Mónada
(Del griego: “monós”, unidad). Mónada es un término filosófico que sirve para expresar la unidad indivisible más simple. En la filosofía griega, el término “mónada” es empleado como uno de los principios del ser; en la filosofía moderna el término desempeña un papel importantísimo en el sistema de Leibnitz (ver). Según éste las mónadas son la base de todo lo existente, constituyendo sustancias espirituales autónomas dotadas de automovimiento. Su conexión mutua constituye la armonía divina preestablecida. En la teoría de Leibnitz sobre las mónadas había también elementos valiosísimos, como la tentativa de establecer la conexión de todos los fenómenos de la Naturaleza (a través de las mónadas) y la indicación sobre el automovimiento interno de las mónadas.
Diccionario filosófico marxista · 1946:223
Mónada
(del griego, μόνας: unidad). Término filosófico premarxista que designa la unidad indivisible más simple. En la filosofía griega significaba la singularidad considerada como uno de los principios del ser. En el sistema de Leibniz (ver), las mónadas, substancias espirituales independientes, capaces de movimientos espontáneos, constituyen el fundamento de todo lo que existe. Su vinculación expresa la armonía divina preestablecida. La doctrina idealista de las mónadas de Leibniz contenía elementos de dialéctica.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:364
Mónada
(del griego μόνας: unidad). Término filosófico con el que se designa la unidad estructural, sustancial, del ser. Se interpreta de manera distinta en diversos sistemas filosóficos. Para los pitagóricos, por ejemplo, la mónada (unidad matemática) es el fundamento del mundo. Para Bruno (De la mónada, del número y de la figura, 1591), la mónada es el principio uno del ser, que es la materia espiritualizada (Panteísmo). En este principio, según Bruno, coinciden las contradicciones entre lo finito y lo infinito, lo par y lo impar, &c. La mónada constituye uno de los conceptos básicos de la filosofía de Leibniz (Monadología, 1714). Leibniz considera la mónada como sustancia simple, cerrada y variable. Las mónadas dotadas de una clara capacidad de percepción se denominan almas. En cambio, el alma racional del hombre, según Leibniz, es la mónada-espíritu. Después de llamar la atención sobre la idea de Leibniz en el sentido de que en la mónada se refleja todo el mundo, de que la mónada, como individualidad, contiene como en germen lo infinito, Lenin escribió: “Existe aquí una especie de dialéctica muy profunda a pesar del idealismo y del clericalismo” (tomo XXXVIII, pág. 381). En Lomonósov se encuentra el término de “mónada física”, con el que el gran sabio designaba la partícula (el corpúsculo) de la materia. La mónada como principio espiritual desempeña cierto papel en el Hilozoísmo de Goethe. El concepto de mónada se emplea en sistemas idealistas modernos como el pluralismo y el personalismo.
Diccionario filosófico · 1965:323
Mónada
(gr. monas: unidad) Término filosófico que significa la unidad estructural, substancial del ser. Se interpreta de diferente manera en los distintos sistemas filosóficos. Para los pitagóricos, por ejemplo, la mónada (unidad matemática) es el fundamento del mundo. En Bruno (De la mónada, del número y de la figura, 1591, &c.), la mónada es el principio único del ser, que es la materia espiritualizada (Panteísmo). Según Bruno, en este principio coinciden los contrarios finito e infinito, par e impar, &c. La mónada es uno de los conceptos fundamentales de la filosofía de Leibniz (Monadología, 1714). Este considera que la mónada es una substancia espiritual mutable. Las mónadas provistas de la capacidad de percepción precisa se denominan almas. El alma razonable del hombre, según Leibniz, es la mónada –espíritu. Después de hacer constar las ideas de Leibniz de que en la mónada se refleja todo el mundo y que ella encierra en forma de individualidad, como en germen, lo infinito, Lenin dice: “He aquí un tipo de dialéctica, y muy profunda a pesar del idealismo y el clericalismo” (t. 29, p. 70). Lomonósov usa el término “mónada física” para designar la partícula (corpúsculo) de la materia. Goethe habla de la mónada (llamándola entelequia) como del principio espiritual activo que es propio de la materia y contribuye a individualizar los objetos. En una u otra forma, el concepto de mónada se emplea en los sistemas religioso-idealistas modernos del pluralismo y del personalismo.
Diccionario de filosofía · 1984:297