Reflexión
(Del latín: “reflexus”, reflejo.) La reflexión es un término empleado por la gnoseología en la filosofía burguesa. Locke lo emplea para señalar una de las dos fuentes del conocimiento humano, el cual, a su juicio, se forma, de un lado, con las sensaciones provocadas por la acción de los objetos exteriores sobre nuestros órganos de los sentidos, y, del otro lado, con la actividad observadora de nuestra alma. A esta percepción de “la actividad interna de nuestra alma” la llama Locke reflexión. La admisión de la reflexión como una forma autónoma del conocimiento, paralela e independientemente de la experiencia material, fue por parte de Locke una concesión al idealismo. La noción de reflexión desempeña un importante papel en la filosofía de Hegel, quien la explica de la siguiente manera: “Empleamos la expresión ‘reflexión’, ante todo, en relación a la luz que en su movimiento rectilíneo, al tropezar con un espejo, se refleja y se nos presenta como algo duplicado: en primer término; como algo inmediato, existente, y, en segundo término, esto mismo, pero mediatizado o supuesto. Pues así ocurre también cuando reflexionamos sobre un objeto cualquiera o (como suele decirse) meditamos sobre él; por cuanto aquí el objeto precisamente no se nos da a conocer como algo inmediato, deseamos conocerlo como mediatizado”. El ser es inmediato, pero nuestro conocimiento no se contenta con ello y aspira a penetrarlo totalmente para llegar hasta su fundamento, hasta su esencia. “Solamente cuando el conocimiento, escribe Hegel, rebasando el ser inmediato, ahonda en su interior, encuentra a través de esta mediatización su esencia”. En la sección sobre la esencia, Hegel examina las categorías tan importantes como la identidad y la diferencia, lo esencial y lo no esencial, la esencia y la apariencia, la forma y el contenido, &c. Hegel subraya que si la reflexión del entendimiento ve en las categorías indicadas determinaciones autónomas, anquilosadas, para la dialéctica, la verdad de las determinaciones de la reflexión “sólo consiste en su correlación y, con ello, en que ambas en su propio concepto se contienen mutuamente”. Así, Hegel opone al “entendimiento reflector”, que separa la forma del contenido, considerando a este último como lo esencial y autónomo, y a la primera, por el contrario, como lo no esencial y no autónomo, la afirmación, de que “en realidad ambos son igualmente esenciales”; que las categorías de forma y contenido están indisolublemente relacionadas y pasan la una en la otra; que no hay contenido informe, que la forma tiene siempre un contenido y éste tiene siempre una forma.
Diccionario filosófico marxista · 1946:260-261