Nicola Abbagnano, Diccionario de filosofía [1961]
Fondo de Cultura Económica, México 1963 (2ª 1974)
páginas 782-783

Materialismo histórico

(ingl. historical materialism; franc. matêrialisme historique; alem. historischer Materialismus; ital. materialismo storico). Engels aplicó este nombre al canon de interpretación histórica propuesto por Marx, que consiste en reconocer a los factores económicos (técnicas de trabajo y de producción, relaciones de trabajo y de producción) un peso preponderante en la determinación de los acontecimientos históricos. El supuesto de este canon es el punto de vista antropológico defendido por Marx, según el cual la personalidad humana está constituida intrínsecamente (o sea en su misma naturaleza) por las relaciones de trabajo y de producción que el hombre adquiere para hacer frente a sus necesidades. Por estas relaciones, la «conciencia» del hombre (o sea sus creencias religiosas, morales, políticas, etcétera) es más bien un resultado que un supuesto. Este punto de vista fue defendido por Marx sobre todo en el escrito Ideología alemana (Deutsche Ideologie, 1845-46). De este modo, la tesis del materialismo histórico es que las formas que la sociedad adquiere históricamente dependen de las relaciones económicas que prevalecen en una fase determinada de ella. Dice Marx: «En la producción social de su vida, los hombres entran en determinadas relaciones necesarias e independientes de sus voluntades, relaciones de producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, que tiene una base real sobre la cual se edifica una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden determinadas formas sociales de conciencia... El modo de producción de la vida material, condiciona, por lo tanto, en general, el proceso de la vida social, política y espiritual» (Zur Kritik der politischen Ökonomie, 1859, pref.; trad. esp.: Para la crítica de la economía política). Marx elaboró esta teoría invirtiendo el punto de vista de Hegel ya que para Hegel es la conciencia la que determina el ser social del hombre en tanto que para Marx es el ser social del hombre el que determina su conciencia.

No debe creerse, sin embargo, que Marx haya querido convertirse en sostenedor de un fatalismo económico por el cual las condiciones económicas llevarían al hombre necesariamente a determinadas formas de vida social. En las mismas relaciones económicas, en cuanto dependen de las relaciones de trabajo, de producción, de cambio, &c., el hombre entra como elemento activo y condicionante y, por lo tanto, la condicionalidad que la estructura económica ejerce sobre las superestructuras sociales, por lo menos en parte, una autocondicionalidad del hombre en relación consigo mismo (Deutsche Ideologie [«Ideología alemana»], I, C). Engels habla a continuación de una «inversión de la praxis histórica», o sea de una reacción de la conciencia humana a las condiciones naturales, opuesta a la acción de éstas sobre aquélla. Pero desde el punto de vista de Marx, no hay necesidad de tal inversión, ya que no es la superestructura la que obra sobre la estructura, sino el hombre que, interviniendo en sus técnicas para cambiar o mejorar la estructura económica, se autocondiciona a través de ella.

El materialismo histórico ha propuesto a la atención de los historiadores un canon de interpretación al cual es indispensable recurrir en muchos casos para la explicación de acontecimientos y de instituciones histórico-sociales. A este canon, en efecto, recurren en mayor o menor medida, historiadores de todos los dominios de la actividad humana, en cuanto el mismo abre a la explicación histórica un camino que, a veces, es el único posible. Actualmente se tiende a interpretar el materialismo histórico no como un principio dogmático (como Engels, sobre todo, lo había propuesto), sino como una posibilidad explicativa a la cual se debe recurrir en determinadas circunstancias. En otros términos, [783] afirmar que en todos los casos los acontecimientos o situaciones histórico-sociales deban ser explicadas por el determinismo de los factores económicos es tesis tan dogmática como la que quisiera excluir, en absoluto y en todos los casos, el determinismo de tales factores. El historiador se encuentra, en cierta situación, en posibilidad de determinar el peso relativo de los factores determinantes y se trata de establecerlo en cada caso, frente a las situaciones particulares, sin que ello pueda ser decidido por anticipado y de una vez por todas. Sustraído a su planteamiento dogmático, el materialismo histórico ha ofrecido a la técnica de la explicación historiográfica una de sus posibilidades más fecundas y un nuevo grado de libertad a la elección historiográfica. Véase Historiografía.


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