Filosofía en español 
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Naturaleza

Naturaleza

De acuerdo con la doctrina del materialismo dialéctico, la Naturaleza es la materia en toda la variedad de sus manifestaciones y formas de movimiento. La unidad de la Naturaleza (del mundo) estriba en su materialidad. La explicación científica de los fenómenos de la Naturaleza no tiene necesidad de ninguna causa exterior, espiritual, divina u otra análoga. “La concepción materialista del mundo se limita sencillamente a concebir la Naturaleza tal y como es, sin ninguna clase da aditamentos extraños” (Engels). Los idealistas declaran que la Naturaleza es un fenómeno de la conciencia. Kant, por ejemplo, estimaba que sólo el entendimiento humano introduce el orden y las leyes en el caos de fenómenos que nos circunda, transformándolo así en Naturaleza. Hegel consideraba la Naturaleza como el “otro ser” del espíritu; Mach, como un complejo de sensaciones del sujeto, &c. En realidad, “la materia, la Naturaleza, el ser, son una realidad objetiva, existen fuera de nuestra conciencia e independientemente de ella” (Stalin). La Naturaleza es el resultado de una larga evolución histórica. De la materia inorgánica surgió la vida orgánica, la facultad sensorial de la materia. El hombre es una parte de la Naturaleza, su producto superior, que por intermedio de los instrumentos de producción que crea, actúa sobre la Naturaleza, la modifica y obliga a sus fuerzas a servir a sus objetivos. En los siglos XVI-XVIII imperaba en la ciencia la convicción de la inmutabilidad absoluta de la Naturaleza. El materialismo dialéctico afirmó la concepción histórica sobre la Naturaleza, examinándola en movimiento y desarrollo.

Diccionario filosófico marxista · 1946:229

Naturaleza

La materia en toda la diversidad de sus manifestaciones y de las formas de su movimiento. La unidad de la naturaleza (del mundo) consiste en su materialidad. La explicación científica de los fenómenos de la naturaleza no tiene necesidad de recurrir a ninguna causa exterior, espiritual, divina u otra. “La concepción materialista de la naturaleza no significa otra cosa que la simple comprensión de la naturaleza tal como se presenta, sin aditamento extraño...” (Engels, Dialéctica de la naturaleza, Ed. rusa). Los idealistas declaran que la naturaleza es una manifestación de la conciencia. Según Kant, sólo el entendimiento humano pone orden y regularidad en el caos de fenómenos que nos rodean. Para Hegel, la naturaleza es una forma de existencia del espíritu; para Mach, el complejo de sensaciones de un sujeto, &c. Ahora bien, la naturaleza es una realidad objetiva que existe fuera e independientemente de la conciencia. La naturaleza está en desarrollo perpetuo, y no tiene ni comienzo ni fin en el tiempo y en el espacio. La materia inorgánica ha dado comienzo a la vida orgánica, a la materia dotada de sensibilidad. El hombre es una parte de la naturaleza, su producto superior. Gracias al descubrimiento de las leyes objetivas de la naturaleza, gracias a los instrumentos de producción que fabrica, el hombre actúa sobre la naturaleza, la transforma, la domina. Del siglo XVI al XVIII, reinó en la ciencia la idea de la inmutabilidad de la naturaleza. El materialismo dialéctico señala el triunfo de la concepción histórica de la naturaleza considerada desde el ángulo de su movimiento y de su desarrollo.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:373-374

Naturaleza

1. Mundo que nos rodea con toda la diversidad infinita de sus manifestaciones. La naturaleza es la realidad objetiva existente fuera e independientemente de la conciencia. No tiene ni principio ni fin, es infinita en el tiempo y en el espacio, se halla en incesante movimiento y cambio. En su desarrollo, la naturaleza inorgánica, con sujeción a leyes, da origen a la naturaleza orgánica (Biosfera), y esta última prepara todas las condiciones biológicas necesarias para la aparición del hombre. Sin embargo, el factor decisivo en el proceso de la aparición del hombre es la formación de la sociedad. El nacimiento de la sociedad modifica de manera esencial la propia naturaleza (Noosfera). El hombre, entrando en conocimiento de las leyes objetivas de la naturaleza, influyendo sobre ella valiéndose de instrumentos y medios de trabajo creados especialmente, utiliza las sustancias y la energía de la naturaleza para producir los bienes materiales necesarios a la sociedad humana. Con esto, el medio natural de habitación se completa con un medio artificial, que constituye la denominada “segunda naturaleza”, es decir, el conjunto de cosas que no se encuentran preparadas en la naturaleza y que han sido creadas en el proceso de la producción social. De ahí que las relaciones del hombre con la naturaleza posean siempre un carácter social y estén mediatizadas, de uno u otro modo, por el desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción. Lo mismo ocurre en lo que respecta a las relaciones teóricas del hombre con la naturaleza, Mas, aun adquiriendo cada vez mayor poder sobre la naturaleza, aun transformándola activamente, los hombres no dejan de pertenecer a la naturaleza, no dejan de constituir una parte orgánica de la misma.

2. Esencia verdadera, ley interna, especificidad de las cosas o fenómenos (por ejemplo, naturaleza del Estado, naturaleza de lo psíquico, &c.).

Diccionario filosófico · 1965:332-333

Naturaleza

(latín natura.) Mundo que nos rodea en toda la diversidad infinita de sus manifestaciones. La naturaleza es la realidad objetiva, que existe fuera e independientemente de la conciencia. No tiene comienzo ni fin, es infinita en el tiempo y se halla en constante movimiento y cambio. A veces se llama naturaleza sólo a una parte suya, a saber, la biosfera de nuestro planeta. La biosfera, formada por el desarrollo precedente de la naturaleza, creó precisamente las condiciones necesarias para el surgimiento del hombre. Sin embargo, el factor decisivo de este proceso fue el trabajo. La aparición de la sociedad modifica esencialmente la naturaleza misma (Noosfera). Conociendo las regularidades objetivas de la naturaleza y actuando sobre ella con ayuda de los instrumentos y medios de trabajo especialmente creados, los hombres aprovechan las substancias y la energía de la naturaleza con el fin de obtener los bienes materiales necesarios para la sociedad humana. Con ello, el medio natural del habitat se complementa con el medio artificial, que constituye la “segunda naturaleza”, es decir, el conjunto de cosas que no se encuentran en forma preparada en la naturaleza y que se crean en el proceso de producción social. Pero, al adquirir un poder cada vez mayor sobre la naturaleza y transformarla activamente, los hombres no dejan de pertenecer a ella, es decir, constituir parte orgánica suya. Los hombres pueden cambiar, rehacer la naturaleza en la dirección deseable únicamente guiándose por las leyes de la naturaleza y utilizando las fuerzas y procesos naturales. El principal indicador del nivel de relaciones de la sociedad con la naturaleza es el carácter de las fuerzas productivas. En el contexto de la revolución científico-técnica ha adquirido particular agudeza el problema de la protección de la naturaleza y de la conjugación racional de la actividad productora de la sociedad y los procesos naturales globales que transcurren en nuestro planeta.

Diccionario de filosofía · 1984:305