa y los gobiernos populares, Madrid 1863, tomo II, pág. 11.)

1864 «Lo que Santo Tomás hizo, lo único que podía hacer, era escoger un antiguo filósofo, adoptar su método, purgarlo de sus errores y perfeccionar su doctrina. Podía haber escogido entre el materialismo de Epicuro, el idealismo de Platón o la filosofía sensata de Aristóteles. Santo Tomás era espiritualista, creía en el alma, la distinguía esencialmente de la materia, y necesitaba por lo tanto rechazar el ateo e inmundo materialismo de Epicuro.» (Miguel Sánchez Pbr., Los Santos Padres, Madrid 1864, pág. 412.)

1866 «Yo diré siempre con el Evangelio y la filosofía sensata: Gratia et veritas per Jesuchristum facta est. Sí, señores: Jesucristo ha traído la gracia y la verdad; porque viniendo a redimir el mundo de la primitiva culpa, nos ha dejado en la redención eficaces medicinas para las heridas que en la criatura racional abrió el pecado. Se perfeccionará la humanidad, sí; pero será con los auxilios de la redención.» (Juan González Pbr. [1812-1883], “Sermón sobre la Asunción de la Virgen, predicado al Colegio de Procuradores de Madrid, 1848”, Sermones doctrinales, morales, dogmáticos, panegíricos y apologéticos o de controversia católica y social, segunda edición, corregida y aumentada, tomo VIII, Madrid 1866, pág. 287.)

1878 «Esta prudente opinión del Sr. Monlau la encontramos evidentemente probada estudiando la historia antigua del morbi oriuntur partim ex spiritu quem introducendo vivimos, y aun en la historia del mismo axioma en los tiempos que trascurren; pues hoy como ayer no han faltado inteligencias altivas que han pretendido poner en la balanza, para vencer al recto sentido común de la prudencia y de la filosofía sensata, la imaginación y las opiniones más aventuradas e insostenibles, revestidas con las más elegantes frases de alguna de las cien gramáticas conocidas, contra el noble pensamiento patogénico de Hipócrates ya mencionado, que se ha visto muchas veces trasformado en su recto sentido literal, o adulterado en su fondo, dificultándose y deteniéndose su resolución definitiva, tal como la necesitaban las ciencias médicas en el terreno de la práctica.» (Manuel Rico Sinobas [1819-1898], “Discurso pronunciado en la inauguración de las sesiones de 1878” [en la Real Academia de Medicina], El Siglo Médico, Madrid 14 de abril de 1878, año XXV, n° 1268, pág. 237.)

«Por más que su brillante y festiva pluma sobresalga en la descripción, los diálogos son amenos, salpicados de chispeantes epigramas, y los rasgos prominentes con que presenta un personaje y acentúa en dos pinceladas su carácter, su expresión viva, su aire local, descuella en la fácil locución de su frase suelta, con arranques verdaderamente poéticos en muchas partes. Luego al través de la forma graciosa y sencilla que como un velo de silvestres flores, cubre y reviste sus ideas, brotan pensamientos profundos; sobre un fondo de filosofía sensata y de la más alta moralidad.» (Pastor S. Obligado [1841-1924], “Biografía de la romancista argentina Juana Manuela Gorriti”, en Juana Manuela Gorriti, Misceláneas, Buenos Aires 1878, pág. XIX.)

1881 «La filosofía sensata, fecundo manantial de ideas progresivas e inseparable compañera del espíritu pensador, es la que muchas veces, bien a pesar nuestro, nos hace coger la pluma para decirle algo a la humanidad dormida.» (Cándida Sanz, “La conciencia y las pasiones”, Constancia, revista mensual espiritista bonaerense, Buenos Aires, Marzo 30 de 1881, año IV, núm. 3. pág. 82.)

1886 «¿Es propio de una filosofía sensata el no tener en cuenta la historia, y el suponer que la influencia social, y aún política, de ese principio moral, y de su representante, han muerto, mientras protestan contra esa idea, de una parte la terrible situación que su enflaquecimiento ha traído a la sociedad, y de otra la importancia que, a nuestra vista, está tomando el Pontificado católico?» (Rafael Conde y Luque [1835-1922], “¿Qué es el derecho internacional?” Discurso leído en la Universidad Central en la solemne inauguración del curso académico de 1886 a 1887 por el doctor… Catedrático de Derecho internacional en la Facultad de Derecho, Madrid 1886, pág. 107.)

1892 «No solo su brillante y festiva pluma sobresale en la descripción, los diálogos son amenos, salpicados de chispeantes epigramas, y los rasgos prominentes con que presenta un personaje y acentúa en dos pinceladas su carácter, su expresión viva, su aire local, descuella en la fácil locución de su frase suelta con arranques verdaderamente poéticos en muchas partes. Luego, al través de la forma graciosa y sencilla, que como un velo de silvestres flores, cubre y reviste sus ideas, brotan pensamientos profundos; sobre un fondo de filosofía sensata y de la más alta moralidad.» (Pastor S. Obligado [1841-1924], “Rasgos biográficos de la Señora Juana M. Gorriti”, en Juana M. Gorriti, Veladas literarias de Lima, 1876-1877, Buenos Aires 1892, tomo primero, pág. XXXI.)

1898 «La vida es mucho más que la materia. A pesar de los violentísimos ataques que hoy se dirigen contra el vitalismo, y a pesar de las hipótesis superficiales y ridiculas del materialista Le Dantec y de N. Tchermak, que desea hoy explicar la vida por los zi de las moléculas animadas, como Faye el origen de los astros, el principio vital subsiste. Si éste es, como se dice frecuentemente, “la frase de la ignorancia”, a la luz de la Filosofía sensata y racional vale más esa ignorancia que la necia sabiduria de los mal llamados “Filósofos de la Naturaleza”. Más aún. Esos mismos Fisiólogos materialistas que, a semejanza de Blainville, creen que la Fisiología es el arte de reducir los fenómenos vitales a las leyes generales de la materia, cuando llegan (entre otros ejemplos que pudiéramos citar) a los actos de la asimilación y desasimilación, se expresan así: “el acto de la asimilación es uno de los fenómenos que la Fisiología no ha podido analizar, y del cual tardará mucho en descubrir el mecanismo íntimo…”.» (Zacarías Martínez Núñez OSA [1864-1933], Estudios biológicos. Ciencia y filosofía, Madrid 1898, pág. 58-59.)

1908 «El Arte Magna es una imitación científica de la naturaleza. ¿Y a qué debe aspirar en último resultado toda filosofía sensata, sino a sorprender a la naturaleza?» «Hasta los ciegos pueden verlo: una filosofía sensata no admite que un solo conocimiento sea empírico, sea abstractivo, contenga virtualmente todas las demás verdades; una filosofía sensata no admite que, aun dejando de ser exigentes en afirmar un conocimiento de tal género, podamos ver en él todos los conocimientos humanos, las cosas individuales, los seres, causas y espacios particulares que percibimos mediante los sentidos corporales.» «Por el primer error, [Malebranche] afirma contra toda filosofía sensata, que los sentidos y las cosas sensibles no son más que una ocasión o una condición del desarrollo de la inteligencia; por el segundo, se opone a la doctrina católica, ya que el Santo Oficio declaró en 1861 no ser verdadera la siguiente proposición…» «Relaciones entre el Ascenso y el Descenso del entendimiento. El Descenso del entendimiento es muy posible, y en nada obsta a los principios tradicionales de toda filosofía sensata, explicado como lo explica nuestro Doctor y Maestro, es a saber, la ciencia comienza por el Ascenso; el Descenso tiene sólo un carácter subsidiario o de complemento, corroboración y perfección respecto del Ascenso.» (Salvador Bové Pbro. [1869-1915], El sistema científico luliano: Ars magna, Barcelona 1908, págs. 276, 288, 404 y 524.)

«Y nadie vaya a creer que el Descenso propugnado por el Filósofo mallorquín pugna con los principios tradicionales de toda filosofía sensata, pues el Beato tiene buen cuidado de consignar que la ciencia empieza por el Ascenso sin el cual es imposible el Descenso que es complemento y corroboración de aquel.» (Fr. Querubín de Carcagente OFMCap [1873-1908], “Prólogo” a Salvador Bové Pbro., El sistema científico luliano: Ars magna, Barcelona 1908, pág. lxvi.)

1910 «—Eso prueba cuánto vale la inmortalidad. —Cuánto cuesta… —Es lo mismo… —No. señor; puede ser lo mismo apreciadas las cosas del mundo como se aprecian las del comercio tras del mostrador; pero no miradas con los lentes de una filosofía sensata. —¿Tan escaso precio tiene la gloria para usted? —Para el que la gana con honra no es sino resumen de una vida de molestias y apuros, de preocupaciones y angustias…» (O[ctavio]. Cuartero [1855-1913], “Los pavos trufados”, Nuevo Mundo, Madrid, 6 de octubre de 1910, n° 874, pág. 5.)

1945 «Contra los desprecios e invectivas del doctor complutense Martín de Lessaca, uno de los más furibundos enemigos de la filosofía atomista en España, Zapata responde lleno de fervoroso entusiasmo por su obra: […] Y ante la oposición de sus adversarios Zapata se enardece: “¿No tiene mi Regia Sociedad aprobadas sus constituciones por la Suprema autoridad del Consejo Real de Castilla? ¿No es su soberano protector el Rey Nuestro Señor don Felipe Quinto (que Dios guarde)? ¿No son los sobresalientes sutiles ingenios españoles, si no más que todas las naciones, tan capaces como ellas? ¿Es más apreciable el estar tenidos por bárbaros, o ser la irrisión de las Naciones, que el aver solicitado este doctíssimo Congreso? ¿Es mejor estar en una continua indigna ociosidad, sin despertar del profundo letargo, que les fija el espíritu a expensas del torpe veleño de las infructuosas escolásticas opiniones, que emplearse en la averiguación de la Naturaleza por medio de la Philosophia sensata, y experimentos physicos, médicos, chimicos, anatómicos y mecánicos? ¿Es posible que lo que ha sido bien visto, loable, y deseado de todas las racionales aplicadas Naciones, ha de servir de horror, de envidia, y desafección de los Españoles preocupados, y servilmente adheridos a la vulgar Philosophia Aristotélica? Salió ya nuestra Nación española del bajo ignominioso concepto, en que la tenían las demás Naciones con la gustosa, cuanto aplaudida noticia de averse erigido Sociedad en España, aviéndola coumnicado a toda Europa las Memorias de Trebu [Trevoux], donde en su propio idioma francés traduxeron nuestra Crisis médica sobre el Antinomio…” La cita, a pesar de su barroquismo y el mal gusto literario, que denota, –vicios de la época,– merece alguna consideración: representa a nuestro modesto juicio un momento importante de la ciencia española: el de su difícil y trabajosa incorporación al movimiento iluminista europeo, con todos sus pujos de novedad y progreso, con todas sus rebeldías contra todo lo viejo y tradicional. Rebeldías, conviene esto notarlo bien, que no significan, al menos en estos primeros decenios del ochocientos, la actitud anti-católica y secularizante, que es nota dominante de ese progresismo en las otras naciones. Esos pensamientos de Zapata preludian bien claramente la crítica feijoniana, donde se habrá de buscar la expresión culminante, más vigorosa, de lo que es el iluminismo español.» (Ramón Ceñal SI [1907-1977], “Cartesianismo en España”, Revista de la Universidad de Oviedo. Filosofía y Letras, año 1945, págs. 36-38.)

1949 «La clara exposición –regla en la filosofía sensata francesa– era producto de un seguir paso a paso la propia experiencia. Varona tiene ante sí un ejemplar del Cours de l'histoire de la philosophie, de Cousin, precisamente el que era propiedad de Luz.» (Roberto Agramonte, “Situación de la filosofía cubana. El advenimiento de Varona”, Revista Cubana de Filosofía, La Habana, enero-junio de 1949, n° 4, pág. 5.)

2015 «Oído a Dani Mallo: “Si nos ponemos a pensar en más adelante (del próximo partido), nos equivocaremos. Sin dejar de ser ambiciosos, hay que ser realistas e ir partido a partido,” El meta del Lugo apuesta por una filosofía sensata ante la recta final liguera.» (El Progreso, Lugo, 19 marzo 2015, pág. 61.)

2018 «En el Salón de Los Angeles se ha presentado el nuevo Toyota Corolla Sedán en su versión híbrida de acceso, de filosofía sensata y ahorradora.» (“El Toyota Corolla Sedán se presenta en su versión híbrida de acceso, con 122 CV y filosofía ahorradora”, Sergio Álvarez en diariomotor.com, 28 noviembre 2018.)

2020 «Y ahora, DEWALT ha aplicado la misma filosofía sensata, garantizada y resistente a esta pistola de pegamento.» (“Pistola de silicona rápida Dewalt Dwhtgr50”, yeysan.com)

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