Absentismo

Abandono o entrega de las propiedades rústicas en manos mercenarias, mientras el dueño fija su residencia en la ciudad, donde gasta sus rentas.

La falta de espíritu agrícola o local, constituye una de las causas de que los propietarios rurales se ausenten del lugar en donde radican sus bienes. Otros son: la inseguridad personal y la exageración en los tributos públicos.

Sus efectos no pueden ser más nocivos. El absentismo del propietario que sólo se preocupe de obtener una pingüe renta para gastar en la ciudad, regatea a la producción los capitales precisos para abonos o útiles de trabajo. La administración encomendada a personas desinteresadas de los trabajos agrícolas sólo procura sacar de las tierras el mayor provecho sin parar mientes en empobrecerlas, lo cual acarrea que después nadie quiera cultivar una tierra pobre, y así se produce la emigración; falta de brazos encarece el trabajo y la escasez mengua el salario al obrero y la renta al propietario.

Para remediar tamaño mal, el Estado debe disminuir los impuestos, difundir la enseñanza agronómica, dictar leyes favorables a la agricultura, realizar obras de regadío, favorecer las instituciones de crédito agrícola y exigir el cultivo de las grandes propiedades. La acción social y la iniciativa privada deben tender, por su parte, a infiltrar en las clases pudientes el amor al campo, encareciendo la importancia de la agricultura y los graves daños del absentismo.