Filosofía en español 
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Ciencia

Ciencia

La ciencia es la suma, el conjunto de los conocimientos sobre la Naturaleza, la Sociedad y el pensamiento, acumulados en el curso de la vida histórico-social. “...el objetivo de la ciencia consiste en dar un exacto... cuadro del mundo” (Lenin). La ciencia tiende a describir el mundo, no en la variedad aparentemente caótica de sus diversas partes, sino en las leyes, que trata de hallar, con arreglo a las cuales se rigen los fenómenos: tiene por objeto explicarlos. En todos los dominios del conocimiento, la ciencia nos revela las leyes fundamentales que rigen dentro del aparente caos de los fenómenos. La ciencia se desarrolla y avanza con la evolución de la sociedad; su progreso consiste en que llega a reflejar la realidad cada vez más profunda y exactamente. Como una de las formas de la actividad ideológica, la ciencia nace sobre la base de la actividad práctica productiva de los hombres. En cada etapa de la historia, representa el grado alcanzado hasta entonces en cuanto al conocimiento de las leyes de la realidad y está orientada hacia el cambio del mundo, es decir, hacia el dominio y utilización de las fuerzas de la Naturaleza y hacia el cambio de las relaciones sociales. Marx y Engels señalaron que en el desarrollo de la ciencia, lo determinante no es el desarrollo autónomo puramente lógico de los problemas y conceptos, sino, ante todo, los intereses de la técnica, de la producción y de la política, que plantean inicialmente estos problemas, y que en el desarrollo ulterior de la ciencia conservan el valor decisivo en última instancia. “Casi todos los grandes matemáticos, a partir de mediados del siglo XVII, puesto que se dedican a la mecánica práctica y tratan de teorizarla, parten del simple molino de agua para los granos” (Marx). El condicionamiento de la ciencia por el desarrollo de la producción en una sociedad dividida en clases, se evidencia siempre en la dependencia de la ciencia respecto de los intereses económicos y políticos de las clases dominantes. En las condiciones del capitalismo, como fuerza controlada por el capital, la ciencia está contrapuesta a los intereses de la clase obrera; y los descubrimientos científicos, en vez de aliviar el trabajo del obrero, conducen al aumento de la explotación. La ciencia burguesa, revolucionaria y avanzada durante el período de la lucha de la burguesía contra el feudalismo, degenera en una apologética del capitalismo a partir del momento en que la burguesía afianza su dominio político. La Gran Revolución Socialista de Octubre y la construcción socialista en la U.R.S.S. han inaugurado una nueva época en el desarrollo de la ciencia. Por vez primera en la historia de la humanidad, la ciencia, emancipada del poder del capital, se ha puesto al servicio de los trabajadores. En el proceso del desarrollo histórico de la ciencia, cambian las formas, la organización y los métodos del trabajo científico. La dispersión y los métodos artesanales, la anarquía y la espontaneidad, el individualismo y el aislamiento de la labor científica, inevitables bajo las condiciones del capitalismo, han sido sustituidos en la U.R.S.S. por una utilización planificada y conveniente de todas las fuerzas y de todos los recursos de la ciencia para resolver los problemas actuales de la economía nacional, de la defensa y del desarrollo cultural del país del socialismo. Ya en los primeros días de existencia del Poder Soviético, su jefe y organizador, Lenin, emprendió la elaboración de un extenso plan de organización de toda la economía nacional sobre la base de los datos más modernos de la ciencia y de la técnica (el plan de electrificación). En la U.R.S.S., la época de los planes quinquenales stalinianos ha conducido a un crecimiento inaudito del valor de la ciencia y a un ascenso, desconocido hasta ahora, de la creación científica. La superioridad de la organización socialista de la ciencia en la Unión Soviética, la ha conducido ya en una serie de ramas, al primer lugar en la ciencia mundial, así en las matemáticas como en el estudio del núcleo atómico, de los rayos cósmicos, de la estratósfera, de la actividad nerviosa superior, &c., sin hablar de las ciencias sociales. Orientada por una concepción avanzada del mundo --la doctrina del marxismo-leninismo--, por sus tareas, objetivos y aspiraciones, por el apoyo que obtiene en la sociedad la ciencia soviética es de todo el pueblo. No sólo en el planteamiento de las tareas, sino también en su solución, la ciencia soviética no se encierra en sí misma, sino que se apoya en la experiencia de los hombres avanzados del pueblo, en la práctica y en el pensamiento inventivo de los stajanovistas de la industria, en los experimentadores de la ganadería, de la agronomía, &c. La ciencia socialista se caracteriza por su realización consecuente del principio de la unidad entre la teoría y la práctica. La nueva experiencia de la actividad práctica enriquece a la ciencia, la impulsa hacia adelante, rompiendo las tradiciones anticuadas... Stalin señaló que las tradiciones, con ser necesarias para mantener la solidez y el desarrollo de la ciencia, bajo determinadas circunstancias, pueden convertirse, de condiciones de desarrollo de la ciencia, en condiciones de obstrucción y de freno del movimiento científico. Por eso, sólo puede ser una ciencia auténticamente avanzada aquella, “cuyos representantes comprenden la fuerza y significación de las tradiciones arraigadas en la ciencia y las aprovechan sabiamente en aras de la ciencia, pero no quieren ser esclavos de estas tradiciones; de aquella ciencia que tiene audacia y decisión para romper las viejas tradiciones, normas y concepciones cuando se hacen anticuadas y estorban la marcha hacia adelante; de aquella ciencia que sabe crear nuevas tradiciones, nuevas normas y nuevas concepciones” (Stalin). Uno de los rasgos más característicos de la ciencia socialista es su lucha contra el anquilosamiento de la teoría y contra su conversión en un sistema de prejuicios. Tal estancamiento se produce a veces en la ciencia a consecuencia de que los representantes de la vieja y meritoria generación de sabios comienzan erróneamente a considerarse como sus “monopolizadores”. Por eso, entre los signos de una ciencia auténticamente avanzada, Stalin incluye también aquel en virtud del cual la ciencia avanzada “no permite a sus viejos y renombrados dirigentes encerrarse orgullosamente en la torre de marfil de pontífices de la ciencia, de monopolizadores de la ciencia...” y abre de par en par las puertas de la ciencia a las fuerzas jóvenes, frescas, de sabios en desarrollo, de jóvenes científicos, de hombres de la práctica, de stajanovistas que rompen las tradiciones caducas en la ciencia y que crean nuevas tradiciones de avanzada. Stalin definió con estas palabras el objetivo principal de la ciencia en la Unión Soviética: “Por el florecimiento de la ciencia, de aquella ciencia que no se aísla del pueblo... sino que está dispuesta a servir al pueblo, a entregarle todas las conquistas científicas, que sirve al pueblo, no por la fuerza, sino voluntariamente, de buen grado”.

Diccionario filosófico marxista · 1946:40-42

Ciencia

Una de las superestructuras ideológicas, una determinada forma de la conciencia social. “...La finalidad de la ciencia es dar... un panorama verdadero del mundo” (Lenin). La ciencia tiende a configurar el mundo no en la aparente y caótica variedad de sus diversas partes, sino que trata de descubrir las leyes de los fenómenos, teniendo por finalidad explicarlos. En todos los dominios del conocimiento, la ciencia nos muestra, en el caos aparente de los fenómenos, la manifestación de sus leyes fundamentales. La ciencia se desenvuelve y adelanta, juntamente con el desarrollo de la sociedad; su progreso consiste en que, cada vez más profundamente y mejor, llega a reflejar la realidad. El sentido de la ciencia, en tal o cual período histórico, se determina por las relaciones sociales dominantes. En la sociedad de clases, la ciencia tiene un carácter de clase y de partido. Cuanto más progresista sea el régimen social dominante, tanto más favorables serán las condiciones para el desarrollo de la ciencia.

La burguesía, en las primeras etapas de su existencia, favoreció el desarrollo de la ciencia. Pero habiendo llegado al poder y tratando de consolidar su dominación en la lucha contra el proletariado, tórnase una clase reaccionaria, que retarda el desarrollo social y el progreso de la ciencia. En la sociedad capitalista, la única clase de progreso es el proletariado, cuya ideología es la doctrina del marxismo-leninismo. “La doctrina de Marx es omnipotente porque es verdadera. Es completa, armónica; proporciona a los hombres una sólida interpretación del mundo, inconciliable con ninguna superstición, ninguna reacción, ninguna defensa de la opresión burguesa” (Lenin). Sólo en la Unión Soviética, donde se derrocó el poder del capital, goza la ciencia de una completa libertad. Aquí, la ciencia sirve realmente al pueblo. El camarada Stalin, definió los problemas de la ciencia en la Unión Soviética: “Por el florecimiento de la ciencia, de aquella ciencia que no se aparta del pueblo..., sino que está pronta para servirle, transmitiéndole todas sus conquistas y haciéndolo no por obligación, sino por espontaneidad, gustosamente”.

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:15-16

Ciencia

Sistema de conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, acumulados en el curso de la historia. La ciencia representa el balance de un largo desarrollo de los conocimientos. Su objetivo consiste en descubrir las leyes objetivas de los fenómenos y hallar la explicación de ellos. No se concibe una ciencia sin conocinnento de las leyes objetivas de la naturaleza y la sociedad. El marxismo estima que la ciencia es el enemigo de la casualidad, pues no es en sus propiedades accidentales donde se puede y se debe estudiar y conocer la realidad, sino en sus leyes y relaciones necesarias. El conocimiento de ciertos hechos del azar no puede constituir una ciencia, pues no son los fenómenos contingentes los que determinan la evolución de la naturaleza y de la sociedad, sino las leyes objetivas: negar estas leyes es negar la ciencia. La función de la ciencia consiste en descubrir en lo contingente y lo caótico las leyes objetivas, indivisibles al principio; en estudiarlas y en proporcionar a los hombres su conocimiento para que las utilicen en su actividad práctica. En todos los dominios, la ciencia nos revela la acción de las leyes fundamentales en medio del caos aparente de los fenómenos. Lo que constituye la fuerza de la ciencia, son sus generalizaciones. La ciencia se desarrolla y marcha adelante al mismo tiempo que la sociedad, y adquiere un conocimiento cada vez más profundo y exacto de la realidad.

La ciencia aparece y se desarrolla gracias a la actividad práctica de los hombres. En cada etapa de la historia, la ciencia refleja el nivel de conocimienos alcanzado, y sirve para dominar y utilizar las fuerzas de la naturaleza. Marx y Engels demostraron que el factor principal en el desarrollo de la ciencia, no es el desenvolvimiento lógico de los problemas y de las nociones, sino, antes que nada, las necesidades de la técnica, de la producción material. “Si la técnica… depende… en su mayor parte, del estado de la ciencia, ésta depende aun más del estado y de las necesidades de la técnica. Cuando la sociedad tiene necesidades técnicas, la ciencia recibe más ayuda que si dispusiera de diez universidades” (Marx/Engels, Estudios filosóficos, Ed. rusa). Así por ejemplo, durante los siglos XVI y XVII, la necesidad de regular los cursos de agua de las montañas en Italia, contribuyó al desarrollo de la hidrostática. Con el modo de producción capitalista, las ciencias naturales adquirieron una importancia muy particular. A fin de poder desarrollar la industria, la burguesía tenía necesidad de la ciencia. Sin embargo, bajo el régimen capitalista, la ciencia al servicio del capital, se halla en oposición a la clase obrera, y los descubrimientos científicos, en lugar de aliviar la labor, aumentan la explotación del obrero. Bajo el capitalismo, las ciencias naturales recibieron un impulso considerable. Pero en las ciencias sociales, ligadas directamente a los intereses de clase y a la base económica burguesa, se imponía el idealismo que deformaba las leyes de la vida social.

Sólo los ideólogos del proletariado, Marx y Engels, elaboraron una ciencia verdadera de las leyes del desarrollo social. Su concepción del mundo liberó del mismo modo a las ciencias naturales de las limitaciones filosóficas que les son propias bajo el régimen capitalista (influencia de la filosofía idealista y de los métodos metafísicos de investigación).

La victoria del socialismo permitió el desarrollo sin límites de todas las ciencias. La clase obrera tiene interés en hacer progresar la ciencia, pues para edificar el comunismo utiliza todos sus beneficios. La Gran Revolución de Octubre y la edificación del socialismo en la URSS inauguraron una nueva era en el desarrollo de la ciencia. Por primera vez ésta, liberada del yugo capitalista, ha sido puesta al servicio de los trabajadores. El socialismo y la ciencia son indivisibles. El establecimiento del régimen socialista provoca un vuelo prodigioso de la ciencia, suprime todos los obstáculos opuestos a su desarrollo por el capitalismo. La dispersión y el diletantismo, la anarquía y la espontaneidad, el individualismo y el aislamiento en la investigación científica, inevitables en el régimen capitalista, han sido reemplazados en la URSS por la utilización planificada, conforme a las necesidades del país, de todos los recursos de la ciencia, con el fin de resolver los problemas urgentes de la economía y la defensa nacionales, así como los del desarrollo cultural del país. Desde los primeros años de la existencia de la URSS, Lenin trazó el plan de una reorganización completa de la economía nacional sobre una base científica (el plan de electrificación). Gracias a la organización socialista de la ciencia soviética, ésta ocupa hoy el primer lugar en ciertos dominios de la ciencia mundial. Por primera vez en la historia de la humanidad, se ha construido una central atómica en la URSS. Los sabios soviéticos ponen todas las conquistas de la ciencia al servicio del pueblo. La ciencia soviética de vanguardia que se apoya en la doctrina marxista-leninista es, por los problemas que aborda, por los objetivos que se asigna, y por el apoyo de que goza, una ciencia que pertenece al pueblo entero. Tanto para plantear como para resolver los problemas, no se encierra dentro de sí, sino que se apoya en la experiencia de vanguardia: las realizaciones prácticas y las invenciones de los trabajadores de la industria y la agricultura, de los criadores, de los michurinistas, &c. (ver Michurin). En la URSS no son sólo los sabios los que hacen progresar la ciencia: millares de innovadores, obreros y koljosianos contribuyen a ello. La colaboración de los sabios y los trabajadores de la industria adquiere en la URSS una amplitud cada vez mayor, estimulando así el desarrollo de la ciencia. La ciencia soviética se interesa por los progresos científicos en los países capitalistas. Los sabios soviéticos aprecian en alto grado las conquistas de la ciencia en el extranjero y mantienen contactos estrechos con los sabios avanzados de otros países.

La ciencia soviética realiza el principio de la unidad de la teoría y la práctica. La nueva experiencia enriquece a la ciencia, la hace progresar al tiempo que demuele las tradiciones caducas. Un rasgo característico de la ciencia soviética es la lucha contra toda petrificación de la teoría, contra su transformación en un sistema de prejuicios. Llegado el caso, se hace marchar la ciencia al compás, venciendo la inercia aun de sabios distinguidos que se consideren “monopolistas” del saber científico. La ciencia verdaderamente avanzada, se halla siempre pronta a recibir fuerzas nuevas, frescas y vigorosas de sabios jóvenes, de trabajadores con experiencia práctica, de innovadores que reemplazan las tradiciones envejecidas por métodos nuevos, más avanzados. Uno de los medios principales de resolver las contradicciones entre lo viejo y lo nuevo en la ciencia soviética, es la crítica y la autocrítica (ver). La discusión desempeña también un papel importante. El marxismo estima que la ciencia no puede desarrollarse sin lucha de opiniones, sin libertad de crítica. Este axioma es de una importancia muy grande para la lucha contra el estancamiento, el espíritu conservador y la arbitrariedad en la ciencia. La experiencia de las discusiones científicas en la URSS demostró que por medio de la lucha de opiniones, la crítica y la autocrítica, la ciencia realiza nuevos progresos: lo que es caduco es rechazado; los elementos conservadores que se aferran a ello, son destronados, y se desbroza el camino a lo nuevo, a lo progresivo.

El período que culmina la construcción del socialismo y comienza la transición gradual hacia el comunismo, asigna tareas grandiosas a los científicos de la URSS, y ofrece posibilidades sin precedentes para un nuevo impulso de la ciencia, lo que exige de ellos audacia y espíritu creador en la solución de los problemas más diversos, con el fin de asegurar un progreso técnico rápido y constante. El Partido Comunista ha planteado a los sabios soviéticos la tarea siguiente: aventajar en los plazos más breves las realizaciones científicas de los demás países. Al cumplimiento de esta tarea se consagran actualmente los hombres de ciencia soviéticos. En la URSS, la ciencia, que es el bien de las amplias masas populares, constituye un arma en la edificación del comunismo.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:66-68

Ciencia

Forma de la conciencia social; constituye un sistema, históricamente formado, de conocimientos ordenados cuya veracidad se comprueba y se puntualiza constantemente en el curso de la práctica social. La fuerza del conocimiento científico radica en el carácter general, universal, necesario y objetivo de su veracidad. A diferencia del arte, que refleja el mundo valiéndose de imágenes artísticas, la ciencia lo aprehende en conceptos mediante los recursos del pensamiento lógico. Frente a la religión, que ofrece una representación tergiversada y fantastica de la realidad, la ciencia formula sus conclusiones basándose en hechos. La fuerza de la ciencia está en sus generalizaciones, en el hecho de que tras lo casual y caótico, halla e investiga leyes objetivas sin cuyo conocimiento no es posible desplegar una actividad práctica consciente y orientada hacía un determinado objetivo. La fuerza motriz de la ciencia estriba en las necesidades del desarrollo de la producción material, en las necesidades del avance de la sociedad. El progreso de la ciencia consiste en pasar del descubrimiento de nexos de causa-efecto y de conexiones esenciales relativamente simples, a la formulación de leyes del ser y del pensar más profundas y básicas. La dialéctica del conocimiento científico, los nuevos descubrimientos y teorías no anulan los resultados anteriores, no niegan su veracidad objetiva que se limitan a puntualizar los límites de su aplicación y concretan su lugar en el sistema general del saber científico. La ciencia se halla íntimamente vinculada a la concepción filosófica del mundo, concepción que la pertrecha con el conocimiento de las leyes más generales del desenvolvimiento del mundo objetivo, con la teoría del conocimiento, con el método de investigación. El idealismo conduce a la ciencia al callejón sin salida del agnosticismo, la subordina a la religión. En las condiciones actuales, únicamente la filosofía del materialismo dialéctico puede servir de instrumento para el acertado estudio de la realidad, puede ser una fuente de amplias y fecundas generalizaciones. La ciencia, surgida de las necesidades de la actividad práctica relacionada con la producción y la vida social, a la vez que experimenta sin cesar el influjo estimulante de tal actividad, influye poderosamente sobre el transcurso del desarrollo de la sociedad. Hoy, no es posible concebir la producción sin la ciencia, cuya importancia crece constantemente. La ciencia, al aproximarse a la producción en el proceso que conduce al establecimiento de la base material y técnica del comunismo, se convierte en una fuerza productiva directa de la sociedad.

Diccionario filosófico · 1965:65

Ciencia

Esfera de la actividad investigadora dirigida a la adquisición de nuevos conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, que incluye todas las condiciones y elementos necesarios para ello: los científicos con sus conocimientos y capacidades, cualificación y experiencia, con la división y la cooperación del trabajo científico; instituciones científicas, equipos de experimentación y de laboratorio; métodos de trabajo de investigación científica, aparato conceptual y categorial, sistema de información científica, así como toda la suma de los conocimientos existentes que constituyen la premisa, el medio o el resultado de la producción científica. Estos resultados pueden ser también una forma de la conciencia social. A despecho de las afirmaciones de los positivistas, la ciencia no se circunscribe, ni mucho menos, a las ciencias naturales o las ciencias “exactas”. Se considera como un sistema íntegro que incluye la correlación históricamente móvil de las partes: el estudio de la naturaleza y de la sociedad, la filosofía y las ciencias naturales, el método y la teoría, las investigaciones teóricas y aplicadas. La ciencia es un efecto necesario de la división social del trabajo y surge después de que el trabajo intelectual se separa del manual, y la actividad cognoscitiva se convierte en un género específico de ocupaciones de un grupo –al comienzo muy poco numeroso– de personas. Las premisas del surgimiento de la ciencia aparecen en los países del Oriente Antiguo: Egipto, Babilonia, India y China. Allí se acumulan y racionalizan conocimientos empíricos sobre la naturaleza y la sociedad, surgen gérmenes de la astronomía, las matemáticas, la ética y la lógica. Este patrimonio de las civilizaciones orientales fue asimilado y transformado en un armónico sistema teórico en la Grecia Antigua, donde aparecen pensadores que se dedican especialmente a la ciencia y se deslindan de la tradición religiosa y mitológica. Desde aquel entonces hasta la revolución industrial, la principal función de la ciencia es explicativa, y su tarea fundamental consiste en proporcionar el conocimiento necesario para ampliar los horizontes de la visión del mundo y la naturaleza, parte de la cual es el hombre mismo. Al aparecer la gran producción maquinizada, se forman las condiciones necesarias para que la ciencia se convierta en un factor activo de la propia producción. Se plantea como principal la tarea del conocimiento con el fin de transformar la naturaleza. En virtud de esta orientación técnica de la ciencia, pasa a ser prioritario el conjunto de disciplinas físico-químicas y las correspondientes investigaciones aplicadas. Durante la revolución científico-técnica, la ciencia vuelve a transformarse radicalmente como sistema. Para que la ciencia pueda satisfacer las necesidades de la producción moderna, los conocimientos científicos deben convertirse en patrimonio del gran ejército de especialistas, ingenieros, organizadores de la producción y obreros. En el proceso de trabajo en los sectores automatizados se requiere que el obrero tenga amplios horizontes científico-técnicos y domine los fundamentos del saber científico. La ciencia se convierte cada vez más en una fuerza productiva directa. De ahí las correspondientes exigencias que se presentan a la ciencia, la cual debe orientase en grado cada día mayor no solo a la técnica, sino también al hombre mismo, al desarrollo ilimitado de su intelecto, de sus capacidades creadoras y cultura del pensamiento, así como a la creación de las premisas materiales y espirituales del desarrollo integral del hombre. En virtud de ello, la ciencia moderna no sigue ya simplemente el avance de la técnica, sino que lo aventaja y pasa a ser una fuerza rectora del progreso de la producción de bienes materiales. Se forma como un organismo total e íntegro. Todo el frente de indagaciones científicas (tanto en la esfera de las ciencias naturales como en la de las sociales) estimula la producción social. Si bien antes la ciencia se desarrollaba sólo como parte del todo social, tomada por separado, hoy empieza a penetrar todas las esferas de la vida social: los conocimientos científicos y el enfoque científico son necesarios en la producción de bienes materiales, la economía, la política y en las esferas de dirección e instrucción. Por eso, la ciencia se desarrolla a ritmo más rápido que cualquier otro sector de la actividad. En la sociedad socialista, el desarrollo exitoso de la ciencia y la introducción de sus resultados en la producción son importantísimas condiciones necesarias para acelerar el progreso científico-técnico y construir la base material y técnica del comunismo; en esta sociedad se cumple la tarea de unir las realizaciones de la ciencia con las ventajas del sistema de economía socialista. Para su pleno florecimiento, la ciencia necesita el triunfo de las relaciones sociales comunistas. Pero el comunismo también necesita la ciencia, sin la cual no puede vencer ni desarrollarse con éxito, pues la sociedad comunista es una sociedad científicamente administrada, es la producción social científicamente realizada, es el dominio pleno del hombre sobre las condiciones de su existencia, dominio basado en la ciencia.

Diccionario de filosofía · 1984:63-64