Filosofía (Iconografía)
Como cosa curiosa, no está demás exponer las diversas representaciones con que ha sido figurada la filosofía.
Alfamio la hace hija de la experiencia y de la memoria. Se representa como una mujer de aspecto grave en actitud reflexiva, y con la frente majestuosa ceñida de una preciosa diadema. Está sentada en un sillón de mármol blanco, en cuyos brazos hay esculpidas las imágenes de la fecunda naturaleza. Esta figura simbólica tiene dos libros, en uno de los cuales se lee naturalis, y en el otro moralis. Rafael, autor de esta idea, ha querido con ella indicarnos los cuatro elementos, objeto de las investigaciones filosóficas, valiéndose de los diversos colores que ha dado a los ropajes con que la viste. El manto de color de azul que cubre sus espaldas designa el aire; la túnica encarnada el fuego; el ropaje de azul celeste que cubre sus rodillas el agua, y el color amarillo que le llega hasta los pies la tierra. Dos genios que coloca cerca de la figura principal, sostienen esta inscripción: Causarum cognitio; el conocimiento de las causas.
Boecio, en el retrato que ha trazado de la filosofía, le pone en una mano algunos libros, y en la otra un cetro.
En el extremo de su ropaje hay una letra griega, y en el estómago otra, que designan la primera la teoría y la segunda la práctica, para dar a entender que la filosofía debe ser activa y especulativa. Luego finge que esta imagen simbólica se le ha presentado bajo los rasgos de una mujer que, con rostro radiante y ojos llenos de fuego, anuncia algo de divino: que su talle parece igual al de la especie humana; y, finalmente, que algunas veces levanta la cabeza hacia los cielos, y se oculta a la vista de los débiles mortales.
Ceochin la representa como una mujer hermosa, reflexiva, vestida sencillamente, con un cetro en una mano y un libro en la otra, la hace trepar un monte áspero y pedregoso, haciéndola apoyar en el freno de la razón.
Picart, en un asunto alegórico, pinta la armonía de la religión con la filosofía: su figura simbólica tiene diferentes atributos, los cuales caracterizan las cuatro partes. Está coronada de estrellas para designar la física; un cetro que lleva en su mano izquierda indica la moral; dos genios colocados cerca de ella, el uno lleva una serpiente mordiéndose la cola, símbolo de la eternidad, y esto anuncia la metafísica; el otro una piedra de toque para expresar la lógica, cuyo objeto es el de distinguir lo verdadero de lo falso.