Pedro Mata

Biog. Médico, político y literato español. N. en Reus (Tarragona) a 14 de junio de 1811. M. en Madrid a 27 de mayo de 1877. Hijo de un Doctor en Medicina y humanista notable, hizo sus estudios, primero en Reus, después en Tarragona, y por último en Barcelona, donde terminó la carrera de Medicina. Su vida escolar fue muy agitada; pues llevado de sus ideas liberales, publicó Mata artículos políticos y poesías que le ocasionaron serios disgustos. Recién graduado, escribió una tragedia basada en la historia de Riego, acreditando en ella sus estudios clásicos. Se batió varias veces por causa de la libertad, y asistió al levantamiento del sitio de Olot. Ocurrida la sublevación de la Granja, fue preso y conducido atado con otros compañeros a un buque de guerra, que debía llevarlos á Filipinas. Por fortuna para él, antes de darse a la vela el buque triunfó la revolución y fue puesto en libertad. En 1837, después de la sublevación del 4 de mayo, se refugió a bordo de un buque francés, que lo condujo a Tolón, y de allí pasó a Montpellier, dedicándose por completo al estudio y siendo nombrado individuo del Círculo Médico. Falto de recursos, regresó á España (abril de 1838) y se estableció en Reus; mas a los pocos días fue otra vez preso y desterrado sin formación de causa y sin decirle siquiera de qué delito se le acusaba. En París residió dos años, asistiendo a las cátedras y clínicas, y viviendo de su pluma tradujo varias obras, y escribió su libro Secretos de la naturaleza y la novela El poeta y el banquero. Durante su permanencia en París contrajo matrimonio con una joven española. Después de la revolución de 1840 regresó a su país, desde donde se trasladó a Barcelona, siendo nombrado alcalde y después elegido diputado a Cortes. Al estallar en 1841 la sublevación de León, Concha y O'Donnell, se trasladó a Madrid comisionado por el Ayuntamiento de Barcelona, y combatió luego la conducta del Capitán General de Cataluña. Abiertas las Cortes, tomó asiento en los bancos de la izquierda, pronunció un discurso en oposición al de la corona, y otros varios sobre diversas cuestiones, especialmente con motivo de la sublevación de Barcelona en 1842. Cerradas aquellas Cortes, en las que había ocupado el puesto de secretario, volvió a dedicarse a la Literatura. Entre sus escritos de entonces se cuentan: su Historia de la Música; El panorama español, y un considerable número de artículos políticos. En 1843 desempeñó, con el Ministerio López, el cargo de oficial primero de Gobernación, y redactó el plan de estudios médicos de 1º de octubre de aquel año; poco después dimitió el empleo para encargarse de la cátedra de Medicina legal y tóxicológica, que tan gran renombre había de darle y que inauguró con un brillantísimo discurso. En adelante se consagró totalmente a la ciencia, dando a luz su magistral obra sobre su asignatura; un Manual de Mnemotecnia; la Sinopsis filosófica de la Química; el Examen crítico de la homeopatía y dos novelas: Las Amazonas y Abelardo y Eloísa. Por esta última los obispos anatematizaron a los lectores de El Clamor, donde se publicaba, confundiendo la novela del doctor Mata con las Cartas de los célebres amantes. Triunfante la revolución de 1854, Mata volvió a la vida política; pero retirado de ella al poco tiempo, dio en el Ateneo de Madrid algunas lecciones de Frenología que atrajeron numeroso concurso; en 1856 publicó una novela titulada Trabucaires del Pirineo; la tercera edición de su Medicina legal y las novelas Los moros del Rif, Las vísperas sicilianas y La monja enterrada en vida. Más tarde (1859) imprimió un libro titulado Filosofía médico-española, donde se halla reunida la famosa polémica que sostuvo en la Academia de Medicina contra los partidarios de Hipócrates, y en 1861 otra novela titulada Los mártires de Siria. Desde 1863 figuró de nuevo en la política, pero sin desatender sus estudios predilectos, puesto que por entonces publicaba su segundo curso sobre La razón humana, refundía su Medicina legal, y daba a la estampa: Compendio de Psicología; La experimentación fisiológica como prueba pericial en los casos de envenenamiento, y el Criterio médico-psicológico para el diagnóstico diferencial de la pasión y la locura. Después de los sucesos de junio de 1866 la policía ejerció sobre él constante vigilancia, siendo Mata objeto de los más violentos ataques por parte de la prensa ultramontana, que le tachó de ateo, materialista y corruptor de la juventud. Al ocurrir la revolución de 1868, formaba parte de la redacción de El Universal, e influyó activamente en aquellos sucesos, después de los cuales fue elegido diputado por Reus. Luego formó parte de la comisión constitucional encargada de redactar el Código fundamental de 1869. Adicto a la monarquía de Saboya, fue nombrado decano de la Facultad de Medicina, gobernador de Madrid, senador y ministro del Tribunal de Cuentas. Sucesos posteriores y una larga enfermedad le alejaron definitivamente de la política, pero su actividad incansable, necesitando un trabajo asiduo, le hizo no dejar sus estudios, ni aun cuando la parálisis impedía que la pluma expresase su pensamiento. Largo tiempo vivió completamente imposibilitado. Sus restos recibieron sepultura en el cementerio de la Patriarcal. Una colección de sus poesías lleva el título de Fotografías íntimas (Madrid, 1874, en 4º).