Fascismo
(del ital. fascio, “haz”). Partido político fundado en Italia por Benito Mussolini hacia 1919-1921, que se impuso al fin como un sistema gubernamental con la revolucionaria “Marcha sobre Roma”, en 1922. Reprimió el comunismo, el socialismo e incluso toda oposición liberal y democrática. El propio Mussolini se adjudicó el título de “Duce” y ejerció el poder omnímodamente como dictador. El partido fascista vigiló y encauzó toda la vida pública; implantó la economía dirigida, el trabajo organizado unilateralmente en forma de sindicatos horizontales; las huelgas, e incluso las menores protestas fueron absolutamente prohibidas. En cuanto a política exterior, se siguió una tendencia imperialista que condujo a los desastres de la segunda guerra mundial, tan catastrófica para los italianos en especial. Además, el fascismo o, al menos, su ideología, fue producto de exportación a otros países.
Desde el punto de vista religioso, a pesar de sus tendencias ideológicas estatistas, difícilmente compatibles con los principios católicos, el partido pareció respetar las creencias católicas de la población: restableció el crucifijo en las escuelas, se impuso la enseñanza del catecismo, e incluso se dispensó al clero del servicio militar. Además, el fascismo y su jefe estaban dispuestos a zanjar la llamada “Cuestión romana” entre el Estado italiano y y el Vaticano. Después de las primeras conversaciones y, contactos preliminares de 1925 y 1926, la espinosa cuestión quedó resuelta; hubo sus roces en las exigencias fascistas y hasta pequeñas rencillas como el conflicto creado entre los “scouts” católicos y los “balilla” italianos, pero la voluntad decidida entre los gubernamentales y las autoridades eclesiásticas fueron allanando todas las dificultades. Poco después (1931) las dificultades fueron mayores con la oposición a la “Acción católica”; y sobre todo desde la alianza del fascismo italiano con el nacionalsocialismo alemán. Al fin, en plena guerra mundial, cayo el fascismo (junio de 1943), y pese a los esfuerzos de Mussolini para prolongar aquella agonía política, a base de un régimen supeditado por completo al hitlerismo alemán, sucumbió definitivamente, en abril de 1945, con la muerte del “duce” italiano, a manos de los guerrilleros.
V. Italia, Estado de la Ciudad del Vaticano, → Nacionalsocialismo.