Filosofía en español 
Filosofía en español

“Fabianos” “Fabianismo” “Sociedad fabiana” “Socialismo fabiano”

«Con la parte que cupo a Minucio salió contra Aníbal, el cual luego sacó su gente. Entonces Fabio doliéndose de la República como buen ciudadano, y sin atender al agravio, que el pueblo le había hecho, y sin mirar a lo que Minucio había dicho, y hecho, púsose en un lugar alto a ver la batalla, y viendo que Aníbal llevaba vencido a Minucio salió a socorrerle diciendo antes. Así es, que no mas presto de lo que yo temí, la fortuna ha aprehendido el atrevimiento de Minucio igualado con Fabio en el Imperio. Ya veo que Aníbal es mayor en valor, y fortuna; pero ahora no es tiempo de reprehender tales errores. Sacad presto las banderas contra los enemigos, y quitémosles la victoria de las manos, y hagamos que nuestros ciudadanos conozcan su error. Cuando Fabio llegó, ya los Romanos querían huir, y detúvolos, y los que andaban derramados se recogieron a la escuadra de Fabio. Viendo esto Aníbal mandó hacer señal, para que recogiese su gente, diciendo, y confesando clara, y abiertamente que había vencido a Minucio, pero que él había sido vencido de Fabio. Minucio agradecido de la buena obra, que había recibido, llamo a Fabio padre, y mandó le llamasen patrono sus legiones, y dejando el Imperio, que le había dado el pueblo sujeto al Dictador para obedecerle en todo, y con esto remedió el error del pueblo en haberle hecho igual con el Dictador. Por esto llamaron a Fabio Cunctator, y nació el Adagio Romanus sedendo vincit. El Romano estando sentado vence…» (Diego López [floruit 1610, de la Orden de Alcántara, catedrático de latinidad en Olmedo, Cáceres, Santo Domingo de la Calzada, Toro, Mérida…], Comento sobre los nueve libros de los Ejemplos, y virtudes morales de Valerio Máximo, Francisco de Lyra, Sevilla 1632, libro III, punto 33, págs. 78-79; Imprenta Real, Madrid 1655, libro III, punto 33, pág. 78.)

«Q. FABIUS Maximus, a celebrated Roman, who from a dull and inactive childhood was raised to the highest offices of the state. In his first consulship he obtained a victory over Liguria; and the fatal battle of Thrasymenus occasioned his election to the dictatorship. In this important office he began to oppose Hannibal, not by fighting him in the open field, like his predecessors, but he continually harassed his army by countermarches and ambuscades, from which he received the surname of Cunctator or Delayer. […] He died before his father, and Cunctator with the moderation of a philosopher delivered a funeral oration over the dead body of his son.» (Encyclopædia Britannica, The fourth edition, Edinburgh 1810, vol. VIII, pág. 395.)

 
Fabian Society

1891 «Shaw (Bernard). Essays in socialism by G. Bernard Shaw, Sidney Webb, William Clarke, Sydney Olivier, Annie Besant, Graham Wollas and Huber Band. Londres, 1889.— Sidney Webb. Socialism in England. Londres, 1890.» (“Bibliografía. Catálogo de algunos libros y folletos referentes a la cuestión social. […] IX. Obras inglesas”, La Controversia, Madrid 9 de octubre de 1891, n° 172, pág. 595.)

1893 «A la iniciativa de los fabricantes, decía Leys, de Amberes; a la libertad, añadía León Tonnat; a los progresos del tecnicismo industrial, según Legrand, de Bruselas; Garol, de Verviers; Wellefroid, de Sesaing; Sidney Webb, de la Fabian Society, se deberá la limitación de las horas de trabajo, que ha de estar en relación con su eficacia, puesto que el salario depende de la producción principalmente, y es cuestión de salario, más que de limitación de las horas de trabajo, el problema de las clases obreras.» (M. Pedregal [Manuel Pedregal Cañedo, 1831-1896], “La reglamentación del trabajo en el Congreso internacional de Amberes”, La Justicia, Madrid, miércoles 18 de enero de 1893, pág. 1.)

1896 «[Inglaterra. Socialismo.] Para ser más fuertes, los socialistas han resuelto recientemente renunciar a sus querellas. Sus tres grupos: la Federación democrática socialista, la Liga social y el bando menos importante conocido con el nombre de Fabian Society, se han aproximado, publicando un Manifiesto común, donde exponen en ocho artículos el fin que el socialismo tiene que alcanzar en primer término en Inglaterra. Reclaman en este Manifiesto: la jornada legal de ocho horas; la exclusión de los obreros muy jóvenes de todo trabajo asalariado; el sostenimiento gratuito de los niños pobres; un jornal igual por un trabajo igual, sea ejecutado por la mujer o por el hombre; un jornal mínimo proporcionado para los obreros que empleen el Estado o los Municipios; la prohibición del sistema de contratas; el sufragio universal, y una compensación por los servicios prestados a la causa pública. El Manifiesto lo firman los jefes de los tres grupos: Hyndmann (Federación), Guillermo Morris (Liga) y Bernardo Shaw (Fabian Society).» (Abate Landelin Winterer [1832-1911 “diputado del parlamento alemán”], El socialismo contemporáneo, versión de D. Julio del Mazo Franza [1873-1915], Biblioteca Científico-Literaria, Sevilla 1896, pág. 175.)

«Todos estos opúsculos pertenecen a la serie de tracts que publica frecuentemente la Fabian Society, de Londres, y con los cuales se propone divulgar entre la masa los principios del socialismo y las soluciones que éste ofrece para los capitales problemas que en la actualidad preocupan a las gentes. La Fabian Society se compone de socialistas de gran competencia científica, los cuales buscan la transformación de la sociedad por medio de cambios graduales y pacíficos, y, sobre todo, por la difusión de la cultura entre los ciudadanos.» (Pedro Dorado Montero [1861-1919], “Opúsculos de la Fabian Society”, La España Moderna, diciembre de 1896, n° 96, págs. 199-200.)

1897 «En Inglaterra es muy conocido el grupo socialista denominado Fabian-Society, cuyo jefe es Bernardo Shaw. Por lo concretos y porque esencialmente se contienen en sus dogmas, los de otros grupos socialistas, vamos a exponer los principales puntos de su programa:{2}. 1.° Mantenimiento en poder del Estado y demás organismos similares (provincia. Municipios), con carácter inalienable, de los inmuebles y derechos sobre los mismos, prohibiendo todo contrato que tienda a hacer propietarios a los cultivadores. 2.° Apoyar todas las reformas financieras que tiendan a gravar el valor de la tierra, tales como la supresión y disminución de las contribuciones indirectas, gravando también las tierras no cultivadas, parques y jardines no públicos, casas deshabitadas, impuesto progresivo sobre la renta y las herencias y un impuesto especial sobre el mayor valor que adquieren ciertos terrenos por distintas causas. 3.° Modificación gradual de la propiedad individual en beneficio del interés público, adoptando las medidas siguientes: obligar a los propietarios de tierras a cultivarlas o venderlas; limitación de las horas de trabajo todo lo que sea posible; reducción de los precios de transportes ferroviarios; dejar al uso público (sin que pueda hacerse nada en contrario) las playas, lagos, riberas de los ríos, &c., reservando también al dominio público todo aumento de valor no debido al trabajo, estableciendo la expropiación forzosa por la negligencia o mal uso de la propiedad. Y 4.° Que todos los servicios públicos de importancia entren gradualmente en la Administración del Estado y Municipios (aguas, alumbrado, calefacción, tranvías, caminos de hierro, &c., &c.), así como las minas y las tierras.{3}»(Diego Pazos García [1857-1920], “La cuestión agraria en España. Aspecto general del problema agrario”, El Globo, Madrid, 27 mayo 1897.)

Adolfo Posada, “Histoire du Trade-Unionisme, por Sidney Webb y Beatrice Webb” (La España Moderna, septiembre 1897, n° 105, págs. 202-204.)

 
fabianos, fabiano

1899 «Como apoyo y demostración de la verdad de sus asertos, cita [Edward Carpenter (1844-1929), en L’Humanité Nouvelle, revue international (París 1898)] a varios notables publicistas; a Kropotkine, que dice “ser indudable que deberemos pasar por el colectivismo, pero que nuestro fin será la anarquía, no siendo la anterior sino una desagradable necesidad, debiendo apresurarnos para llegar al término, procurando pasar tapándonos las narices”; a Indman, que exclamaba: “es indudable que la sociedad llegará un día al libre comunismo, pero ¡cuán lejos está de nosotros!; el colectivismo, la nacionalización del suelo y de todos los instrumentos de la producción: he aquí lo que por de pronto importa y a lo que debemos encaminar todos nuestros esfuerzos”; a Sidney Webb, quien sarcásticamente, y poniendo de manifiesto la animosidad de los anarquistas para con los socialistas, con tanto daño confundidos por las autoridades de todos los órdenes de nuestro país con aquéllos, decía: “se habla del suelo y de los instrumentos de la producción, y como esto es bastante, comencemos estableciendo un servicio de aguas para Londres”. Mr. Carpenter explica y aclara su pensamiento por medio de la siguiente comparación: “De tres viajeros de Manchester a París, el uno, al comenzar el viaje, no pensará sino en la llegada y en los días agradables que se promete; el otro arregla su viaje hasta Douvres, y no pensará en la travesía sino cuando haya visto el mar; el tercero se contenta con tomar una guía y buscar el primer tren para Londres. Y todavía se pregunta quién llegará a París primero. La marcha que hoy siguen los anarquistas y los demócratas sociales, el partido obrero, los Fabianos y las Trades Unions es la misma, pero cada uno fija la mirada sobre un punto distinto del camino, y el mismo Lord Salisbury, que no pierde ocasión de hacer ver la imbecilidad y corrupción de los Gobiernos, podría –si estuviera de acuerdo consigo mismo, lo que no es muy natural,– empalmar el paso”.» (Manuel Gil Maestre [1844-1912], “La asociación y las clases trabajadoras (continuación)”, Revista contemporánea, Madrid, 15 de octubre de 1899, año XXV, tomo CXVI, pág. 46.)

1901 «El partido obrero inglés. El fundador del partido obrero inglés, Mr. Hyndman, ha declarado que el retirarse a la vida privada es debido a su convicción de que es inútil seguir la lucha para sostener su partido. Le induce a tomar tan grave resolución el desaliento profundo ante la imposibilidad de inducir a los obreros ingleses a que acepten sus doctrinas (las de Marx) y a que entablen la lucha de clases en el terreno político parlamentario. Hace, en efecto, veinte años que Hyndman y sus amigos son candidatos a la diputación en cada elección general, y ni uno solo ha podido triunfar. Es más: el número de votos que reúnen ha sido siempre ridículo. En cambio, crecen de un modo pasmoso partidos menos dogmáticos, menos autoritarios, como el Independent Labour Party, la nueva Federation of Trades-Unions, que cuenta ya con medio millón de adheridos, reclutados casi todos en las antiguas Trades-Unions, la Fabian Society, &c. La retirada de Hyndman es considerada como la muerte definitiva del socialismo inglés.» (La Época, Madrid, domingo 18 de agosto de 1901, pág. 2.)

«En Inglaterra, sin embargo, el movimiento social presenta caracteres originales. Existen allí el partido colectivista marxista y el fabiano, llamado así este último porque ha adaptado como línea de conducta la táctica del romano Fabio Cunctator, el adversario de Aníbal; en los últimos congresos de las antiguas trade-unions liberales, han triunfado direcciones nuevas, que se inspiran en el socialismo de Estado, y ya hemos visto, en otro capítulo, los progresos que realiza el llamado socialismo municipal. Mas, con todo, el socialismo inglés, prescindiendo de los jefes del marxismo y de los fabianos, ostenta un carácter sentimental, impregnado de deísmo y de moral cristiana; puede decirse que está en vías de formación, y el interés que ofrece su estudio consiste en mostrar el cambio producido en la conciencia de un pueblo bastante progresivo para evolucionar constantemente, dotado del suficiente buen sentido para no dar saltos bruscos, y habituado, por el uso de la asociación y la práctica de la libertad política, a imponer, en caso preciso, las reformas a los poderes públicos. Es dudoso, dice Métin, que Inglaterra llegue a ser un centro de socialismo revolucionario; pero es posible que el mínimum de reformas provisionales contenidas en los programas de los distintos partidos socialistas, se aplique allí antes y con más extensión que en ningún otro país.» (Historia de Europa en el siglo XIX por Emilio Castelar, continuada bajo la dirección de Manuel Sales Ferré, tomo sexto y último, Felipe González Rojas editor, Madrid 1901, pág. 755.)

1902 «Por último, el Sr. Dorado indica una tercera dirección “central, oportunista, que pudiera simbolizarse con la bisectriz del ángulo formado por las dos fuerzas indicadas… y que es a la vez radical y conservadora… y que buscándolo o sin buscarlo va derecha al colectivismo, sólo que va hacia él por sus pasos contados, sin violencias, ayudando el proceso histórico de transformación social y económica. A ella pertenecen el enorme número de partidarios de las “reformas sociales…” pertenecen también todos aquellos socialistas como los que forman la Fabian Society, de Londres, que confían, para conseguir las transformaciones sociales, más aún que en la acción de las pasiones y de la violencia, en la propaganda… pertenecen igualmente los socialistas defensores de la implantación del que denominan “programa mínimo”.» (Adolfo Posada, “Notas bibliográficas: Del problema obrero, por Pedro Dorado, un folleto de 52 págs., Salamanca 1901”, La Lectura, Madrid, marzo 1902, año II, n° 15, pág. 304.)

«Últimamente otra dirección o tendencia ha venido también a interponerse y es la que se distingue con el nombre de socialismo municipal o comunal cuya verdadera patria es Inglaterra como hace constar Bourdeau en su obra “L'evolution du socialisme”, doctrina defendida por una escuela o agrupación llamada de los Fabianos (1. Nombre tomado del general romano Fabiano Cunctator que ha pasado a la historia por su prudencia y circunspección.) dirigida por Sidney Webb, quien atribuye una considerable importancia a la obra de las municipalidades, sosteniendo que ellas deben en todos los servicios municipales de importancia como alumbrado, aguas, tranvías y demás parecidos, ir descartando a las empresas privadas, y que así como hacen esto pueden, por ejemplo, fabricar y vender el pan y así sucesivamente, sin que pueda calcularse el inmenso alcance quo esto puede llegar a revestir, yendo siempre adelante para que poco a poco sin fiarlo a una revolución o a una teatral catástrofe, se pueda ir preparando el planteamiento de las doctrinas socialistas. Esto consideran los partidarios del sistema, que se ira consiguiendo con la lucha en los comicios para procurar obtener la dirección de los municipios, y con la reforma da las leyes en la forma adecuada a permitir la expansión de este movimiento. Tal forma de socialismo propio de un pueblo práctico como Inglaterra, y que para algunos constituye la más insidiosa y más temible que podía revestir, no ha dejado de hacer importantes progresos, más que en la misma Inglaterra, en Francia, donde importantes municipalidades se encuentran desde las elecciones últimas, en poder de los socialistas que en ellas han procurado llevar a cabo algo de lo que está dentro de su credo y permiten las leyes, que no afecta, como ya se comprende, a lo esencial del credo de la escuela: pero que marca la tendencia iniciada por los Fabianos.» (José María Planas y Casals [1845-1923, Decano de la Facultad de Derecho], La evolución del socialismo contemporáneo, discurso inaugural leído en la solemne apertura del curso académico de 1902 a 1903 ante el Claustro de la Universidad de Barcelona, Imprenta La Dinastía, Barcelona 1902, páginas 79-80, en folletín: La Dinastía, Barcelona, sábado 18 de octubre de 1902, págs. 3-4.)

1903 «La crítica que hace [Gustavo Le Bon] del materialismo social, original y profunda, como la que han hecho desde sus puntos de vista respectivos Merlino y Bernstein, no es tan intensa como la corrección impuesta por los socialistas ingleses, que al amparo de la Fabian Society, han prestado más espiritualidad a las peticiones obreras.» (R. U. [Rafael Urbano, 1870-1924], “[Reseña de] Gustavo Le Bon, Psicología del socialismo, traducción de Ricardo Rubio, Biblioteca científico-filosófica, Madrid, D. Jorro”, ΣΟΦÍA, Revista Teosófica, Madrid, agosto de 1903, pág. 318.)

 
fabianismo

1904 «En Inglaterra donde el anarquismo no ha podido echar raíces extiéndese también el socialismo ya bajo la forma expectante del fabianismo, ya bajo la militante de la política, encabezada por marxistas de gran reputación y talento como Hyndman, Quelch, Hardie y Ramsay.» (José López Portillo y Rojas [1850-1923], “La riqueza de Inglaterra”, El Economista Mejicano, México, abril 1904; en Ensayos económicos, Tip. El Tiempo, México 1910, págs. 294-295.)

«Los socialistas y el partido del trabajo (Labourists) marchan ahora combinados. El Consejo de la Representación del Trabajo se compone de delegados de las Trade-Unions, de la Federación Social Democrática, del Partido Independiente del Trabajo y de la Fabian Society. Y este Consejo es el cuerpo que escogió o recomendó los llamados candidatos del trabajo en las últimas elecciones generales, por haber sido nombrado para formar en el Parlamento un grupo del trabajo que tenga sus miembros propios, los cuales deben aprovechar toda ocasión para cooperar a la obra de cualquier partido que se comprometa a promover la legislación en favor del trabajo, o aliarse al que combate medidas que le sean contrarias.» (Juan Uña Sarthou [1871-1948], “Revista de revistas inglesas y norte-americanas: The Fortnightly Review, mayo: La política del trabajo, por Benjamín Taylor”, La Lectura, Madrid, junio 1904, año IV, n° 42, pág. 249.)

«En parecido sentido se expresan los adheridos a la Fabian Society de Londres, defensora del socialismo municipal (2. Puede verse examinada esta opinión en los Fabians Tracts dedicados a esta materia), y Sidney Webb, que sostiene es este socialismo el camino más breve para llegar a la democracia social, afirma en su Historia del Trade-unionismo “que para asegurar a la colectividad, la propiedad y el registro de los medios de producción, son únicos medios prácticos: una gran extensión de la organización nacional y municipal de los servicios públicos, hacia las que el Parlamento y los Consejos municipales han dado los primeros pasos”.» «Al indicar los casos en que según el Fabianismo se reclamaba la intervención municipal, se recordará que mencionaba el comercio de bebidas espirituosas.» (José Gascón y Marín [1875-1962], Municipalización de servicios públicos, Biblioteca de derecho y ciencias sociales, Librería General de Victoria Suárez, Madrid 1904, págs. 27-28 y 227.)

1905 «El mitin lo han organizado la Sociedad de Amigos de la Libertad Rusa y la Federación Social Democrática y lo apoyan el Consejo de las Sociedades obreras londinenses, el Nuevo Club Reformista, la Liga Humanitaria y la Fabian Society.» (Ramiro de Maeztu Whitney, “Contra el Czar. Un mitin en Londres”, La Correspondencia de España, Madrid, miércoles 8 de febrero de 1905.)

1906 «La discordia penetra durante este período en el campo obrero. En Marzo de 1881 se funda la Federación de la Democracia Social, afiliada a las ideas marxistas, de la cual habremos de ocuparnos en el párrafo siguiente, así como de la Fabian Society, evolucionista y positivista, fundada en 1883.» «La Conferencia celebrada en Bradford el 13 y 14 de Enero de 1893, a la que asisten 115 delegados de Trade Unions y Trades Councils de la Federación de la Democracia Social y de las Fabian Societies, organiza esas fuerzas con el nombre de Partido Independiente del Trabajo.» «Por eso, cuando en 1893 se convocó la Conferencia de Bradford para formar el Partido Independiente del Trabajo, los 115 delegados que concurrieron pertenecían en su mayor parte a Trade Unions y Trades Councils, de oficios que no requieren aprendizaje, los cuales buscaban allí la defensa que en los Congresos anuales de Trade Unions no hallaban. Otros delegados eran representantes de la Federación de la Democracia Social y de las Sociedades Fabianas. Todos mis lectores conocen el carácter e historia de estas dos instituciones, copia la primera (que dirigen burgueses de ideas socialistas) de las organizaciones marxistas continentales, defensora de su programa colectivista, y platónica asociación de intelectuales la segunda, que populariza en libros, folletos y discursos las nuevas ideas, y espera pacientemente, como Fabio (de quien tomó su nombre), la hora de vencer al Aníbal del capitalismo. El cándido posibilismo de estos soñadores y los anhelos de revolución social de aquellos anticuados marxistas, pesa muy poco en la acción política de los trabajadores ingleses.» «Asistieron a aquella reunión 192 delegados, de los cuales unos representaban 68 Trade Unions, que contaban con 465.316 miembros, y otros al Partido Independiente del Trabajo, a la Federación de la Democracia Social y a las Sociedades Fabianas, o sea un total de 22.861 miembros. A la Conferencia celebrada en 1905 asistieron 350 delegados (representando 900.000 miembros), de 165 Trade Unions y 76 Trades Councils, del Partido Independiente del Trabajo y de las Sociedades Fabianas, porque la Federación de la Democracia Social se separó muy pronto de este núcleo de defensores de la clase obrera. La participación que en él tienen los diferentes elementos que le forman se refleja en el Comité para la Representación del Trabajo, órgano ejecutivo de la agrupación, que está formado por 13 miembros: nueve representantes de las Trade Unions, uno de los Trades Councils, dos del Partido Independiente y uno de las Fabian Societies.»  «Como ya hemos dicho, desde la Conferencia de Londres de 1900 existe, además, el Comité para la Representación Parlamentaria, en el que concurren las Sociedades Fabianas, el Partido Independiente del Trabajo, fundado el 93, 165 Trade Unions y 76 Trades Councils (federaciones de Unions locales).» «De los 29 diputados así elegidos, sólo siete pertenecen al antiguo Independent Labour Party; los demás han sido designados por diversas Uniones; de las Sociedades Fabianas no triunfó ninguno. Por último, en la extrema izquierda figura la Federación de la Democracia Social, a quien su socialismo integrista impide marchar de acuerdo, no ya con las Trade Unions, penetradas sólo de un espíritu social anti-individualista, pero ni siquiera con las Fabian Societies que preconizan el moderado y positivista socialismo municipal. Abundan en la Federación los burgueses, socialistas por dilettantismo, y su jefe, Mr. Hyndman, derrotado en Burnley en las últimas elecciones, es un hombre de mundo, culto y elegante, que contrasta con los agitadores obreros como Hardie y como el propio Burns.» (Gabriel Maura y Gamazo [1879-1963], “El partido obrero en Inglaterra”, Cultura Española, Madrid, mayo 1906, páginas 598, 601, 603, 604, 608-609 y 610.)

«“Pero –añade [Agustín Hamon (1862-1945), en L’Humanité Nouvelle]– la socialización de los objetos de goce no es admitida por todos los que, en el pasado o en nuestros días, han sido considerados como socialistas. Tal es el caso de Sidney Webb, de la Fabian Society, de Picquar, según el cual el trabajador recibe una remuneración y dispone de ella libremente; de San Simón, de Colins y de otros muchos, los cuales en sus doctrinas conservan la propiedad individual de los salarios o remuneraciones, y, por consiguiente, de los objetos de goce. Por lo tanto, históricamente estamos obligados a restringir la significación de socialismo, limitándole a la sola socialización de los medios de producción, excluyendo la de los objetos de goce. De este modo tendremos la siguiente definición. Socialismo: sistema de sociedad, o doctrina social, según los cuales son socializados los medios de producción. Nota: se entiende ser medios de producción el suelo, las aguas, los inmuebles, la maquinaria y el utensilio en general.”» «“Por eso –dice en conclusión– nos inclinamos a definirle del modo siguiente: Colectivismo, variedad socialista, sistema o doctrina social en que tan sólo los medios de producción son poseídos colectivamente. Esta idea del colectivismo es clara y precisa porque permite la exclusión de los sistemas sociales que no admiten la sola posesión colectiva de los medios de producción, y además es independiente de todo modo político, y, por consiguiente, no excluye ningún sistema. Igualmente, así en el pasado como ahora, satisface también los sistemas económicos cuanto a los colectivistas. El sansimonismo, la doctrina de Pecqueur, la de la Fabian Society, la de Colins, &c., son colectivistas: la diferencia entre el colectivismo y el comunismo está en la distribución de los productos. En este sentido los objetos de goce son poseídos en común, y la forma de su repartición está cada uno según sus necesidades”.». (Manuel Gil Maestre [1844-1912], “El colectivismo, capítulo II”, Revista Contemporánea, Madrid, septiembre de 1906, año XXXIII, tomo CXXXIII, págs. 364 y 368.)

 
fabios, fabianistas

1907 «La Fabian Society es una Asociación de intelectuales más o menos socialistas, como el Cobden Club, cuyos folletos de propaganda solían llegar hace años a los periódicos de España, es una Asociación cuyos miembros simpatizan con el individualismo económico y la doctrina del laissez faire, que todavía tiene arraigo en Inglaterra porque supone que no ha agotado su programa. Los fabios o fabianistas creen, por el contrario, que hay que hacer algo en beneficio de los pobres, que hay que levantar su nivel intelectual y moral, que mejorar su condición y que aumentar, al mismo tiempo, la capacidad de trabajo, y piensan que esa obra redentora no puede confiarse únicamente a la iniciativa individual, sino que la sociedad organizada, es decir, el Estado, ha de realizarla en gran parte. Ello quiere decir que la Fabian Society no es marxista, aunque haya en ella algunos marxistas. […] A esa acusación contestó inmediatamente Bernard Shaw que la Fabian era democrática por esencia, y que los causantes de la derrota eran los liberales clásicos. El partido liberal gobernante es una mezcla de liberalismo a la antigua y de fabianismo.» (Ramiro de Maeztu Whitney, “El socialismo de corbata y la Fabian Society”, La Correspondencia de España, Madrid, jueves 28 de marzo de 1907.)

 
socialismo administrativo, sociedad fabiana

1908 «Por esto el pánico levanta un grito contra el Socialismo, el Comunismo, el Fabianismo, &c., &c. Nadie sabe explicar, con satisfactoria claridad lo que significan esos rótulos. Una de las curiosidades intelectuales de nuestros días es que hay gentes que cogen una palabra, titulan con ella un partido, le dan un significado, y se escandalizan cuando el partido titulado con aquella palabra protesta contra la falsedad del significado atribuido. Así, yo tengo un amigo que repite, con deliciosa fruición, las palabras: Ultramontanismo, Papismo, Jesuitismo; ellas tienen un sabor peculiar en sus labios; le pregunto, por acaso, que me explique y defina todos los vocablos en... ismo. Me contesta que él es pobre en definiciones, pero que sabe con exactitud de que habla. ¿Qué hay que hacer con semejantes personas? Ponen el mote, y el mote determina la naturaleza, mas no una simple fisonomía de las cosas.» (Gabriel Muntaner Pbro. [traductor], “De Inglaterra. La Iglesia y el Trabajo”, La Gaceta de Mallorca, Palma, viernes 2 de enero de 1908, pág. 1.)

«Hace pocas semanas hablábamos en estas columnas de “La crisis del marxismo”. Condenábamos el sistema marxista por su concepción materialista y fatalista de la historia, porque confía a los trusts la misión de instaurar el socialismo y porque solo deja a los obreros la tarea de unirse y de pasearse con banderas y corbatas rojas hasta que llegue el día mágico en que se realice por sí solo el milagro revolucionario. Decíamos que la crisis del marxismo no es la del socialismo, ni siquiera la del colectivismo. El marxismo muere: el socialismo y el colectivismo son más fuertes que nunca. Y lo que ha venido a dar nuevo vigor al socialismo es el movimiento que en Inglaterra se llama fabianismo y en Europa podría llamarse socialismo inglés, pero que nosotros designaremos con el nombre más comprensivo de socialismo administrativo. En realidad, el fabianismo ha existido en Inglaterra mucho antes de fundarse en Londres la Fabian Society. En Birmingham, por ejemplo, bastó el buen sentido del patriotismo local para que, siendo alcalde Mr. Joseph Chamberlain, se estableciese el sistema más amplio de municipalización de los servicios públicos que se había conocido en ciudad alguna.» (Ramiro de Maeztu, “Socialismo administrativo”, Nuevo Mundo, Madrid, jueves 27 de agosto de 1908, pág. 4.)

«Fabian Society. Econ. y Polít. Nombre de una asociación inglesa, fundada en 1884, cuyo fin es fomentar las principales doctrinas del socialismo. Sus adeptos, siguiendo el ejemplo de los fundadores, rechazan todo medio violento de propagnda, que practican por medio de escritos y discursos, Algunos de estos se han hecho populares entre los socialistas, y han influido directamente no sólo en las ideas, mas también en los procedimientos adoptados por sus lectores en defensa de tales doctrinas. Los miembros de la “Fabian Society” han preponderado en la administración municipal inglesa, especialmente en Londres, en donde se han esforzado por difundir el llamado “socialismo municipal”. En estos últimos años su acción ha tenido un carácter socialista menos marcado; de aquí que la asociación haya perdido en importancia. Actualmente cuenta con unos 900 miembros.» (Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, Montaner y Simón, Barcelona 1908, tomo 27, pág. 344.)

«En este respecto, los fabianos han sido considerados siempre por los socialistas ingleses como un partido burgués, pero nosotros nos atrevemos a sostener que mejor les cuadra el título de socialistas que el de individualistas, si estos dos nombres, en la jerga del colectivismo, representan las ideas del proletariado y burguesía.» «En el terreno de la propaganda científica, debemos asegurar que la Sociedad Fabiana llegó a poner en práctica todo género de procedimientos y agotó los más ingeniosos recursos. Conferencia, mitin, revistas, periódicos, carteles, cuestionarios, proclamas, &c., &c., estudiando los más interesantes problemas y proponiendo soluciones y dando orientaciones y medios para llevar a cabo las reformas pedidas.» (Augusto Barcia, “El socialismo en Inglaterra. La Sociedad Fabiana (Fabian Society)”, Prometeo. Revista social y literaria, Madrid, diciembre de 1908, págs. 18-22.)

1910 «En mi crónica anterior os decía: –Siete son las reformas sociales que Canalejas quiere convertir en leyes. ¡Siete! Eso era el lunes: desde entonces ¡cuántas mudanzas en el reloj de las horas en la lengua de Canalejas! Las reformas sociales han ido surgiendo bajo cada chaparrón de palabras que deja caer sobre periodistas, comités, corporaciones. Y vivimos en pleno temporal. […] Al Ayuntamiento ha recomendado la municipalización de servicios. La luz, el agua y los tranvías deberían ser del Ayuntamiento y administrarlo él por su cuenta. Eso para empezar. Luego podría incautarse de los teatros, de los solares, de las industrias, del comercio. Y así ya estaría en régimen socialista municipal. De la colectividad municipal serían entonces los instrumentos de trabajo y suave y pacíficamente se habría eliminado la propiedad privada. A todo este programa ofrece serias resistencias la ley municipal: él la modificará: admirador de los “fabianos” de Londres, gustaríale verlos copiados en Madrid.» (Severino Aznar [1870-1959], “Crónica madrileña. La política social de Canalejas”, Diario de Cáceres, 21 de febrero de 1910, pág. 1.)

«El “fabianismo” de Horacio Wells y de Bernard Shaw intenta un socialismo de corbata y camisa limpia. Camilo Desmoulins decía en la Convención: “¿Qué mal hay para nadie en que los patriotas todos vivan bien? El mal está en que unos coman y otros no. Pero en que coman todos, ¿quién va mal?”.» (Cristóbal de Castro [1874-1953], “Titirimundi. Más allá de la blusa”, Heraldo de Madrid, sábado 16 de abril de 1910, pág. 1.)

«Estas dos diversas tendencias que las Universidades inglesas representan han influido en forma distinta también en la vida pública de su país. Oxford y Cambridge son las fuentes donde brota ese espíritu sereno que da tono a la política inglesa, y ha alcanzado tan alta expresión en Peel, Macaulay, Disraeli, Balfour y otros estadistas, que han tratado con igual tranquilidad y carencia de prejuicios las cuestiones políticas que las materias filosóficas y literarias. En cambio, Londres, Edimburgo, Liverpool, &c., son los centros donde se forman los laboristas y fabianos, los austeros directores de las Ligas de templanza, los conductores de multitudes, los políticos populares por la generosidad de sus sentimientos y la fuerza de sus pasiones: Gladstone, Lloyd George, Sidney Webb, Hardie, &c.» (Tomás Elorrieta y Artaza [1883-1949], “Desde Londres. La Universidad inglesa”, La Correspondencia de España, Madrid, lunes 11 de julio de 1910, págs. 1.)

1911 «Ello ha ocurrido en Inglaterra y en la cabeza de Sidney Webb, fundador de la Sociedad Fabiana y su alma viviente durante estos últimos veinticinco años. Sidney Webb es un oficinista, un burócrata que mientras servía pundonorosamente en el Ministerio de las Colonias se puso a meditar sobre El Capital de Carlos Marx y sobre lo que podía hacer personalmente para apresurar el advenimiento del ideal socialista en el mundo.» «Pero aun falta explicaros un factor, y es este: ¿de dónde han salido los elementos inteligentes y probos, los técnicos con espíritu público de que se han servido los fabianos en Inglaterra y los fomentadores de la política social en Alemania, para realizar su obra? En Inglaterra ha habido fabianismo aun antes de fundarse la “Fabian Society”.» (Ramiro de Maeztu, “Obreros e intelectuales. Conferencia leída el día 5 de Marzo en el Teatro Principal, y perteneciente a la serie organizada por el Ateneo Enciclopédico Barcelonés”.)

«Una conferencia. En el teatro Principal, de Barcelona, dio ayer su anunciada conferencia sobre el tema “Los obreros intelectuales” el conocido literato Ramiro Maeztu. Estudió el problema social con gran copia de datos y comentarios. Historió la labor de los fabianos, en Inglaterra, y demostró la necesidad de un concurso intelectual para que los obreros obtengan reivindicaciones. Dijo que la condición previa para el socialismo era la educación de la clase popular. Aludió a la labor realizada por Costa para europeizar a España, y dijo que España necesita de Barcelona para que sirva de contrapeso a Madrid. Terminó diciendo que todas las regiones españolas tienen por común denominador a Europa. Al terminar la conferencia, el señor Maeztu recibió una ovación del inmenso público que llenaba todo el teatro. La conferencia duró cerca de un ahora.» (Heraldo de Zamora, lunes 6 de marzo de 1911, pág. 3.)

«Los ferroviarios. (Londres 26, 10'25 noche.) Continúa la agitación entre los obreros ferroviarios, exasperados por el informe de la comisión formada para estudiar las cuestiones entre ellos y sus jefes. La Asociación Fabiana ha publicado un manifiesto relativo a la nacionalización de los ferrocarriles. En él declara que todas las líneas podrían comprarse por el precio de 1.1132 millones de libras, cuyo interés sería de 37 millones, siendo las ganancias de 47 millones, que permitirían un aumento de salarios de 10 millones de libras.» (La Vanguardia, Barcelona, viernes 27 de octubre de 1922, pág. 10.)

1920 «El Ayuntamiento de Málaga ha comunicado al alcalde de Barcelona que acudirá, por medio de representación, a la sexta Semana municipal. […] El catedrático don Enrique Martí Jara ha fijado para su lección el siguiente tema: &ldquo:La Sociedad Fabiana y su política municipal”.» (La Vanguardia, Barcelona, viernes 18 de junio de 1920, pág. 4.)

1924 «Fabiana. Hist. Sociedad Fabiana. Sociedad fundada en Londres en 1884 para procurar el triunfo socialista. V. Socialismo.» (Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Hijos de J. Espasa, Barcelona 1924, tomo 23, pág. 12.)

 
socialismo fabiano

1930 «…el mismo Sidney Well [sic], el jefe ilustre del socialismo fabiano e imperialista; ha calificado este imperialismo ultra atlántico de cobarde asesinato de pueblos (1. S. Well [sic], “Social Democracy”).» (José María Vargas Vila [1860-1933], Ante los bárbaros, edición definitiva, Ramón Palacio Viso, Barcelona 1930, pág. 183.)

Marzo de 1946: el fabiano Sir William Beveridge inaugura en Madrid una “cátedra de Seguridad Social”

1959 «Socialismo fabiano. Corriente reaccionaria burguesa creada en Inglaterra para combatir el socialismo científico. La “Sociedad de los Fabianos”, fundada en 1884, preconizaba el pasaje gradual del capitalismo al socialismo por medio de la “colaboración” de la burguesía y del proletariado. La propia designación, “Sociedad de los Fabianos”, originada en el nombre del capitán romano Fabio Cunctator (el Contemporizador), reputado por su táctica de prudencia y de conciliación, sirve de testimonio ya del carácter reaccionario, antiproletario, del socialismo fabiano. Los representantes del socialismo fabiano eran enemigos encarnizados de la lucha de clases, de la revolución proletaria y de la dictadura del proletariado (ver). Carentes de un programa teórico bien determinado, al mismo tiempo que se declaraban indiferentes a las cuestiones filosóficas, los fabianos se alzaban contra la concepción materialista de la historia. En su carta a Kautsky del 4 de setiembre de 1892, Engels califica a los fabianos de políticos burgueses típicos que tratan de arrastrar a los obreros hacia el campo de los liberales. “Es una camarilla de socialistas burgueses de variados estilos, desde advenedizos hasta socialistas y filántropos sentimentales, unidos únicamente por el miedo de la dominación eventual de los obreros, prontos a todo para conjurar el peligro...” (Marx/Engels, Obras, Ed. alem.). Más tarde, en una carta a Sorge fechada en enero de 1893, Engels habla de los fabianos de Londres como de una banda de advenedizos cuyo principio es el “miedo a la revolución”. En la época del imperialismo, el socialismo fabiano defendió abiertamente los intereses del capital financiero, sostuvo las guerras imperialistas por el reparto del mundo, y se pronunció enérgicamente por el reforzamiento de la opresión colonial. El socialismo fabiano se transformó en “imperialismo fabiano”, su característica fue de “socialismo en palabras, imperialismo en los hechos, transformación del oportunismo en imperialismo” (Lenin, Obras, Ed. rusa). Analizando en detalle la esencia de clase reaccionaria del socialismo fabiano, Lenin explica su difusión entre las capas superiores de la clase obrera, por el hecho de que la burguesía puede corromper a esas capas obreras al explotar los pueblos coloniales. En la época en que existen los dos campos, el campo de la democracia y el socialismo, y el campo del imperialismo, el socialismo fabiano es utilizado activamente por numerosos jefes laboristas de derecha, en beneficio de la burguesía reaccionaria. En la actualidad, los socialistas fabianos propagan concepciones idealistas subjetivas sobre el desarrollo de la naturaleza y la sociedad.» (“Socialismo fabiano”, Diccionario filosófico abreviado · 1959:469-470.)

«Socialismo de cátedra. Corriente teórica y política que se formó en la segunda mitad del siglo XIX en el seno de las universidades alemanas. Sus portavoces trataban de demostrar que se podía edificar un estado popular en la Alemania prusiana por medio de reformas y sin necesidad de derrocamiento revolucionario del estado feudal y burgués, sin lucha de clases. Hacían pasar el capitalismo de Estado por socialismo. En 1872, organizaron en Alemania la “Unión de la política social” para “predicar desde lo alto de la cátedra” las reformas sociales y el socialismo, la “paz social”, la negación del espíritu de partido, la ciencia “por encima” de las clases, &c. El socialismo de cátedra fue uno de los aspectos de la política de Bismarck en favor de los feudales prusianos, consistente en hacer pasar al estado alemán de los nobles por un estado “popular” que construye el socialismo. Esa ideología reaccionaria era impuesta por los lassallianos a la clase obrera y fue denunciada por Marx en la Crítica del programa de Gotha (ver) (ver igualmente Lasalle). Entre los “socialistas de cátedra” alemanes, se puede citar a Hildebrand, que se pronunciaba abiertamente contra Marx y Engels; a Wagner, Brentano, Sombart y otros heraldos del régimen prusiano. En el movimiento obrero alemán, eran sostenidos por los lassallianos, y en Rusia, por los “marxistas legales” y los “economistas” (Struve, Tugan-Baranovski, &c.) (ver Marxismo legal; economismo). Actualmente, esa ideología está representada por los socialistas de derecha, los tradeunionistas, los fabianos. (Ver socialismo fabiano).» (“Socialismo de cátedra”, Diccionario filosófico abreviado · 1959:469.)

1965 «Socialismo fabiano. Corriente reformista que surgió en Inglaterra como antípoda del socialismo científico. La denominación de “socialismo fabiano” se inspira en el nombre del caudillo militar romano Fabio Máximo Cunctátor (el Contemporizador). En 1884, se fundó la Sociedad de los Fabianos, que en 1900 se incorporó al partido laborista en calidad de grupo literario-publicista. Son representantes del socialismo fabiano los esposos Webb, Morgan Philipps, Attlee, Morrison y otros. El movimiento fabiano como tal renuncia oficialmente a toda filosofía, pero muchos de sus partidarios apoyan a la religión y respecto a la concepción de la historia mantienen la teoría de que, en la vida de la sociedad, lo decisivo son las ideas y niegan la lucha de clases. Según palabras de Lenin, el socialismo fabiano es “la expresión más acabada del oportunismo y de la política obrera liberal...” (t. XXI, pág. 234).» (“Socialismo fabiano”, Diccionario filosófico · 1965:431.)

[ 1968 «En el terreno de la recreación crítica de lo real, Vidas secas, de Nelson Pereira Dos Santos, representa una tentativa lograda en la búsqueda de ese equilibrio. Basado en Graciliano Ramos, que en la literatura realizó el equivalente de esa armonía observación + reflexión, Nelson Pereira, al abordar la realidad social de Fabiano, construye un lenguaje reflexivo totalmente adaptado a la creación de la realidad expuesta. Así, su forma de reflexión aparece también como forma descriptiva. La creación del realizador queda organizada en una forma de comprensión de lo real. No se trata aquí de imponer ideas prefabricadas o de aprisionar al personaje, transformándolo en simple portavoz del autor. Fabiano, Sinha Vitoria y sus hijos son expuestos como personajes vivos, existiendo en sus vidas. Vidas secas es un verdadero estudio sociológico en el terreno de la creación cinematográfica. Si sus personajes no están ligados a la sociedad, si no asumen la participación historicosocial de los personajes de Acorazado Potemkin, por ejemplo, esta situación no resulta de una deficiencia de abordaje completo por parte de su autor. Fabiano y Sinha Vitoria son personajes históricos, viven una realidad primitiva que los condiciona y les impide cualquier participación. A través de Vidas secas el cine brasileño comienza a descubrir el primitivismo estático de su situación colonial. Su autor optó por la exposición de este primitivismo.» (Norma Bahía Pontes [1941-2010], “Cine y realidad social”, Pensamiento Crítico, La Habana, febrero de 1968, número 13, página 179.) ]

1973 «Fabianos: miembros de la Sociedad Fabiana, organización reformista inglesa fundada en 1884. La Sociedad tomó su nombre del caudillo romano Fabio Máximo llamado Cunctátor (s. III. a. de n. e.), el Contemporizador, por su táctica expectante, en virtud de la cual rehuía los combates decisivos en la guerra con Aníbal. Los miembros de la Sociedad Fabiana eran primordialmente intelectuales burgueses: hombres de ciencia, escritores y políticos (S. y B. Webb, B. Shaw, R. MacDonald y otros); negaban la necesidad de la lucha de clase del proletariado y la revolución socialista y afirmaban que el paso del capitalismo al socialismo era posible únicamente por medio de reformas y de transformaciones paulatinas de la sociedad. En 1900, la Sociedad Fabiana ingreso en el Partido Laborista. El “socialismo fabiano” es una de las fuentes de la ideología laborista. Durante la guerra imperialista mundial de 1914-1918 los fabianos ocuparon una posición socialchovinista.» (V. I. Lenin, Obras, tomo VI (1916-1917), Progreso, Moscú 1973, pág. 220.)

1984 «Socialismo fabiano. Corriente reformista en Inglaterra, que surgió como antípoda del socialismo científico. Debe su nombre al caudillo militar romano Fabio Cunctátor (El Contemporizador). En 1884 se organiza en Inglaterra la Sociedad de los Fabianos, que en 1900 pasa a formar parte del partido laborista con derechos de grupo literario-publicista. Los representantes del socialismo fabiano son los esposos S. y B. Webb, M. Philips, H. Wells, B. Shaw y otros. El socialismo fabiano se desdice oficialmente de toda filosofía, pero muchos de sus partidarios apoyan a la religión, en las concepciones de la historia se atienen a la doctrina del papel decisivo de las ideas en la vida de la sociedad y niegan la lucha de clases. Según señalara Lenin, el socialismo fabiano es “la expresión más acabada del oportunismo y de la política obrera liberal...” (t. 26, p. 267).» (“Socialismo fabiano”, Diccionario de filosofía · 1984:401.)

gbs