Salto
Salto es la solución de la continuidad, la transición rápida y súbita de una cualidad a otra, gracias a la acumulación paulatina de los cambios cuantitativos insignificantes e imperceptibles. “La transición de una forma del movimiento a otra es siempre un salto, un viraje decisivo” (Engels). “La vida y el desarrollo en la Naturaleza implican tanto la evolución lenta como los saltos rápidos, las soluciones de continuidad” (Lenin). Los metafísicos niegan las leyes de las transiciones a manera de saltos de un estado cualitativo a otro estado cualitativo; los metafísicos afirman que el desarrollo es siempre lento, gradual, sin las transiciones súbitas de la cantidad en cualidad, sin saltos. El desarrollo de la Naturaleza y de la Sociedad refuta esta concepción metafísica. En realidad, toda transición de una cualidad a otra denota un salto y se realiza mediante un salto. La historia de la tierra representa el proceso de los cambios cuantitativos graduales, imperceptibles, de la superficie, que preparan los cambios cualitativos, súbitos, a manera de saltos. Los cambios cuantitativos graduales que se efectúan en el seno del capitalismo, preparan los cambios cualitativos básicos del régimen social, la transición, a manera de salto, de un estado cualitativo de la sociedad a otro estado cualitativo. Todo el período de transición del capitalismo al socialismo es una transformación, a manera de salto, del capitalismo al socialismo. Los saltos en la Naturaleza y en la Sociedad se diferencian entre sí. En la Naturaleza, los saltos se realizan espontáneamente; en la Sociedad son preparados por toda la actividad, entre ella también la actividad consciente de los hombres. La naturaleza de los saltos es variada. El salto puede tener lugar como un acto instantáneo o puede prolongarse durante mucho tiempo. Lenin escribía que los fundadores del socialismo científico llamaban “salto” a la “crisis desde el punto de vista de los virajes de la historia universal, y que los saltos de esta clase abarcan periodos hasta de diez años y más”. Todos los reaccionarios, oportunistas y reformistas que temen a la revolución y que aspiran a desviar a las masas trabajadoras y explotadas del camino revolucionario, se manifiestan contra ley del desarrollo a modo de saltos. doctrina dialéctica sobre el carácter de saltos del desarrollo tiene una enorme importancia para la lucha revolucionaría práctica. “Si el tránsito de los lentos cambios cuantitativos a los rápidos y súbitos cambios cualitativos constituye una ley del desarrollo, es evidente que las transformaciones revolucionarias llevadas a cabo por las clases oprimidas representan un fenómeno absolutamente natural e inevitable” (Stalin). Por consiguiente, para alcanzar el derrocamiento del capitalismo y el triunfo del socialismo, hay que ser un revolucionario proletario y no reformista.
Diccionario filosófico marxista · 1946:274-275
Salto
Transición rápida y subitánea de una calidad a otra. “Aun con toda su gradación, la transición de una forma de movimiento a otra, siempre permanece como un salto que se resuelve por revolución” (Engels).
Es necesaria para el salto una acumulación previa de cierta suma de imperceptibles y graduales cambios cualitativos. Así, calentando el agua a una temperatura menor de 100 grados, no cambia perceptiblemente su estado; pero a los 100 grados, el agua se convierte rápidamente en vapor: la cantidad se convierte en calidad.
Una revolución en la vida social, significa un salto hacia nuevas formas sociales. La revolución es inevitable cuando en el seno de la sociedad vieja se desarrollan tanto las fuerzas productivas, que hácense incompatibles con las relaciones de producción anteriores.
Contra la ley del desarrollo a saltos, se manifiestan, por miedo ante la revolución, todos los reaccionarios, revisionistas y oportunistas, que tratan de desviar las masas proletarias del camino de la revolución.
Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:94
Salto
Solución de continuidad en la serie gradual de cambios cuantitativos, transición del estado cualitativo antiguo al estado cualitativo nuevo a consecuencia de la acumulación de cambios cuantitativos que eran hasta ese momento insignificantes y latentes. Los metafísicos niegan la necesidad de las transiciones por saltos de un estado cualitativo a otro, pretenden que el desarrollo es siempre evolutivo, cuantitativo, sin transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos, sin saltos. El devenir de la naturaleza y de la sociedad desmiente esta concepción metafísica. En realidad, toda transición de una cualidad a otra es un salto, se efectúa por un salto. El desarrollo de la naturaleza inorgánica, el de las especies orgánicas, &c., muestra que los saltos son una etapa necesaria en el curso de la transición del estado cualitativo antiguo al nuevo. Igualmente, la historia de la sociedad, la sucesión de las formaciones sociales confirman la teoría de los saltos, elaborada por la dialéctica marxista. Los cambios cuantitativos graduales, que se operan en el seno del capitalismo, preparan un cambio radical, cualitativo, del régimen social, una transición por medio de un salto del capitalismo al socialismo, llevada a cabo por la revolución proletaria.
Los reaccionarios, los oportunistas, los reformistas, que por temor a la revolución se esfuerzan en desviar a los trabajadores de la senda revolucionaria, niegan la necesidad de los saltos en el desarrollo. La teoría de los saltos es de gran importancia para la lucha revolucionaria práctica. “Si el tránsito de los lentos cambios cuantitativos a los rápidos y súbitos cambios cualitativos constituye una ley del desarrollo, es evidente que las transformaciones revolucionarias llevadas a cabo por las clases oprimidas representan un fenómeno absolutamente natural e inevitable” (Stalin, Cuestiones del leninismo, página 666, Ed. esp., 1947).
Para obtener la abolición del capitalismo y la victoria del socialismo, hay que ser revolucionario proletario y no reformista.
La Revolución Socialista de Octubre ofrece el ejemplo clásico de un salto prodigioso que ha inaugurado la era del hundimiento del capitalismo mundial. El período de la colectivización en masa de la agricultura y de la liquidación de los kulaks como clase en el país soviético ha sido, también, uno de los más grandes saltos revolucionarios de la historia. En una sociedad dividida en clases hostiles, las transiciones de un régimen a otro (saltos) revisten el carácter de revolución política, de explosiones revolucionarias y llevan al derrocamiento por la violencia del poder de una clase y a la instauración del poder político de otra. Una vez liquidadas las clases explotadoras, los saltos pierden el carácter de revoluciones políticas, de explosiones. La ley de la transformación de la cualidad antigua en cualidad nueva, bajo forma de explosión no es aplicable a todas las condiciones sociales. Rige para una sociedad dividida en clases hostiles, pero no, para una sociedad donde ya no hay antagonismos entre el poder y el pueblo. Bajo el socialismo, el poder político pertenece al pueblo. La actividad del estado soviético y del Partido Comunista se cumple de acuerdo con las leyes objetivas del desarrollo. Los planes del Estado son apoyados sin reserva por las clases trabajadoras. Bajo el socialismo, no hay clases susceptibles de impedir el surgimiento y el florecimiento de lo nuevo y de combatir para mantener lo que muere y frena el progreso. En la sociedad socialista quedan todavía elementos inertes, atrasados, que traban el desarrollo, pero la sociedad triunfa fácilmente sobre su resistencia. Por esta razón, los cambios cualitativos madurados en el seno de la sociedad soviética se cumplen no por explosión, es decir, por la abolición del poder existente y el establecimiento de otro poder, sino por un deterioro gradual de los elementos de la cualidad antigua y por el crecimiento de los elementos de la cualidad nueva. Así, en el campo soviético se ha efectuado un salto gigantesco que ha reemplazado el régimen económico antiguo, burgués, por un régimen nuevo, socialista, el régimen koljosiano. La transición gradual del socialismo al comunismo significará un salto grandioso en la expansión de las fuerzas productivas y de la cultura de la sociedad soviética, un viraje decisivo, el pasaje de una economía, la socialista, a otra economía, superior, la comunista.
Pero esta transición se lleva a cabo no bajo la forma de una lucha de clases antagónicas, de una explosión revolucionaria, puesto que en la sociedad socialista las clases hostiles no existen, sino gradual y armónicamente, en la estrecha cooperación del Estado, del poder comunista, del pueblo entero, unido moral y políticamente, y movido por esa fuerza poderosa que es el patriotismo soviético. Bajo el socialismo, el desarrollo económico no se efectúa por conmociones, sino por cambios graduales. Eso significa que todos los cambios cualitativos, radicales, que se imponen en el curso de la transición del socialismo al comunismo (por ejemplo, la transformación de la propiedad koljosiana en propiedad estatal, &c.), se desarrollarán progresivamente por tránsito gradual.
En la naturaleza, las transformaciones de la cualidad antigua en cualidad nueva revisten igualmente formas muy variadas: se cumplen ya por cambios rápidos y bruscos que sobrevienen a consecuencia de modificaciones cuantitativas lentas, ya bajo el efecto de la acumulación gradual de los elementos de la cualidad nueva y del deterioro de los elementos de la cualidad antigua. En ambos casos, los cambios cualitativos aparecen a consecuencia de cambios cuantitativos que preparan la aparición de la cualidad nueva. (Ver igualmente transformaciones de los cambios cuantitativos en cambios cualitativos).
Diccionario filosófico abreviado · 1959:454-456
Salto
Estadio de los cambios radicales, cualitativos, de un objeto o fenómeno; momento o periodo en que una vieja calidad se convierte en nueva como resultado de cambios cuantitativos. En comparación con la fase precedente, evolutiva del desarrollo, el salto son cambios más o menos manifiestos, relativamente rápidos. La destrucción de una vieja calidad y la formación de una nueva, todo cambio cualitativo, sólo puede verificarse por medio de un salto. Pero las formas del salto son extraordinariamente diversas y dependen tanto del carácter del fenómeno como de las condiciones en que transcurre el desarrollo del mismo. En esencia, cada fenómeno se transforma en otro nuevo de un modo propio especial. No obstante, todas estas transiciones pueden dividirse en dos tipos, relativamente determinados: saltos bruscos y saltos graduales. Los primeros se efectúan de tal modo que la vieja calidad se transforma de golpe y por entero (verbigracia, transformación de unas partículas elementales en otras; en la vida social, tenemos un ejemplo de salto brusco e impetuoso en la Revolución de Octubre). Los otros se realizan de tal modo que lo existente cambia por partes, por elementos aislados, hasta que, como resultado del desarrollo gradual, se transforma por entero. En la vida social, el primer tipo de salto es característico de las formaciones antagónicas, donde la clase dominante obstaculiza el paso, históricamente necesario, del viejo régimen a otro nuevo. Semejante paso (por ejemplo, del capitalismo al socialismo) sólo puede realizarse por medio de una revolución política. El segundo tipo de salto es característico del régimen no antagónico, en el cual todas las fuerzas sociales fundamentales están interesadas en el desarrollo progresivo de la sociedad. Esto lo tenía presente Marx cuando predijo que en la sociedad sin clases, las evoluciones sociales dejarían de ser revoluciones políticas. El programa del P.C.U.S. parte de que los cambios cualitativos graduales constituyen una ley de la edificación comunista. La creación de la base material y técnica del comunismo, la desaparición de las diferencias de clase y de otro tipo, la extinción del Estado, la educación del hombre nuevo, todo esto son cambios revolucionarios decisivos en el desarrollo de la sociedad socialista, cambios que no se producen de manera repentina, de golpe, sino de manera gradual e ininterrumpida. El comunismo, surge del socialismo, es la continuación directa del mismo. Sería falso, erróneo, pensar que el comunismo aparecerá de manera repentina. El paso del socialismo al comunismo se produce ininterrumpidamente. Ahora bien, el paso gradual al comunismo no ha de ser comprendido como un movimiento retardado. Al contrario, se trata de un periodo de rápido desarrollo de todas las facetas de la vida de nuestra sociedad. Por otra parte, semejante forma de desarrollo no excluye que se produzcan saltos rápidos, bruscos, en tales o cuales esferas (por ejemplo, en la técnica, en la ciencia, &c.).
Diccionario filosófico · 1965:410
Salto
Cambio cardinal, cualitativo, del objeto o fenómeno, transformación de la vieja calidad en una nueva, debido a los cambios cuantitativos (Transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos). En comparación con la fase anterior, de evolución, de desarrollo, el salto supone cambios más o menos abiertos y relativamente más rápidos. Todo cambio cualitativo sólo es posible a través del salto. Pero las formas del salto son extraordinariamente múltiples y dependen tanto del carácter del fenómeno como de las condiciones en que transcurre su desarrollo. En esencia, cada fenómeno tiene su modo específico de pasar al nuevo. Ahora bien, todas estas transiciones pueden ser divididas en dos tipos relativamente definidos: los saltos bruscos y los graduales que a menudo se combinan en los mismos procesos. Los primeros se realizan de modo que la vieja cualidad cambia de golpe, completamente (por ejemplo, la transformación de unas partículas elementales en otras; en la vida social puede servir de ejemplo de un salto brusco la revolución social). En los otros cambian tan sólo partes, elementos de lo existente, hasta que este último se transforme gradualmente por entero. En la naturaleza se realizan preferentemente de este modo los cambios cualitativos de las especies de plantas y animales. En la vida social, el primer tipo de salto es característico para las formaciones antagónicas, en las que la clase dominante obstaculiza la transición del viejo régimen al nuevo, transición que se ha hecho ya necesidad histórica. Esta transición (por ejemplo, del capitalismo al socialismo) puede efectuarse sólo mediante la revolución política. El segundo tipo de salto es propio del régimen no antagónico, en el que todas las principales fuerzas sociales están interesadas en el desarrollo progresista de la sociedad. Esto lo tuvo en cuenta Marx al predecir que en la sociedad sin clases, las evoluciones sociales dejarán de ser revoluciones políticas. El PCUS parte de que los cambios cualitativos graduales son una ley de la edificación comunista. La creación de la base material y técnica del comunismo, la eliminación de las contradicciones de clase y otras, la extinción del Estado y la educación de un hombre nuevo son virajes revolucionarios decisivos en el desarrollo de la sociedad socialista, que no se realizan de golpe sino paulatina e ininterrumpidamente. Al mismo tiempo, el paso gradual al comunismo no descarta los saltos rápidos y bruscos en unas u otras esferas de la vida social (por ejemplo, en la ciencia, la técnica, &c.).
Diccionario de filosofía · 1984:382