Materialismo francés del siglo XVIII
Ver: Materialismo.
Diccionario filosófico marxista · 1946:205
Filosofía en español
Ver: Materialismo.
Diccionario filosófico marxista · 1946:205
Ver Materialismo.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:337
Movimiento ideológico que representó una etapa nueva y superior en el desarrollo de la ideología materialista no sólo a escala nacional, sino, además, a escala internacional en comparación con el materialismo del siglo XVII. A diferencia del materialismo inglés del siglo XVII –que reflejaba en gran parte, el compromiso entre la burguesía y la nobleza–, el materialismo francés era la concepción del mundo que tenía la burguesía francesa progresiva; sus teorías tenían como fin instruir y armar ideológicamente a una amplia parte de la sociedad: a la burguesía, a los artesanos, a la intelectualidad burguesa y a los hombres avanzados de la intelectualidad aristocrática. Las grandes figuras del materialismo francés, La Mettrie, Helvecio, Diderot y Holbach no expusieron sus concepciones filosóficas en forma de eruditos tratados en lengua latina, sino en francés, en forma de ediciones accesibles a un amplio público –diccionarios, enciclopedias, panfletos, artículos polémicos, &c.–. Las fuentes ideológicas del materialismo francés eran la tradición materialista nacional –representada en el siglo XVII por Gassendi, así como también, y sobre todo, por el materialismo mecanicista de la física de Descartes– y el materialismo inglés. Tuvieron singular importancia para el materialismo francés, la teoría de Locke sobre el origen experimental del saber, la crítica de la doctrina cartesiana acerca de las ideas innatas y también la concepción, materialista en su conjunto, de la experiencia misma. No fue menor la influencia de las ideas pedagógicas y políticas de Locke, según el cual la perfección de la personalidad está condicionada por la educación y por la organización política de la sociedad. Pero el materialismo francés no se limitó a asimilar la teoría lockeana del sensualismo y del empirismo materialistas, sino que la liberó de sus vacilaciones hacia el racionalismo de Descartes. Para los materialistas franceses, la base científica principal, al lado de la mecánica –que conservaba su significado rector– estribaba en la medicina, en la fisiología y en la biología. Ello hace que en las teorías de los materialistas franceses se desarrollaran ideas nuevas en comparación con el materialismo del siglo XVII. Las más importantes, entre ellas, fueron los elementos de la dialéctica y de la teoría de la naturaleza en Diderot. Aun son más originales las teorías éticas y político-sociales del materialismo francés. Prosiguiendo, también en este terreno, la obra de Hobbes, Spinoza y Locke, dicho materialismo libera en gran medida las correspondientes concepciones éticas y político-sociales de la limitación abstracto-naturalista: a diferencia, por ejemplo, de Hobbes, en quien la tendencia rectora del hombre a la autoconservación se infiere de la analogía con la inercia mecánica del cuerpo físico, en Helvecio y en Holbach, el “interés” se concibe ya como motor específicamente humano de la conducta. El materialismo francés rechazó las formas de compromiso del panteísmo y del deísmo, hizo una propaganda abierta del ateísmo basándose en las conclusiones de la ciencia sobre la naturaleza y el hombre. Lenin encomió sin reservas la viva e ingeniosa crítica que de la religión hicieron los materialistas franceses y recomendó utilizar los modelos de tal crítica en la propaganda ateísta actual. Marx, en su libro La Sagrada Familia, hizo una exposición concisa, sumamente enjundiosa, de la historia del materialismo francés. En Materialismo y empiriocriticismo, Lenin puso de relieve el magno papel del materialismo francés en la elaboración de las bases filosóficas comunes a todo materialismo y explicó a la vez la limitación teórica de aquél: su carácter metafísico y el idealismo de algunos de sus pensadores en la elucidación de los fenómenos del desarrollo social y del progreso.
Diccionario filosófico · 1965:302
Movimiento ideológico, que, en comparación con el materialismo del siglo 17, constituyó una etapa nueva y superior en el desarrollo del pensamiento materialista a escala no sólo nacional, sino también mundial. A diferencia del materialismo inglés del siglo 17, que reflejaba en muchos aspectos el compromiso entre la burguesía y la nobleza, el materialismo francés era la mundividencia de la burguesía francesa progresista, su doctrina perseguía el fin de educar y pertrechar ideológicamente un amplio sector de la sociedad: burguesía, artesanos, intelectualidad burguesa y parte de vanguardia de la intelectualidad aristocrática. Los corifeos del materialismo francés –La Mettrie, Helvecio, Diderot, Holbach– no exponían sus opiniones filosóficas en tratados filosóficos en latín, sino en francés, en forma de publicaciones ampliamente accesibles: diccionarios, enciclopedias, panfletos, artículos polémicos, &c. Las fuentes ideológicas del materialismo francés fueron la tradición materialista nacional, representada en el siglo 17 por Gassendi, así como –y principalmente– por el materialismo mecanicista de la física de Descartes, y el materialismo inglés. Para el materialismo francés adquirieron especial importancia la doctrina de Locke del origen experimental del saber, la crítica de la doctrina cartesiana de las ideas innatas y también la intelección materialista en conjunto de la experiencia misma. No era menor la influencia de las ideas pedagógicas y políticas de Locke, según las cuales la perfección del individuo se determina por la educación y la estructura política de la sociedad. Pero el materialismo francés no simplemente asimiló la teoría lockeana del sensualismo y empirismo materialistas, sino que acabó con su inclinación hacia el racionalismo cartesiano. El principal sostén científico para los materialistas franceses, además de la mecánica que sigue desempeñando el papel rector, pasan a ser también la medicina, la fisiología y la biología. En virtud de ello, los materialistas franceses desarrollaron en sus doctrinas varias ideas nuevas en comparación con el materialismo del siglo 17. Las más notables de ellas fueron los elementos de dialéctica en la teoría de Diderot sobre la naturaleza. Son aún más originales las teorías éticas y sociopolíticas del materialismo francés. Continuando en este campo la obra de Hobbes, Spinoza y Locke, el materialismo francés supera en medida considerable la estrechez naturalista abstracta de sus doctrinas éticas y concepciones socio-políticas: a diferencia, por ejemplo, de Hobbes, que deduce la aspiración a la autoconservación, por la que se guía el hombre, de la analogía con la inercia mecánica del cuerpo físico, Helvecio y Holbach consideran ya el “interés” como motor específicamente humano de la conducta. El materialismo francés rechazó las formas de compromiso del panteísmo y el deísmo, e hizo propaganda pública del ateísmo basado en conclusiones científicas sobre la naturaleza y el hombre. En su libro Materialismo y empiriocriticismo, Lenin mostró el gran papel jugado por los materialistas franceses en la creación de las bases filosóficas generales de todo materialismo y explicó también su estrechez teórica: el carácter metafísico de su método e idealismo en la explicación de los fenómenos del desarrollo y progreso sociales.
Diccionario de filosofía · 1984:278