Idealismo subjetivo
El idealismo subjetivo es una de las variantes fundamentales del Idealismo (ver).
Diccionario filosófico marxista · 1946:150
Filosofía en español
El idealismo subjetivo es una de las variantes fundamentales del Idealismo (ver).
Diccionario filosófico marxista · 1946:150
Una de las variedades fundamentales del idealismo.
Una de las principales variedades del idealismo (ver).
Diccionario filosófico abreviado · 1959:249
Corriente filosófica según la cual no es posible considerar el mundo objetivo como existente al margen de la actividad cognoscitiva y de los medios de conocimiento del hombre. Mantenido de manera consecuente, el idealismo subjetivo conduce al solipsismo. Los representantes clásicos del idealismo subjetivo son Berkeley, Fichte y Mach. Sus variedades actuales son el pragmatismo, el operacionalismo, el neopositivismo, el existencialismo y otras. La base gnoseológica del idealismo subjetivo consiste en atribuir valor absoluto a las partes subjetivas del proceso real del conocer. La realidad es, no obstante, que la forma subjetiva del conocimiento no niega su contenido y fuente objetivos. La práctica nos proporciona la demostración del carácter objetivo de nuestro saber. Por otra parte, la contraposición de lo subjetivo a lo objetivo sólo es posible en el marco de la cuestión fundamental de la filosofía (Idealismo).
Diccionario filosófico · 1965:231
Corriente filosófica, cuyos adeptos rechazan la legitimidad de la tesis sobre la existencia de la realidad objetiva que no depende de la voluntad y la conciencia del sujeto. El idealismo subjetivo sostiene que el mundo en que vive y actúa el sujeto es el conjunto de sus sensaciones, vivencias, estados de ánimo y acciones o, como mínimo, supone que dichos fenómenos constituyen parte inalienable y esencial del mundo. El idealismo subjetivo consecuente conduce al solipsismo. Los portadores de la forma clásica del idealismo subjetivo son Berkeley, Fichte, Hume; varias ideas del idealismo subjetivo fueron desarrolladas por Kant. El idealismo subjetivo del siglo 20 tiene muchas variedades, incluyendo diversas escuelas del positivismo (machismo, operacionalismo, empirismo lógico, filosofía lingüística, &c.), pragmatismo, filosofía de la vida (Nietzsche, Spengler, Bergson) y el existencialismo crecido de esta última (Sartre, Heidegger, Jaspers y otros). Entre los adeptos del idealismo subjetivo moderno y, ante todo, entre los neopositivistas se advierte la tendencia a eliminar el subjetivismo manifiesto, el psicologismo y el relativismo y son típicos los intentos de encontrar ciertos criterios necesarios para discriminar las “verdades de importancia general”. Por este camino se borra no pocas veces la faceta anteriormente bien clara entre el idealismo subjetivo y el objetivo, que se unifican, por ejemplo, en las distintas corrientes del neorrealismo. El idealismo subjetivo moderno actúa cada vez más a menudo bajo el pabellón del “realismo”. Al mismo tiempo se acentúan a menudo en el idealismo subjetivo elementos del irracionalismo (sobre todo en la filosofía del existencialismo). La base teórico-cognoscitiva del idealismo subjetivo es la absolutización de la actividad del sujeto en el conocimiento y en la práctica. El materialismo dialéctico muestra que esta actividad no es arbitraria y, lejos de contradecir la existencia del mundo y de sus leyes, independientes de la conciencia humana, por el contrario, la presupone. La forma subjetiva del conocimiento no niega que su fuente y contenido sean objetivos. Es más, las formas del conocimiento mismas reflejan las características más generales del mundo objetivo y la práctica en él. Por eso sólo se puede contraponer lo subjetivo y lo objetivo en el marco del problema fundamental de la filosofía.
Diccionario de filosofía · 1984:221