Filosofía en español
Términos con los que se determinan las peculiaridades características del trabajo como actividad. Por objetivación se entiende la transformación de las fuerzas y aptitudes de la actividad humana, como tránsito de forma de movimiento a forma de objeto; por desobjetivación se entiende el paso de la cosa objetiva desde su esfera propia a la esfera y forma de la actividad humana, es decir el uso del objeto en el proceso del trabajo. Dichos conceptos hallaron lugar en la filosofía de Hegel en la medida en que éste “capta la esencia del trabajo” (Marx). Pero Hegel reducía, de manera idealista, el trabajo del hombre al solo trabajo espiritual abstracto, al pensamiento, e identificaba de modo antihistórico la objetivación{1} con la alienación. Estos conceptos, tal como aparecen en los trabajos juveniles de Marx, tienen para la caracterización del trabajo, un sentido fundamentalmente distinto. Considerando la objetivación y la desobjetivación en una unidad, como momentos necesarios del trabajo, Marx pone al descubierto el lugar del trabajo en la vida del hombre, el hecho de que éste, con su trabajo, transforma activamente –humaniza– el mundo objetivo (como resultado de la objetivación, que expresa el aspecto activo del trabajo). Al mismo tiempo, el hombre depende del mundo objetivo, lo utiliza en su actividad y hace concordar esta actividad misma con las leyes objetivas (como multado de la desobjetivación, que expresa la dependencia en que el hombre se encuentra respecto al objeto). Todo ello permite a Marx caracterizar científicamente el proceso del trabajo, abre el camino a la concepción materialista dialéctica de la relación recíproca entre sujeto y objeto, a la solución de los problemas de la teoría del conocimiento desde las posiciones de la práctica. En el marxismo desarrollado, se conserva uno de los aspectos de la objetivación y de la desobjetivación –la caracterización del proceso del trabajo desde el punto de vista de la acción recíproca entre la actividad humana con su objeto y el producto–, lo cual se refleja en la terminología (por ejemplo, en “El Capital”).
{1} Como acto de establecer la cosalidad (“Dinghelt”, la cosa en general). (Nota de la edición española).
Diccionario filosófico · 1965:343
Términos con los que se designan las particularidades típicas de la actividad material. Por objetivación se entienden la transformación y el paso –que se realizan en el proceso de la actividad del sujeto– de las fuerzas y capacidades humanas activas, de forma de movimiento, en forma de objeto; y por desobjetivación, el paso del objeto, de su propia esfera, a la esfera y forma de la actividad humana. Estos conceptos se usan en la filosofía de Hegel. Pero este último desde posiciones idealistas deducía la actividad laboral del hombre del trabajo espiritual abstracto y del pensamiento e identificaba antihistóricamente la objetivación con la enajenación. Estos conceptos tienen una significación distinta por principio para la caracterización del trabajo en las primeras obras de Marx. Enfocando la objetivación y la desobjetivación en unidad, Marx aclara el lugar que corresponde al trabajo en la vida del hombre y muestra que el dicho trabajo transforma activamente y humaniza el mundo objetivo, creando su propia “realidad humana” específica, el mundo de la cultura (gracias a la objetivación, que expresa el aspecto activo del trabajo). Al mismo tiempo, el hombre depende del mundo objetivo, comprendidos los resultados de la actividad precedente de la humanidad, resultados que el hombre asimila e incorpora a su actividad, coordinándola con las leyes objetivas (gracias a la desobjetivación, que expresa el nexo del hombre con el objeto de su actividad). Este enfoque permite a Marx caracterizar científicamente el proceso de trabajo y abre paso a la comprensión materialista dialéctica de la relación entre el sujeto y el objeto y a la solución de los problemas de la teoría del conocimiento desde las posiciones de la práctica.
Diccionario de filosofía · 1984:317