Juan Cebrián Cervera 1848-1935

Ardoroso hispanista y mecenas, inmarcesible defensor de España, de la Hispanidad y de sus instituciones. Hijo de militar, recién cumplidos los veinte años de edad, en septiembre de 1868, es promovido a teniente ingeniero militar (tras culminar sus estudios en la Academia de Ingenieros del Ejército establecida entonces en el Cuartel de San Carlos de Guadalajara). En 1869 solicita la licencia absoluta del Ejército español, junto con su inseparable compañero y socio Eusebio José Molera Bros (Vich 13 noviembre 1846-San Francisco 1932), buscando ambos salir de España y establecerse en Prusia.
Al no poder realizar sus proyectos europeos deciden embarcarse rumbo a los Estados Unidos de Washington: en 1870 ya trabajan por Nueva York, antes de marchar hacia el prometedor Oeste californiano. En enero de 1873 llegan en el buque Pacific a Santa Bárbara, después se asentarán como vecinos en San Francisco. Juan Cebrián Cervera adopta pronto la nacionalidad yanqui, pero antes altera el orden de sus apellidos para adaptarse a los usos ánglicos: “John Cervera Cebrian”, “John C. Cebrian”, “Juan C. Cebrián”, “J. C. Cebrián”, “J. C. C.”. [Algunos investigadores despistados o bobos, realimentados por el imbécil autor colectivo de la pedestre entrada que le dedica Vulgopedia, se empeñan en deshacer la abreviatura “Juan C.” atribuyendo a Cebrián Cervera el nombre del rey sucesor en España del general Franco.]
Nacido el 24 de agosto de 1848 en Madrid, murió también en la capital de España, el 20 de febrero de 1935. Matrimoniado en 1875 con María Josefa “Pepa” de Laveaga (Mazatlan, Sinaloa 27 octubre 1858-San Francisco 21 abril 1920), fueron padres de nueve hijos, ocho sobrevivieron a la madre, siete al padre. La prensa yanqui tituló así la noticia de su muerte en Madrid: “John C. Cebrián, S. F. Capitalist, Dies in Spain. Architect and Engineer Succumbs at Age of Eighty-six”. Estaba visitando a una de sus hijas, María Concepción Cebrián de Laveaga, casada en Madrid con Ramón Fernández de Caleya del Amo, y por eso quedó enterrado en el Cementerio Municipal de Yepes (Toledo).
Desde 1916 fue principal impulsor de la batalla contra la insidiosa voluntad política de tantos malandrines, dentro y fuera de la Hispanidad, de anegar en lo latino cuanto se refiera a España y lo hispánico, y contra el empeño de otros de anegar lo español en lo ibero. Inició Juan Cebrián Cervera esta cruzada publicando una carta en español en el diario Las Novedades (Nueva York, 2 de marzo de 1916): “Pueblos Hispano-americanos y no Latino-americanos”, e impulsó y financió dos opúsculos monográficos: América Española o Hispano América. El término “América Latina” es erróneo (Madrid 1919) y Nuestra raza es española (ni latina ni ibera) (Madrid 1926).
1868 «Por el ministerio de la Guerra se han tomado últimamente estas resoluciones: […] Ademas han sido promovidos a tenientes los siguientes alféreces, alumnos de la academia especial del cuerpo de ingenieros, por haber concluido con aprovechamiento sus estudios. D. Severiano Sánchez Manso.– D. Joaquín Hernández y Fernández.– D. Ramiro Bruna y García.– D. Pedro Pedraza y Cabrera.– D. Juan Cebrián y Cervera.– D. Francisco Pérez de los Cobos y Bellesga.– D. Felipe Miguel y Bassols.– D. Francisco Castro y Ponte.– D. Ladislao Angulo y Ballesteros.– D. Alejandro Castro y Plá..– D. Juan García de la Sastra.– D. Joaquín Reventor y Modolell.– D. Gaspar Núñez y Cañadas.– D. José San Gil y Villanueva.– D. Ricardo Mir y Febrer.– D. Amador Villar y Castropol.– D. Felipe Gómez y Pallete.– D. Juan Horta y Mas.– D. Marcos Cobo y Casino.– D. César Saenz y Torres.– D. Enrique García y Fernandez de Mesa.– D. Federico Castro y Zea.– D. Eusebio Lizaso y Azcárate y D. Fernando Dominicis y Mendoza.» (La España, Madrid, 15 septiembre 1868, pág. 3.)

1873 «From San Francisco (by Telegraph to the Santa Barbara Press.) Passenger List. Passengers for Santa Barbara, per steamer Pacific, Jan. 9th: […] E. Burdick, Juan Cebrian, P. B. Molera, G. F. Howlitt, J. Blackburn […]» (Santa Barbara Press, 9 january 1873, vol. I, nº 9, page 2.)
«J. C. CEBRIAN, Civil Engineer, Architect and Surveyor, Santa Barbara, Cal. Office.– Next door to Wells, Fargo & Co.’s Express office. Surveys of Ranchos –all kind of engineering– designs and specifications for city and country buildings made promptly. References: Col. R. S. Williamson. U. S. Engineers. Dr. J. W. Shaw, Santa Barbara. Captain W. E. Greenwell. U. S. C. S. Judge Chas. Fernald. Santa Barbara. Thos. R. Bard, Hueneme.» (Santa Barbara Press, 20, 21, 24, 25, 27, 28, 30, 31 january; 3, 5, 11, 12, 17, 18, 19, 20, 25 february; 3, 8, 10, 15, 18, 20, 21, 24, 25, 28, 31 march; 3, 4, 5, 8, 12, 17, 22, 24, 25, 29, 30 april; 1, 6, 7, 9, 12, 13, 14, 17, 20, 21, 22, 23, 27, 28, 29 may; 4, 9, 14, 18, 19, 20, 21, 23, 24, 30 june; 19 july; 15, 16, 18, 19, 20, 25, 26, 29, 30 august; 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, 12, 13, 20, 23, 27 september; 2, 11, 15, 17, 25 october; 4, 5, 8, 10, 11, 12, 15, 17, 18, 19, 20, 21, 22 november; 1, 5, 31 december 1873; 5, 6, 8, 9, 10, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 19, 21, 24, 31 january; 14, 16, 17 february 1874.)
«Not Mr. Cebrian.– Mr. J. C. Cebrian was not meant in our recent reference to a certain civil engineer. He, on the contrary, says that the deepening of the Estero for a harbor is perfectly feasible. Mr. Cebrian is a gentleman of too clear a head, to commit himself to the absurd objections raised by a certain civil engineer who is under the sway of the Tom Scott Influence.» [No es el señor Cebrián–. Nuestra reciente mención a cierto ingeniero civil no se refería al señor J. C. Cebrián. Por el contrario, él sostiene que profundizar el Estero para construir un puerto es perfectamente factible. El señor Cebrián es un caballero demasiado lúcido como para comprometerse con las absurdas objeciones planteadas por cierto ingeniero civil que está bajo la influencia de Tom Scott.] (Santa Barbara Press, Santa Bárbara, 8 marzo 1873, p. 3.)
«District Court.– Kalisher vs. Dickerson et al. On motion of Fernald & Richards, decree and judgment entered directing partition of Rancho Guadalasca to be made. H. H. Harmon, John S. Stow, and J. C. Cebrian were appointed referees to make partition.» [Kalisher contra Dickerson y otros. A petición de Fernald & Richards, se juzgó y decretó sentencia ordenando la partición del Rancho Guadalasca. H. H. Harmon, John S. Stow y J. C. Cebrián fueron designados árbitros para realizar tal partición.] (Santa Barbara Weekly Press, Santa Bárbara, 23 agosto 1873, V:8, p. 5.)
«Board of Trustees. September 11.– Regular meeting of the Board. Present: Janssens, Porter, Rundell and Tebbetts. Mr. Janssens was elected President pro tem. Minutes of the last meeting were read and approved. […] The following bills were ordered to be paid: Jose Arellanos, for work on streets: $35.00; Felipe Olivas, for work on streets: $35.00; José Olivas, for work on plaza: $4.00; […] J. C. Cebrian, for surveying and tracing map: $75.00. On motion J. C. Cebrian was directed to survey the lines of Cañón Perdido street, from State to Anacapa, and to make a map of the same, showing what ground is necessary to be taken to open said street, and also showing what land the present owners will have left after opening said Cañón Perdido street, and to make a report at the next meeting of the Board.» [Junta de Síndicos. 11 de septiembre.– Reunión ordinaria de la Junta. Presentes: Janssens, Porter, Rundell y Tebbetts. El Sr. Janssens fue elegido Presidente pro tempore. Se leyeron y aprobaron las actas de la última reunión. […] Se ordenó pagar las siguientes cuentas: José Arellanos, por trabajo en calles: $35.00; Felipe Olivas, por trabajo en calles: 35.00; José Olivas, por trabajo en plaza: 4.00; […] J. C. Cebrian, por agrimensura y trazado de mapa: $75.00. Por moción, se encomienda a J. C. Cebrian que agrimensure la traza de la calle Cañón Perdido, desde State hasta Anacapa, y que levante un mapa de la misma, mostrando qué terreno es necesario tomar para abrir dicha calle, mostrando también qué terreno les quedará a los actuales dueños después de abrir esa calle Cañón Perdido, y que presente un informe en la próxima reunión de la Junta.] (Santa Barbara Daily Press, Santa Bárbara, 17 septiembre 1873, p. 3.)
«Sidewalks. Mr. Cebrian, Town Surveyor, was at work to-day, establishing the grade for sidewalks on Ortega street, for which we return thanks.» Aceras. El señor Cebrián, agrimensor municipal, estuvo trabajando hoy en la determinación de la rasante de las aceras de la calle Ortega, lo que le agradecemos.] (Santa Barbara Daily Press, Santa Bárbara, 14 octubre 1873, p. 3.)
«Sueltos del Pacífico. Para Washington salió no hace mucho una delegación de indios Pimas y Maricopas. Con ellos va J. H. Stoat, agente especial de dichos indios en la reservación del Gila en Arizona. A su cuidado van Antonio Azul, jefe de los Pimas, Juan Chivare, jefe de los maricopas, dos sub-jefes y un intérprete con destino a Washington, y de ahí al Territorio Indio para buscar un lugar conveniente a sus tribus. Todos ellos salieron en el Mohongo de San Diego para San Francisco y de ahí partirán para la capital. […] Un portugués llamado Antoine Silva, tratando de entrar en un carruaje del ferro-carril de Nevada cerca de Gold Hill cuando este iba andando, se cayó, y pasándole doce carros por encima le cortaron ambas piernas. En un camino cerca de Gold Hill se apostaron cuatro hijos testarudos de la nebulosa Albión diciendo que nadie pasaría sin pelear por allí. Por algún tiempo fueron dueños del campo y salieron victoriosos en cincuenta peleas; pero al fin fueron derrotados y golpeados de lo lindo por tres robustos irlandeses. […] Un tal Anderson, que vivía antes en los Gatos, se halla ahora en la cárcel de San José acusado de haber cometido incesto con su hija de 14 años de edad. Un minero italiano se mató accidentalmente en la mina Oneida, cerca de Jackson, en el condado de Amador. Un chino que se hallaba en la cárcel de San Rafael trató de ahorcarse; pero hizo tanto ruido que despertó el carcelero, y corriendo al lugar del ruido, cortó la cuerda de que pendía el celestial. […] El plano y dibujo del puente que ha de cruzar el arroyo en la calle Montecito, y que ha sido ejecutado por el arquitecto Cebrián, es muy bonito, dice el Times.» (La Crónica, Los Ángeles, sábado 18 de octubre de 1873, nº 77, p. 1.)
«Santa Bárbara. Mr. Andonaegui ha abierto su nueva tienda, la cual ofrece una brillante apariencia. Este caballero es acreedor a grandes elogios por el espíritu público que demuestra y su ejemplo debiera ser imitado. Es una lástima que en el arreglo de la tienda no se haya seguido por completo el plano del arquitecto J. C. Cebrián. Hubiérase construido la oficina y ventanas conforme a su diseño y no hubiera tienda más elegante al Sur de San Francisco.» (La Crónica, Los Ángeles, sábado 20 de diciembre de 1873, nº 95, p. 1.)
1874 J. C. Cebrián, “The Town Survey” (Santa Barbara, Jan. 11th, 1874), Santa Barbara Weekly Press, Santa Bárbara, 17 de enero de 1873, volumen V, número 29, pág. 3):
The Town Survey.
Santa Barbara, Jan. 11th, 1874.
To the Editor of the Santa Barbara Press.
In reply to the communication addressed to you by “Nobody in Particular,” published on the 10th inst., in your paper, I am going to furnish a few items with which to satisfy all such natural questions as the one referred to.
The answer to it is:
This fearful complication of street lines will he settled when the decision of the Supreme Court oh this point is made known.
Now that the question of the town survey is brought about once more, you may add to the other valuable information furnished through your paper to the constant tide of new-comers that wish to settle down in Santa Barbara, the most important one about the state of the town survey of this place.
Three different surveys have been regulating the streets of this town: 1st. Haley’s, as shown by his so-called standing monuments. 2d. Haley’s, as shown by the figures set on his map. 3d. Haley’s, as retraced by Barker, in 1871, trying to adopt the old Haley monuments, as far as they permitted, to keep the streets straight, with no more than one jog to each, and square with each other, having in this way several jogs in town and blocks of different sizes, some as large as 465x467 feet, instead of being 450x450 feet.
This third survey, or Barker’s survey, is the only one adopted by the present town authorities, and followed by the town surveyor, the office which I resigned on the 8th instant.
Now, if a piece of ground is surveyed a second time according to a different survey from the one followed the first time, the boundaries may be different, and even the contents may be altered. If the new survey betters the property anywise, the owner rejoices over it, and wants to stick to the second survey. If, on the contrary, the second survey causes the owner to lose in any way, or to alter fences or any kind of improvements, he most generally grumbles at it, declares it deficient, and throws the fault upon some one, not knowing anything of the confusion of Haley’s, Norway's and Barker's surveys, of square blocks and rectangular blocks, of jogs in the streets and streets without jogs, etc., etc., that for such a long time has kept back the improvements in Santa Barbara.
El estudio topográfico de la ciudad.
Santa Bárbara, 11 de enero de 1874.
Al editor de Santa Barbara Press.
En respuesta a la comunicación dirigida a usted por “Nadie en particular”, publicada en su periódico el 10 de este mes, voy a proporcionar algunos elementos con los que satisfacer todas las preguntas tan oportunas como la mencionada.
La respuesta es:
La terrible complicación del trazado de las calles se resolverá cuando se dé a conocer la decisión de la Corte Suprema sobre este punto.
Ahora que la cuestión del estudio topográfico de la ciudad se plantea una vez más, puede agregar al resto de la información tan valiosa proporcionada por su periódico a la marea constante de recién llegados que desean establecerse en Santa Bárbara, la más importante sobre el estado del estudio topográfico urbano de este lugar.
Tres diferentes estudios topográficos vienen regulando las calles de esta ciudad: 1. El de Haley, como lo muestran sus llamados monumentos en pie. 2. El de Haley, como aparece en los diseños trazados en su mapa. 3. El de Haley, rediseñado por Barker en 1871, tratando de asumir los antiguos monumentos de Haley, siempre que pudo para mantener las calles rectas, con no más de un recodo en cada una, escuadras entre sí, manteniendo de esta manera varios recodos en la ciudad y parcelas de diferentes tamaños, algunas tan grandes como de 465x467 pies en vez de ser de 450x450 pies.
Este tercer estudio, o plan de Barker, es el único adoptado por las actuales autoridades de la ciudad, y seguido por el agrimensor de la ciudad, cargo al que he renunciado el día 8 de este mes.
Ahora bien, si una parcela de terreno se mide por segunda vez con una medición diferente de la que se siguió la primera, los linderos pueden ser distintos e incluso pueden afectar al contenido. Si la nueva medición mejora la propiedad de alguna manera, el propietario se alegrará y buscará ceñirse a la segunda medición. Si, por el contrario, la segunda medición hace que el propietario pierda algo, o que altere las cercas o cualquier tipo de mejoras, es natural que se queje, la tenga por deficiente y echará la culpa a alguien, sin saber nada del embrollo de las mediciones de Haley, Norway y Barker, de parcelas cuadradas o rectangulares, de calles con desajustes y calles sin desajustes, etc., etc., que durante tanto tiempo vienen retrasado las mejoras en Santa Bárbara.
«Sueltos locales. También llegó ayer a nuestra población el Sr. J. C. Cebrián, Ingeniero Civil que reside en Santa Bárbara.» (La Crónica, Los Ángeles, sábado 10 de octubre de 1874, pág. 3.)
«Sueltos locales. Despues de haber pasado algunos dias entre nosotros, salió ayer para Santa Bárbara, adonde reside, el Sr. J. C. Cebrián. Durante su corta permanencia en Los Ángeles hemos aprendido a apreciar las bellas prendas que adornan a su persona, como particular y como amigo, y nuestro deseo es que no sea la que nos ha hecho su última visita.» (La Crónica, Los Ángeles, miércoles 14 octubre 1874, pág. 3.)
«Spanish items. We translate the following items from our esteemed contemporary, La Crónica: […] Mr. John C. Cebrian, architect and civil engineer, of Santa Barbara, honored us with his company for a few days and left yesterday for his home.» (Los Angeles Daily Herald, viernes 16 octubre 1874, pág. 3.)
★ 1875 Juan Cebrián y Eusebio Molera contraen matrimonio con rumbosas hispano californianas
Antes de cumplir los treinta años Juan Cebrián y Eusebio Molera, firmemente unidos como emigrantes tras haber abandonado juntos el ejército español que les había formado como ingenieros, contraen matrimonio en 1875 con rumbosas hispano californianas. Y se dará la circunstancia de que tanto Juan Cebrián como Eusebio Molera cuajarán matrimonios estables durante más de cuatro décadas, quedándose viudos los dos el año que cumplieron los setenta y dos de edad: Molera en 1918, Cebrián en 1920. La mujer de Molera era dos años mayor que él; Cebrián era diez años mayor que su mujer. Molera no debió llegar a conocer a su suegro inglés, ya muerto en 1872, y se convierte en el varón de un entorno familiar pequeño, de rancheros bien situados económicamente. Cebrián, dos años más joven que Molera, al casarse con una joven de diecisiete años, se incorpora a una familia mucho mejor situada económicamente, pero también más numerosa y compleja. Estas circunstancias determinarán sin duda la evolución ulterior de los dos exmilitares ingenieros.
Al morir Francesca Amelia Cooper de Molera (1844-1918) quedaron huérfanos su hijo Andrew J. Molera (1877-1931), bohemio empresario y ranchero, y su hija Frances M. Molera (1879-1968), historiadora, empresaria y ranchera. Amelia Cooper era hija del capitán de la marina mercante Juan Bautista Rogers Cooper (1791-1872, nacido en la isla hoy deshabitada de Alderney, en el Canal de la Mancha; asentado en Monterrey desde 1823 y naturalizado mexicano en 1830) y de Encarnación Vallejo (1809-1902, nacida española en Monterrey, capital de la provincia novohispana de Nueva o Alta California, fundada en 1770 como Presidio Real de San Carlos de Monterrey). El capitán Cooper cedió ya en 1852 a su esposa Encarnación Vallejo la propiedad conocida hoy como Museo Cooper Molera Adobe, en cuyo sitio de internet pueden encontrarse curiosas noticias sobre esa prominente familia de pioneros, en terminología yanqui, de California.
Al morir María Josefa de Laveaga de Cebrián (1858-1920), mucho más joven que Amelia Cooper Vallejo, dice su esquela que dejó huérfanos nueve hijos vivos. Estos hemos identificado, con los errores propios de las varias fuentes utilizadas: Josephine Genevieve (1879-1953, luego McCormick) ❦ Juan Enrique Roberto (1881-1887) ❦ Edward (1882-1944) ❦ María Concepción (casada con Ramón Fernández de Caleya del Amo, vivían en Santander y Madrid; en su casa murió Cebrián en 1935, y en 1936 fue “asesinado a manos de los rojos” su hijo Roberto Fernández de Caleya Cebrián, de 21 años) ❦ Luis (Francia 1886-San Francisco 1938; casado en 1919 con Katharine Anna Crofton; en 1920 se rompe una pierna en Fontibre, en 1928 da una fiesta en su casa de Madrid con abundacia de nobles invitados, allí nace su hijo Luis Enrique Cebrián –1933-2008–, en 1935 agradece por carta a la Real Academia Española el pésame institucional que ha recibido la familia y en 1936 el matrimonio Luis y Katharine con sus dos hijos “debido a que eran conocidos realistas fueron objetivo de los republicanos comunistas durante los disturbios que condujeron a la guerra civil española: fueron rescatados por la Embajada de Alemania y enviados a San Francisco”) ❦ Juan “Harry” (1887) ❦ Ralph (S.F. 16 julio 1889-S.F. 9 noviembre 1970) ❦ Beatriz (1896-1962, luego de Miguel Sanz, vivía en España) ❦ Isabel Cebrián de Laveaga (1897-1958, luego Coch/Koch).
Cinco años después de llegar a los Estados Unidos de Washington aquellos dos jovenes amigos, que bien formados como ingenieros militares por España renunciaron a servir a su ejército y abandonaron incluso la patria, habían logrado introducirse por matrimonio en sólidas y prósperas familias hispanas de pioneros californianos, por lo que ya podían reconducir su futuro al margen de la mera supervivencia de empleos más o menos ajustados a su formación. El arquitecto Modesto López Otero (1885-1962), director de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, con ocasión del homenaje que en 1933 rindieron a su mecenas bibliográfico, escribió una apologética Biografía de Don Juan Cebrián a partir, como es natural, de la reconstrucción de su trayectoria que le trasladó, sesenta años después, el propio biografiado y/o sus hijos; relato que tiene interés, con todas sus distorsiones, si no se ignoran otras muchas reliquias disponibles:
«Van a América a una empresa inteligente, llevando un elevado ideal y alguna ciencia, grandes ilusiones, poco equipaje, muchos libros: los libros que han de engendrar la biblioteca Cebrián-Molera, la que, andando el tiempo, ha de ser la más importante de San Francisco de California. Desembarcaron en Nueva York. Como los escasos medios materiales exigían apremiantemente una colocación, tanto como la impaciencia de poner en marcha su impetuosa actividad, ingresó Cebrián en cierta Empresa de construcción de maquinaria, aceptando una plaza de delineante, aunque por poco tiempo, pues este humilde empleo no satisfacía sus impacientes aspiraciones, y siguiendo el consejo de los letreros que por entonces inundaban las calles de la gran ciudad “Young Man, go West”; como su voluntad y la de su amigo eran lo suficientemente fuertes para, continuar sin desmayo la aventura, al Oeste se fueron. La joven ciudad de San Francisco, apenas surgida del humilde poblado de Yerba Buena, acababa de sufrir una de las muchas conmociones sísmicas que la han destruido. Pensaron que no sería difícil encontrar en la reconstrucción un provisional acomodo. Ya en California, se colocaron en la oficina de los Faros del Pacífico; el trabajo era monótono y poco importante; no conforme Cebrián, decidió abandonarlo. Una de las disciplinas de la Academia Militar que habían despertado su interés era el estudio de los ferrocarriles, que apenas en España habían empezado a tener aplicación. […] En aquel furor ferroviario no le fue difícil a Cebrián ingresar en la gran Compañía del ferrocarril del Norte de California, esta vez con más suerte, pues aunque sirvió primeramente en un puesto subalterno, bien pronto se revelaron las virtudes del joven ingeniero, inteligente, disciplinado e infatigable y con una extraordinaria conciencia del cumplimiento del deber, por todo lo cual fue situado en las oficinas centrales para la muy elevada tarea de acoplar, coordinar y corregir los estudios que del campo iban llegando. Esta nueva existencia de Cebrián era dichosa. Su trabajo estaba bien recompensado y, lo que era más importante, su técnica se enriquecía asimilando lo mejor y más nuevo en el contacto con sus jefes ingenieros, al mismo tiempo maestros y camaradas. Sin embargo, un día la suerte le abandonó. Quebró la Empresa, y no hubo otro remedio que lanzarse a trabajar independientemente.» (López Otero.)
1875 «Married. At Vallejo, March 29th, by Rev. Father Luis, at the residence of Dr. Vallejo, Mr. Eusebio Molera to Miss Amelia Cooper, both of San Francisco. [No cards.]» (Daily Alta California, San Francisco, tuesday, 30 march 1875, p. 4.)
Copia del pergamino colocado dentro de la primera piedra del Templo Hispano-Americano.
(De El Tecolote.)
El día 15 de Agosto de 1875, siendo papa Pío IX, en el año trigésimo de su pontificado; siendo Arzobispo de la primera iglesia metropolitana de la América del Norte el Exmo. y Rvmo. Dr. Don Jaime Roosevelt Bailey, Arzobispo de Baltimore; siendo primer cardenal creado en América el Exmo. y Rvmo. Dr. Don Juan McCloskey, Arzobispo de Nueva York; siendo Arzobispo de San Francisco el Exmo. y Rvmo. Dr. Don José S. Alemauy, en el año vigésimo quinto de su consagración.
Presidente de los Estados Unidos de la América del Norte, el C. Ulises S. Grant, y Gobernador del Estado de California el C. Romualdo Pacheco.
Nosotros, los hispano-americanos de San Francisco, California, bajo la dirección del Rev. P. Andrés Garriga, cura, con esta piedra bendita por nuestro Sr. Arzobispo y apadrinada por el Sr. Don Camilo Martín y la Señorita Ignacia de Laveaga, y bajo la inspección de los arquitectos españoles Sr. D. Eusebio Molera y Sr. D. Juan Cebrián comenzamos a edificar esta iglesia para mayor gloria de Dios, honor de la Virgen Stma. de Guadalupe y servicio espiritual de la raza hispano-americana.
La población de los Estados Unidos se calcula hoy en cincuenta millones; la de San Francisco en doscientos treinta mil, de los cuales tres mil son de raza hispano-americana. Estos están organizados del modo siguiente:
Una Sociedad de Beneficencia General Mexicana; Presidente, Sr. D. Guillermo Andrade.
Una Sociedad de Beneficencia Mútua entre caballeros, bajo el patrocinio de San José.
Una Sociedad de Beneficencia Mútua entre señoras, bajo el patrocinio de Santa Mónica; Presidenta, Sra. Doña Benita de Erquiaga.
Una compañía de milicia urbana llamada “Guardia de Juárez;” Presidente, Sr. Dr. D. Domingo Valencia.
Otra compañía militar urbana llamada “Guardia Lerdo;” Presidente, Sr. D. Tomás M. Jewett.
Se publican actualmente en el Estado de California cuatro periódicos en lengua castellana. En San Francisco, La Voz del Nuevo Mundo, La Sociedad y El Tecolote; en Los Ángeles, La Crónica.
Componían la comisión de arreglos para edificar esta iglesia los siguientes caballeros.
Presidente, Sr. D. Camilo Martín; Vice-Presidente, Sr. D. G. Andrade; Tesorero, Sr. D. Enrique Barroilhet; Secretario, Sr. D. Miguel Pritchard; Pro-Secretario, Sr. D. Santiago Ainza; Vocales, Señores Celedonio Ortiz, Gregorio Almada, Juan M. Aguirre y Federico de la Fuente.
El terreno y adjuntos para sitio de la iglesia ha costado $10.865. El edificio por sí sólo, se calcula que costará en todo unos treinta mil pesos. Total, hasta hoy, veinte y ocho mil pesos, que, con la excepción de $250, han sido colectados todos de manos de hispano-americanos. (Firmado en forma.)
(La Crónica, Los Ángeles, 4 septiembre 1875, p. 2.)
1876 «Sueltos locales. El Domingo pasado se hallaron en esta ciudad Don Rafael Garay y el Sr. Quijano, ingenieros de la comisión de la Baja California. Les acompañaban los Sres. Guillermo Andrade y Gregorio Almada. Salieron la tarde del mismo día para San Diego con objeto de unirse con el Lic. Canalizo, y esperar allí al Sr. Blanco, ingeniero en jefe de la comisión, que se halla actualmente en San Francisco. Sentimos en extremo no haber tenido el gusto de saludar a dichos señores a su paso por esta población por haber estado ausentes de la ciudad. Agradecemos la visita que nos hicieron. • Hace dos o tres dias estuvo en Los Ángeles el Sr. J. C. Cebrián, ingeniero civil, que vino de visita con su esposa. El lunes salieron por tierra de regreso para San Francisco. Sentimos que la necesidad de atender a asuntos de importancia en la metrópolis del Estado, les haya obligado a acortar su visita a Los Ángeles.» (La Crónica, Los Ángeles, miércoles 15 de marzo de 1876, p. 3.)
«Ranch to lease! The ranch known CUYAMA NO. 2, in Santa Barbara County and in the vicinity of Kero County, consisting of 25.400 acres of good grazing land suitable for sheep or cattle, will be leased as a whole or in part to responsible persons. The land is well watered and of easy access from Maker-field. 2000 sheep may be had on the premises. Apply to MOLERA & CEBRIAN, Room 40 Merchants’ Exchange, San Francisco.» (Santa Barbara Daily Press, Santa Barbara, Cal., Friday, April 28, 1876, p. 1.)
En la primavera de 1876 “MOLERA & CEBRIAN, Room 40 Merchants’ Exchange, San Francisco”, opera como sociedad mercantil gestora de bienes raíces, aunque a la vista de los muchos anuncios que tuvieron que insertar en la prensa, parece que la colocación del rancho Cuyama número 2, de Santa Bárbara, no fue asunto sencillo: don Pío de Jesús Pico, último gobernador mexicano de Alta California, había otorgado en 1846 el rancho Cuyama nº 2 (197 km² de tierra mexicana) al comerciante francés Cesario Lataillade (que también se compró otros ranchos, como el Cuyama nº 1, de 89 km², que en 1843 había otorgado el gobernador mexicano Manuel Micheltorena a José María Rojo). El Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848 respetó esas concesiones: Lataillade murió en accidente con treinta años en 1849 y su viuda Antonia María de la Guerra heredó esos ranchos con veintidós años… → El Rancho Español de Cuyama (spanishranch.net).
→ «In 1876 we ordered of Mr. Edgerton, the well-known instrument maker of Philadelphia, several silvered cones for a very similar purpose to the one sought for in the case of the selenium cell.» (Molera & Cebrian, “The Photophone”, 3 mar 1881.)
★ 1879-1883 La sociedad E. J. MOLERA & J. C. CEBRIAN registra patentes en Washington y en Madrid
«Cebrián laboró de este modo durante mucho tiempo, intensamente, provechosamente. Fuera del trabajo comprometido, aún le quedaban horas libres para emplear el ingenio en imaginar y patentar las cosas más diversas: dispositivos de motores eléctricos, de aparatos telefónicos, inventos útiles, o simplemente curiosos, algunos de los cuales han sido perfeccionados o aplicados muchos años después.» (López Otero.)
4 ene 1879 ❦ Josephine Cebrián de Laveaga [S.F.] ☙ ❧ 17 nov 1953 † Josephine C. Mc Cormick [S.F.]
Los dos ingenieros civiles Molera y Cebrián, que ya no ingenieros militares, deciden ampliar su sociedad al ámbito casi siempre metafísico de la especulación inventora y la reivindicación de patentes tecnológicas, lo que en sus nuevos entornos familiares, sin duda, les permitiría adquirir cierto reconocimiento como aventajados innovadores, de manera que “E. J. MOLERA & J. C. CEBRIAN”, durante cinco años, se pudieron permitir abonar subidas tarifas para enriquecer abogados gestores de la propiedad industrial y asumir las implacables tasas de las oficinas de patentes de Washington y de Madrid, en hemorrágico registro de patentes que, aunque dejan traslucir su ingenio incansable y la buena formación en dibujo técnico adquirida en Guadalajara cuando el ejército español les formaba como ingenieros militares, parece que solo permiten permiten atribuirles hoy la condición de inventores especulativos o estériles, pues tales patentes no llegaron a pasar de las musas al teatro. En estos años la oficina de los ingenieros civiles Molera y Cebrián estaba en la calle Polk, número 1413, de San Francisco de California. Adviértase que en esos cinco años, por su numeración correlativa, incansables inventores registraron más de 80.000 patentes. De manera que el 19 de octubre de 1883, de mutuo acuerdo, deciden Molera y Cebrián disolver la sociedad que mantenían –en proceso que incluye una sorprendente transacción del rancho Cuyama 2 de Molera a Cebrián por 1 dólar (San Luis Obispo Tribune, 26 octubre)–, lo que hacen público en la prensa a principios de noviembre (la patente registrada en enero de 1884 es por tanto ya mera secuela de su fiebre creativa). Tiene su interés la voluntad que tuvieron de registrar algunas de sus patentes en España. Molera y Cebrián, deshecha esa sociedad, seguirán colaborando de consuno, incluso desde la misma oficina de la calle Polk 1413, en otros rubros.
1879 «The following bearing date of March 4th, 1879, is the latest list of United States Patents issued to residents of the Pacific Coast. Furnished by Dewey & Co., United States and Foreign Patent Agents, San Francisco: E. J. Molera & J. C. Cebrian, S. F., improvement in systems of pumping and cooling.» (San José Daily Mercury, San Jose, Cal., 14 march 1879, p. 2.)
«Dewey & Co’s Scientific Press Patent Agency has received official notice of the issue of the following patents to Pacific Coast inventors, for the week ending April 22d, 1879: […] E. J. Molera and J. C. Cebrian, S. F., regulator for electric lights; E. J. Molera and J. C. Cebrian, S. F., carbon floats for electric lamps.» (San José Daily Mercury, San Jose, Cal., 3 May 1879, p. 2.)
«Divisibility of the Electric Light. Public Experiments with Molera & Cebrian's Invention - A Technical Description.– Last evening a number of gentlemen, electricians and members of the Press, called at 412 Market street, for the purpose of inspecting and examining the system of the divisibility of electric lighting as perfected by Molera & Cebrian. In order to accomplish this purpose they collect all the light in one beam of parallel rays. Then by means of reflectors or refractors the light is directed into the desired direction to the places where the light is to be put in operation. By means of lenses and reflectors the light is then diffused into the apartments where it is to be used. The difficulty hitherto found in the practical divisibility of the electric light has been that it has been attempted by dividing the electrical current. […].» (Daily Alta California, San Francisco, 30 September 1879, p. 1.)
«Conservatorio de Artes. Relación de las patentes de invención de que se ha tomado razón en el Conservatorio de Artes durante los meses de Julio, Agosto y Setiembre últimos. […] Núm. 271.– Los Sres. Eusebio J. Molera y Juan C. Cebrián, vecinos de San Francisco (Estados Unidos).– Patente de invención por 20 años sobre mejoras en motores. Expedida en 7 de Julio de 1879. […] Núm. 341.– Los Sres. Eusebio J. Molera y John Cervera Cebrián, vecinos de California.– Patente de invención por 20 años sobre mejoras en el alumbrado por la electricidad o por medio de otro agente, y en los aparatos empleados con dicho objeto. Expedida en 30 de Agosto de 1879.» (Gaceta de Madrid, 3 noviembre 1879, págs. 348-349)
1880 «Belcher Silver Mining Company. Location of principal place of business, San Francisco, California.– Location of works, Gold Hill, Storey county, Nevada– Notice.– There are delinquent upon the following-described stock, on account of assessment (No. 20) levied on the 17th day of November, 1879, the several amounts set opposite the names of the respective shareholders, as follows: (Daily Alta California, 3 january 1880.)
Names | No. Certificate | No. Shares | Amt. |
Molera & Cebrian, Trustees | 50444 | 55 | $ 55 00 |
«Academy of Sciences. The geodetic survey of Spain and Algeria. Mr. E. J. Molera read a paper on the recent connection of Europe and Africa, through the geodetic surveys of Spain and Algeria, under the joint observations of the Spanish and French Governments. Two points on a side were occupied by each Government as observing stations. The highest station was in the Sierra Mountains of Spain, whose range is from 6000 to 10.600 feet high, and on which snow remains until July, and returns in September. […]» (Daily Alta California, San Francisco, 20 April 1880, p. 1.)
«Academy of Sciences. The electric clock system of Paris. […] Mr. Molera said the public clocks of Paris were about being so changed as to be regulated hereafter only once an hour by the common electric impulse from the central regulator. […]» (Daily Alta California, San Francisco, 4 May 1880, p. 1.)
«List of English patents applied for by Pacific Coast Inventors: 1.216.– Photographs. E. S. Molera and J. C. Cebrian, S. F. 1.217.– Photographs. E. S. Molera and J. C. Cebrian, S. F. 1.586.– Chronometric Motor. E. S. Molera and J. C. Cebrian, S. F. 1.669.– Boilers. E. S. Molera and J. C. Cebrian, S. F.» (Pacific Rural Press, San Francisco, 3 july 1880, p. 12.)
«Patents Issued to Californians. Washington, July 20th.– Patents were issued to the following Californians to-day: Eusebius J. Molera and C. Cebrian, San Francisco, microscope, electric switch, optical instrument, boiler and condenser for vapor machines, and photographic apparatus for reducing to microscope scale.» (Sacramento Daily Record-Union, Sacramento, 21 july 1880, p. 1.)
«List of U. S. Patents for Pacific Coast Inventors. For the Week ending July 20th, 1880. 230.319.– Camera Attachment.– E. J. Molera and J. C. Cebrian, S. F. • 230.320.– Microscope.– E. J. Molera and J. C. Cebrian, S. F. • 230.321.– Electric Switch.– E. J. Molera and J. C. Cebrian, S. F. • 230.322.– Optical Instrument.– E. J. Molera and J. C. Cebrian, S. F. • 230.323.– Boiler and Condenser for Vapor Engines.– E. J. Molera and J. C. Cebrian, S. F. • 230.324.– Photographic Apparatus for Reducing to a Microscopic Scale.– E. J. Molera and J. C. Cebrian, S. F.» (The Pacific Rural Press, San Francisco, 7 august 1880, p. 92.)
1881 «Property Delinquent for Taxes. On property assessed to the following named persons and unknown owners in and for the County of San Luis Obispo, for the Fiscal Year 1880-81. […] Cebrian, J C, by E J Molera, agent: 1, Huasna; That part of the Rancho Cuyama No 2 lying in the county of San Luis Obispo, as per map of re-subdivisions on file in the office of the County Recorder of San Luis Obispo county Cal, to wit: Fractional sec 16, fractional sec 15 and fractional sec 14, all in twp 11 n, range 28 w, containing 581 acres; balance, taxes and costs: 9 34.» (San Luis Obispo Tribune, San Luis Obispo, saturday, 12 february 1881, p. 2.)
THE PHOTOPHONE
To the Editor of Engineering.
Sir, In your issue of January 28, 1881, you describe the disposition that Professor Sylvanus Thompson gives for uniformly distributing parallel rays of light into a selenium cell of Bell's photophone. In 1876 we ordered of Mr. Edgerton, the well-known instrument maker of Philadelphia, several silvered cones for a very similar purpose to the one sought for in the case of the selenium cell. Subsequently in September last we applied the same principle to a new instrument, which we call photo-phonograph, drawings of which were shown to several persons in this city. And as our method meets all the theoretical requirements of the question, whereas that proposed by Professor Thompson does not, we beg some space of your valuable paper to give a description thereof.
Fig. 1, which is a section of Thompson's cell, shows that the strip of selenium at a b receives the light falling on the strip A B of the reflector, but the strip of selenium at c d (midway between o and o’), receives the light falling on section C D, which is only one-half of A B; thus the light concentrated on the selenium cell a f is not uniformly distributed over it, but decreases from a towards f, and leaves the apparatus nearly as far from perfection as that of Bell's.
But if we adopt our conical cell of Fig. 2, which has the same apex as that of the conical reflector, then the circular sections of the cell decrease in the same proportion as the corresponding circular sections of the reflector; thus in the middle of o o’, the strip of selenium c d, being one-half of a b, receives the light from C D, which is also one-half of A B; and therefore, in our conical selenium cell the light is distributed uniformly over its surface as required. Only the incident rays are not normal to the surface a e; this can be obtained by the construction shown in Fig. 3; a f e b is a given cell; f F n is perpendicular to f a; n n' is parallel to o o’; n s is the bisector of n n' f; a F is parallel to o o'; F A is perpendicular to n s. We may adopt any other line parallel to F A further away from f a, as the generatrix of the conical reflector, and the cell will receive uniformly a larger amount of light. If we call a the angle F a f, the angle A o B = 90 deg. + a. Fig. 4 shows a modification, similar to one we made in 1876, having the reflector and cell in section, so as to reduce the length of the apparatus, keeping the same amount of surface. A A', C D, E F, are the reflecting surfaces; C c, E e, a f, are all sections; every portion being parallel to its corresponding one of Fig. 3.
Fig. 5 represents two cells with glass reflectors, which are the most perfect; they may be made in steps, or plain, according to size.
We are, Sir, yours respectfully,
MOLERA AND CEBRIAN,
Civil Engineers.
1413, Polk-street, San Francisco, California,
March 3, 1881.
(Engineering, London, April 8, 1881, vol. XXXI, page 358.)
1882 «Conservatorio de Artes. Relacion de las patentes de invención caducadas por resolución del Ministerio de Fomento por no haber satisfecho los poseedores de las mismas la debida anualidad antes de comenzar el correspondiente año de su duracióm. […] 1887.– Por Real órden de 2 de Noviembre de 1881 se declara caducada por no haberse pagado la cuota correspondiente a la tercera anualidad la patente expedida a los Sres. Eusebio J. Molera y Juan C. Cebrián en 7 de Julio de 1879, por mejoras en motores. Madrid 16 de Diciembre de 1881.» (Gaceta de Madrid, 4 abril 1882, pág. 40)
1883 «Conservatorio de Artes. Relacion de las patentes de invención caducadas por resolución del Ministerio de Fomento por no haber satisfecho los poseedores de las mismas la debida anualidad antes de comenzar el correspondiente año de su duracióm. […] cuarta anualidad. Núm. 3365. Por Real orden de 5 de Enero de 1883 la expedida a los Sres. Eusebio J. Molera y John Cervera Cebrián en 30 de Agosto de 1879 por mejoras en el alumbrado por la electricidad o por medio ae otro agente, y en los aparatos empleados con dicho objeto.» (Gaceta de Madrid, 7 agosto 1883, pág. 298)
«New Patents. Molera and Cebrian, S. F., speed regulator and reversing device for electric motors.» (Pataluma Weekly Argus, Petaluma, Cal., 5 may 1883, p 2.)
«List of U. S. Patents for Pacific Coast Inventors. For the Week ending May 29, 1883. 278.355.– Apparatus for making Carbon Plates.– Molera & Cebrian, S. F.» (Pacific Rural Press, San Francisco, 9 june 1883, p. 20.)
«Real Estate. The following transactions have been filed for record: E. J. Molera to J. C. Cebrian, Rancho Cuyama No. 2, in San Luis Obispo and Santa Barbara counties, $1.» (San Luis Obispo Tribune, 26 octobre 1883.)
«Dissolution of Partnership. The Partnership heretofore existing between E. J. Molera & J. C. Cebrian has been dissolved this day by mutual consent. E. J. MOLERA, J. C. CEBRIAN. San Francisco, October 19, 1883.» (Daily Alta California, S. F., Saturday, 2 november 1883, p. 2.)
«Financial and Commercial. E. J. Molera and J. C. Cebrian have dissolved partnership.» (Daily Alta California, S. F., 3 november 1883, p. 4.)
Resulta bien significativo que, ya disuelta la sociedad Molera & Cebrián, reclama Eusebio Molera en solitario nueva patente, la 288.356:
«List of U. S. Patents for Pacific Coast Inventors. For the Week ending November 13, 1883.– 288.356.– Magnetizing Locomotive Wheel Tires.– E. J. Molera, S. F.» (Pacific Rural Press, San Francisco, 24 November 1883, p. 457.)
★ 1882 Activismo bibliotecario hispánico en San Francisco de Eusebio Molera como presidente (y Cebrián de mero vocal)
26 sep 1882 ❦ Edward Cebrián de Laveaga [Cal.] ☙ ❧ 6 jun 1944 † Edward Cebrian [L.A.]
«Molera […] como presidente de la Biblioteca Mercantil, de San Francisco, 1882-87, construyó una nueva biblioteca.» (Who's Who 1929)
En octubre de 1882, justo un año antes de la disolución de la sociedad Molera & Cebrián, impulsa Eusebio Molera la constitución de una nueva entidad denominada Biblioteca Española Hispano Americana, para operar principalmente en San Francisco, en la que inicialmente no aparece el nombre de Cebrián, aunque sí el de otros ocho directivos en la naciente empresa: Tomas M. Jewett y Jorge O. Jewett (que en 1866 ya habían firmado como mexicanos residentes en SF contra Santa-Anna), José T. Godoy (mexicano residente en SF), Jose A. García, José Costa (cónsul del Uruguay en San Francisco), Adolph B. Roth (copropietario de la goleta Adriana), James C. Celerian y Martín J. Aguirre (que en 1877 había compartido con Eusebio Molera y Juan Cebrián el privilegio de participar en la procesión del centenario de San Francisco con una misma clase de pañuelos y penachos multicolores, según relación de nombres que figura en Founding of the Missions, página 70).
1882 «Incorporated. Also by the Biblioteca Española Hispano Americana de San Francisco. Directors.– J. Molera, José T. Godoy, José Costa, Tomas M. Jewett, Martín J. Aguirre, Adolph B. Roth, James C. Celerian, J. O. Jewett and Jose A. García. Principal place of business: San Francisco.» (Sacramento Daily Record-Union, Sacramento, 21 october 1882, p. 5.)
Transcurrido poco más de un mes llega a la prensa madrileña la noticia de una biblioteca española en el lejano Oeste, con mención sólo a dos nombres propios, el de Eusebio Molera, en tanto que perteneciente a la junta directiva de la entidad, y el de Cebrián como modesto “vocal”. Solicitan donativos de libros “en castellano o en los dialectos peninsulares” (Molera era catalán de Vich), que se enviarán a Polk Street 1413 de San Francisco, es decir, el domicilio operativo de la sociedad de ambos ex ingenieros militares, un año antes de su disolución. Molera parece ser, por tanto, el impulsor de esa incursión en el terreno bibliotecario, e ignoramos por qué Cebrián quedo entonces relegado.
«En San Francisco de California se ha inaugurado una biblioteca pública española, la primera de libros en nuestro idioma que existe en la region Oeste de los Estados-Unidos. Su institucion se debe a una sociedad particular, en cuya junta directiva figuran D. Eusebio J. Molera, como presidente, y D. Juan C. Cebrian, como vocal, ámbos españoles y que pertenecieron a nuestro cuerpo de ingenieros militares, hoy ingenieros constructores en aquel país, donde gozan de gran reputacion. Los donativos de obras en castellano o en los dialectos peninsulares que se hagan a aquella biblioteca, pueden dirigirse en la siguiente forma: “América del Norte.– Mr. E. J. Molera, Polk Street, 1413, San Francisco, California”.» (La Correspondencia de España, Madrid, 5 diciembre 1882, pág. 3.)
1883 «Lamentable accidente. Anteayer ocurrió un accidente del cual fueron víctimas algunos miembros de la familia del Sr. J. C. Cebrián, de San Francisco, quien se halla de visita entre nosotros hace dos o tres días. Parece que por algún motivo se asustaron los caballos del carruaje en que iban la Sra. Cebrián, su hermana, su prima y sus dos niñas. El cochero hizo cuanto pudo por contenerlos, pero inútilmente, al fin volcaron frente a la casa de la Corte. Una de las Sras. Laveaga resultó bastante lastimada, así como una de las niñas de la Sra. Cebrián. El Sr. Cebrián, que pasaba por allí en aquel momento, acudió al tumulto que se había formado, para ver que las víctimas del accidente eran las personas de su familia: afortunadamente las lastimaduras no son de gravedad, excepto las del cochero, que afectan al espinazo, donde ya había sido anteriormente lastimado gravemente. El carruaje quedó hecho pedazos. Mucho sentimos que el Señor Cebrián y su estimable familia hayan tenido tan triste e inesperada experiencia en su visita de placer a Los Ángeles y esperamos que esta no les impedirá apreciar la bellezas de nuestro clima y suelo.» (La Crónica, Los Ángeles, sábado 26 de mayo de 1883, pág. 3.)
«The Academy of Sciences. Mr. E. J. Molera, a prominent Mexican resident of this city, delivered a very interesting lecture last evening, before the Academy of Sciences, upon the Aztec Calender Stone, the history of which and the signification of whose hieroglyphics have been the theme of so many controversies among scientists. […]» (Daily Alta California, S. F., 20 november 1883, p. 1.)
«Pero el pueblo americano llega en estas empresas hasta lo infinito. No contento con tener las mejores bibliotecas del mundo, las funda de especialidades en los ramos de las ciencias humanas o naturales y hasta de idiomas diversos. En varios pueblos existen ya bibliotecas de libros puramente franceses, y ahora mismo en San Francisco de California se ha inaugurado una biblioteca pública española, la primera de libros en nuestro idioma que existe en la región Oeste de los Estados Unidos. Su institución se debe a una sociedad particular en cuya junta directiva figuran D. Eusebio J. Molero, como presidente, y D. Juan C. Cebrián como vocal, ambos españoles y que pertenecieron a nuestro cuerpo de ingenieros militares, hoy ingenieros constructores en aquel país, donde gozan de gran reputación. Los donativos de obras en castellano o en los dialectos peninsulares que se hagan a aquella biblioteca pueden dirigirse en la siguiente forma: “América del Norte.– Mr. E. J. Molero, Polk Street 1413, San Francisco, California.” En Nueva York se trata hoy de fundar una biblioteca de obras escritas en idiomas latinos, pensamiento que el Gobierno aplaude y subvencionará con una gran cantidad de libras esterlinas.» (Nicolás Díaz Pérez [1841-1902], “Las bibliotecas en España, capítulo primero”, Revista Contemporánea, Madrid, septiembre 1883, págs. 57-58 = Las bibliotecas en España, Madrid 1885, 2ª edición, págs. 6-7.)
1884 «Con tal medida no creemos que pueda menoscabarse el movimiento de lectores; si tal creyésemos no lo aconsejaríamos, pues desgraciadamente, no habiéndose generalizado entre nosotros la costumbre de leer, es necesario fomentarla, en vez de crear trabas para su desarrollo. Pasará mucho tiempo antes que veamos un hecho tan notable como el acaecido en Boston, donde en un sólo día del mes de Febrero último se llevaron a domicilio, para ser leídos, diez mil volúmenes, lo que da un volumen por cada 35 habitantes. Así se explica, que en muchas bibliotecas de Estados Unidos, el lector pagando sólo cinco centésimos, reciba el libro que ha pedido por correo; para lo cual se le proporcionan cartas postales, encargándose la Biblioteca de recoger los libros a su debido tiempo, sin más erogación, pero ¿cómo es posible hacer esto con poquísimos lectores? Y ya que de Estados Unidos hablamos, nos permitiremos indicar la conveniencia de establecer comunicación con la Biblioteca en español establecida recientemente en San Francisco de California, para lo cual basta dirigirse: América del Norte, M. E. J. Molero, Polk Street 1413. San Francisco: California (1. Las bibliotecas de España, por Nic. Díaz y Pérez en la Revista Contemporánea.– Madrid 1883).» (Federico Eugenio Balparda [1839-1889], “Memoria del bibliotecario del Ateneo del Uruguay, a la Junta Directiva. Montevideo, mayo 19 de 1884.” Anales del Ateneo del Uruguay, Montevideo, 5 julio 1884, tomo VII, págs. 106-107.)
26 mar 1886 ❦ Luis Cebrián de Laveaga [París] ☙ 17 abr 1919 ∪ Katharine Anna Crofton (1893-1992) ❧ 14 jun 1938 † Louis Cebrian [S.F.]
1887 ❦ Jean ‘Harry’ Cebrián de Laveaga ☙ ❧
Figura desde 1888 entre los socios de la Sociedad de Bibliófilos Españoles (número 234; en 1918 número 47: → B479).
16 jul 1889 ❦ Ralph J Cebrián de Laveaga [S.F.] ☙ ❧ 9 nov 1970 † Ralph J Cebrian [S.F.]
21 jun 1897 ❦ Isabelle Frances Cebrián [Cal.] ☙ 23 nov 1925 ∪ Edward Augustine Coch ❧ 21 dic 1958 † Isabelle Cebrian Koch [Cal.]
1908 «Ilmo. Sr.: S. M. el Rey (Q. D. G.) ha tenido a bien disponer se acepte, con destino a la Biblioteca de la Escuela Superior de Agricultura de esta Corte, una colección de publicaciones y obras antiguas y modernas que consta de 450 volúmenes, donada por D. Juan C. Cebrián, Arquitecto español residente en San Francisco de California, quien de este modo da una prueba de su amor a la Patria y a la Ciencia, haciéndose acreedor al reconocimiento de España; siendo asimismo voluntad de S. M. que se den las gracias en su Real Nombre al Sr. Cebrián por tan generoso desprendimiento y que se publique este acuerdo en la Gaceta de Madrid. De Real orden lo digo a V. I. para su conocimiento y demás efectos. Dios guarde a V. I. muchos años, Madrid 21 de Agosto de 1908. R. SAN PEDRO. Sr. Subsecretario de este Ministerio.» (Gaceta de Madrid, 25 agosto 1908, pág. 831.)
1912 «Engineer-architect is knighted by Alfonso. High Spanish Order Conferred on John C. Cebrian. John C. Cebrian of 1801 Octavia street, retired capitalist and formerly well known as a civil engineer and architect of this city, has just been knighted by King Alfonso XIII of Spain for distinguished services and achievements in art, architecture and literature. Cebrian was named knight commander of the Order of King Alfonso XII, the last week received the decoration of that order, which is one of the highest given by the Spanish court. The decoration consists of a cross showing an eagle with outstretched wings flying before the rising sun and is surmounted with the arms of Spain and the crown of Alfonso XII. Cebrian was a native of Spain, but has spent most of his life in San Francisco. He won early recognition for his work, and during the last few years has gained particular distinction for his valuable gifts of books on art and architecture to the University of California and to the library of the School of Art and Architecture in Madrid.» (The San Francisco Call, San Francisco, wednesday 3 July 1912, volume CXII, nº 33, page 22.)
«Cebrian, J. C., una colección de libros españoles que suman más de 900 volúmenes (posteriormente complementados con otros tantos); la colección incluye obras sobre bibliografía española, filología, historia de España en relación con América, arquitectura, temas diversos como folclore, sociología, ciencia, artes menores, etc., etc., y una serie de libros antiguos raros, entre ellos la primera traducción al español del Infierno de Dante en 1515, la primera enciclopedia jamás escrita (siglo VII) por San Isidoro de Sevilla, impresa en 1580; un tratado sobre Anatomía, de 1545, y otros libros del siglo XVI; un facsímil de la primera edición de Don Quijote (1605 y 1615), la primera obra completa jamás publicada en facsímil; y una docena de otros libros de los siglos XVII y XVIII.» (Informe bienal del Presidente de la Universidad de California, Berkeley, 30 noviembre 1912, Donaciones a la Universidad, págs. 236-237.)
1913 «Ayer subió al Cielo en la villa de Suances Ramón F. de Caleya y Cebrián, preciosa criatura que alegraba el feliz hogar de sus padres nuestro querido amigo don Ramón Fernández de Caleya y su distinguida esposa doña María Cebrián.» (La Atalaya, Santander, jueves 12 junio 1913, pág. 2.)
1914 «El calamitoso incendio que destruyó dos terceras partes de San Francisco en 1906, devoró entre sus llaman nuestra rica Biblioteca Municipal, volando en humo y cenizas los 120.000 volúmenes que daban pasto intelectual a los millares de personas que acudían en busca de libros, manuscritos, &c. Esa Biblioteca, como las otras catorce que fueron destruidas por las llamas, contenía una magnífica colección de libros en varios idiomas extranjeros; siendo la sección Española muy rica, tanto en número como en la calidad de sus libros. Hoy que se ha vuelto a coleccionar libros para esa Biblioteca Municipal, ya comprados, ya donados por generosas personas, y cuyo total llega a 62.411 volúmenes; han sido recibidos con muestras de alta gratitud, los mil y tantos volúmenes que ha regalado el Sr. Juan C. Cebrián en estos días. Son libros todos en idioma Castellano, obras de mérito, y muchas de ellas, muy raras y difíciles de duplicarse.» (La Crónica, San Francisco, California, 23 mayo 1914, vol. 1, número 6, página 2.)
1915 «Tells a Year’s Great Gifts for the University. The rich and varied gifts, great and small, which have showered upon the University of California from a host of different friends during the past twelve months, were described at the annual Charter Day exercises in the Greek Theater at Berkeley, Tuesday, March 23rd, in a statement presented by the secretary in behalf of the President and the Board of Regents. He said in part: […] a large number of other gifts came to the general University Library during the year. Among them were many hundred volumes given by Mr. John C. Cebrian, mostly representing Spanish literature and history, and constituting an addition to the very valuable Spanish collection which Mr. Cebrian has now assembled for the University; […]» (Organized Labor, San Francisco, saturday, April 3, 1915, volume 16, nº 14, page 4.)
1916 «Un millonario español (rara avis), residente en San Francisco de California, D. J. C. Cebrián, ha escrito un vibrante artículo en Las Novedades, de Nueva York, para rechazar con indignación el moderno calificativo de “América latina”, con que ahora se quiere sustituir al antiguo y más verdadero nombre de “América española”.» (Francisco Martínez Yagües, “Palabras de un mundano. América española” [refrito de Juan Carlos Cebrián], El Mundo, Madrid, miércoles 10 de mayo de 1916.)
«Cervantes Bronze to Be Given City Sunday. The heroic group in bronze dedicated to Miguel de Cervantes, creator of Don Quixote and Sancho Panza, will be presented to San Francisco Sunday with fitting ceremony. The statuary now stands in the main driveway of Golden Gate Park near the museum. It was executed by Joseph J. Mora. The work is a gift to the city from J. C. Cebrian and E. J. Molera, prominent members of the local Spanish colony. Cebrian will make the speech of presentation and Mayor James Rolph Jr. will accept the group.» (The San Francisco Call, 28 august 1916, p. 16.)
«G. G. Park Enriched By Cervantes Memorial. Golden Gate Park is the richer in another work of art today through the presentation to the city of a bronze memorial to Miguel Cervantes, author of “Don Quixote,” by Eusebio J. Molera and Juan C. Cebrian, wealthy members of the Spanish-American colony here. The memorial was unveiled yesterday in the presence of a large assembly. Juan C. Cebrian made the presentation speech and it was accepted in behalf of the city by Mayor Rolph. The group was modeled by J. J. Mora.» (The San Francisco Call, 4 september 1916, p. 3.)
«Unveil Statue of Miguel de Cervantes. San Francisco Spanish and Americans of San Francisco Hold Ceremony. San Francisco, Cal., Sept. 3.– A notable group of Spanish and American residents of the city gathered here today to-day to witness the unveiling of the statue in Golden Gate park of Miguel de Cervantes, creator of lovable old Don Quixote and his aquire, Sancho Panza. The group is the work of Joseph J. Mora, a young sculptor, who has worked months on the statue which has just been completed. The work is a gift to the city from J. C. Cebrian and E. J. Molera, prominent members of the San Francisco colony. The unveiling and the presentation of the statue was witnessed by Count del Valle de Salazar, Spanish consul here, and members of the consular corps from Latin-America republics. The presentation speech was made by Mr. Cebrian and the statue was accepted on behalf of the city by Mayor James Rolph Jr. The group stands on the main driveway not far from the Memorial Museum.» (San Jose Mercury Herald, San Jose, Cal., monday, 4 september 1916, p. 6.)
«Sociales.– El señor Don Juan Cebrián, distinguido miembro de la Colonia Española de San Francisco, acaba de regresar de New York a donde fue a atender negocios urgentes. Su hijo, Don Juan Cebrián y Laveaga, acompañó a su señor padre en este viaje.» (Hispano América, San Francisco, 5 de noviembre de 1916, vol. 3, número 133, página 13.)
1917 «Jornada regia. Hablando con el ministro de Estado. A la una y media de la tarde, después de despachar con S. M. el Rey [que está de vacaciones en Santander], nos recibió ayer el ministro de jornada. […] El Rey –continuó diciendo– ha concedido la Gran Cruz de Isabel la Católica al arquitecto don Juan Cebrián, residente en San Francisco de California, y que es un hombre meritísimo y un gran patriota, donante a la Escuela de Arquitectura de libros y aparatos modernos. Había que premiar de algún modo el patriotismo y el talento del señor Cebrián; la recompensa no puede ser más merecida.» «Dr. R. Fernández de Caleya. Oculista. Consulta de 9 a 12. Burgos 3.» «Un merecido premio. Don Juan Cebrián. Entre los decretos que el señor marqués de Lema puso ayer a la firma del Rey, figura uno concediendo la gran cruz de Isabel la Católica al ilustre patricio español don Juan Cebrián. El señor Cebrián que reside en California, donde ha ennoblecido con sus virtudes cívicas y su claro talento, el nombre de España, es acreedor por mil conceptos a esa alta distinción, y el Gobierno al honrarle, lleva a cabo una obra de alta justicia. Persona cultísima el señor Cebrián, ha puesto siempre su cuantiosa fortuna al servicio de España, prestando a los intereses nacionales inestimables servicios. La monumental obra que sobre arquitectura publicó hace algunos años el ilustre don Vicente Lampérez, por él fue costeada con la munificencia y el desinterés de un gran señor del Renacimiento. Todos estos méritos se premian ahora, y pocas veces la iniciativa gubernamental ha ido tan de acuerdo con los anhelos de la opinión. Felicitamos al señor Cebrián que en Santander, donde residen sus hijos los señores de Fernández de Caleya, tiene numerosas relaciones y simpatías, y felicitamos al Gobierno por el acierto de su disposición.» (La Atalaya, Santander, miércoles 8 de agosto de 1917, págs. 1 y 2.)
«Cebrian, J. C., 1280 volúmenes adicionales de libros españoles, incluidos unos 170 volúmenes de historia, 140 de derecho, 100 de medicina, 160 de diversos temas científicos, 100 volúmenes de los siglos XVI, XVII y XVIII, impresos en diecinueve ciudades españolas diferentes, y algunos en sus encuadernaciones originales, incluidas las primeras ediciones de varias obras valiosas; y facsímiles de manuscritos antiguos, entre ellos Los Libros de Astronomía del Rey Alfonso el Sabio, del Siglo XIII, en cinco volúmenes en folio; también 170 volúmenes de libros españoles, una quinta parte de obras científicas y casi todos publicados en los últimos tres años, como complemento a su anterior regalo de libros españoles.» (Informe del Presidente de la Universidad de California, Berkeley, 15 diciembre 1917, Donaciones a la Universidad, pág. 170.)
1918 «Pioneer Woman is Called by Death. Old residents of this county will learn with regret of the passing of Mrs. Francesca Amelia Cooper de Molera, who died in San Francisco last Monday. She was a native of Monterey, aged 74 years, 5 months and 9 days. Besides her husband, Eusebius J. Molera, she is survived by a son and daughter, A. J. Molera of the Sur, and Miss Frances M. Molera of San Francisco. Mrs. Molera’s funeral was held Wednesand in San Francisco and the remains were interred in Holy Cross cemetery.» (Salinas Daily Index, Salinas, Monterey County, California, 22 August 1918, p. 4.)
«Cebrian, J. C., Casa Editorial Calleja, a través del Sr. J. C. Cebrián, dos ejemplares del Diccionario manual ilustrado enciclopedico de la lengua castellana de Calleja. En renovación de su generosa donación en el pasado, a la Biblioteca Universitaria 348 volúmenes de obras españolas, literarias y científicas, entre ellas varios volúmenes raros. Ciento setenta y dos volúmenes adicionales de libros españoles de temática literaria y científica a la colección que ha reunido en la Biblioteca Universitaria. A excepción de algunos volúmenes publicados en los siglos XVI, XVII y XVIII, se trata en su mayoría de obras impresas en 1917.» (Informe del Presidente de la Universidad de California, Berkeley, 21 diciembre 1918, Donaciones a la Universidad, pág. 192.)
1919 «Back Copies Wanted. Mr. J. C. Cebrian, 1801 Octavia street, San Francisco, will pay 50 cents a copy for The Architect and Engineer of the dates of January 1918 and January 1919. Mr. Cebrian's phone number is Fillmore 333.» (The Architect and Engineer, sept. 1929, LVIII:3, p. 120.)
«Cebrian, J. C., a la Biblioteca de la Universidad, de libros españoles que comprende 222 volúmenes y folletos, 110 volúmenes de obras científicas y literarias, 59 volúmenes de obras literarias, un ejemplar de la Revista de Derecho Privado, publicada por Profesores de la Universidad de Madrid, y 114 volúmenes de Obras literarias y científicas españolas, impresas casi todas en el año 1918.» (Informe Presidente de la Universidad de California, Berkeley, 15 julio 1919, Donaciones a la Universidad, pág. 174.)
1920 «Mrs. Josefa Cebrian to Be Buried Tomorrow. The funeral of Mrs. Maria Josefa Cebrian, who died last night at the family home, 1801 Octavia street, will be held tomorrow morning at 10 o’clock. High mass will be celebrated at the Church of Nuestra Señora de Guadalupe, of which Mrs. Cebrian was a member and to which she made many contributions. Mrs. Cebrian was a leader in the San Francisco Spanish colony and also was a leader in church work. She was a pioneer of California. Her husband, John C. Cebrian, is a well known architect. Surviving Mrs. Cebrian are her husband and eight children.» (The San Francisco Call, 22 April 1920, page 12.)
«Desgraciado accidente. En Fontibre ha ocurrido un desgraciado accidente. El coche en que el rico hacendado californiano don Luis Cebrián se dirigía a Reinosa, acompaña de su bella y distinguida esposa, volcó a causa de haberse desbocado los caballos. El señor Cebrián, hermano político de nuestro querido amigo el significado diputado provincial conservador y notable médico don Ramón Fernández Caleya, tuvo la desgracia de sufrir la doble fractura de una pierna. El herido fue trasladado al hotel Salud, donde ha sido asistido por varios facultativos, practicándosele una detenida cura.» (La Atalaya, Santander, sábado 25 de septiembre de 1920, pág. 1.)
«(Leida en la junta del 25 de noviembre de 1920. Votación el 23 de diciembre de 1920.) Los académicos que suscriben tienen la honra de proponer a la Academia Española para una plaza de correspondiente en San Francisco de California (Estados Unidos de América) al Excmo. Sr. D. Juan C. Cebrián, español naturalizado allí, ingeniero, generoso vulgarizador de cuanto importa a los intereses históricos, morales y artísticos de España, y que ha erigido y costeado en un parque de...» (Real Academia Española: 60-9-1. Propuesta como académico correspondiente, manuscrita.)
«Al Sr. D. Juan C. Cebrián. A propuesta de los Srs. D. Jacinto Octavio Picón, D. Francisco Rodríguez Marín y D. Manuel de Sandoval la Real Academia Española nombró a V. , en junta celebrada anoche, mediante votación secreta y unánime, individuo de esta Corporación en la clase de Correspondiente extranjero, dando así testimonio de apreciar justamente los conocimientos de V. en linguística y letras humanas. Tengo la honra y dicha de comunicárselo a V. para su conocimiento y satisfacción, remitiéndole al propio tiempo el diploma del expresado cargo. Dios guarde a V. muchos años. Madrid 23 de diciembre de 1920. El Secretario.» (Real Academia Española: 60-9-2. Transcripción de minuta personalizada sobre formulario previo mecanografiado [a máquina a mano].)
«La Real Academia Española atendiendo a los conocimientos lingüísticos, méritos literarios y demás circunstancias recomendables del Sr. D. Juan C. Cebrián, se ha servido nombrarlo, en junta de 23 de diciembre de 1920, individuo suyo en la clase de Correspondiente extranjero en San Francisco de California (EE.UU.) Y para que lo pueda hacer constar se le expide este diploma firmado por el Excmo. Sr. Director, refrendado por el Sr. Secretario y autorizado con el sello mayor de la Academia. Dado en Madrid a 23 de diciembre de 1920. El Director. El Secretario.» (Real Academia Española: 60-9-3. Transcripción de minuta personalizada sobre formulario previo mecanografiado [a máquina].)
1921 «REAL DECRETO. En atención a los relevantes servicios prestados a la cultura nacional por D. Juan Cebrián Cervera; de acuerdo con Mi Consejo de Ministros, Vengo en concederle la Gran Cruz de la Orden civil de Alfonso XII. Dado en Palacio a veinticinco de Febrero de mil novecientos veintiuno. ALFONSO. El Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Tomás Montejo.» (Gaceta de Madrid, 26 febrero 1921, pág. 616.)
1923 «3.º Hispanoamericanismo. Denominase de este modo la tendencia y aspiración a una íntima unión entre España y las Repúblicas hispanoamericanas, unidas ya por la comunidad de orígenes, religión, lengua, tradiciones y costumbres, y consistente en una especie de confederación-alianza, en pie de igualdad, pero con la supremacía de honor para España, como madre común, que trascienda al orden social, jurídico y económico. Las denominaciones de América española o Hispano-América y de Hispanoamericanismo son preferibles, por más exactas, a las de América (Central, del Sur, &c.), América latina e Iberoamericanismo, pues, como han demostrado Juan C. Cebrián (uno de los españoles, residentes en San Francisco de California, a quien más debe la tendencia que nos ocupa), Menéndez Pidal, Mariano de Cavia y Adolfo Bonilla, ya que: 1.º el adjetivo español indica todo lo que procede de España (raza, lengua, costumbres, etcétera); 2.º el apelativo latino se refiere en sentido estricto a un antiguo pueblo de Italia, y la acepción amplia y moderna comprende a Francia e Italia, que nada han tenido que ver con el descubrimiento, civilización y fundación de las Repúblicas hispanoamericanas, y 3.º el calificativo ibero, si bien tiene remota antigüedad y es admisible en el orden literario, no lo es en el caso que nos ocupa, pues ni los iberos ocuparon toda España, ni la raza que descubrió y civilizó la América tenía de ibera sino una mínima parte (ya que después vinieron los celtas, los romanos, los visigodos y los árabes, prescindiendo de otras menores influencias étnicas). Los escritores citados, y con ellos el uruguayo José Enrique Rodó, el español Vázquez de Mella y la generalidad de los autores, incluyen en la tendencia y en el calificativo de hispanoamericano al Brasil, no por expansión dominadora, sino porque el calificativo español y el nombre de Hispania convienen a todos los habitantes y a todo el territorio de la Península.» (“España: Hispanoamericanismo”, Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Hijos de J. Espasa, Barcelona 1923, tomo 21, pág. 732.)
1925 «Judge Weds Rich Bay Girl, Broker. San Francisco, Nov. 23. Miss Isabelle Frances Cebrian, 2500 Pacific avenue, member of a wealthy California family, and Edward Augustine Coch, realty broker, capitalist and clubman, were married today by Superior Judge John J. Van Ostrand. Coch gave his age as 31 and his bride 29. Mrs. Coch is the daughter of John C. Cebrian, pioneer Californian, and is connected with the De Laveaga family of Oakland and San Francisco. A cousin of the bride, Edward De Laveaga, is a member of an Oakland real estate firm. Both branches of the family are millionaires. Coch is a member of the Elks’ Club. He had been married before and divorced.» (Oakland Tribune, Oakland, California, monday evening, november 23, 1925, page 17.)
1927 «Gift for Books. Berkeley, nov. 19. John C. Cebrian, San Francisco, $600 for the Cebrian catalogue, now in preparation. The number of volumes in the Cebrian collection of Spanish books is now approximately 10.000, and Cebrian is making additions from time to time.» (Oakland Tribune, Oakland, California, sunday, november 20, 1927, page 19.)
1928 «Ecos de sociedad. En la residencia de los señores de Cebrián (D. Luis) se ha celebrado una animada fiesta, consistente en un baile. También se organizaron varias mesas de juego. La señora de Cebrián, que acaba de convalecer de grave enfermedad, recibió ayer muchas felicitaciones por su restablecimiento. Entre las damas allí asistentes recordamos a las marquesas de Puebla de Rocamora, Albaicín, Vistaalegre, Frontera, Campo Santo, Cuevas del Rey, Villarreal y Esperanza; condesas de Villamonte, Casa Puente, Cartayna, Lizárraga, Oliva, Giraldelli, San Esteban de Cañongo y Puebla de Montalbán; vizcondesa de Cuba, y señoras y señoritas de Beruete (D. Tomán), Gálvez, Cañero, Giraldelli; viuda de Alcalá Galiano, Mirasol, Alonso (Carmen), Orozco, Le Dieu, Bauer, Fuster (D. Ignacio), Fuensanta de Palma, Avial (D. Alejandro), Torres Quevedo, Danielsson, Marin y Barranco, Landauer, Serrat, Martín Artajo, Pedroso, Garcia Kohly (Margarita), Salas, Walker, Lawrie, Caleya y algunas más. Los señores de Cebrián, que obsequiaron espléndidamente a sus invitados, fueron auxiliados en la tarea de hacer los honores por Mrs. Crofton, madre de la dueña de la casa, y Mrs. y Mr. Koch, hermanos del señor De Cebrián.» (La Opinión, Madrid, viernes 27 de enero de 1928, pág. 1.)
★ 1929 ¿Por qué ignora a Juan Cebrián la primera edición del Quién es quién en California?
La primera edición del Who’s Who in California, A biographical directory 1928-29, publicado por Who’s Who Publishing Company (San Francisco 1929, xxxix+720 páginas), ofrece unas 4.800 entradas biográficas, de las cuales unas 700 van acompañadas de fotografía. Así dedica una entrada con fotografía a “MOLERA, E. Joseph” (43 líneas, pág. 439), otra entrada, sin fotografía, a “MORA, Joseph Jacinto” (50 líneas, págs. 247-248), el escultor del monumento a Cervantes de 1916, pero no dedica entrada a Juan Cebrián. El apellido Cebrián sólo aparece dos veces en esta obra, una mencionado en la entrada de Molera y la otra para decir que Katherine, la hija del abogado Algernon Crofton (16 líneas, pág. 355), es la señora de “Louis de Laveaga Cebrián”, única presencia del apellido Laveaga en todo el tomo. ¿Por qué este olvido o preterición de Juan Cebrián? ¿No quiso pagar para que le pusieran? ¿Le tendrían por demasiado español e hispanista y poco californiano o yanqui? (en 1883 decía un periódico de Molera: “a prominent Mexican resident of this city…”; los hijos de Molera quedaron en California y no hay noticia de que él volviese por España; sin embargo varios hijos de Cebrián vivían en España, donde Cebrián actuaba y era reconocido) ¿Demasiado capitalista y vinculado a los Laveaga? Ignoramus, ignorabimus. Vertamos a la lengua lo que decían estas pobres gentes sanfranciscanas de Molera y de Mora:
«Molera, E. José, ingeniero civil, arquitecto (jubilado); nacido en Vich, Cataluña, España, el 17 de noviembre de 1847; hijo de Andrés Molera Durán y de Francisca Bros; graduado en la Academia Real de Ingenieros, Guadalajara, España, 1868; casado con Amelia Cooper, de San Francisco, el 28 de abril de 1875 (fallecida): hijos: Andrew J., Frances M. Asociado al Departamento de Ríos y Puertos de los Estados Unidos, 1870-1875, durante este periodo colaboró en la mejora del puerto de San Francisco, mapeado de los ríos Sacramento y Columbia, y estuvo adjunto sucesivamente al departamento de construcción de los distritos 12 y 13 de faros; socio de J. C. Cebrián, ingeniero civil, de San Francisco, 1875; realizó un estudio del Valle de México, para el presidente González; como presidente de la Biblioteca Mercantil, de San Francisco, 1882-87, construyó una nueva biblioteca; supervisor de la ciudad y del condado de San Francisco durante la administración del alcalde Taylor; colaborador de la Academia de Ciencias durante la construcción del museo original y presidente después del fuego de 1906 cuando se levantaron nuevos edificios en el parque Golden Gate. Sirvió como teniente de ingenieros en el Ejército español, 1867. Nombrado Caballero de la Orden militar de España, 1868. Miembro de la Sociedad Real de España, de la Academia de Ciencias de Barcelona, de la Sociedad de Geografía y Estadística de México (honorario). Sociedad de Arquitectos, Sociedad Internacional de Ingenieros Eléctricos de París (fundador y miembro vitalicio); ha sido presidente de la Academia de Ciencias de San Francisco, de la Asociación de Ingenieros Civiles de California, de la Sociedad Tecnológica de California, de la Sociedad Astronómica del Pacífico, de la Sociedad Geográfica del Pacífico. Republicano, Católico romano. Clubs: Unión del Pacífico (cofundador). Universidad (miembro fundador), Olímpico (honorario y vitalicio), Chit Chat (todos de San Francisco). Domicilio: calle Filbert 2453. Oficina: calle California 519, San Francisco.» (Quién es quién en California, San Francisco 1929, pág. 439.) [La casa que fue de Eusebio Molera en la calle Filbert 2453 de San Francisco, construida en 1912, se vendió en 2021 por $8.250.000.]
«Mora, José Jacinto, escultor, autor; nacido en Montevideo, Uruguay, el 22 de octubre de 1876; hijo de Domingo Mora y Laura Gaillard; vino de niño a los Estados Unidos; educado en Allston (Massachusetts); graduado en la Academia Pingry, Elizabeth, Nueva Jersey, 1894; estudió arte en el Art Student's League y en la Chase School of Art, de Nueva York, y en la Cowles Art School de Boston; casado con Grace Alma Needham, el 6 de enero de 1907; hijos: Joseph Needham, Grace Patricia. Empleado como artista por el Boston Traveler, 1897; luego por el Boston Herald hasta 1900; dejó el trabajo en el periódico para sacar libros para Dana, Estes & Co.; viajó por el oeste y el suroeste, haciendo estudios etnológicos de los indios hopi y navajo, 1903-07; dedicado exclusivamente a la escultura desde 1911; miembro del Jurado Internacional de Premios en la Exposición de Panamá, 1915. Autor e ilustrador: The Animals of Æsop, 1900; escribió Animaldom en el Boston Sunday Herald y sus medios sindicados, 1907. Editor e ilustrador: Reynard the Fox, 1901; Andersen’s Fairy Tales, 1902. Ilustrador: Hurdy Gurdy de Laura E. Richards, 1902; Animal Football Calendar para 1903. Realiza el monumento a “Cervantes”, Golden Gate Park, San Francisco; ocho figuras heroicas para el edificio Realty Syndicate de Los Ángeles; escultura arquitectónica para la oficina de correos y el palacio de justicia de Portland (Oregón); placas conmemorativas del arzobispo Riordan, K. C. Hall y Bret Harte, en el Club Bohemio, San Francisco; monumento al soldado en San Rafael, California; estatua de fray Junípero Serra en la Misión de San Carlos, Carmel, California; frontón heroico de la Bolsa de San Francisco; figuras heroicas en el templo de Rito Escocés de San José, California; grupo del frontón heroico del edificio Don Lee en San Francisco y del edificio Pacific Mutual de Los Ángeles; moneda federal de 50 centavos conmemorativa del Jubileo de Diamante de California. Alistado en el ejército (1918), Artillería de Campaña, Escuela Central de Entrenamiento de Oficiales, Campamento Zachary Taylor, Kentucky; comandante de Artillería de Campaña, Cuerpo de la Reserva de Oficiales. Clubs: Bohemio, Familiar (San Francisco). Domicilio: Pebble Beach.» (Quién es quién en California, San Francisco 1929, págs. 247-248.)
1931 «Cebrián (Juan C.). [foto] Biog. Arquitecto e ingeniero español, nacido en Madrid en 1849. Hizo sus estudios en la Academia de Ingenieros militares de Guadalajara, de la que salió con el empleo de teniente en 1868; pero al año siguiente pidió la licencia absoluta con su compañero Eusebio Molera, y ambos se trasladaron a los Estados Unidos, donde se dedicaron a trabajos de su profesión, construyendo en la ciudad de Santa Bárbara la primera iglesia de carácter español, que fue destruida por un terremoto en 1906. En 1903 visitó España y en sucesivos viajes regaló a la Escuela de Arquitectura de Madrid más de 3.000 volúmenes, contribuyendo, además, con varios donativos en metálico para su sostenimiento. En 1921 le fue concedida la encomienda de la orden de Alfonso XII.» (Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Espasa-Calpe S. A., Bilbao 1931, Apéndice, tomo 2, páginas 1338-1339.)
La circunstancia de que Juan Cebrián hubiera sido reconocido varias veces por el monárquico rey Alfonso XIII, en 1908 (en su Real Nombre se agradece públicamente el desprendimiento de Cebrián vía Gaceta de Madrid), en 1912 (la prensa sanfranciscana describe con gran detalle la condecoración que Alfonso XIII había concedido a Cebrián, aunque no figure en la Gaceta), en 1917 (concesión de la Gran Cruz de Isabel la Católica), en 1921 (concesión de la Gran Cruz de la Orden civil de Alfonso XII, publicada en la Gaceta), no fue impedimento para que los dirigentes de la república burguesa instaurada en España en 1931 se apresurasen a reconocer al generoso mecenas e “ingeniero español que en Norteamérica ha conquistado los mayores prestigios”, como firma el republicano presidente Alcalá-Zamora en la Gaceta:
1932 «Las honrosas distinciones ya concedidas a D. Juan C. Cebrián, Ingeniero español que en Norteamérica ha conquistado los mayores prestigios, no han puesto fin a las donaciones que las motivaron, sino que antes bien, parecen haber redoblado la labor general del señor Cebrián, prueba evidente de que el espíritu que las animaba no era el deseo de obtener galardones, sino el de un noble y acendrado patriotismo. Últimamente el Sr. Cebrián ha hecho espléndidos donativos a las Bibliotecas de la Academia de San Fernando y de la Escuela Superior de Arquitectura; ha enviado a la Universidad de San Francisco de California 3.500 volúmenes de arte español, personalmente seleccionados por el donante, y a su filantropía se debe el monumento a Cervantes, símbolo acendrado del genio de nuestra raza, erigido en el Garden Gate Park de la ciudad antes mencionada. Conducta tan ejemplar bien merece una altísima recompensa, y por estimarlo así, la Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Escuela Superior de Arquitectura y la Sociedad Central de Arquitectos, piden el título de Arquitecto español “honoris-causa” para el Sr. Cebrián. El Gobierno de la República acoge con beneplácito esa iniciativa por estimarlo consagración oficial bien merecida. En consecuencia, de acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta del de Instrucción pública y Bellas Artes, Vengo en decretar lo siguiente: Se concede el título de Arquitecto español “honoris causa” a D. Juan C. Cebrián. Dado en Madrid a siete de Abril de mil novecientos treinta y dos. niceto alcalá-zamora y torres. El Ministro de Instrucción pública y Bellas Artes, Fernando de los Ríos Urruti.» (Gaceta de Madrid, 9 abril 1932, pág. 251.)
«Pasarán los años, muchos seguramente; un día uno de estos hombres ecuánimes, sabios, estudiosos, que saben elevar su corazón a la altura de su cerebro, escribirá una continuación de los varones ilustres de Indias y ahí se leerán las nuevas jornadas del espíritu español. No serán de capitanes ni adelantados; pero se hablará de uno que fue teniente del glorioso Ejército español, arquitecto, patriota, y... fíjese usted, señor, en ese caballero, más bien bajito; se llama don Juan C. Cebrián; es ese que avanza ágil, resueltamente, sin prisa, con la seguridad de que estará a tiempo donde se propuso llegar.» (Rafael Blanco Caro [1900-1979], “Un arquitecto de la patria”, Blanco y Negro, Madrid, 22 mayo 1932, págs. 174-176.)
El reconocimiento del gobierno de España a Juan Cebrián como “Arquitecto español honoris causa”, decretado el día 7 de abril de 1932 por el presidente Niceto Alcalá-Zamora y publicado dos días después en la Gaceta, conoció su protocolaria puesta en escena catorce meses después, en ceremonia que contó con la presencia en cuerpo mortal de Juan C. Cebrián, a quien se hizo entrega de fetichista reliquia palpable de tal título, y se inició a las seis y media de la tarde del jueves 22 de Junio de 1933, en el Salón de Actos de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, bajo la presidencia, no del presidente de la república, sino del ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes (que entonces ya lo era Francisco Barnés Salinas, pues diez días antes Fernando de los Ríos había pasado a encabezar el Ministerio de Estado). En esa ceremonia, entre otros, hablaron Carlos de Miguel González (1904-1986), alumno entonces de la Escuela Superior de Arquitectura; Manuel Martínez Ángel (1866-1933), representando al Colegio de Arquitectos (cuatro meses después fue asesinado por un alumno); Modesto López Otero (1885-1962), director de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, quien esbozó una biografía de Cebrián; y Luis de Landecho (1852-1941), presidente de la Sección de Arquitectura de la Academia de San Fernando.

1933 «En frases entrecortadas por la emoción dio las gracias el homenajeado, manifestando que en la lucha y defensa patrias “no había empleado más armas que el libro, del que se considera uno de sus sembradores”. Una clamorosa ovación premió tan enaltecedoras frases.» (“Don Juan Cebrián, arquitecto honoris causa”, La Libertad, Madrid, viernes 23 de junio de 1933, pág. 3.)
«El señor Cebrián, que cuenta en la actualidad ochenta y cinco años, venció la honda emoción que le embargaba e hizo constar su agradecimiento, afirmando que lo bueno que haya hecho en esta vida se lo debe a su amor a España, y que, para ello, se ha valido de un solo instrumento: el libro.» (“Homenaje al señor Cebrián en la Academia de Bellas Artes”, La Época, Madrid, sábado 24 de junio de 1933, pág. 4.)
«Don Juan C. Cebrián pretende hablar y no puede hacerlo, embargado por la impresión que experimenta, y sólo se perciben algunas frases de gratitud y de recomendación a los jóvenes para que amen las cosas de España: él no ha sido en su vida sino un sembrador de libros.» (“Homenaje a D. Juan C. Cebrián en la Academia de Bellas Artes”, La Voz, Madrid, sábado 24 de junio de 1933, pág. 4.)
«“Un sembrador de libros”… Con modestia verdaderamente homérica, ¿No va el adjetivo con el substantivo? Pues ya veréis cómo va. (Y ¡qué pena tener que explicarlo todo!). Con modestia homérica, el venerable D. Juan C. Cebrián –madrileño de primera clase, ¿estamos?– declara “que él sólo ha sido en la vida un sembrador de libros”. ¿Qué mejor? ¿Qué más grande? ¿Qué más noble? A la belleza del gesto del sembrador se une aquí la preciosidad aquilatada de la semilla, la magnitud del campo fecundado. Siembra para las almas el sembrador de libros. En estos tiempos de movimiento de masas –en que la interpretación económica de la Historia impulsa unas contra otras las colectividades indiferenciadas, con mengua y descuido de toda personalidad–, D. Juan Cebrián piensa acaso que si la masa no es una suma de valores particulares no es nada. Y que el fin lejano de toda esta remoción colectiva ha de ser –siempre– la recreación de los valores individuales, sobre la base más amplia. Y mientras otros siembran el odio y la violencia, él siembra libros. Elementos de saber y de cultura, en el fondo no menos eficaces contra la iniquidad; pero más dignos del hombre; 250.000 libros ha regalado Cebrián a nuestras bibliotecas. “Al español que tan certeramente ha comprendido el amor a España”, dice el título de arquitecto “honoris causa” que la Academia de San Fernando ha otorgado a D. Juan C. Cebrián. …También es altamente certero el discernimiento de ese título de “arquitecto” al admirable filántropo. No sólo por su copiosa y costosa donación de libros a la Escuela de Arquitectura y por su amor, bien probado, a esa rama de las Bellas Artes. Por encima de todo eso, don Juan C. Cebrián ha sido el ejemplar arquitecto de su propia vida. Y su vida –consagrada a la cultura y al engrandecimiento de su patria en el Mundo entero– tiene la más noble, la más sólida, la más bella de las arquitecturas. MANUEL MACHADO.» (La Libertad, Madrid, domingo 25 de junio de 1933, primera página.)
1935 «John Cebrian dies in Spain. San Francisco, Feb. 21.– John C. Cebrian, 86, retired San Francisco business man, prominent patron of the arts, and member of one of the distinguished Spanish families of California, died yesterday in Madrid, Spain, where he was visiting, according to a cablegram received by his family here. Cebrian was well known for his contributions of Spanish literature to the San Francisco Public Library and to the libraries of the University of California and Stanford University. He was twice knighted by King Alfonso XIII, of Spain. He contributed a number of rare Spanish books to the Madrid Library and also was the donor of the Cervantes Statue in Golden Gate Park. The Cebrian home here is at 1801 Octavia Street.» (Oakland Tribune, Oakland, California, thursday, february 21, 1935, page 13.)
«Don Juan Cebrián Cervera. A los ochenta y siete años de edad falleció en Madrid el 20 de febrero el ilustre ingeniero y bibliófilo D. Juan Cebrián Cervera, que dedicó gran parte de su vida a trabaja por España en los Estados Unidos. Don Juan Cebrián Cervera nació en Madrid en agosto de 1848. Cursó sus primeros estudios en la Escuela de Ingenieros de Guadalajara, que abandonó más tarde para trasladarse a Alemania y los Estados Unidos de Norteamérica, donde se consagró a la ciencia y a la mecánica. Trabajó asalariado en Empresas de maquinaria y ferrocarriles, hasta que se establece por su cuenta, realizando toda clase de trabajos de ingeniería y arquitectura, así como curiosos inventos de aplicación industrial, que le dieron pronto renombre y le conquistaron una envidiable posición social. Cebrián era el primero, y casi siempre el único, en salir por los fueros de la integridad del pensamiento y de la cultura españoles. Aprovechaba todas las ocasiones para enaltecer el nombre de España y difundir por el mundo sus altos valores espirituales. Fundó y costeó las bibliotecas españolas de las Universidades norteamericanas de Berkeley y Stanford, la del Museo Metropolitano, de Nueva York, y la especial del Instituto de Arte, de Chicago; dio vida a la American Association of Teachers of Spanish con sus miles de profesores, que trabajan por la difusión de la lengua y la literatura españolas; estimuló y costeó los viajes a España de artistas, escritores e investigadores yanquis, que ampliaron aquí sus estudios; erigió en San Francisco de California en 1914 la primera iglesia española, después de las memorables y derruidas de las Misiones, que tanto contribuyeron a la expansión del Evangelio y del nombre de España, y en unión de su condiscípulo –que también renunció a la carrera militar recién terminada en Guadalajara– D. Eusebio Molera, costea igualmente el monumento a Cervantes en el Parque de la Puerta Dorada de San Francisco de California, urbaniza las ciudades californianas, conservando el sello de la arquitectura clásica española, y embellece parques y jardines con monumentos y estatuas que recuerdan las grandes creaciones españolas o los hombres más eminentes de nuestro Siglo de Oro. Viajó el Sr. Cebrián por todo el mundo. En España tradujo dos obras interesantísimas: la de Lummier, al español, y la de Julián Juderías, La Leyenda negra, al inglés. Editó la obra del inolvidable Lampérez sobre arquitectura cristiana, y enriqueció con sus aportaciones valiosas las bibliotecas de las Escuelas de Arquitectura, a la que donó 8.000 volúmenes, y a la de Pintura, Escultura y Grabado, a la que hizo un donativo de otros 3.000. Pertenecía el Sr. Cebrián como miembro honorario a las Academias de Bellas Artes de San Fernando y a la de la Historia; era doctor honoris causa de la Universidad de Salamanca, poseía las grandes cruces de Alfonso XII e Isabel la Católica, y en fecha reciente (junio 1933) recibió un señalado homenaje de los arquitectos españoles, que también le nombraron arquitecto honoris causa. Descanse en paz el antiguo ingeniero militar D. Juan Cebrián Cervera, paladín infatigable y constante de la hispanidad en tierra extranjera y patriota insigne, que puso ante todas las devociones la de su patria.» (La Construcción Moderna, Madrid, 1º de marzo de 1935, número 5, págs. 36-37.)
1936 «Grandson of Rich S. F. Man Reported Shot. San Francisco, Aug. 12.– Reports that Roberto de Caleya, grandson of the late John C. Cebrian; wealthy San Francisco businessman and art patron, had been shot in Spain were received here today. De Caleya was reported visiting in Madrid. His mother, one of Cebrian's daughters, has made her home there for some years. When Cebrian died, the boy shared in his $125.000 estate.» (Oakland Tribune, Oakland, California, wednesday, august 12, 1936, page 2.)
«D. Roberto Fernández de Caleya y Cebrián (21). Natural de Suances (Cantabria). En la lista provisional de alumnos muertos gloriosamente por Dios y por la Patria,, aparece como asesinado a manos de los rojos.» (“Profesores y Alumnos Caídos por Dios y por España”, en la página dedicada al colegio marianista madrileño Nuestra Señora del Pilar: recuerdosdelpilar.com)
★ Sobre Juan Cebrián Cervera en Filosofía en español
1924 “Españoles meritorios: Juan Cebrián Cervera” (El Sol, Madrid, 12 de diciembre de 1924).
1932 Rafael Blanco Caro, “Un arquitecto de la patria” (Blanco y Negro, Madrid, 22 de mayo de 1932).
1933 “Homenaje al Excmo. Sr. D. Juan C. Cebrián - Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid 22 de Junio de 1933” (Boletín de la Academia de Bellas Artes de San Fernando): 1. Discurso de Don Carlos de Miguel, Alumno de la Escuela Superior de Arquitectura; 2. Discurso de Don Manuel Martínez Ángel, Representante del Colegio de Arquitectos, 3. Biografía de Don Juan Cebrián y elogio de su obra, por Don Modesto López Otero, Director de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, 4. Discurso de Don Luis de Landecho, Presidente de la Sección de Arquitectura de la Academia.
“Homenaje a D. Juan C. Cebrián - Arquitecto Honoris Causa (Arquitectura. Colegio Oficial de Arquitectos): 1: Biografía leída por don Modesto López Otero, 2: Adhesión del Colegio de Arquitectos de Madrid, representado por D. Manuel Martínez Ángel.
★ Textos de Juan Cebrián Cervera en Filosofía en español
1917 “Pueblos Hispano-americanos y no Latino-americanos” (Hispano América, San Francisco de California, 15 de abril de 1917).
1919 “Apéndice” a América Española o Hispano América. El término “América Latina” es erróneo, Madrid 1919.
1926 “La Exposición Hispanoamericana de Sevilla y El Porvenir de la Raza” y “El apelativo ‘Iberoamericano’”, en Nuestra raza es española (ni latina ni ibera), Madrid 1926.