Filosofía en español 
Filosofía en español

Confederación de Estudiantes Católicos de España
Confederación Nacional de Estudiantes Católicos

1920


«Cataluña. Los estudiantes. Vuelven a estar soliviantados los ánimos entre los estudiantes católicos, por asegurarse que el Sr. Fuset ha continuado en su clase de Zoología haciendo consideraciones acerca de la religión. Esta noche se reunirán los estudiantes católicos, habiendo convocado a los mismos los presidentes de las Sociedades católicas de Barcelona, para tratar de unas apreciaciones que hizo el catedrático en la clase acerca de la Inquisición.» (La Correspondencia de España, Madrid, 21 febrero 1915, pág. 7.)

«Los estudiantes católicos. Huesca. Los alumnos del Instituto han fundado un organismo católico para colaborar por todos los medios a la defensa de la Religión Católica. Abrirán dos cursos de conferencias y certámenes literarios y publicarán un periódico. Tienen el propósito de invitar a todos los alumnos de los Institutos de España para que les imiten.» (Diario de Valencia, 5 noviembre 1919, pág. 3.)

«Liga Católica. Munich. Acaba de fundarse una Liga Católica, con la misión de fortalecer la influencia del criterio católico en las esferas académicas de Alemania y los demás pueblos del mundo, a fin de conseguir la reconciliación de todos los países. Además estrechará las relaciones internacionales mediante la colaboración de los estudiantes católicos de todas las naciones. La prensa católica de Munich asegura que uno de estos centros será inaugurado en breve en Rusia.» (Las Provincias, Valencia, 8 diciembre 1919, pág. 3.)

«Exhortaciones del Papa. A la Juventud Católica. No menos interesantes que las dirigidas al Patriciado y Nobleza de Roma, que publicamos días pasados, son las exhortaciones dirigidas por el Sumo Pontífice [Benedicto XV] a la Juventud Católica Italiana, al recibir en audiencia a sus representantes. Reproducimos a continuación los pasajes más salientes de la alocución pontificia, que bien puede entenderse dirigida a todas las asociaciones de estudiantes católicos del mundo. […] ”Los miembros de la Juventud Católica deben, pues, frecuentar asiduamente los Círculos de estudios creados por la misma; y en éstos debe tratarse sin descanso de los problemas de actualidad, para ejercitarse en extraer el bien y rechazar el mal que pueden contener las doctrinas nuevas o exóticas…”.» (El Debate, Madrid, 17 enero 1920, pág. 3.)

En el entorno de la “A. C. N. de P.”, Asociación Católica Nacional de Propagandistas, y su periódico El Debate (redacción y administración en la céntrica y capitalina plaza de las Cortes, Marqués de Cubas 3, apartado 466, teléfono 365), la noticia, en enero de 1920, del proyecto de constitución de una Internacional de estudiantes católicos, jaleada desde Friburgo de Suiza, les lleva a constituir a mediados de marzo una Junta Nacional de estudiantes católicos (presidida por el joven Fernando Martín-Sánchez Juliá), que a mediados de abril ya tiene adoptado el nombre de Confederación de Estudiantes Católicos de España, “C. de E. C.”, rótulo con suficiente solera en esos ámbitos católicos (Confederación Nacional Católico-Agraria, Confederación de Obreros Católicos, Confederación Nacional de Sindicatos Católicos de Obreros de España). Un año antes había quedado constituida la Коминтерн - Internacional Comunista (en el congreso celebrado en Petrogrado del 2 al 6 de marzo de 1919), y, como es natural, la reorganización en las filas católicas venía determinada en buena medida por la realidad bolchevique: “sólo constituyendo una juventud cristiana podrá resistir España al empuje del comunismo” (Marcelino Oreja en el colegio del Pilar el 22 de abril), “Que la Universidad sea comunista o católica o liberal, pero que sea un alma” (Ángel Herrera en Valencia de 10 de mayo), “Fuera de nuestro camino no hay más que errores, ya el error liberal, ya el comunista” (Gervasio de Artiñano en el mitin del 13 de mayo).

Diez años después, Fernando Martín-Sánchez Juliá, en el acto de homenaje al padre Ángel Ayala, S. J., con ocasión de cumplirse veinte años de la fundación de A. C. N de P., recuerda así la génesis de la C. de E. C.:

«Se fundan los Estudiantes Católicos. Se recibió el año 1920 una carta de Friburgo invitando a España a sumarse a una Internacional de EE. CC. que se proyectaba fundar. Esta invitación fue la causa inmediata que convirtió en realidad la idea que hacía tiempo había germinado en el cerebro del padre Ángel Ayala. El P. Ángel había sabido percibir un vacío social y había visto que una organización de los estudiantes en católico era la llamada a llenarlo. Y en esto está la grandeza de la obra realizada por el P. Ángel Ayala: en darse cuenta rápida de las necesidades sociales y en concebir su remedio prestamente y con extraordinaria claridad.» (Boletín A.C.N. de P., año VI, nº 95, Madrid, 5 de julio de 1930, pág. 2.)

Barrocas plumas piadosas, un cuarto de siglo después, buscando adornar una fecha precisa de constitución de esta institución, suponen que coincidió con la festividad de Santo Tomás de Aquino, que aquel año se había celebrado el domingo 14 de marzo de 1920:

«Tras la honda sima abierta entre los hombres y las naciones por la primera guerra mundial, en aquella paz presagiada de nuevos dolores, surgió en los estudiantes de la Universidad católica de Friburgo (Suiza) la idea de agrupar a todos los universitarios católicos del mundo en una organización para contribuir al desarrollo del catolicismo en los medios estudiantiles y en todos los dominios de la vida universitaria, intelectual y social, como medio de fomentar la paz. España fue, junta con Suiza y Holanda, colaboradora en la fundación de la organización. Un grupo de estudiantes, luego profesionales preeminentes, entre los que figuraban Fernando Martín-Sánchez, Oreja Elósegui, González Quevedo, Álvarez Robles, Valiente, Torre de Rodas, Pérez Ayala, Palma, Moreno Ortega, Gil Robles, Pando Muñiz, Reparaz, Pabón, Almansa, Martínez Agulló, García Vinuesa, Abellán, Castresana, Pérez de Laborda..., varios de los cuales han sufrido martirio en la pasada Cruzada nacional, sacrificados por los comunistas, constituyeron en la festividad de Santo Tomás de Aquino de 1920 la Confederación Nacional de Estudiantes Católicos de España, que rápidamente se extendió por todas las Universidades patrias, atrayendo así gran número de estudiantes. Mucho les valió el franco y decidido apoyo de prestigiosas personalidades de la vida social y de la vida cultural, como el excelentísimo señor Duque del Infantado, patrono del Colegio español “Cardenal Albornoz”, de Bolonia (Italia); don José Yanguas Messía, Catedrático de Derecho Internacional; don Ángel Herrera Oria, Director de El Debate; el R. P. Alonso Getino, O. P., comentador del padre Vitoria; don Juan Vázquez de Mella, ilustre tribuno tradicionalista; don Antonio Maura, eminente jurisconsulto y jefe del partido conservador español; el R. P. Ángel Ayala, S. J., Director del Instituto Católico de Artes Industriales; don César Silió, Ministro de Instrucción Pública y autor de la Ley de Autonomía universitaria; Marqués de Lozoya, Catedrático de Historia del Arte y actual Director general de Bellas Artes; don Francisco Bergamín, prestigio del foro español y ex Ministro conservador; don Eduardo Callejo, Ministro de Instrucción Pública y Catedrático de Derecho; don Ricardo Royo Villanova, ex Rector de la Universidad de Zaragoza; don Miguel Sancho Izquierdo, actual Rector de la citada Universidad, y don Salvador Minguijón, publicista eminente y uno de los fundadores del grupo de la Democracia social cristiana.» (“Aportación de España a la Pax Romana”, Revista Nacional de Educación, Madrid 1946, número 61, páginas 46-50.) → Pax Romana

1920 «A. C. N. de P. Tercer Círculo de Estudios. Ayer se celebró en la Oficina Informativa de Enseñanza la reunión acostumbrada del Tercer Círculo de Estudios. […] El señor Herrera comunicó al Círculo una carta del Comité Central de la Sociedad de estudiantes suizos, respecto a la fundación de una Unión internacional de estudiantes católicos.» (El Debate, Madrid, 22 enero 1920, pág. 3.)

«A. C. N. de P. Ayer, a las seis de la tarde, tuvo lugar la reunión del Tercer Círculo de Estudios. […] El señor Martín-Sánchez habló de los resultados conseguidos para la Asociación de estudiantes católicos y de los actos públicos que se preparan para la propaganda de esta idea.» (El Debate, Madrid, 11 marzo 1920, pág. 3.)

«Los estudiantes. Elección de la Junta Nacional. Para la propaganda y organización de los estudiantes católicos de España, se ha constituido la siguiente Junta: Don Fernando Martín-Sánchez Juliá, presidente. Don Jesús Pérez Braojos, vicepresidente. Don Marcelino Oreja, secretaría. Vocales: Don Fernando Moreno Ortega, Don José Alegría, Don Mariano Brull, Don Calixto González Quevedo, Don Pedro Pérez Ayala, Don Pedro Abellán Aristizabal. Las adhesiones y las consultas deben dirigirse a don Fernando Martín-Sánchez Juliá, presidente de la Junta Nacional de estudiantes católicos, calle del Marqués de Cubas, apartado 466.» (El Debate, Madrid, 18 marzo 1920, pág. 1.)

«Confederación de Estudiantes Católicos. Hoy jueves, a las once y media, en el Colegio del Pilar (Claudio Coello número 41), se celebrará un acto, a fin de organizar a sus alumnos. Oradores: Don Marcelino de Oreja. Don Fernando Martín-Sánchez Juliá. El viernes 23, a las siete de la tarde, se celebrará en el Instituto Católico de Artes e Industrias un acto, a fin de organizar a sus alumnos. Oradores: Don Fernando Moreno Ortega. Don Fernando Martín-Sánchez Juliá.» (El Debate, Madrid, 22 abril 1920, pág. 3.)

«C. de E. C. Importante acto en Madrid. En el colegio del Pilar celebróse ayer un acto a fin de constituir la Asociación de Estudiantes católicos del Bachillerato en aquel centro. El salón se encontraba completamente lleno. El señor director del colegio hizo la presentación de los oradores, usando, en primer lugar, de la palabra el Señor Oreja. Comienza indicando la necesidad de la organización escolar católica, y en elocuentes frases describe el lamentable estado de la enseñanza española. Anima a los jóvenes a asociarse, formándose así, desde los primeros estudios, en el espíritu corporativo y desarrollándose en ellos la idea de clase. Termina diciendo que sólo constituyendo una juventud cristiana podrá resistir España al empuje del comunismo. El señor Martín-Sánchez. Sus primeras palabras son de gratitud a los profesores del colegio. Relata cómo los escolares católicos españoles fueron invitados a ingresar en la Internacional católica. Explica los fines de la asociación, que están resumidos en las palabras de su lema. Dice que es preciso se defiendan los escolares de los ataques que tras las trincheras de las mesas de las cátedras se dirigen a sus ideales. Es menester –añade– que solicitemos la libertad de enseñanza. Argumenta en favor de ella, demostrando que es un absurdo el monopolio del Estado. Termina diciendo que si los escolares españoles no son capaces de organizarse profesionalmente, se habrán hecho indignos de que se les considere como clase. (Ovación prolongada.) El entusiasmo que reinó durante el acto cristalizará en una asociación potente, en que formarán todos los alumnos del citado colegio.» (El Debate, Madrid, 23 abril 1920, pág. 3.)

«Confederación de estudiantes católicos. Granada, 1º. Ha quedado constituida la Federación de estudiantes católicos, integrada por 500 jóvenes pertenecientes al Magisterio y a las Facultades de Medicina, Derecho, Ciencias y Farmacia.» (La Correspondencia de España, Madrid, 1 mayo 1920, pág. 3.)

«La C. de E. C. Mitin en Madrid. La organización de los estudiantes católicos se está realizando bajo los auspicios más lisonjeros; acabada de emprender esa obra, ya se extiende por todo el territorio nacional; se trabaja con extraordinario entusiasmo por los estudiantes católicos de Granada, de Valencia, de León, de Valladolid, de Toledo, de Guadalajara, de Ávila, de Segovia, de Madrid; es de esperar que muy pronto será un organismo poderoso la Confederación de Estudiantes Católicos (C. de E. C.). En Madrid, donde reside la Junta Suprema, la organización obtiene gran éxito. Pertenecen ya a la Confederación numerosos estudiantes universitarios de todas las Facultades –de la de Derecho, la inmensa mayoría–, de las Escuelas Especiales, de la segunda enseñanza y del Magisterio. No hay que decir que también dan un buen contingente a la Confederación de Estudiantes Católicos, los alumnos de las escuelas privadas. La C. de E. C. ha organizado para fechas inmediatas mítines en Valencia, Valladolid y León, y proyecta un mitin monstruo en el teatro del Centro, de esta Corte, en el que se presentará y dará a conocer su programa al público de Madrid y al de toda España. Hablarán en dicho acto los estudiantes don Marcelino Oreja de Elósegui y don Fernando Martín-Sánchez, presidente de la C. de E. C., y los catedráticos señores Suárez Somonte, rector del Instituto del Cardenal Cisneros, y don Gervasio de Artiñano, profesor de la Escuela de Ingenieros industriales. Las personas que deseen asistir al mitin, que se celebrará el día 13, deben solicitar las invitaciones de las oficinas de la Junta Suprema de la Confederación de Estudiantes Católicos, Marqués de Cubas, 3.» (El Debate, Madrid, 6 mayo 1920, pág. 1.)

«Los estudiantes católicos. Organizada por la Federación de Estudiantes Católicos de España, se celebrará el día 13, en el Teatro del Centro, de Madrid, a las diez de la mañana, una asamblea, en la que tomarán parte varios estudiantes y don José Yanguas Messia, catedrático de Derecho de la Universidad Central; don Ignacio Suárez, director del Instituto del Cardenal Cisneros, y don Gervasio Artiñano, profesor de la Escuela de Ingenieros Industriales.» (La Cruz, Madrid, 11 mayo 1920, pág. 3.)

«El mitin de estudiantes. Gran entusiasmo. La noticia de la celebración del mitin que, organizado por la Confederación de Estudiantes católicos, se celebrará en el teatro de la Zarzuela, ha despertado gran entusiasmo entre el elemento escolar, y ha sido acogido con viva simpatía por muchos catedráticos y otras muchas personas que ven con complacencia el resurgimiento de la clase estudiantil. Las Asociaciones constituidas en provincias enviarán su representación al mitin. La comisión organizadora está recibiendo continuas peticiones de localidades para asistir al mismo, viéndose imposibilitada de corresponder a todos, como sería su deseo.» (El Debate, Madrid, 11 mayo 1920, pág. 3.)

«La Federación de estudiantes católicos. Valencia, 11. En el local de la Juventud católica se ha celebrado el acto de constituir la Federación de estudiantes católicos, al que asistieron gran número de escolares de todas las Facultades. También han concurrido las autoridades universitarias. El estudiante de Derecho Sr. Zugasti abrió la sesión, siguiéndole en el uso de la palabra el presidente de la Federación escolar católica de Madrid. A continuación habló el Sr. Herrera, director de El Debate, que fue ovacionado.» (La Correspondencia de España, Madrid, 11 mayo 1920, pág. 7.)

«El señor Martín Sánchez, presidente de la Junta Suprema de la A. E. C. […] hizo historia de la fundación de la A. E. C.: “Fue hace escasos meses cuando recibimos una carta de los estudiantes católicos de Suiza, y vimos con dolor en el corazón y vergüenzas en el rostro, que entre nosotros, siendo católicos la mayoría, nada existía como organización; en cambio, ya había elementos enemigos que trabajaban en favor de las agrupaciones de estudiantes socialistas, y favorecidos por instituciones más o menos libres“.» (“La Asociación de Estudiantes Católicos”, Diario de Valencia, miércoles 12 de mayo de 1920, pág. 1.)

«Gran mitin de estudiantes organizado por la C. de E. C. de España. El 13 de mayo en el Teatro de la Zarzuela, a las diez y media de la mañana. Oradores. Don Marcelino de Oreja Elósegui, secretario de la Junta suprema de E. Don Fernando Martín-Sánchez Juliá, presidente de la Confederación de E. Don José Yanguas Messia, catedrático de Derecho internacional de la Universidad Central. Don Ignacio Suárez Somonte, director del Instituto del Cardenal Cisneros. Don Gervasio de Artiñano, Profesor de la Escuela de Ingenieros industriales y diputado a Cortes, que presidirá el acto. Las localidades para asistir al acto podrán recogerse desde el día 10 de mayo en el domicilio de la Junta Suprema de Estudiantes Católicos, Marqués de Cubas, 3, de cinco a ocho de la noche.» (El Debate, Madrid, 12 mayo 1920, pág. 1.)

El jueves 13 de mayo de 1920 [a los tres años de la primera aparición de la Virgen por Fátima, algo que no se tenía entonces presente], tras varios mitines por capitales de provincia para impulsar la formación de asociaciones de estudiantes católicos, se celebra en el Teatro de la Zarzuela de Madrid el “grandioso mitin” en el que se presenta formalmente la Confederación de Estudiantes Católicos de España. Intervienen Marcelino Oreja Elosegui (1891), Fernando Martín-Sánchez Juliá (1899, de veinte años, el más joven de los intervinientes, presidente de la “C. de E. C.”), José Yanguas Messía (1890) y el diputado Gervasio de Artiñano (1873). Se lee una carta de Ignacio Suárez Somonte (1865) y otra de Juan Vázquez de Mella (1861). El Debate publica crónica detallada al día siguiente en primera plana: “Para muchos tuvo proporciones de revelación, de epifanía…”, con las quince resoluciones que se elevan al ministro de Instrucción Pública, y los telegramas cursados por Fernando Martín-Sánchez Juliá al Vaticano (Cardenal Gasparri) y a la Internacional de Estudiantes Católicos, en Friburgo.

«A las personas reflexivas ha de hablar muy elocuentemente el espectáculo, o la noticia, del mitin de estudiantes celebrado ayer en la Zarzuela. Un éxito de esa índole no se mixtifica…, ni siquiera se improvisa. Responde a una realidad y la presupone anterior; indica la base de una necesidad definida, que buscaba un órgano acomodado para actuar, y que lo ha encontrado. El teatro se llenó completamente, y si no aparecieron también henchidos los pasillos, fue porque la Comisión repartió estrictamente las localidades numeradas, habiendo de reducirse en la satisfacción de las solicitudes a los límites que se señalara. Entre la concurrencia figuraban profesores de diversas Facultades y Academias, catedráticos de colegios privados, maestros públicos y, sobre todo, escolares. Usaron de la palabra los señores Oreja y Martín-Sánchez, estudiantes aprovechadísimos, que han recorrido ya no pocas provincias de España excitando a la asociación a la clase escolar, defendiendo, sus derechos e intereses, y dejando en marcha organizaciones provinciales. Tienen una personalidad destacada, su oratoria es tribunicia, y en la florida juventud, edad de esperanzas, han rendido ya frutos de positiva acción social. Los ilustres profesores de la Facultad de Derecho y la Academia de Ingenieros industriales señores Yanguas y Artiñano, aportaron la contribución de su competencia, de su autoridad y de su elocuente palabra. El entusiasmo caluroso que reinó en el mitin desbordóse en frecuentes aplausos. No en aplausos predominantemente nerviosos o hijos de arrebatos imaginativos y sentimentales, sino consecuencia de la reflexión, manifestaciones de la unidad de pensamiento, de la coincidencia de opiniones.» (“Se celebra con gran éxito el mitin de estudiantes católicos”, El Debate, Madrid, viernes 14 mayo 1920, págs. 1-2.)

«En el Teatro de la Zarzuela se ha celebrado un grandioso mitin organizado por la Confederación de estudiantes católicos de España. Asistió una gran concurrencia, entre la que figuraba el exministro Sr. Goicoechea. Pronunciáronse entusiastas discursos ensalzando la unidad de los estudiantes católicos de España y el ejemplo de los de Suiza y otras nacionalidades. Hicieron uso de la palabra escolares, catedráticos y parlamentarios. Se habló de la influencia de los escolares para conseguir la restauración de las gloriosas Universidades españolas. Se protestó también contra los actos separatistas de Barcelona, y se dieron muchos vivas a España. Terminó el mitin con la lectura de una entusiasta carta de adhesión de Mella, entre delirantes ovaciones.» (El Correo de Cádiz, Cádiz, 14 mayo 1920, pág. 4.)

«Visita al señor Nuncio. Una comisión de la Junta Suprema de la Confederación de estudiantes católicos visitó anteayer al Nuncio de Su Santidad. Interesóse detenidamente monseñor Rangonesi por la marcha de la obra, dedicando a los estudiantes calurosas frases de aliento. Por conducto del señor Nuncio pedirá la C. de E. C. una bendición especial a Su Santidad. Los estudiantes salieron complacidísimos de la visita.» (El Debate, Madrid, 8 noviembre 1920, pág. 3.)

«Estudiantes católicos. Gran mitin en Toledo. Se constituye la Federación. En el Paraninfo del Instituto y bajo la presidencia del director de la Normal dio comienzo el acto. Dicho señor presenta a los oradores y concede la palabra al señor Martín Forero, que en levantados párrafos excita a los escolares a asociarse, siguiendo el ejemplo de sus compañeros de otras provincias. (Grandes aplausos.) […] El señor Sanz, profesor de la Normal y presidente de los maestros católicos de la provincia, brinda todo su apoyo a la idea, y por último el señor Marín, director de la Escuela Normal, resume con gran elocuencia los discursos y aconseja a los escolares que sean esclavos de la Cruz para ser libres. Fueron ovacionados. Se constituyeron las Asociaciones de la Normal y del Instituto, y a continuación se unieron, formando la Federación. […] Los estudiantes madrileños fueron despedidos en la estación con gran entusiasmo.» (El Debate, Madrid, 16 noviembre 1920, pág. 3.)

«Estudiantes católicos. Mitin de propaganda. Ayer se celebró en el Colegio de los Sagrados Corazones el mitin organizado por la Confederación de estudiantes católicos. El padre Basilio Román presentó a los oradores. El señor Moreno Ortega (don Agustín) expone con elocuencia y claridad los fines y organización de la Confederación de estudiantes católicos, ocupándose de las Asociaciones de Bachillerato. El señor Pando Muñiz expone el fundamento de la obra. Manifiesta su desarrollo admirable, pues cuenta ya con más de 10.000 inscritos. Trata ampliamente de la franca confesionalidad de la Confederación de estudiantes católicos, combatiendo las Asociaciones neutras, que recogen solamente las escorias de los bandos opuestos. Termina pidiendo ayuda a todos para conseguir los fines del lema: Fe, ciencia, libertad. […] Terminado el mitin se constituyó una Asociación, con cerca de 100 inscritos.”, El Debate, Madrid, 18 noviembre 1920, pág. 3.)

«Nuestros concursos. El Certamen pedagógico. Entrega de premios. El domingo 5 de diciembre se celebrará en el teatro Reina Victoria la distribución de premios del certamen pedagógico abierto por El DEBATE. El ilustre ex ministro don César Silió pronunciará un discurso sobre un tema de enseñanza. También hablará el seños Martín-Sánchez, presidente de la Confederación de Estudiantes Católicos.» (El Debate, Madrid, 26 noviembre 1920, pág. 1.)

«Estudiantes católicos. Tres nuevas Asociaciones. En el salón del Instituto Complutense se celebró ayer el mitin para constituir las Asociaciones de las Facultades de Ciencias, Farmacia y Medicina. El amplio local y las dependencias contiguas estaban atestadas de estudiantes. […] En último lugar hace uso de la palabra el señor Álvarez Robles, de la Junta Suprema. Expone los caracteres de la Confederación de Estudiantes Católicos, que es, en primer lugar, puramente profesional, compuesta y regida sólo por estudiantes. Trata a continuación de la confesionalidad y prueba que ella es el único ideal que puede unir a los escolares para su defensa y mejoramiento. Explica por qué no pueden ir los estudiantes a las Asociaciones rojas, y después de referir brevemente el estado de la Confederación de Estudiantes Católicos, cierra su discurso, arengando a los universitarios católicos, elementos regeneradores de la nueva sociedad.» (El Debate, Madrid, 27 noviembre 1920, pág. 5.)

«Estudiantes católicos. Constitución de Asociaciones de bachilleres. En el Instituto Católico de Artes e Industrias se celebró anteayer el mitin anunciado para organizar a los estudiantes del Bachillerato y a los que estudian la preparatoria militar. […] El padre Ángel Ayala, rector del Instituto Católico de Artes e Industrias, dirigió unas palabras de aliento a los escolares, dándose por terminado el acto. A continuación se constituyeron las Asociaciones, con 500 asociados.» (El Debate, Madrid, 29 noviembre 1920, pág. 3.)

«Los estudiantes católicos. Se funda una Asociación femenina. El domingo último, a las once y media de la mañana, se celebró en el amplio salón de la Acción Católica de la Mujer un importante acto, a fin de constituir la Asociación de alumnas de la Escuela Superior del Magisterio. Usó primera de la palabra la Señorita Múgica. En brillantes frases expone la imperiosa necesidad de asociarse para luchar por la causa de la fe sin desmayos ni vacilaciones, a fin de que los derechos de los escolares no sean desconocidos en ninguna cátedra. Glosa el lema, y demuestra cómo la ciencia y la Religión deben marchar siempre unidas, y cómo, muy en especial, las mujeres deben profesar y proclamar la fe católica, ya que Cristo fue quien elevó y dignificó a la mujer poniendo en su mano el cetro del hogar. Expresa su confianza en que este movimiento feminista no seguirá el derrotero emprendido en otras naciones, donde se ha masculinizado a la mujer. Dirige un llamamiento a todas las que sientan entusiasmos por ese lema: la Fe que guíe, la Ciencia que ilustre y la Libertad para cumplir los propios fines. La señorita Díaz Faez describe la gran alegría que experimentó al oír exponer los fines de la obra y las ventajas que su desarrollo habría de reportar […] Anima a todas para que incansablemente propaguen la idea, no olvidando que si una mujer, Eva, fue causa de la esclavitud del mundo, otra, María Inmaculada, rompió las cadenas, librando a la Humanidad. La señorita de Arteaga tras una elocuente salutación, dice que en estos tiempos la inacción es sinónimo de suicidio, y que, por consiguiente, es imprescindible trabajar en el cultivo de esa selva inexplorada de antiguo feminismo, no sólo como mujeres sino como estudiantes también […] La neutralidad que algunas organizaciones débiles brindan, no puede satisfacer como estudiantes y como católicos, en modo alguno. La organización, pues, ha de ser confesional; sería difícil encontrar un lazo más fuerte que la Religión para agrupar a las estudiantes bajo el lema común. […] Ha de mantenerse siempre la más perfecta unión con la Confederación de estudiantes católicos, ya que hay igualdad de ideales y comunidad de intereses.» (El Debate, Madrid, 14 diciembre 1920, pág. 3.)

1921

1921 «En el escaso tiempo que cuenta de vida –añade–, la Confederación ha organizado más de 30 mítines y conferencias de propaganda en toda España. La integran nueve Federaciones y más de 48 Asociaciones, ya organizadas, que constituyen como el núcleo de las que rápidamente se extenderán por todo el reino. Algunas han montado cooperativas de libros de texto y material académico y han organizado cursos de conferencias con el concurso de distintas personalidades del mundo social e intelectual español. Actualmente se realizan los trabajos preliminares para la inauguración de la Casa Social de los estudiantes católicos de Madrid.» (“Un juicio de L'Osservatore Romano”, El Debate, Madrid, 27 enero 1921.)

El 30 de enero de 1921 la C. de E. C., vía Federación de Estudiantes Católicos de Madrid, logra un éxito notable al lograr que el mismísimo rector de la Universidad Central, José Rodríguez Carracido, presida e intervenga en el mitin del salón de actos del Conservatorio. Destaca la intervención de “la señorita de Arteaga”, María Cristina de Arteaga y Falguera (1902), hija de los duques del Infantado, quien años después había de ser la primera mujer doctora en Historia (antes de hacerse monja: desde 2001 está abierto el proceso de su canonización).

«La señorita de Arteaga. Al levantarse a hablar la hija de los duques del Infantado es saludada con una ovación clamorosa. Con elocuente y briosa palabra expone cómo la mujer va interviniendo cada día más en la vida social, y afirma que esta intervención será sana o pervertida, provechosa o funesta, según el espíritu que la informe. No es que haya crecido ahora la influencia íntima de la mujer, pues, como decía Castelar, “el mundo está gobernado por faldas” (Aplausos y risas); pero sí se ha definido y ampliado la misión social de la mujer después de la guerra. Antes extrañaba una mujer estudiante, hoy es cosa corriente, y en algunas Universidades extranjeras son más los alumnos femeninos que los masculinos. Expone lo que en la vida representa la mujer estudiante, y dice que es preciso que nos vayamos dando cuenta de que no se le ha de imaginar siempre bigotuda y con lentes. (Grandes risas.) […] Termina diciendo que de las estudiantes católicas puede decirse que tienen tres almas: como católicas, como españolas y como estudiantes, y que sabrán demostrar lo que es capaz de hacer una mujer con tres almas. (Prolongada ovación, que obliga a la señorita de Arteaga a saludar al público.)» (“Los estudiantes católicos. Gran mitin en el Conservatorio”, El Debate, 31 enero 1921.)

1922

1922 «La Federación de Estudiantes Católicos de Madrid, integrada por las Asociaciones universitarias de Estudiantes Católicos de Filosofía, Ciencias, Derecho, Medicina y Farmacia; la de Maestros, Comercio y Bachillerato, se ha adherido al acto y asistirán agrupados.” (“Manifestación por las responsabilidades en África organizada por el Ateneo de Madrid el domingo 10 de diciembre de 1922”, El Sol, Madrid, 10 diciembre 1922.)

1936 «Certamen literario. La Asociación de Estudiantes Católicos de Filosofía y Letras de Madrid organiza en el XIII centenario de San Isidoro y en su honor un concurso literario, con arreglo a las presentes bases: Primera. Podrán tomar parte en este Certamen todos los estudiantes de España, sin limitación de ningún género, siempre que presenten el oportuno comprobante acreditativo de que lo son, mediante el carnet estudiantil o la firma del director del Centro docente en que cursen sus estudios. Segunda. Los trabajos versarán sobre el tema “San Isidoro de Sevilla, lazo de unión de dos culturas y príncipe de la unidad religiosa en España”. Tercera. Los trabajos originales e inéditos, han de presentarse escritos a máquina, a dos espacios por un solo lado y con un límite máximo de cincuenta cuartillas corrientes. Irán firmados con un lema. Dentro del sobre de envío irá otro cerrado, en el que se consignará el nombre, domicilio, edad, estudios y Centro donde los cursa el autor. Cuarta. El trabajo premiado lo será con un vale, para hacerlo efectivo en una librería de Madrid. Dicho trabajo pasará a ser propiedad de la Federación de Estudiantes Católicos de Madrid, que gestionará su publicación inmediata, y podrá utilizarlo en la forma que estime conveniente, sin dar lugar a ninguna reclamación por parte de su autor. Quinta. Los autores de los trabajos que no hubiesen resultado premiados, podrán solicitarlos a esta Federación, en un plazo de quince días, a partir de la publicación del fallo del Jurado, pasados los cuales perderán todos sus derechos. Sexta. El plazo de admisión de los trabajos caduca el 15 de mayo próximo, quedando abierto desde la publicación de estas bases. Séptima. Los trabajos serán remitidos a la Asociación de Estudiantes Católicos de Filosofía y Letras, Casa del Estudiante, Mayor, 1. Madrid. Octava. Un Jurado, cuyos componentes se darán a conocer a su debido tiempo, hará la adjudicación del premio.» (El Siglo Futuro, Madrid, sábado 11 abril 1936, pág. 14.)

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